Reponer el lugar del Estado

El ministro de Educación de la Nación busca revertir el desfinanciamiento del macrismo en el área

 

El ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, se encuentra diseñando el presupuesto con el que el gobierno de Alberto Fernández revertirá el desfinanciamiento educativo que produjo el macrismo, que implicó una caída de 6,1 a 4,8% del PBI. “Estamos trabajando en un presupuesto que expanda el gasto en todo el sistema”, expresa Perczyk en diálogo con El Cohete a la Luna. Su tarea es dotar de mayores recursos a “las universidades, la educación técnico-profesional, el Fondo Nacional de Incentivo Docente, las becas, para evaluación y calidad educativa y netbooks”. Esta mejora presupuestaria es una clara muestra de que no hay directiva de ajuste, más allá de que se arregle o no con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las políticas de endeudamiento y desinversión llevadas adelante por el gobierno de Mauricio Macri impactaron fuertemente en Educación. Un ejemplo fue la interrupción del programa Conectar Igualdad, que de haberse continuado –mejorando sus fallas–, hubiese permitido afrontar la pandemia con herramientas tecnológicas que no estuvieron disponibles cuando se suspendieron las clases en forma presencial para resguardar la salud de toda la comunidad educativa.

“Conectar Igualdad es un programa complejo. Tiene lo más visible, lo más notorio: entrega y distribución de las computadoras. Pero tiene dos componentes más. Uno es la conectividad, todo lo que es la conectividad interna de las escuelas, lo que en jerga se llama el ‘piso tecnológico’”, explica Perczyk. “Estamos avanzando también en la vuelta de Conectar Igualdad en esas dos dimensiones: la conectividad (haciendo un esfuerzo muy grande, pronto habrá noticias) y en los pisos tecnológicos”, indica el ministro, magister en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Nacional de Quilmes, con trayectoria como docente de educación formal y no formal y quien también se desempeñó como rector de la Universidad Nacional de Hurlingham.

Este año y principios del año entrante está prevista la entrega de 653.000 computadoras a los chicos de primer año de las escuelas secundarias públicas, como también para al ciclo básico de las escuelas secundarias rurales. “El año que viene estaremos adquiriendo un millón de computadoras. Llegaremos a todo el ciclo básico de la escuela secundaria pública e intentando llegar a toda la escuela secundaria rural”, señala el ministro. Respecto a si se contempla que les trabajadores de la educación también reciban la herramienta tecnológica, Perczyk responde que “la primerísima prioridad es que llegue a los chicos. Pero en una segunda etapa –que es la que estamos empezando en 2022– llegaremos también a las escuelas especiales y vamos también a intentar llegar a los trabajadores docentes”.

El ministro refiere que además se está trabajando en “la capacitación docente, que también vuelve” con Nuestra Escuela, otro programa interrumpido durante el macrismo. La vuelta fue acordada con todos los ministros de Educación y se someterá a un acuerdo paritario con todos los representantes de los trabajadores docentes.

Asimismo, desde el área de Educación de la Nación se está trabajando en un programa de vinculación con aquellos que han abandonado la escuela secundaria. Es necesario profundizar en la reinserción porque la deserción en el nivel secundario no ocurrió en estos años producto de la pandemia –cuando sí se agravó más–, sino que viene sucediendo desde hace mucho tiempo. El ministro de Educación arroja datos esenciales para entender la problemática: “La Argentina tiene una tasa de escolarización en el nivel secundario que es muy importante para la región. Nosotros tenemos el 85% de los chicos en la escuela secundaria. Al mismo tiempo –no contradiciendo lo anterior–, la mitad de los chicos terminan la escuela en los años presupuestados y la completan una gran cantidad, unos años después. Tenemos casi el 65% de la población con secundario completo”. Analiza y señala: “Tenemos una virtud en la cantidad de chicos que van a la escuela y tenemos un problema, que es la cantidad de chicos que no logramos que terminen la escuela”.

A ese problema, la pandemia “lo agravó porque no todos los chicos pudieron sostener sus clases de forma remota. Por la situación económica, hay chicos que salieron a trabajar. Y al mismo tiempo, la injusticia en la conectividad y en la vinculación, la propiedad de la tecnología. Familias que tenían una computadora para todos, familias que tenían un celular para todos”, enumera Perczyk. Ante esa situación, se está trabajando en la búsqueda de esos chicos desvinculados que abandonaron con el programa Volvé a la Escuela, “en el cual estamos invirtiendo una buena cantidad de dinero para buscarlos, para que existan actividades educativas en el verano, actividades educativas los sábados. Estarán las escuelas de verano con chicos que no se van de vacaciones y que van a tener una oferta educativa, de la cual al menos el 30% es de lengua y matemáticas”.

Al mismo tiempo, en el Consejo Federal, el Ministerio de Educación de la Nación diseñó otro modelo de escuela. “Una oferta distinta de escuela secundaria con oficios y formación profesional. Va a tener un nuevo formato para los chicos que se fueron de la escuela, con menos materias, menos años, pero con mucha formación para el trabajo”, expresa Perczyk. “Somos de los que creemos que la escuela tiene que preparar para el mundo del trabajo y esta oferta contempla esa idea, ese principio”, destaca. Para 2022 esperan tener una cantidad muy importante de escuelas vinculadas a esa nueva oferta desde el Ministerio y las provincias.

Perczyk tiene 25 años como docente de todos los niveles y un profundo conocimiento del sistema educativo –más allá de que Clarín o La Nación lo presentaran como un profesor de Educación Física al frente del Ministerio de Educación–, por lo cual es oportuno abordar con él la complejidad del secundario. Actualmente sabemos que tiene profesores-taxi que van de escuela a escuela y que transmiten diversas miradas de la realidad que enriquecen a les alumnes, pero que también genera escasa presencia institucional, a diferencia de lo que ocurre en primaria. Al consultarle al ministro si puede pensarse en una reforma que permita una transformación en ese nivel, responde: “Creo que debiéramos trabajar en una transformación de esa escuela que incorpore la dimensión del trabajo”. Agrega que el profesor-taxi tiene repercusión en un grupo, pero tiene una repercusión muy importante en la institución. Es una dificultad que muchos puedan construir una institución, darle una orientación y conducirla a un proyecto pedagógico superador, algo que se logra cuando les profesores concentran sus horas en una misma escuela. “Sin dudas no aporta a mejorar la relación con un grupo, pero sí a mejorar la relación con la institución. Estamos trabajando en eso. Requiere acuerdos institucionales, requiere acuerdos políticos con las provincias y requiere acuerdos paritarios”, expresa el ministro. Sus palabras permiten inferir que no se trata de soplar y hacer botellas. Pensar en una transformación del nivel secundario no es nada simple, ya que el mismo tiene fortalezas y debilidades. “Nosotros somos defensores de los derechos de los chicos y también somos defensores de los derechos de los trabajadores”, declara. Toda una definición de su propósito en la cartera.

La Argentina tiene un diseño institucional que requiere del acuerdo de las 24 jurisdicciones y del Ministerio nacional para las políticas educativas. Para las universidades, el acuerdo del Ministerio de Educación, el Consejo de Universidades, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP). “Eso es un diseño que uno lo puede ver como algo burocrático, pero también como algo virtuoso. Esa es la conformación federal que tiene nuestro país. Tenemos la obligación y la responsabilidad de construir acuerdos a partir de nuestras convicciones, de las decisiones políticas del gobierno, pero también en acuerdos con otros representantes”.

La semana próxima, el Ministerio de Educación de la Nación llevará a un acuerdo paritario la recuperación del programa Nuestra Escuela, que garantiza capacitación gratuita, masiva y a escala federal, lo cual fue firmado y votado en el Consejo Federal. “Era un reclamo histórico de los trabajadores docentes, desde la misma conformación de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA). Tiene una participación institucional muy importante, de la que forman parte las universidades nacionales, provinciales, los institutos de formación docente, las provincias, el Ministerio nacional, los sindicatos y otros organismos científicos”, enumera Perczyk. “Es un cruce de distribución y redistribución de conocimiento con el actor principal: los trabajadores docentes y las instituciones educativas. Nos parece transformador”.

La presencia de fundaciones –organizaciones no gubernamentales (ONGs) empresariales con mucha incidencia en el sistema educativo– se agrava cada vez más, luego de acentuarse durante el gobierno de Macri. El trabajo de investigación y análisis de CTERA “La privatización educativa en Argentina” constituye una prueba de ello. Esa inquietud fue transmitida al ministro: ¿Cómo se regula para que el mercado empresarial no se coma la soberanía educativa, para que la autonomía no se vea amenazada por esos paquetes que se venden y por la administración de plataformas? “Hay dos maneras. Una pasa por las regulaciones, la otra, por fortalecer la política pública, fortalecer el rol del Estado y la escuela pública”, sostiene Perczyk de manera contundente.

Para el ministro no alcanza con “solo decir que no. Hay que decir que no, pero fundamentalmente hay que tener una oferta que sea superadora en escala, en calidad, en perspectiva, que sea gratuita. En eso estamos trabajando, en que la oferta sea tan atractiva en términos de calidad, temática, tratamiento, porque los espacios que no ocupa el Estado, alguien los ocupa. Nosotros tenemos la firme vocación de reponer el lugar del Estado”, destaca.

Teniendo en cuenta que Perczyk fue secretario de Educación, jefe de gabinete y viceministro de Alberto Sileoni entre 2011 y 2015, el reemplazo de Agustina Vila por Sileoni como ministro de Educación en la provincia de Buenos Aires –anunciado por el gobernador Axel Kicillof– constituirá una amalgama perfecta para llevar adelante las transformaciones que también necesita el sistema educativo bonaerense.

 

 

 

 

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