Raíces

La música que escuché mientras escribía

 

El jueves 10 a las 19.30 se estrenará en el anfiteatro de Parque Centenario Corsini interpreta a Blomberg y Maciel, el nuevo largometraje de uno de los autores más originales del cine argentino actual, Mariano Llinás. Hijo del poeta Julio Llinás, Mariano se reunió con otros dos artistas de su generación, el también director e iluminador Agustín Mendilaharzu y el cantor Pablo Dacal, para dar testimonio de su descontrolada admiración por Ignacio Corsini y, en especial, por los temas que cantó sobre los años de Rosas en la Argentina de la primera mitad del siglo XIX, del guitarrista Enrique Maciel y el poeta Héctor Pedro Blomberg. La entrada es libre, pero con reserva previa en clicvillacrespo.com/vecine.

La idea fue volver a grabar esas versiones, el 9 de julio de 2021, con la voz de Dacal y tres guitarristas que representan tal vez sin saberlo, la diversidad nacional y étnica de la Argentina (un Sleiman, un Muhammad Habbibi, un Semmartin, combinación que no se da en cualquier lugar del mundo), como el propio Corsini, que nació en Sicilia en 1891 y llegó a los 10 años a Buenos Aires o Blomberg, cuya madre descendía del mariscal paraguayo Solano López, y cuyo padre era un ingeniero noruego. Qué rica ensalada.

Alberto puede quedarse tranquilo. Lo haya dicho un gran poeta o un músico del montón, es cierto que muchos argentinos descienden de los barcos. En todo caso la minoría más satisfecha. Es llamativa esa búsqueda de las raíces, esa necesidad de conocer y entender, a partir de la admiración de estos artistas que se acercan a los 50 años por un cantante que murió antes de que nacieran. Los pibes ya no son lo que eran. Desde la tercera década del siglo XXI imaginan con curiosidad adolescente la ciudad de uno y dos siglos atrás. Por momentos, parece una estudiantina.

El LP se editó a fines de la década de 1960 y en la de 1990 les partió la cabeza a esos tres muchachos. Corsini fue un cantor de culto en la década de 1930, pero poco se sabía y se oía de él cuando Llinás, Dacal y Mendilaharzu contrajeron el virus. Sin embargo, hasta los chicos pueden canturrear La Pulpera de Santa Lucía. Ya en 1973, Juan Gelman había resignificado sus versos en el estremecedor poema Glorias.

¿Era rubia la pulpera de Santa Lucía? ¿tenía los
ojos celestes?
¿y cantaba como una calandria la pulpera?
¿reflejaban sus ojos la gloria del día?
¿era ella la gloria del día inmensa luz?

son preguntas inútiles para este invierno
no se las puede echar al fuego para que ardan
no sirven para calentarse en el país
no sirven para calentar al país helado de sangre.

por una sábana de luz iría la pulpera santa de
voz
graciosamente moviendo sus alrededores sus
invitaciones
y el olor de sus pechos y la penumbra de sus
pechos
hacían bajar el sol sobre la pampa bajaban
a la noche como un telón.

¿quién no se iba a perder en esa noche? ¿quién
no se iba a encontrar allí mesmo pasando
su furia por la suavidad que la pulpera fundó?
horas se podría estar contando esta historia y
otras parejamente tristes
sin calentar un solo gramo del país sin
calentarle ningún pie

¿acaso no está corriendo la sangre de los 16
fusilados en Trelew?
por las calles de Trelew y demás calles del país
¿no está corriendo la sangre?
¿hay algún sitio del país donde esa sangre no está
corriendo ahora?

¿no están las sábanas pegajosas de sangre
amantes?
¿y llena de sangre la pulpera y sus ojos celestes?
¿ahogados en sangre?
¿y la calandria hundida en sangre y la gloria del
día
con las alas empapadas de sangre sin poder
volar?
¿no hay sangre en la penumbra de tus pechos
amada?

¿y dónde no la hay esa sangre caída de los 16
fusilados en Trelew?
¿y no habría que ir a buscarla?
¿y no se la habría de oír en lo que está diciendo
o cantando?
¿no está esa sangre acaso diciendo o cantando?

¿y quién la va a velar? ¿quién hará el duelo de
esa sangre?
¿quién le retira amor? ¿quién le da olvido?
¿no está ella como astro brillando amurada a la
noche?
¿no suelta acaso resplandores de ejército mudo
bajo la noche del país?

con sangre verdaderamente están regando el país
ahora
oh amores 16 que todavía volarán aromando
la justicia por fin conseguida el trabajo furioso
de la felicidad
oh sangre así caída condúcenos al triunfo

como calandria de sus pechos caía y
como sangre para apagar la muerte y
como sangre para apagar la noche y
como sol como día.

La búsqueda de Llinás y sus cómplices es por completo distinta. Irreverente, jodona, llena de sutilezas nunca sobreexplicadas (por ejemplo, la pulpera de la película no tiene ojos celestes, y las mujeres bellísimas por cuyo amor morían y mataban unitarios y federales son chicas comunes y corrientes del Buenos Aires de 2021). Las discusiones políticas sobre aquellos tiempos remiten en forma transparente a la llamada grieta de hoy, pero siempre con humor, donde cada uno interpreta un personaje: el antifederal Llinás, el antiunitario Dacal. Una vez que la película se estrene en el cine, vas a poder verla en El Cohete y formarte tu propia opinión. Quienes entiendan que es una comedia podrán gozarla a pleno.

Por hoy, escuchá las grabaciones de Corsini, que para sus fanáticos cantaba mejor que su amigo Carlos Gardel, afirmación que ninguno de ellos hubiera suscripto.

 

 

 

 

 

 

 

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