El engaño, a cara de piedra

Los chats entre Bidone y D'Alessandro no dejan de dar que hablar

 

El fiscal Carlos Stornelli fue citado este martes ante la comisión de Juicio Político del Congreso. Stornelli es el mismo que recibía al espía vinculado a Estados Unidos, Marcelo Sebastián D’Alessio, en su despacho. Juntos coaccionaban testigos usando fotos y filtraciones de todo tipo y armaban causas contra ex funcionarios de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner con la teoría del “derecho creativo” que inventaron Ricardo Lorenzetti, Martín Irurzun y el fallecido juez Claudio Bonadío.

En un dictamen escrito con los muñones de su bisabuelo, Stornelli cerró con ocho carillas la causa que investigaba los chats y audios entre Silvio Robles de la vocalía del presidente de la Corte, Horacio Rosatti, con el ministro de Seguridad y Justicia de la ciudad, Marcelo D’Alessandro. El argumento nodal de Stornelli fue que hubo espionaje ilegal y citó la Ley de Inteligencia. Lo extraño del caso es que no logró probar semejante teoría. Porque en las filtraciones no se comprobó la participación del Estado.

Para trepar el escándalo, el juez Sebastián Ramos se apoyó en Stornelli y en el Ministerio Público para coincidir en mandar al cajón del archivo la inmundicia de lo que CFK definió como “mafia judicial”. De ese sistema de persecución, proscripción, supresión e inhabilitación de las mayorías políticas populares han interactuado un fiscal condenado por corrupto, un ministro bajo licencia tras el escándalo de la serie de filtraciones de Lago Escondido y un espía millonario preso en Ezeiza.

 

 

Las pruebas

Hay una pila de chats judicializados entre el ex fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, y el ministro de CABA, Marcelo D’Alessandro. ¿Por qué un ministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad le pedía informes sobre personas a un fiscal de otro distrito? Misterio. Bidone cumplía la misma función con D’Alessandro que con D’Alessio. Incluso, en uno de los chats le reenvió a D’Alessandro un informe ilegal hecho por el falso abogado sobre un supuesto “recaudador”.

Eran tan amigotes que se trataban de “puto”, “líder” y plagaban de apodos a Silvia Majdalani, “Turca”, a Daniel Angelici, alias “Tano”, y a la jueza María Servini la llamaban “la Tía”. Además de tildar como “Edu” al fiscal y funcionario de la AFI macrista, Eduardo Miragaya, “PB” a Patricia Bullrich y “CR” al diputado Cristian Ritondo.

Bidone aparece en los chats con un usuario con nombre borrado, pero las pericias comprobaron que era él. Se refirió a un tal González, de quien habían pedido “un informe”.

¿Se trata del abogado Rodrigo González quien fuera defensor y cercano a D’Alessio? No hubo confirmaciones verificadas judicialmente. A tal punto, que D’Alessio tenía una carpeta de González (Rodrigo) con asuntos personales. Por eso el abogado penalista no quiso defenderlo más.

Lo importante es qué hizo Bidone con el espionaje ilegal de D’Alessio. Se lo reenvió a D’Alessandro, ministro de CABA. Es verdad, aunque usted no lo crea.

“Juan —le escribió en 2016 el espía preso a Bidone y este le pasó el mensaje a D’Alessandro—, entre los dos están ganando con un modelo que tenemos unos 75.000 pesos al mes. Si querés te paso los consumos, rutinas, créditos tomados, pero hay una sola cosa que me llama la atención. Hace meses le dieron de baja el CUIL a González (N. del R: no sabemos a qué González se refieren) y sigue trabajando sin cobrar”.

D’Alessio agregó que el hombre en cuestión y su familia “tienen un auto coreano de 140.000 pesos. La célula azul a nombre de él y la titularidad a nombre de ella. No se atrasan en ningún crédito. Solo en cuotas de seis tarjetas de crédito (incluyendo la de Falabella y Carrefour) tienen tomados 102.000 pesos. El hombre claramente no sostiene esa estructura con 21.600 pesos mensuales. Y no atrasarse es indicador de constancia de ingreso. Sin propiedades y un auto de clase media, media, nos suena que es un recaudador, pero que no está metido en algo que puntualmente le haya permitido hacerse de vivienda propia, terrenos, etcétera”.

Hasta aquí la conexión entre D’Alessandro, Bidone y D’Alessio. Está todo por escrito en documentos judiciales que constan en el fuero federal. O sea: el ministro en licencia de CABA no solo viajó a Lago Escondido con los favores del Grupo Clarín y se hizo de una posición jurídica de la Corte siendo él mismo parte litigante por la Ciudad, sino que usó espionaje ilegal con un fiscal condenado y un espía que se presentaba como agente de la DEA y de la embajada de Estados Unidos.

 

 

Operaciones

Corría enero de 2016. Era el auge del macrismo y su cacería humana. D’Alessandro y Bidone intercambiaron mensajes.

Marcelo D’Alessandro: Estoy esperando a la Tía. Tenía una reunión a las 16 horas.

Bidone: OK. Yo estoy en la ofi. Vine a comer algo. Recién estuve 1 hora con PB.

Marcelo D’Alessandro: ¿Quién es?

Bidone: Creo que es ministra. De Seguridad.

Marcelo D’Alessandro: Ah!

Bidone: Me estoy haciendo alta mancuerna en la oficina. Lo llamé a Rodrigo Alegre (periodista del Grupo Clarín) para que me actualice un poco lo de hoy. No venís.

Marcelo D’Alessandro: Sí voy. Bancá.

Bidone: De última lo rajo.

Marcelo D’Alessandro: No! Tranqui.

En otro encuentro dialéctico, Bidone escribió a D’Alessandro.

Bidone: Ameo. Estoy dándole formato a los argumentos. Escuchame. La reunión con la Tía es tet a tet o con la Turca incluida. Qué opinás?

Marcelo D’Alessandro: Por separado! Cada uno asume solo su responsabilidad.

Bidone: Ah okeyyy. Le digo a Edu que arme más temprano con la Turca dado que vos tenés varias reuniones a partir de las 9AM. Te parece.

Marcelo D’Alessandro: Sip.

Bidone: Cucha. Acabo de recibir un WhatsApp sin haberlo motivado para nada. Desde el jueves que no chateaba con él.

“Y pudiste arreglar con Marce y la Tía”. Mensaje de CR. Ya le dije que ibas a manejarlo vos, así que manejalo ameo…

Marcelo D’Alessandro: Me ocupo!

Pasadas las 23 horas del 24 de enero de 2016, Bidone le envió un dictamen de competencia sobre el triple crimen de General Rodríguez a Marcelo D’Alessandro y en el mensaje subrayó: “Borrador. Se daría todo naturalmente. Casi todo lo escrito es copia de resoluciones. El Juzgado Federal Número 1”.

Un día después, al mediodía del 25 de enero de 2016, Bidone y D’Alessandro siguieron hablando.

Bidone: Hola Marce. Qué hago. Espero, arranco para CABA, vos decime.

Marcelo D’Alessandro: Me junto con la Tía en un rato. Dame un toque.

Bidone: Ok.

El 26 de enero, minutos después de las 14, los dos charlaron asuntos que hacían a la vida de las personas y la manipulación de causas penales con servicios de inteligencia del Estado y funcionarios del gobierno macrista.

Bidone: Vas a andar disponible hoy. Así veo si voy rumbeando para CABA. Salvo que me quieras evitar.

Marcelo D’Alessandro: Estoy camino a Pinamar.

Bidone: Jua, jua. No hacía falta que te fueras tan lejos. Te dijo Eduardo que se junta a las 14:30 con la Tía.

El paso siguiente fue una fotografía del juez de Garantías de Mercedes, Facundo Guillermo Oliva, en donde Bidone le cuenta a D’Alessandro: “Con el juez hasta recién. Mañana me prometió que lo saca”.

Luego en un alarde de impunidad que aterra, Bidone deslizó: “Ya salió la resolución, ya está mandada. Eduardo quiere que la lleve ahora mismo, pero me la crucé a la chuchi en los pasillos y medio que me echó flit. Como que no quería hablar”.

Bidone: Y coordinamos con el Edu. La están yendo a buscar a la novia. Si querés sumate el poroto vos porque tus palabras de ayer a la tarde me detonaron! Y lo sabes.

Marcelo D’Alessandro: A la novia de quién???

Bidone: La causa amigo, que fue novia mía por 8 años. Se ve que estás con 10.000 cosas.

Marcelo D’Alessandro: Ah! Hoy la llevan.

Bidone: Sip. Edu mandó un fercho.

Repasemos. Lo transcripto arriba fue el paso a paso de la causa del Triple Crimen desde Mercedes, donde Bidone la tuvo ocho años, al fuero federal porteño. Según el chat del propio ex representante del Ministerio Público Fiscal, el expediente habría sido trasladado por un chofer de la AFI macrista al despacho del Juzgado interviniente.

El órgano de prensa predilecto de la embajada de Estados Unidos publicaba el 3 de febrero de 2016 que se unificaban las causas del triple crimen con el “trafico de efedrina”.

La operación para involucrar al actual ministro de Seguridad Aníbal Fernández con ambos casos fue tan evidente que según los chats de Bidone y D’Alessandro los dos participaron de la movida con la AFI macrista y el aval de jueces y fiscales. Ahora bien, ¿por qué D’Alessandro era actuante si en verdad él velaba por la justicia y la seguridad de la Ciudad de Buenos Aires? ¿O D’Alessandro fue desde siempre un operador de lo que la Vicepresidenta de la Nación llamó “mafia judicial”?

 

 

Los Monos

En su momento, el juez federal de La Plata, Alejo Ramos Padilla, fundó en una ampliación de procesamiento de más de 1.150 páginas las actividades ilegales de Marcelo Sebastián D’Alessio. Allí hay prueba del vínculo que tenía con Patricia Bullrich y de cómo ambos intercambiaban mensajes para realizar operativos policiales que luego capitalizaba la ex ministra de Seguridad con la información ilegal que producía D’Alessio.

En esos intercambios hallados en los dispositivos electrónicos de D’Alessio se probó que viajó dos veces a Rosario —en una de esas oportunidades con el periodista Rolando Graña del canal A24— para hablar con miembros del clan Los Monos y, fundamentalmente, identificar el sistema de lavado de dinero que creía que era de 50 millones de dólares.

Con esta motivación, D’Alessio se reunió con Lorena Verdún, la viuda de Claudio “Pájaro” Cantero, líder de Los Monos que fue asesinado el 26 de mayo de 2013, y su abogada Romina Bedetti. Después estuvo con Ramón Machuca. A Verdún la filmó y grabó con un micrófono oculto en las llaves de su automóvil en el bar cercano al Centro de Justicia Penal de Rosario, donde en aquel momento se desarrollaba el juicio contra la banda.

El 6 de diciembre de 2018 fueron sentenciados, entre ellos, Ramón Machuca a 37 años de prisión y Ariel “Guille” Cantero a 22. D’Alessio llegó el 26 de diciembre de 2017 —el juicio había comenzado el 21 de noviembre—, con Graña que declaró como testigo. El periodista conoció al grupo de D’Alessio en una reunión en Puerto Madero donde estaba el ex comisario bonaerense y agente de la AFI macrista, Ricardo Bogoliuk, otro de los procesados por Ramos Padilla, al igual que el comisario bonaerense y ex espía Aníbal Degastaldi. Ambos con prisión domiciliaria y tobillera electrónica.

En aquellos años, Cantero eligió varias veces aparecer desde la clandestinidad en América. Graña reveló en su declaración ante el juez Ramos Padilla que D’Alessio se ofreció para acompañarlo en dos autos blindados.

En ese viaje al infierno, D’Alessio grabó la conversación que mantuvo con Verdún y su abogada. “Se presentó ante ellas desde un lugar de poder en relación con los recursos que decía ostentar del Ministerio de Seguridad. También como una persona con capacidad de poner un tema en la agenda periodística. Esto queda claro a partir de las conversaciones sucesivas con ella y con su abogada”, concluyó Ramos Padilla.

D’Alessio se ofreció a “colaborar” con ellas a cambio de que Verdún y su abogada le pasaran información de los narcos de Rosario, de policías y políticos. La abogada Bedetti declaró: “Ella me comenta (Verdún) que él se presentaba como que pertenecía a la DEA y hacía alardes de que él tenía contacto directo con Bullrich”.

Unos veinte días más tarde, Bedetti mandó a D’Alessio un audio: “En el día de hoy me mataron a una clienta, Marcela Díaz, que se había presentado (…) el día 30 de diciembre fue baleada por gente de los Funes y salió ilesa y a su hijo la gente de los Funes lo dejó tirado en la cama con un tiro en la columna. El 3 de enero metimos la denuncia por este hecho. El 10 de enero presentamos la denuncia en Asuntos Internos. Y ayer le presenté un habeas corpus donde no existía ningún pedido de captura ni ninguna causa abierta de ella. Y hoy la terminan matando”. De forma instantánea, D’Alessio reenvió el mensaje el 16 de enero de 2018 a Graña. La guerra entre grupos de narcotraficantes rosarinos estaba en el tope de la agenda mediática y las bandas sacaban provecho del vacío de poder.

Por eso, 48 horas después de recibir el mensaje de la defensora de los narcos, D’Alessio viajó a Rosario con el ex agente de la SIDE y la AFI, Hugo “Rolo” Barreiro —también conectado a Bidone por el Triple Crimen y actualmente preso en su domicilio—. Y se produjo este diálogo que D’Alessio grabó de forma ilegal.

D’Alessio: ¿Cómo se termina esto? Porque aparentemente todo esto empieza con la muerte del “Fantasma”, porque el pibe estaba totalmente descontrolado, y otra teoría es porque el padre estaba vinculado a un juez (conversan superpuestos y no se entiende con claridad).

Verdún: A políticos.

La viuda de Cantero nunca le dio datos, tan solo ciertas excusas. D’Alessio le pedía nombres. “Agarramos ahora dos autos blindados y si querés vamos a recorrer donde se te cante”, insistía. Verdún en silencio.

Entonces terció la abogada defensora.

D’Alessio: Consigamos un dato concreto porque intervenir una policía de una provincia no es una broma. Bueno, piensen en qué podemos ayudar. Yo necesito…

Bedetti: Datos. Investigá a la PDI. ¿Vos querés algo grande?

D’Alessio: No, yo con tres casitas que no puedan justificar ya me queda muy claro dónde estuvo.

El falso abogado que se presentaba como agente de la DEA obtuvo algunos objetivos y mandó un mensaje a Patricia Bullrich. D’Alessio encontró las “tres casitas” en el barrio privado Puerto Roldán con inteligencia ilegal. Llevó un dron y se detuvo a filmar. Quería probar que policías estaban relacionados al empresario Esteban Lindor Alvarado, supuestamente vinculado al narcotráfico, el clan había comprado lotes y construido casas. D’Alessio le envió toda su labor legal a Bullrich y ella respondió: “Lo investigaremos”.

El 23 de enero de 2018, apenas cinco días después del almuerzo entre D’Alessio y Verdún, Alan Funes fue apresado por un comando conjunto de la Gendarmería y fuerzas de la Policía de Santa Fe, según consignó en aquel momento el colega Germán de los Santos.

D’Alessio pasó a la abogada Bedetti el link de un artículo sobre el caso con la palabra “Cumplo”. Ella respondió: “Muchas gracias. Estamos trabajando para más información”. También le envió un mensaje a Lorena Verdún: “Hola Lore, bueno, espero que estés contenta con lo de Alan. Viste que se me hacían los pelotudos. La idea es la semana que viene ver si ya puedo ir para allá”.

El objetivo de D’Alessio era obtener más datos sobre el juez Juan Carlos Vienna y Luis Paz. En un diálogo con la viuda de Cantero le propuso detener a Paz.

“Por ejemplo, a mí me interesaría, si vos querés que yo agarre al viejo Paz, yo no lo puedo agarrar con cinco bunkers con cinco nenes pasando paco por un agujerito. Yo necesito cocaína. A mí no me interesa el paco. Yo necesito cocaína grande”.

A través del fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, obtuvo los registros migratorios de Paz y de su hija Mercedes. La detención de Paz sucedió el 10 de diciembre de 2018.

En la ampliación de procesamiento de Ramos Padilla a la banda de D’Alessio quedó muy claro el mecanismo extorsivo y la obtención de pruebas con espionaje ilegal en la causa de Los Monos. El juez redactó: “Entre los documentos hallados en las computadoras de Marcelo D’Alessio se encontró una captura de pantalla que muestra una conversación nuevamente con la entonces ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. En ella, D’Alessio le dice: “Hola Patricia. Espero estés bien. Vengo de Rosario. Tengo una escucha para darte. Y un arrepentido por los disparos a los integrantes de la Cámara. Cuando quieras nos vemos. Un beso”. Ella le responde: “Ok. Podés reunirte con Bonini? Y le das el material y después nos vemos nosotros”. D’Alessio responde: “Vos sabés Patricia que estoy a tu disposición!! Lo que vos digas!!! Le pasarías mi celu?

“El 18 de agosto, tres personas fueron detenidas por esos disparos, una de las cuales confesó ser el autor material. La prensa destacó al respecto la participación del área a cargo de Bonini en esa investigación”, probó Ramos Padilla en el expediente contra D’Alessio.

Otra vez, el rol de Bidone resultó clave en la trama. Y no solo él: agentes numerarios de la AFI macrista y diálogos con la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien se valió de los servicios de D’Alessio y apareció filmada compartiendo uno de tantos “procedimientos” televisados para la posteridad.

 

 

El agua de Silvio y los Toyotas de Ramos

La vocalía de Silvio Robles está inundada. En vez de abogados allí trabajaban los plomeros. Y está bien. Por esos misterios del destino, una lluvia de agua filtrada por cañerías y paredes descendió desde el 7º piso al 4º, donde Robles hace que trabaja para Horacio Rosatti. El aguacero afectó sus computadoras en el momento en el que la Corte está siendo juzgada en el Congreso de la Nación. El empleado jerárquico a cargo de la custodia y los arreglos del edificio goza de un salario de un millón y medio de pesos y junto a su esposa —también empleada de Tribunales— vacacionan en Punta del Este. Todo por el criterio ascendente de la dupla Rosatti & Robles, que desparraman billetes como el agua por escaleras. En eso son muy peronistas, porque a Sergio Romero le va bien y es feliz.

El 27 de febrero pasado, los supremos Horacio Rosatti, Carlos Fernando Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda firmaron una resolución para otorgarle al juez federal, Sebastián Ramos, otro vehículo marca Toyota, modelo Hilux, dominio AA872GE. Ramos ya suma dos autos teniendo en cuenta el chat con Marcelo D’Alessandro. Un buen detective judicial seguiría el sendero de la prueba independiente. Ya que el árbol estaría envenenado por la sanata del espionaje, ¿de dónde salen tantos autos como alfajores y para qué?

No fue casual que la acordada no haya sido firmada por Lorenzetti. Fuentes de la Corte dicen que no está de acuerdo con ciertas gestualidades de sus colegas.

Tienen la cara de mármol.

 

 

 

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