Nuestro colaborador Mati Mauricio me hizo llegar un texto de la bandoneonista Eva Wolff. No sé si es una carta para mí o un comentario urbi et orbi, pero eso es lo de menos. Creo que en términos generales es injusto lo que dice, y lo voy a explicar. Pero eso tampoco importa demasiado. Si algo que edité provoca tanto enojo, comienzo por disculparme, porque es lo último que hubiera deseado y creo que me lastima tanto como a ella. Por eso reproduciré, sin tocar una coma, el texto de Eva Wolff, que no pidió derecho a réplica pero que lo merece. Deseo de todo corazón que atenúe el fastidio que le provoqué y, además, que modifique la idea que se formó de mí.
"Empecemos con el título, 'Algo bello entre las piernas”. Ya que el bandoneón se mueve arriba de las piernas, ¿no sé a qué será que se refiere el periodista Horacio Verbitsky con ese 'algo bello'? ¿Usaría un encabezamiento de este estilo para escribir sobre, por ejemplo, hombres violonchelistas? ¿Los llamaría “pibes”, o “chabones”? ¿O será que ellos serán tratados con un título más profesional, como “músicos”, “chelistas”, “hombres”, simplemente lo que son?
"Luego, mencionar tres veces, en un artículo de pocas líneas, cómo las “chicas” abren las piernas, da escalofríos. Seré ilusa, pero esperaba que, a esta altura de los acontecimientos, podríamos, de a poquito, ir dejando atrás ese tratamiento de las mujeres, tan grosero, como objetos. Este tipo de comentarios atrasa, cosa que en esta coyuntura no sorprende, pero tampoco alegra. Además, más allá que decir que “las pibas la pasan bien”, dicho artículo no aporta a la difusión seria de las mujeres que nos dedicamos con amor y profesionalismo a tocar el bandoneón, a difundirlo, a enseñar, a componer.
"Una cosa más: nadie jamás me ha llamado “La Gabel”, fue un invento de hace unos meses de este mismo periodista, en otro artículo. En aquel momento sentí un cierto fastidio, pero lo consideré inocuo, y la dejé pasar. Sin embargo, como el artículo de hoy no solo reitera este invento, sino, además, pinta una imagen de las bandoneonistas mujeres que no es acorde a estos tiempos (en realidad, nunca fue acorde, fue aceptada por mucho tiempo, que no es lo mismo), me siento obligada a reaccionar: no soy “La Gabel” (sí, soy belga), no somos pibas, no abrimos las piernas para hacer gozar con nuestra música. Somos profesionales, somos músicas, somos amantes del bandoneón.
"PD: como veo que el periodista no supo más de mí, y que ignora si sigo en el país después de formar dúo con Hernán Possetti (a quien nadie con conocimiento musical diría pianista correcto y muy convencional), quiero decir que con una simple búsqueda en internet se puede descubrir muy rápidamente que sigo instalada aquí en mi amada Buenos Aires, que soy docente de bandoneón en varias instituciones oficiales, que tengo un libro a mi nombre sobre cómo tocar tango en el bandoneón, que fui solista invitada de la Orquesta del Tango de la Ciudad, entre muchas otras cosas.
"PD 2: Para les que quieren escuchar algo de la última presentación de mi dúo con Hernán Possetti, les dejo este arreglazo, ni muy correcto ni muy convencional, de Hernán Possetti, de 'Monólogo', tangazo de Carlos Pazo.
No vamos a hacer una medición antropométrica para precisar qué parte del bandoneón queda encima y qué parte entre las piernas, porque era un chiste, de los tantos que abundan en mis notas desde siempre. La primera vez que escuché a Eva Wolff me gustó y pregunté quién era. Alguien del público me dijo La Gabel. Ella no tenía por qué saberlo, tal vez le molestó. Después de una discusión con David Viñas, me confesó que se ponía agresivo porque no manejaba la ironía como yo, y seguimos siendo amigos hasta el final, pese a nuestros habituales disensos políticos. O porque esta vez no fui claro o porque Eva Wolff se quedó en la superficie de mi nota, aclaro que escribí con admiración y respeto por las dificultades que han debido vencer las mujeres para ser reconocidas y lo cuantifiqué con el siglo que mediaba entre la muerte en 1925 de Paquita Bernardo, a quien la mamá le cosió una falda amplia para que no la estigmatizaran al abrir y cerrar las piernas cuando estiraba el bandoneón, y el presente, donde tres pibas (¿que tiene de malo esa palabra hermosa, que no denigra y con la que siempre me refiero a mis hijas y mis nietras?) tocan sin ninguna inhibición y nadie las cuestiona. Yo, seguro que no.
Así como yo ignoraba demasiadas cosas de Eva, algo que lamento porque son muy valiosas, tampoco ella tenía por qué conocer que yo mencioné como
- Traficante de chicos con piernas desnudas al jefe de la SIDE, Gustavo Arribas, que era representante de futbolistas,
- Monito Saltarín al actual Excelentísimo Señor Presidente de la República,
- Asqueroso al entonces ministro de la Corte Suprema de Justicia Agusto César Belluscio, y al ganarle el juicio conseguí que se eliminara del Código Penal el delito de desacato,
- Torturador de la guitarra eléctrica a un músico famoso que no voy a nombrar porque no está bien de salud y además nos salvó que ganara una elección importantísima Domingo Bussi, el torturador de la picana eléctrica,
- Huevo Duro al hasta ahora ministro de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, que la presidía,
- La momia que guarda los restos de Carlos Fayt a otro ministro de la Corte Suprema, que envejeció peor que yo,
- Cantinflas al ex zar del Comercio Mario Guillermo Moreno,
- Gauchito Gil a Felipe Solá, que como tiene sentido del humor, sigue siendo mi amigo,
- Dormitaba como si se hubiera almorzado un hipopótamo al vocero presidencial Miguel de Godoy.
- Pollo rostizado a un ministro de Kirchner que no perdonaba una sesión de cama solar.
- Pavo real al funcionario de Alfonsín, Marcos Aguinis, que se considera "el intelectual más conspicuo" de Río Cuarto, luego de establecer que no le gusta hablar de sí mismo
- Tortuga deshidratada a un grandísimo intelectual demasiado pendiente del auto y el chofer que le tocaría en su cargo de embajador.
- Tortura al periodista lopezreguista Carlos Tórtora.
- Eyaculador político precoz al ministro de Economía Roberto Lavagna, cuando se apresuró a lanzar su candidatura presidencial.
- Que el ministro Dromi decía que anhelaba construir un país más tramparente.
- Las críticas futuristas contra el dedo y la lapicera de Cristina son como una rabieta de Pinocho con Gepetto.
Espero que con estos ejemplos baste. Entiendo que mi sentido del humor no le caiga bien a todos, pero aun los enojados saben que no hago distinción de géneros. Además, en este caso no critico, sino todo lo contrario. Sospecho además que Eva Wolff leyó la nota pero no escuchó mi comentario del domingo 7 en la versión oral del Cohete a la Luna, en la radio de las Madres, donde era el único hombre junto a tres mujeres. Pasé el tango de Paquita Bernardo que grabó Gardel y dije que me imaginaba "qué difícil ha sido el camino para las mujeres. Qué Gardel le grabara un tango a Paquita Bernardo era un reconocimiento, un espaldarazo impresionante. Pero ¿ustedes escucharon la letra ? Es de un machismo espantoso. Paquita no debe haber sido feliz de escuchar esa letra. Pero al mismo tiempo ¡era Gardel!". Pueden escucharlo en mi voz, acá. Y si alguien duda, buscarlo en Radiocut.
Para completar este pedido de disculpas por un pecado que no creo haber cometido, los invito a escuchar varios temas espléndidos de Eva Wolff, sola, a dúo y con conjuntos numerosos.
También le agradezco lo que hace por la cultura argentina, pese a haber nacido del otro lado del charco salado. Si Eva afloja el ceño fruncido y valora estas palabras como yo estimo su música, la invito a profundizar una discusión sobre artistas que muestran las piernas y mucho más arriba, en forma muy distinta a las sucesoras de Paquita Bernardo. La pregunta que nos hicimos hace algunos años entre colaboradores y colaboradoras del Cohete fue si de ese modo se someten a los estereotipos machistas o usan voluntariamente su cuerpo para ganar espacios de libertad. No te anticipo el resultado.
Hernán Posetti tiene todo el derecho a disentir con mi opinión sobre su pianismo. Con frecuencia aclaro que no tengo formación musical y por eso no me permito decir si algo es bueno o malo, sólo si me gusta. Y en el caso de Hernán, no lo bruloteé. Todo depende de con quién te compares. Correcto y convencional no era Pugliese, que comenzó a los 16 años en la orquesta de Paquita Bernardo. Y me pregunto qué quiere decir en este debate sobre el machismo que sea la mujer quien sale furibunda en defensa del hombre, que guarda silencio. ¿Es una variante del feminismo? En fin. Amo el tango, respeto a las mujeres que se animaron a recorrer ese camino de espinas y con todo esto espero ser mejor entendido. Verán los lectores y oyentes si este chabón se merece esta paliza.
--------------------------------
Para suscribirte con $ 8.000/mes al Cohete hace click aquí
Para suscribirte con $ 10.000/mes al Cohete hace click aquí
Para suscribirte con $ 15.000/mes al Cohete hace click aquí