Las cosas por las que nunca te olvidaré

Una sutil, sofisticada y preciosa carta de amor

 

A sus 92 años, Tony Bennett lanzó esta semana su último disco, a dúo con la pianista y cantante canadiense Diana Krall. Se llama Love is Here to Stay, que en castellano se dice El amor llegó para quedarse y es un homenaje a los hermanos George e Ira Gershwin. El tema fue estrenado hace 81 años en Shall We Dance (que aquí se tradujo como Invitación a la danza) , por otra pareja admirable, Fred Astaire y Ginger Rogers. Aquí podés escuchar las dos versiones y después leer la letra.

Por si no te lo dije antes, a mi gusto Astaire y Bennett son los dos grandes cantantes románticos del jazz, y uno influyó al otro.

 

There are many many crazy things
That will keep me loving you
And with your permission
May I list a few
The way you wear your hat
The way you sip your tea
The memory of all that
No, no they can't take that away from me
The way your smile just beams
The way you sing off key
The way you haunt my dreams
No, no they can't take that away from me
We may never never meet again, on that bumpy road to love
Still I'll always, always keep the memory of
The way you hold your knife
The way we danced until three
The way you changed my life
No, no they can't take that away from me
No, they can't take that away from me

 

Y aquí , mi pobre traducción, sin la chispa poética de Ira Gershwin:

Hay muchas, muchas cosas locas
por las que siempre te amaré
Con tu permiso
voy a mencionar algunas

La forma en que llevás el sombrero
La forma en que sorbés tu te
Esos recuerdos
No, no, nadie jamás me los podrá quitar 
La forma en que ilumina tu sonrisa
Tu forma de desafinar cuando cantás
La forma en que acechás mis sueños
No, no, nadie jamás me los podrá quitar 
Puede que nunca volvamos a encontrarnos en el accidentado camino al amor
Pero siempre voy a guardar el recuerdo de 
La forma en que tomás el cuchillo
La forma en que bailamos hasta las tres
La forma en que cambiaste mi vida
No, no, nadie jamás me los podrá quitar 
No, nadie  jamás me los podrá quitar

 

No resisto la tentación de agregar otras dos versiones memorables. Una de Ella Fitzgerald y Louis Armstong y la otra de Sarah Vaughan, que de sobra merecen compartir el Olimpo con Fred Astaire y Tony Bennet.

 

Como decía Violeta a los 7 años, uno ama los pequeños defectos.

La gacetilla del lanzamiento del disco de Tony Bennett y Diane Krall dice que se trata de una sutil, sofisticada y preciosa carta de amor a la música de los Gershwin.

Cuánta falta hacen tales cartas en estos tiempos sombríos.

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