Yegua, histérica, loca, negra

El 71% de las agresiones contra candidatxs se produce en redes sociales

 

"Deberías ganar menos por mujer y por inoperante". "Estás más fuerte que aliento de perro". "¿Qué le pasó a la cara, le falló el bótox?" Expresiones con las que puede encontrarse cualquier candidatx en sus redes sociales en contexto de campaña. Sean funcionarias, diputadas, legisladoras, militantes de base, concejales, canditatxs, sobre las mujeres cis, personas trans y travestis de la política recae una serie de prejuicios relacionados a su género, su identidad, su edad, su orientación sexual, su clase y su origen que en el día a día se traducen en violencia política. Que si habla fuerte es porque está loca, le falta un correctivo —u otra cosa—,  que si es linda es tonta, o que sus virtudes sólo pueden relacionarse con su cuerpo o, en el otro extremo, con la santísima maternidad. El Foro contra la Violencia Política hacia las Mujeres y Disidencias presentó esta semana los resultados de las Investigaciones y el Monitoreo de Redes Sociales durante la campaña nacional, específicamente los días que rodean el cierre de listas y las PASO. 

Según los datos recabados mediante una encuesta a 517 mujeres, trans y travestis de la política, el 90% sufrió violencia durante su trayectoria política. El 65% recibió insultos en redes sociales y el 88% fue víctima de “bromas”que ridiculizan su desempeño en alguna tarea política. Además, tres de cada diez fueron víctimas de contacto físico no deseado en el ámbito político. Y el 80% de las legisladoras sufrió violencia en su carrera, especialmente violencia psicológica.

No es sorprendente que buena parte de los insultos y hostigamientos sucedan en internet. Las redes sociales fueron mencionadas como uno de los principales lugares donde la violencia machista se manifiesta. El 62% de los episodios de violencia se producen allí y el 71% de los agresores lo hacen a través de redes sociales. Es por eso que Copppal, Ela y el Observatorio Julieta Lanteri desarrollaron en forma conjunta un monitoreo de las cuentas de Facebook, Instagram y Twitter de 23 candidatxs.

Para el monitoreo se analizaron más de 225.000 interacciones de los usuarios con lxs candidatxs durante las elecciones PASO y en la semana previa. En Twitter las palabras más usadas relacionadas a ellxs fueron "chorra, pija, feminazi, idiota, casa, troska, minita, desaparecer, negra, viuda, abortera, chiquita, frígida, travesti". Y el listado sigue:

 

Nube de expresiones más usadas en Twitter en relación a candidatxs mujeres cis, trans, varones trans y travestis.

 

 

La violencia machista en redes sociales se manifiesta a través de expresiones discriminatorias (54%), acoso (30%), amenazas (13%) y campañas de desprestigio (3%). La mayoría de las expresiones discriminatorias son alusiones al cuerpo y a la sexualidad.

Aquí un ejemplo en las cuestas de Victoria Donda ("más fuerte que aliento de perro") y de María Eugenia Vidal ("hada virginal"):

 

 

Y un ejemplo en la cuenta de Cristina Fernández:

 

 

Victoria Donda, presente en la exposición de los resultados del monitoreo, analizó los datos y señaló cómo dentro de los espacios partidarios "sos traidora si señalás una situación de violencia de un compañero". También Mónica Macha se refirió a cómo "cuando te salís de la mujer linda y tonta empiezan las agresiones". Paula Arraigada relató por su parte las violencias específicas relacionadas a su identidad como mujer trans y de clase popular, desde expresiones del tipo "¿Cómo le va, compañero?" hasta "no podés hablar porque sos negra". Vanina Biasi también habló del ninguneo y de los estereotipos de género ("una mujer no debe hacer eso") y consideró que "en una sociedad dividida en clases es imposible eliminar la violencia contra la mujer".

 

 

 

 

"El objetivo es que las mujeres puedan defender sus propuestas, sin tener que defenderse a sí mismas", dijo Dolores Gandulfo, integrante del Observatorio electoral Copppal durante la presentación del monitoreo.

 

 

Mirá como nos ponemos (las políticas)

A partir de la denuncia pública de Thelma Fardín, empezaron a contarse situaciones similares ocurridas en el ámbito político. Toqueteos, manoseos excesivos, insultos. A una legisladora joven en su bloque mayoritariamente masculino la postulan siempre como encargada del catering, a una militante de base la ningunean sistemáticamente —"es como si fuera invisible"— o le asignan un rol maternal de sus compañeros varones.

El 38% de las mujeres, lesbianas, trans y travestis de la política recibieron violencia durante su militancia. "Eso explica por qué muchas abandonan la política", explica Agustina Gradín, parte del Observatorio Julieta Lanteri.

"Una forma de castigo hacia nosotras tiene que ver con los recursos económicos", dijo Arraigada, "o que no te den la palabra", agregó. Por su parte Donda aclaró que no alcanza con salir en un diario, "no es que por denunciar las cosas dejan de pasar y menos podés denunciar si estás a una semana de las PASO". La violencia dentro de los propios espacios políticos es transversal a todas las clases y posiciones ideológicas. Si existe hacia dentro, hacia afuera esa violencia machista y política se vuelve mucho más cruenta.

 

 

 

El proyecto para considerar a la Violencia política una de los tipos de violencia machista señalados en la Ley 26.485 tiene media sanción. Como en todas las expresiones del machismo, la agresión es compleja, se cruza con el odio a las personas trans en casos como el de Paula Arraigada, con la subestimación de la juventud como en el caso de Ofelia Fernández, con la sexualización de las mujeres como en el caso de Manuela Castañeira o Victoria Donda, con el racismo y clasismo, como comentó Paula Arraigada. "La política es así", suele ser la respuesta. "Son las reglas, bancatelá". Y si no te gusta... volvete a tu casa.

 

 

 

 

 

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