Que se mojen los nenes, dicen sus señorías

La escuela-trampa de Rodríguez Larreta y el piquete de los jueces de Comodoro Py

 

Esta semana finalmente ocurrió lo que docentes y familias de Retiro venían denunciando. Una ambulancia debió esquivar el alambrado que protege a los autos de alta gama de los funcionarios de Comodoro Py y transitar casi dos cuadras por la vereda para llegar a la puerta de la escuela La Banderita.

 

 

La vuelta a clases después del receso invernal sorprendió a la Comunidad Educativa del Polo Educativo Mugica con una nueva barrera. Hasta entonces habían acumulado una sucesión de maltratos y pésimas condiciones en el galpón que ocuparon durante la construcción del nuevo edificio que se inauguró en marzo. Ya en las nuevas instalaciones, padecieron inundaciones y caídas reiteradas de los techos de las aulas. Desde agosto, la gestión de Rodriguez Larreta cerró la calle Letonia e instaló un alambrado de 150 metros que recorre de punta a punta el frente de las áreas correspondientes a la primaria y el jardín, a la altura del cordón de la vereda.

El cerco montado con postes de concreto y coronado con alambres de púa corta la libre circulación e impide que los vehículos puedan llegar hasta la puerta del jardín y de la primaria, lo que convierte a las dos terceras partes del Polo Educativo Mugica en una auténtica trampa.

El piquete judicial, sostenido en acuerdo con Rodríguez Larreta, tiene una sola finalidad: que los funcionarios de Comodoro Py estacionen sus autos a pocos metros del juzgado. Gracias al vallado y la guardia policial, garantizan la protección de su propiedad privada y evitan mojarse cuando llueve. Distinta es la suerte de los niños que llegan en micros escolares y son dejados a dos cuadras de la puerta del jardín aun con las peores lluvias.

 

 

 

 

La denuncia

La Unión de Trabajadores de la Educación acompañó a la comunidad educativa en la denuncia de esta situación. Una semana antes, con fecha 27 de septiembre, el Ministerio Público de la Defensa había solicitado al Ministerio de Educación porteño que realice las gestiones ante el área responsable del Edificio de Comodoro Py para remover el vallado y permitir el libre acceso al Jardín y la Primaria. En un oficio dirigido a la ministra Soledad Acuña, el organismo pidió al Ejecutivo que señale las gestiones realizadas para lograr la remoción del vallado; que indique los planes de evacuación y contingencia ante cualquier tipo de emergencia considerando que las calles Letonia y Alberto Mortz están bloqueadas. También pidió que el Ministerio especifique la distancia que separa la puerta del Jardín y de la escuela primaria La Banderita del último punto al que pueden llegar los vehículos y cuáles son las medidas previstas en caso de lluvia u otras contingencias climáticas.

 

 

 

Dos semanas después, ni las autoridades de Comodoro Py ni el Gobierno de la Ciudad, que debe garantizar la seguridad de niños y docentes, habían dado respuestas. Este último jueves el desprecio gubernamental adquirió una dimensión mayor. Una ambulancia convocada por la Primaria debió transitar por la vereda los más de cien metros que separan la puerta de la primaria del punto de la calle Letonia donde comienza el estacionamiento trucho.

La situación quedó registrada en el video en el que se observa que, en su avance, la ambulancia ocupa prácticamente el ancho total de la vereda. “Distinta sería la suerte de un camión de bomberos que no cabría en la vereda y tampoco podría acceder por la calle cercada porque no hay forma de traspasar el alambrado”, alertó Florencia Diasprotti, docente de la Escuela Media Nº 6.

“El edificio –explicó— se inauguró en marzo de este año y en junio llegaron la primaria y el jardín. Hasta ese momento la calle Letonia estaba abierta y tenían libre acceso los colectivos, las ambulancias y cualquier vehículo que tuviera que transportar niños”. Todo cambió durante las vacaciones de invierno. Aprovechando el receso levantaron el alambrado e instalaron una garita con un cartel que dice que el paso es exclusivo para el Poder Judicial. En una exhibición ofensiva de indecencia, los magistrados estacionan detrás de rejas y alambradas autos importados que valen centenares de miles de dólares, ante los chicos que así aprenden cómo funciona la inmunda sociedad en la que deben educarse.

 

 

 

El Alfa Romeo azul de la foto pertenece a Carolina Maiorano, que esta semana fue designada por la Corte Suprema como secretaria de Cámara de la Cámara de Casación Penal, con una remuneración que requeriría muchos años para pagar ese cochazo.

 

 

Walter Larrea, profesor del Polo Educativo, recuerda que la calle siempre estuvo liberada al tránsito y se cerró en forma transitoria durante el Juicio por la Causa AMIA. Posteriormente los responsables de Comodoro Py transformaron lo transitorio en permanente.

En 2015 subieron la apuesta y vallaron la vereda. Entonces la conducción del colegio realizó presentaciones ante la Cámara Nacional de Casación Penal y ante la Supervisión Región 1 del Ministerio de Educación de la Ciudad. Las respuestas nunca llegaron y las autoridades de La Banderita recurrieron a la agencia ATAJO del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia del MPF. La gestión en Consejo de la Magistratura, sumada a la denuncia pública, hicieron posible abrir el paso peatonal.

Cuatro años más tarde los jueces y Larreta doblaron la apuesta.

“Nos indignó encontrar ese cerco cuando volvimos de las vacaciones, porque si no estuviese ese alambrado los micros podrían ingresar a dejar y retirar a los niños y las ambulancias y otros vehículos de emergencia podrían hacer su trabajo”, detalló Larrea.

Los docentes recuerdan que Comodoro Py contaba con un estacionamiento que tuvieron que resignar cuando se construyó la Morgue Judicial. Como perdieron ese lugar, ahora decidieron apropiarse de un espacio público, una calle por donde se accede a una escuela infantil a la que concurren criaturas de entre 45 días y 5 años y una primaria con niños de 6 a 12 años.

 

Zona de riesgo

Para Diasprotti, “el problema es la seguridad porque en lo que va del año ya se prendió fuego un aula de la secundaria a la que tuvieron acceso los bomberos porque esa parte de la calle no está cerrada”. La preocupación aumenta al preguntarse qué hubiera pasado si el fuego afectaba a la primaria o al jardín y las autobombas no hubiesen podido ingresar.
Desde su inauguración, la obra del gobierno porteño ya mostró falencias alarmantes. Cada vez que llueve, el agua se filtra por las uniones de la estructura y moja las luces. Resulta inquietante pensar en la evacuación de los alrededor de mil niños que asisten a los niveles Primario e Inicial, por la misma vereda por la que deberían transitar las ambulancias y los bomberos. Los temores de la comunidad educativa se potenciaron a partir del incendio en un aula de 4° año provocado por una falla eléctrica. “Si esto hubiese ocurrido durante el horario de cursada, estaríamos hablando de una tragedia”, advirtieron lxs docentes.

Durante la conferencia del miércoles 2 de octubre la UTE denunció el “piquete judicial”.

 

 

“Larreta prefiere custodiar los autos de lxs juecxs en vez de garantizar el derecho de lxs niñxs” denunció Eduardo López, acompañado por referentes del barrio Carlos Mugica.
Advertidas acerca de la conferencia de prensa que iba a exponer el maltrato, las autoridades ordenaron abrir una calle lateral que dejara a los niños del Jardín un poco más cerca de la entrada. Ese día los micros los dejaron a sólo 20 metros. Fue la única vez. Terminada la rueda de prensa volvieron a cerrar esa calle.

Paralelamente, la abogada y docente Gabriela Carpineti, acompañada por otros miembros del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, presentará una nota ante el Presidente del Consejo de la Magistratura, Ricardo Recondo, en la que expresan su indignación ante la situación que beneficia a “funcionarios judiciales con sueldos exorbitantes”, en detrimento de las niñas y niños del Jardín y de la escuela primaria La Banderita. La carta reclama al juez que haga “todo lo que esté a su alcance para que esta injusticia cese de manera urgente”.

 

 

El próximo martes 15 de octubre a las 8 de la mañana, la comunidad educativa realizará una clase pública para denunciar el peligro que implica para los niños el estacionamiento de autos que convierten al Polo Educativo Padre Carlos Mujica en la escuela-trampa de Larreta y los jueces de Comodoro Py.

 

 

 

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