Jujuy en emergencia

Gerardo Morales tiene un discurso en Buenos Aires y otro en Jujuy, donde muestra su verdadero rostro

 

Como el doctor Jeckyll creado por Robert Stevenson en el siglo XIX, Gerardo Morales también descubrió la poción que convierte a un respetable ciudadano en una persona repugnante capaz de las peores vilezas, el criminal señor Hyde.

En Buenos Aires acompañó al Presidente Alberto Fernández durante la conferencia de prensa en la que se anunciaron las medidas previstas para contener la pandemia del Covid-19. En un gesto político que nadie dejó de valorar, Fernández convocó a todos los gobernadores, de cualquier bandería política, con la idea que hizo explícita de la necesaria unidad nacional para enfrentar la peor emergencia colectiva que se recuerde en muchas décadas.

De regreso a Jujuy, Morales reveló que era partidario de declarar el estado de sitio, lo mismo que el gobernador salteño Gustavo Sáenz y, durante una conferencia de prensa anunció que cerraba las fronteras provinciales incluso para sus habitantes que estuvieran en otra jurisdicción. Además, sostuvo que en la ciudad y la provincia de Buenos Aires la situación "va a reventar". La justificación del cierre de la frontera es evitar un crecimiento exponencial de la curva de infectados, como en Italia, España y Buenos Aires, donde "va a ser tremendo, va a explotar la Capital y el Conurbano. Va a ser tremendo". De inmediato pidió que los medios nacionales no repitieran sus palabras, porque "estamos hablando aquí en Jujuy". Por supuesto, es imposible imaginar una invitación más persuasiva, y en pocas horas su anuncio se coronaviralizó en todo el país.

 

 

 

 

 

 

Morales también anunció el montaje de un hospital de campaña a cielo abierto, de 200 camas. Un sanitarista jujeño entiende que el 80% de los infectados no requiere internación pero el resto necesita unidades herméticas para asistencia respiratoria. También calcula que el hospital de campaña requeriría no menos de 80 médicos y 150 enfermeros. El gobernador también dijo que convertiría las 70 camas del Hospital San Roque en una unidad de terapia intensiva.

A diferencia del gobierno nacional, que actualiza la información con partes diarios, Morales prohibió que los médicos de los hospitales locales comuniquen lo que sucede, por ejemplo los 1800 casos sospechosos o aislados y las 18 personas infectadas en el Hospital San Roque de la capital.

La cuarentena forzó a suspender las audiencias de la comisión de asuntos constitucionales del Senado de la Nación, que está tratando el proyecto de intervención al Poder Judicial jujeño, presentado por el cuñado de Morales, senador Guillermo Snopek.  El justicialismo aprovechó la crisis política del gobierno provincial y la renuncia de Baca a raíz de la denuncia por violación presentada en su contra por la ex directora provincial de Estadísticas y Censos, Ana Juárez Orieta, para colocar en la presidencia del Superior Tribunal a Sergio Jenefes, hermano del ex vicegobernador de Fellner y director de Administración de Tierras Fiscales y Subsecretario de Promoción y Asistencia a la Comunidad en el Ministerio de Desarrollo Social durante la dictadura cívico militar.

Mientras, la policía prosigue realizando actos de brutalidad contra la población, sabiéndose protegida por el gobernador Morales.

 

 

 

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