LOS CUATRO CABALLEROS BÍBLICOS

El cambio climático, la guerra nuclear, el colapso económico financiero y la pandemia

 

                                               Decía la filósofa Ana Carrasco Conde que A.C y D.C tendrán un nuevo significado después de esta pandemia. Antes o después de Coronavirus. Un cambio de era en el que también un dios ha muerto: el Homo deus de Yuval Harari y sus dataístas. Jaime García Cantero (1)
                                               El hombre es el responsable. Es el hombre quien hizo colapsar el equilibrio  ecológico y puso al entero planeta en un riesgo real de descalabro climático; ha sido el hombre y su comportamiento perverso el que ha puesto en riesgo todo el entero sistema biológico del planeta. Rafael del Blanco (2)

 

 

 

Las temidas cuatro catástrofes

Mientras la humanidad sufre la catástrofe de la pandemia global y el cambio climático se atenúa frente a una humanidad que morigera la producción y extracción, llega el colapso económico-financiero, pronosticado para el presente por muchos pensadores y organismos de consulta económica con su adelantado conflicto petrolero (3). A su vez, esta guerra petrolera mundial permite asomar los riesgos de una potencial guerra nuclear porque enfrenta y escala el conflicto entre países con armas nucleares; Estados Unidos, Rusia y China.

En el Apocalipsis del Antiguo Testamento aparecen las cuatro catástrofes que montan los jinetes bíblicos. Cabalgando en cuatro caballos llevan la conquista, la guerra, la hambruna y la muerte. Cuatro pelajes distintos (tordillo, bayo, alazán y oscuro, para nosotros) cuyos males asemejan a la conquista con el cambio climático, la guerra que ahora puede ser nuclear, el colapso económico financiero que provoca hambre y la mortal pandemia que sufre la humanidad.

 

 

La catástrofe económico-financiera

El actual colapso económico-financiero, tantas veces pronosticado por los especialistas, se manifiesta primeramente en la guerra petrolera que está en curso. El poder petrolero se menoscabó y el poder hegemónico real (el Poder Financiero Global- PFG) tiene cada vez mayor incidencia. Con la aparición de las empresas technos, el poder petrolero abandonó el lugar del que gozara al ser sustituido por las empresas tecnológicas, ya sea en cuanto el ejercicio del poder (Bill Gates es más importante que Darren Wood de ExxonMovil, y Gustavo Grobocopatel que Daniel Pelegrina, de la Sociedad Rural Argentina) como a la valoración de los activos.

La disputa por el inicio en serio de la utilización de las energías nuevas (4), como lo es la utilización masiva de los autos híbridos y eléctricos, depende de la conveniencia del PFG.

El riesgo petrolero amenaza a su vez con la guerra nuclear. La derivación de la guerra petrolera enfrenta a potencias nucleares como Estados Unidos frente a Rusia e indirectamente contra China (5). La crisis misilística de Estados Unidos contra las políticas latinoamericanistas de Cuba lo enfrentó con la URSS. Después, las crisis entre Estados Unidos en conflicto con China y Corea del Norte hizo temer una guerra nuclear.

En Estados Unidos, amantes de arreglar los conflictos internacionales con el armamento nuclear comienzan a actualizar lo que llaman “la opción nuclear”, es decir bombardear a otros países (6).

 

 

 

La pandemia global

Esta es la respuesta de la naturaleza a los errores de la humanidad. No se trata de castigos divinos sino de respuestas naturales a los abusos del poder humano.

Muchos aspectos negativos sufren las consecuencias, aunque no solo se manifiestan facetas egoístas del hombre, sino que aparecen en gran fulgor la solidaridad de la gente en una comunidad desorganizada.

 

 

 

Reuniones del Papa con las petroleras

Hubo dos reuniones, una en junio de 2018 y otra –continuidad de la primera— en junio de 2019.

En un discurso a los ejecutivos del sector energético, el Papa argentino pidió un informe «abierto, transparente, basado en la ciencia y estandarizado» del riesgo climático y una «transición energética radical» lejos del carbono para salvar el planeta.

El Vaticano no dio a conocer los nombres de quienes se reunieron en esos días bajo el lema «La transición energética y el cuidado de la casa común», pero de las fuentes petroleras trascendió que las compañías asistentes fueron los gigantes de la industria: BP, ConocoPhilips, Chevron, ENI, Equinor, ExxonMobil, Total, Repsol y Sinopec.

En dicho encuentro, Francisco advirtió que «la actual crisis ecológica y en especial el cambio climático amenazan el futuro de toda la familia humana» y que durante mucho tiempo se han «ignorado, colectivamente, los frutos de los análisis científicas y las previsiones catastrofistas, que ahora no se pueden mirar con desprecio o ironía». El Papa lamentó además que sean “los pobres los que más sufren el impacto de la crisis climática” y que «las futuras generaciones van a heredar un mundo muy estropeado».

Bergoglio convocó a los cincuenta participantes a "ser el núcleo de un grupo de líderes que imaginan la transición energética global de una manera que tenga en cuenta a todos los pueblos de la Tierra, a las generaciones futuras y a todas las especies y ecosistemas".

 

 

 

La eclosión económica no se inició hoy

Esta crisis no nació hoy sino que la desarrolló el fracking de Estados Unidos (su cenit en 2010). El método no convencional de la extracción de petróleo luego pasó a Canadá, y a nuestro oeste argentino y China. En ninguno de los cuatro países la actividad produce beneficios económicos porque, evidentemente, son mayores los costos que los ingresos.

En Estados Unidos los pagan los inversionistas de las empresas extractoras. En la Argentina, el Estado que da subsidios a actividades económicas no rentables (7). En Canadá, una mezcla de inversores y el Estado que prorroga el cobro de regalías para un futuro incierto. China es diferente: la pérdida económica es absorbida por el Estado, dueño de las cuatro empresas petroleras del país.

Arabia Saudita, al ver que el intenso desarrollo del fracking en Estados Unidos ponía en dificultad su gran poder en la fijación del precio del crudo en el mundo y que Estados Unidos con el fracking dejaba de importarle petróleo, inició una guerra que tuvo tres etapas.

Siempre las guerras petroleras tuvieron como razón la distribución de la renta petrolera y el dominio del mercado mundial. La primera guerra de Arabia Saudita (seguida tímidamente por otros socios de la OPEP original) tuvo lugar en 1986, cuando Estados Unidos presionó para que no subiera el precio del crudo. El conflicto duró 6 meses.

En 2014 se produce la II Guerra, cuando Arabia Saudita vio sustituir su petróleo por el del fracking estadounidense. Durante cinco semanas se mantuvo el conflicto. La OPEP fue derrotada. Las dos primeras guerras (1986 y 2014) fueron ganadas por Estados Unidos. Arabia Saudita mostró que con el solo acompañamiento de la OPEP no podría mantener su participación en el mercado mundial.

El actual conflicto se presenta fuertemente europeo, ya que el gas ruso impide la entrada del gas natural licuado de Estados Unidos, y de allí su fuerte oposición al gasoducto ruso. Esta situación y el crudo venezolano arrastraron a Rusia a unirse con el país árabe.

La experiencia enseñó a Arabia Saudita que para detener al fracking y a la ampliación de la participación de Estados Unidos en los mercados europeos debía construir una alianza mayor, y así lo hace con Rusia, ya que ambos son los principales exportadores de hidrocarburos, Arabia principalmente de crudo y Rusia de gas natural.

Esta III Guerra (2020) está por definirse, y los especialistas no concuerdan acerca de quién obtendrá el triunfo (aumento de cuotas) y quién será derrotado (fin de la extracción del fracking en Estados Unidos). (8).

En 2020 Arabia Saudita tiene un fondo estratégico monetario abundante capaz de sostener una guerra de larga duración y una alianza mayor. Desde 2017 participa de una organización petrolera de grandes exportadores, la conocida como OPEP+, donde a los 13 países de la OPEP convencional se agregaron 10 países como Rusia y sus satélites, y como México.

Rusia fue empujada a unirse con la OPEP. Dos de sus actividades habían sido sancionadas financieramente por Estados Unidos: el gasoducto Stream2 que proveerá gas natural a Europa, y la empresa petrolera rusa Rosneft, ya que a través de una filial adquirió crudo venezolano.

El conflicto se agranda cuando políticos y financistas estadounidenses no están dispuestos a aceptar una derrota como la del lunes negro del 20A, ni las consecuencias consiguientes (9).

 

 

 

La crisis petrolera argentina nació con Vaca Muerta

El fracking nunca fue viable para la Argentina. Nunca atrajo inversiones sustentables. El poder financiero logró que un país en grave déficit diera subsidios a las empresas petroleras superavitarias. Quienes impusieron esa locura ahora crean el dilema de blindar Vaca Muerta con más irracionalidades, que lo único que pueden asegurar es mayor endeudamiento del Estado. Alberto Fernández, a pesar de las grandes presiones, hasta ahora no ha pagado subsidios a las petroleras multinacionales y ha cuestionado públicamente al fracking, a partir de una entrevista en la cual el periodista Horacio Vertbisky supo explicarle el desatino de dar subsidios innecesarios cuando el país se encuentra en una profunda crisis económica. Se repite el proverbio de Scalabrini Ortiz cuando se refería a las inversiones de entonces: "Los únicos capitales que los ingleses invirtieron en nuestro país fueron los sobornos".  (10).

Hoy algunos grupos económicos que no se detienen siquiera por la desgracia de la pandemia, siguen moviéndose solamente por la adicción a la ganancia. Incluso con la caída monumental del precio del petróleo, quieren ganar más e imponer un precio de subsidio al barril criollo, por el cual lo que vale 20 dólares (martes 28 de abril de 2020) se pague 45 dólares. El pretendido subsidio más que duplica el precio de mercado.

Quedan muchos interrogantes. La primer pregunta se refiere al porqué “especialistas” y prensa internacional no condenaban al sistema de subsidiaje que beneficia a corporaciones financieras y petroleras. La curiosidad exige conocer los gastos de las 7 principales petroleras dedicados al cabildeo. Estas sumas pueden volcar la opinión de muchos sin que nos demos cuenta (11). Otra gran pregunta es si hubo responsabilidad civil, administrativa o criminal a quienes hicieron comprar acciones sin utilidad y subsidios sin beneficios.

Frente a la actual discusión de Green Deal, Michael Moore y otros dejan afuera a una de las grandes virtudes de las energías renovables: su introducción de democracia en las decisiones energéticas. Las energías nuevas hacen del consumidor un productor, reduciendo el poder de los grandes consorcios petroleros y eléctricos (12).

Otro tema actual hace a la necesidad de nacionalizar el 49% de YPF que está en manos extranjeras considerando que el precio de las acciones está en los límites inferiores de su historia.

Un tema que no dejamos de mencionar se refiere a la capacidad de los sistemas socioeconómicos para enfrentar las catástrofes, y respecto a la pandemia son numerosos los estudiosos que publicaron sus opiniones afirmando que el capitalismo no pueden combatir con eficacia la pandemia. Compartimos con el cineasta laborista inglés Ken Loach que el mercado es incapaz de solucionar y evitar las calamidades sanitarias (13).

 

 

 

 

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(1) García Cantero, Jaime (2020) “El ‘Homo deus´ ha muerto”, Retina, El País, N° 27 Madrid, mayo.
(2) del Blanco, Rafael (2020), “El coronavirus no es un castigo divino”, Norte, 2 de mayo.
(3) Se utiliza el término petróleo en una acepción amplia incluyendo al gas natural.
(4) Verdadera contradicción porque las más antiguas por ser ahora son fuentes de electricidad se denominan nuevas.
(5) Nueve países son nucleares:  Estados Unidos (América), Reino Unido, Francia y Rusia (Europa), China, India, Paquistán, Corea del Norte, e Israel (Asia).
(6) En Watkins, Simon (2020), “Trump podría usar la ‘opción nuclear´ para hacer que Arabia Saudita pague por la guerra del petróleo”, OilPrice, 27 de abril.
(7) Hoy se ha hecho casi natural que los grandes medios de opinión reflejen la estafa del fracking en nuestro país. Ver por ejemplo, Watts, Jonathan (2020), “La pandemia amenaza un controvertido proyecto de fracking en Argentina”, The Guardian, 29 de abril, y Cunningham, Nicholas (2020), “El fallido experimento de fracking en Argentina”, North American Congress on Latin American – NACLA, 29 de abril. Para The Guardian el proyecto de Vaca Muerta fue promovido por el FMI y constata que las multinacionales del petróleo han sido atraídas a la Argentina con “miles de millones de dólares en subsidios”. NACLA afirma rotundamente que “En algunos casos los pagos a las empresas fueron especialmente atroces, y a menudo representaban la mayor parte del dinero que las empresas privadas gastaban”. Publica que PAE (parcialmente de BP) invirtió 1.390 millones de pesos en Vaca Muerta entre 2016 y 2018 pero recibió subsidios por 1.190 millones. En otras palabras, el estado cubrió el 86% de la inversión de Pan American”.
(8) Herrero, Félix (2020), “El petróleo: guerra o altercado entre aliados”, Laberinto, 14 de marzo.
(9) Es común adjetivar de ”negro” a los días en que se produjeron derrumbes económicos Así, los 28-29 de octubre de 1929 fueron llamados lunes y martes negros, que siguieron al famoso “jueves negro” del 24 de octubre.  También en octubre ocurrió lo queEn finanzas, se denomina lunes negro (10-O) al lunes 19 de octubre de 1987, cuando los mercados de valores de todo el mundo se desplomaron en un intervalo de tiempo muy breve” . También la crisis del 2008 fue financiera y esta del 2020 sin duda lo es, aunque se manifieste petroleramente..
(10) Scalabrini Ortiz, Raúl (1938), “Historia del Ferrocarril Central Córdoba”, Cuadernos de FORJA, N° 6 y 7, Bs. As., noviembre.
(11) En el primer trimestre de este año el monto que Chevron, ExxonMobil, Oxi, Conoco Phillips, Shell, API y BP dedicaron para el lobby alcanzó a 14.770 millones de dólares en todo el mundo, ver Axios (2020), “Los números del cabildeo de big oil”, Axios,22 de abril.
(12) Josh Fox (2020), “Planet of the Humans es muy poco científica…”, The Nation, 30 de abril.
(13) Loach, Ken (2020), “Una economía de mercado no puede estar preparada para una crisis sanitaria”, Sin Permiso, 26 de abril.

 

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