Aborto: un mes de debate

Un panorama de la discusión, de cara al plenario de comisiones

 

Mientras la marea verde se multiplica a lo largo y a lo ancho del país, el proceso de audiencias públicas sobre interrupción voluntaria del embarazo avanza en el Congreso. El 31 de mayo es la última jornada de expositores planificada. Luego habrá plenario de las 4 comisiones a las que fueron girados los 9 proyectos. Y por último, antes de que la atención esté centrada en el Mundial Rusia 2018, se espera que se trate en el recinto: todas las fichas están puestas en el 13 de junio.

Más de 400 personas expusieron a favor y en contra de los proyectos en discusión. La diversidad de formaciones, procedencias, edades y trayectorias está representada en quienes exponen a favor del derecho al aborto. El 75 por ciento de las expositoras que argumentan a favor del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito son mujeres. Quienes rechazan esta iniciativa son, en su mayoría, varones. Universidad Católica Argentina y Universidad Austral son procedencias que se repiten de parte de quienes están en contra de una ley de aborto legal, seguro y gratuito.

En esta etapa del proceso parlamentario, algunxs legisladorxs fueron cambiando sus posturas. El conteo de la Campaña da 109 diputados y diputadas a favor, 105 en contra y alrededor de 40 indecisxs. Mientras que el “poroteo”  de Economía Feminista —a partir de las declaraciones públicas de los y las legisladores— da como resultado 106 a favor y 112 en contra.

LATFEM consultó a las 4 legisladoras que encabezan la iniciativa más transversal para conocer sus opiniones, de cara al plenario de comisiones de la primera semana de junio que deberá dar dictamen para llegar a recinto antes del Mundial.

 

 

Brenda Austin (Unión Cívica Radical-Córdoba)

Transitamos más de la mitad de las exposiciones. Muchos de los argumentos que se usaron al principio para evitar este debate se empiezan a desmitificar. Queda de manifiesto que es una discusión genuina y legítima que debe dar el Congreso de la Nación para resolver un problema que ocurre todos los días en cada rincón de la Argentina. La pregunta es: qué hacemos con el aborto clandestino que ocurre en nuestro país, estemos o no a favor del aborto?

Hemos dejado atrás el obstáculo constitucional que querían imponer quienes estaban en contra de la legislación porque hemos escuchado a especialistas, miembros de los organismos internacionales, abogadas y abogados de derecho internacional dando cuenta de que el marco constitucional habilita que Argentina avanza hacia la legalización. Y además, los órganos que monitorean el cumplimiento de los tratados de derechos humanos exigen que modifiquemos nuestra legislación.

Va quedando claro que la respuesta no tiene que ser el Derecho Penal para resolver este problema. Incluso cuando se les pregunta a los expositores que vienen a hablar en contra de la despenalización del aborto, terminan consintiendo que la cárcel no es la respuesta adecuada.

Queda de manifiesto que hay que pensar cuál es la mejor herramienta del Estado: si seguirá siendo el Derecho Penal como fue hasta ahora o si, por el contrario, con políticas de salud pública y reproductiva.

Existe una mayor diversidad de sentidos geográficos, políticos y de disciplinas de quienes argumentan a favor. Cuando revisamos los listados de los expositores que están en contra vemos que la gran mayoría pertenecen a la Universidad Católica Argentina y la Universidad Austral. Esto muestra un cierto recorte en el pensamiento y demuestra que, en el fondo, hay una base moral y religiosa que sostiene las posiciones de rechazo.

Esta instancia sirvió para construir argumentos a toda la sociedad argentina. No solamente para dar un paso legislativo sino una madurez social sobre cómo miramos esta problemática.

 

Mónica Macha (Frente para la Victoria-PJ)

A menos de un mes de terminar las reuniones informativas transitamos la instancia con oradores y oradoras mezclados. A favor hay un despliegue de distintas dimensiones que tienen que ver con la necesidad de contar con este derecho. Hay una preeminencia de aquellos temas vinculados con salud pública y justicia social. La necesidad de tener un acceso para todas las mujeres más allá de la clase social.

Los testimonios de las familiares que han sido víctima de abortos clandestinos fueron claves en el debate. Tuvieron un impacto fuerte. De quienes están en contra de la legalización escucho fundamentos vinculados a las dos vidas, pero desconocen una realidad en Argentina y en el mundo. O no se hacen cargo de esta realidad: los abortos se realizan más allá del marco de la legalidad o no. Este es un tema central.

Estamos hablando de una necesidad simbólica y política de las mujeres que es el derecho a decidir. Ese es el meollo de la cuestión. Si logramos la sanción, la misma puesta en práctica de la ley va a llevar mucho tiempo en función de los lugares, de los equipos que van a tener que garantizar derecho. Va a ser un camino que tengamos que transitar. Pero sobre todo: va a ser una transformación cultural muy fuerte. La pongo en sintonía con la Ley de Matrimonio Igualitario. Esa ley cambió la cultura de la Argentina. La legalización del aborto no solo va a cambiar la vida de las mujeres, sino que va a cambiar la cultura. Es un paso muy necesario e importante.

 

Romina Del Pla (Frente de Izquierda)

El primer mes de debate en el Congreso ha mostrado diversos aspectos de esta lucha que lleva tantos años por parte del movimiento de mujeres. Y en esta etapa cuenta con la irrupción de la juventud a la vanguardia de la lucha por este derecho.

Hay algunos puntos muy importantes. Primero, que todxs lxs expositores a favor del derecho al aborto legal, seguro y gratuito han sido enormemente sólidos en fundamentar desde todos los ángulos, desde la salud pública, lo político, lo económico, lo social, lo jurídico. Todos los aspectos de por qué es necesario en una ley superando los límites de la mera despenalización y los abortos no punibles. Ha quedado muy claro que no se cumplen los protocolos de aborto no punible, ni las leyes de Educación Sexual Integral, ni las políticas en relación a la anticoncepción y todo lo que tiene que ver con la salud reproductiva. Estas normas están siendo obturadas, en muchos casos, por los mismos sectores clericales que dominan las prácticas profesionales imponiendo criterios oscurantistas y contrarios a los derechos de las mujeres. Se ha visto claro en el caso de Ana María Acevedo y en las denuncias sobre la falta de información sobre la salud y el desarrollo de la sexualidad en distintas provincias.

También se está produciendo una anomalía. La idea de que haya mitad y mitad de los y las oradores está expresando una distorsión. Esta no es la realidad social. Están sobre-representados los sectores que están en contra del aborto. Es una anomalía porque vemos que está sostenido por los mismos sectores: la mayoría de los oradores vienen financiados por la Universidad Católica Argentina y la Universidad Austral.

Hemos escuchado barbaridades contra los derechos de la mujer y barbaridades de interpretación jurídica. Han cambiado cifras y datos y planteado que hay que retroceder, no avanzar. Es fundamental alertar sobre el tratamiento del dictamen, sobre el cuál no se ha avanzado. El proyecto de la Campaña nacional es el que debe respetarse. Y reforzar la movilización popular que se viene expresando en movilizaciones en todos los rincones del país, los martes verdes y los pañuelazos. Una de las fechas fundamentales va a ser el Ni Una Menos donde el aborto indudablemente tiene que tener un rol protagónico. Pero a la vez hay que acompañar con un proceso de movilización para que no haya alteración de la voluntad popular que está clamando por dar una resolución a los abortos clandestinos y a la falta de derechos de la mujer. En ese sentido es importante avanzar con la separación definitiva de la Iglesia del Estado.

 

Victoria Donda (Movimiento Libres del Sur)

Durante este primer mes lo que quedó claro es que tenemos argumentos para demostrar que no solo es necesaria sino que además es urgente la aprobación del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo. Hemos logrado, en una parte no desdeñable de la oposición al proyecto de ley, una idea que es que la mujer no tiene que ir presa. El desafío hoy es plantearles que hay que dejar la clandestinidad a un costado porque lo único que se está defendiendo es el negocio con un proyecto sólo de despenalización. El negocio es el único pilar que les queda por defender a quienes están en contra.

Nosotras no discutimos si vida sí o no, discutimos aborto clandestino versus aborto legal.

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