Al servicio de los negocios

La educación como un producto

 

El martes por la tarde, luego de que la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), a través de un comunicado, alertara sobre la decisión del gobierno del Presidente de suspender los contenidos educativos de Educ.ar —portal educativo del Ministerio de Educación de la Nación— y Conectar Igualdad, esas plataformas digitales públicas volvieron a estar en funcionamiento. Pero las empresas tecnológicas se preparan con cuchillo y tenedor para sentarse a la mesa servida de los negocios infinitos que podrán hacer con la educación de la mano de Javier Milei.

En el trabajo “Los procesos de privatización y mercantilización educativa en Argentina durante la pandemia”, realizado por Liliana Pascual y Adriana Puiggrós, como integrantes del Instituto de Investigaciones Pedagógicas “Marina Vilte” de CTERA y Miguel Duhalde por CTERA, se advierte que “el uso de las plataformas educativas privadas o los acuerdos realizados entre los Estados (nacionales y subnacionales) y las empresas privadas proveedoras de servicios educativos no solo han favorecido el avance del sector privado, sino que ponen en riesgo la privacidad de los datos personales de los usuarios, los que luego se usan como el stock de capital de las grandes corporaciones tecnológicas”. 

También sostienen que “cuando las empresas ofrecen sus propios contenidos y recursos educativos, a través de sus propias plataformas, se promueven lógicas y temáticas pro mercado, basadas en una concepción neoliberal de la educación”. El trabajo, en el que se presentaron los principales resultados sobre la temática que surgieron de la investigación titulada “Situación educativa y problemáticas emergentes durante la pandemia en Argentina”, fue expuesto en septiembre de 2023, en el XIII Seminario Internacional de la Red de Estudios sobre Trabajo Docente (Red ESTRADO).

El avance del sector privado sobre la educación no es nuevo. Estuvo siempre, con mayor resistencia en algunos períodos (como en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner) y con mayor permeabilidad en otros. Con Javier Milei existe una mayor facilidad para hacer negocios con el sector educativo. 

El informe citado describe que la plataforma Educ.ar se lanzó en el año 2000 y fue posible por una donación de alrededor de 11 millones de dólares de la Fundación Varsavsky al Estado argentino. No es menor que las políticas neoliberales de aquel entonces hayan sido similares a las que asume Milei hoy, políticas viejas despojadoras que ya sabemos a dónde nos conducen. 

El documento recuerda que fue en 2003 cuando el portal fue relanzado debido a la importancia que habían cobrado los espacios interactivos. En 2012, fue reorganizado e incorporó una sección específica para el programa Conectar Igualdad. En 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, el programa Conectar Igualdad fue trasladado de la ANSES a Educ.ar Sociedad del Estado, y se reemplazó por el denominado Aprender Conectados. Entre otras medidas que se tomaron, estuvo la interrupción de la distribución de netbooks.

También el trabajo refiere que a partir de diciembre de 2019, el nuevo gobierno nacional comenzó a reconstruir las políticas públicas de inclusión. Con el comienzo de la pandemia, se implementaron estrategias para tratar de garantizar la continuidad educativa, como el Programa Federal “Juana Manso”, implementado desde el Ministerio de Educación de la Nación. El programa incluyó conectividad, equipamiento, formación docente y una plataforma federal con recursos educativos digitales, cursos en línea, a la vez que facilitaba vínculos hacia otros sitios de recursos no estatales.

La investigación recuerda que durante el gobierno de Alberto Fernández y su ministro de Educación, Nicolás Trotta, la plataforma Juana Manso se abrió al sector privado. “El Grupo Arcor y su fundación firmaron un convenio de cooperación con el Ministerio de Educación de la Nación a través de Educ.ar S.E., por un monto de 25 millones de pesos, con el objetivo de desarrollar contenidos educativos digitales y la creación de 24 espacios de innovación EducLAB con equipamiento multimedial en escuelas de todo el territorio nacional”.

 

Engolosinando la educación.

 

Durante la pandemia, señala el trabajo, también hubo diversos desarrollos de plataformas. “Algunos Estados provinciales lo hacen a través de desarrollos propios y otros firmando convenios con las empresas privadas dedicadas a la educación y plataformas E-Learning, las que se han expandido considerablemente en este contexto”. Se menciona que una de las empresas preponderantes es Ticmas, “una plataforma modular, destinada a la transformación digital, que brinda contenidos y herramientas de aprendizaje de rápida implementación. Ticmas es un nuevo desarrollo de la empresa Vida Tec, una compañía dedicada a contenidos digitales en Latinoamérica”. 

También detalla que “brinda asesoría educativa digital a las escuelas e instituciones educativas orientada a la transformación digital a través de programas de formación docente y la red de encuentros de directivos”. E informa “que la plataforma Ticmas se unió a Google y consiguió la certificación como Google Partner, con lo cual comienza a ofrecer herramientas, recursos, contenidos y tecnología orientados a los procesos de enseñanza y aprendizaje a las escuelas primarias y secundarias de todos los países de América Latina”.

En ese sentido, enfatiza el documento que al ser Ticmas partner de Google, “es reconocida por ‘Google for Education’ como una empresa que lleva adelante desarrollos y acciones innovadoras en educación, que se integran a otros productos, como el Google Workspace for Education, Google Classroom, Meet y Chromebooks”. Y es así como “Ticmas acerca, a través de Google for Education, tecnología, recursos educativos hipermediales, contenidos y secuencias didácticas digitales a escuelas y universidades en la región. Ticmas trabaja activamente con los gobiernos de San Luis y San Juan”.

La investigación realiza un análisis minucioso de lo sucedido en las provincias argentinas y la ciudad de Buenos Aires. Alerta “que las empresas que operan con el desarrollo de las herramientas digitales en el campo educativo funcionan con la lógica empresarial basada en la recolección, almacenamiento y procesamiento de los datos personales de manera cada vez más automatizada y novedosa”. Para el campo empresarial, tener una pata en educación, constituye todo un campo de negocios. Porque “la ‘experiencia educativa’ también se incluye en la dinámica empresarial que la concibe como ‘materia prima para la industria digital’”.

Señala que “la empresa Google ha recibido varias denuncias en distintos países por perjuicio sobre la privacidad o protección de los datos personales en el ámbito educativo”. Entre ellas, “las denuncias presentadas por el fiscal general de Nuevo México (Estados Unidos), por familias de alumnos del estado de Illinois (Estados Unidos), y de un grupo de padres de alumnos de Cataluña (España)”.

Por eso, en el estudio realizado por Pascual, Puiggrós y Duhalde, concluyen “que el uso de las plataformas educativas, en tanto no existen marcos legales que regulen los nuevos acuerdos entre los Estados (nacionales y subnacionales) y las empresas privadas proveedoras de servicios educativos, pone en riesgo los datos personales de los usuarios”. Y simultáneamente, “cuando a través de sus plataformas las empresas privadas ofrecen sus propios contenidos y recursos educativos, se promueven determinadas lógicas y temáticas que se relacionan con una visión neoliberal de la educación, basada en valores empresariales y pro mercado”.

Todo proyecto educativo responde a un proyecto de país y eso se puede leer en el informe, que no olvida que existió un período donde las empresas y compañías que desarrollan tecnología educativa, se encontraron con un Estado poco permeable que hizo valer su soberanía, como sucedió en la Argentina durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. “Entre 2010 y 2015, el Estado nacional, a través del Programa ‘Conectar Igualdad’, distribuyó 5,3 millones de netbooks, instaló 23.604 pisos tecnológicos en escuelas y entregó más de 1.000 kits de tecnología adaptativa a escuelas de educación especial”. 

Así también, se valora que “en ese período se impulsó la industria nacional de hardware y software, y el desarrollo de ‘Huayra’ (un sistema operativo libre con identidad nacional e inteligencia local, con una lógica modular que permite ser adaptada según los usos y necesidades de las comunidades educativas), con el objetivo de avanzar hacia una soberanía tecnológica”.

“Abrir el juego a la inversión privada, siempre trae implicado alguna condicionalidad”, reflexiona la doctora en Ciencias de la Educación y licenciada en Sociología Liliana Pascual, en diálogo con El Cohete a la Luna. El Ministerio de Educación conducido por Nicolás Trotta durante el gobierno de Alberto Fernández se encargó de abrir el juego a privados a través de los organismos internacionales. Si bien existía esa apertura en los gobiernos kirchneristas, se ponían límites a esas condicionalidades, que regulaban el acceso a la información estadística o información reservada. Hoy, con Javier Milei y su política pro mercado, las empresas ven mayores facilidades para convertir a la educación en un verdadero campo minado de negocios.

 

La doctora en Ciencias de la Educación, licenciada en Sociología, investigadora del instituto “Mariana Vilte” de CTERA, Liliana Pascual.

 

En la actualidad, “lo que se observa en la post-pandemia, además de la continuidad de muchas de las acciones desarrolladas durante la pandemia, es una proliferación de foros, congresos y reuniones nacionales e internacionales organizadas y patrocinadas por distintas organizaciones”, destaca la doctora en Ciencias de la Educación, que describe cuáles son esas instituciones: “Perfil Educación, Unicef, UNESCO, Argentinos por la Educación, Cippec, Pan American Energy, Microsoft, Zurich, La Nación, Ticmas, la Fundación Varkey, la Fundación Coppel, el BID, la Fundación Lemann, y universidades privadas”. 

Su objetivo consiste en legitimar el discurso de “transformación de la educación”, promoviendo “ciertas acciones como el aprendizaje integral e innovador”, precisa Liliana Pascual. Y de esa manera, “favorecer tanto la hegemonía de las ideas neoliberales en la educación como el negocio del mundo digital representado por las empresas EdTech (compañías que utilizan y desarrollan tecnología educativa) en el mercado educativo. Las compañías Edtech impulsan el uso de tecnologías para la innovación y para la construcción de nuevos modelos pedagógicos. Estos nuevos modelos responden a una visión empresarial y pro mercado de la educación”.

La profesora universitaria sostiene que América Latina se ha convertido “en un mercado codiciado para las compañías que desarrollan tecnología en el campo educativo”. No es un parecer, es una opinión sustentada en datos que Liliana Pascual cita, sobre un censo reciente realizado en la industria de la educación que “señaló que hay más de 1.500 EdTechs en América Latina y el Caribe. Brasil (con 886), México (152), Chile (114) y Argentina (108) son los principales actores de la región, ocupando casi el 70% del mercado y con un financiamiento que supera los 1.000 millones de dólares”.

En su análisis, Pascual remarca: “No estamos diciendo que el uso de la tecnología sea negativo en el campo educativo. Lo que intentamos es alertar sobre la influencia negativa de los negocios que realizan las empresas tecnológicas en el campo educativo”. Y explica las razones: “Se trata de una penetración cultural, que habilita un escenario propicio para la difusión de las ideas neoliberales, donde se promueven lógicas y temáticas pro mercado, basadas en una concepción neoliberal de la educación: una visión lineal y simplificada de la compleja relación que existe entre tecnología y enseñanza”.

Es en ese sentido, la investigadora del instituto “Mariana Vilte” de CTERA argumenta que es “importante observar la efectividad que están teniendo estos mecanismos en cuanto a permear el sentido común de ciertas ideas neoliberales que no habían logrado filtrarse masivamente en el campo educativo en otros momentos”. Indicando como “sumamente preocupante el contexto actual, donde los cambios en educación promueven los estudios híbridos a partir del segundo ciclo del nivel primario”.

Y esa preocupación se basa no solamente por la postura pro mercado del Presidente Javier Milei, sino por las propias conclusiones “a las que arribó el 9.º Congreso Internacional de Innovación Educativa que se organizó en enero 2023 en el Instituto Tecnológico de Monterrey que permiten comprender este fenómeno”, dice Liliana Pascual, que las describió en estos puntos: 

  • La oportunidad nunca ha sido mayor para la innovación y las EdTech en Latinoamérica y el Caribe (LAC). La pandemia ha agravado la crisis de aprendizaje, lo que ha ejercido mayor presión sobre los estudiantes y el sistema educativo. 
  • Las EdTechs en LAC están creciendo rápidamente en respuesta a la demanda de los gobiernos, las escuelas, universidades y empresas. Los estudiantes de todas las edades buscan mejorar sus habilidades en un mercado laboral altamente competitivo y las instituciones buscan alianzas para apoyar su transformación digital. 
  • Varias empresas están escalando rápidamente y atrayendo niveles de inversión nunca antes visto en la región. Los inversionistas (nuevos y existentes) ven la oportunidad de las EdTech y están dedicando más fondos para su desarrollo. 
  • El mayor desafío para el crecimiento en la región son los bajos niveles de madurez digital en las instituciones y una amplia resistencia al cambio. El principal apoyo que necesitan las EdTech en este momento proviene de las iniciativas de los gobiernos para incentivar el uso de tecnología digital en escuelas, universidades y establecimientos laborales. 
  • Los líderes de la región coinciden en que la clave para acelerar la transformación digital es la colaboración y alianzas entre el sector público y privado para impulsar el crecimiento.

El gobierno declara en el DNU y en su proyecto de ley a la educación como un “servicio”. Y ese servicio estará para que, desde los primeros años de la escuela primaria, las compañías y empresas de plataformas digitales puedan beneficiarse. Porque con Javier Milei, “el capitalismo de plataformas”, como señaló CTERA en su comunicado, está habilitado para hacer “de la educación un negocio más”, y contar con “un instrumento para la imposición de los valores del mercado”. Las plataformas “producen ‘enlatados’ y ponen a disposición del ‘público-consumidor’ una serie de recursos propios”, que, gracias a que el Presidente permitió “la posibilidad de la educación híbrida con el impulso de la educación desde los hogares (homeschooling)”, posibilita que en la educación pública exista “injerencia de las plataformas de las grandes corporaciones”.

 

 

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