ALERTA M

La arquitectura del Programa de búsqueda de personas denominado Alerta Sofia

 

La desaparición por casi tres días de M, la niña de siete años sustraída por Carlos Savanz, expuso una vez más la deuda del Estado con las infancias. Según datos del Indec para los 31 aglomerados urbanos, la pobreza alcanza a 6 de cada 10 niños y la indigencia a 2 de cada 10. Unicef estimó de diciembre de 2019 a diciembre de 2020 que la cantidad de chicas y chicos pobres pasaría de 7 a 8,3 millones, es decir 62,9% de los menores agravado por la situación de pandemia. M. vive en la Ciudad de Buenos Aires en situación de calle. En esas condiciones viven al menos 7.251 personas, entre ellos 871 niñes y 40 mujeres embarazadas, según datos de un censo popular que se llevó adelante en abril de 2019 por parte de organizaciones sociales. Bastaría agregar que Ciudad de Buenos Aires es el distrito que posee mayor presupuesto por habitante del país. La historia que disparó el caso M, también es del programa denominado Alerta Sofía utilizado por segunda vez desde su creación en año 2018. Los operadores del programa reciben 10 casos por día de desaparición de niños, niñas y adolescentes en todo el país. “Nadie está preparado para que desaparezca un familiar”, dicen desde el Ministerio de Seguridad de Nación desde donde desarrollan entre otras tareas asistencia a fiscales porque muchos no saben cómo trabajar en casos de desaparición de personas. Algo tan simple como pedir cámaras de seguridad de la zona no siempre está en el decálogo de herramientas de los operadores judiciales.

 

 

¿Quién la buscó?

¿Qué sistemas se activaron para localizar a M? ¿Cómo se trabaja en los casos de niños, niñas y adolescentes que “desaparecen” a diario? ¿Qué es el Alerta Sofía, clave para encontrarla? El Cohete habló con Leticia Risco, abogada y coordinadora del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU) del Ministerio de Seguridad con intervención en el caso.

El Alerta Sofía se implementó en Argentina a partir de 2018. Es una herramienta –explica Risco- para casos de extrema gravedad y en los que hay un “riesgo inminente”. En el caso de M. se tuvo en cuenta que se sabía quién se la había llevado (Carlos Savanz) y que al tener 7 años no podía valerse por sí misma. Quien tiene que aceptar que se aplique este dispositivo es la fiscalía a cargo de la investigación, tal como ocurrió con Laura Belloqui, quien trabajó en tandem con la jueza Fabiana Galetti.

El alerta tiene distintas etapas de activación:

  • En primer lugar hay que tener el OK de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, que depende del Ministerio Público Fiscal. Dicha dependencia busca que “nada pueda entorpecer la investigación”.
  • También se requiere aprobación de la Secretaría Nacional de Niñez Adolescencia y Familia, que procura que no se vulneren derechos del niño. Al difundir la foto del niño, la niña o adolescente está en juego el derecho a la privacidad. Sobre este punto los especialistas coinciden en que la difusión de la imagen (del niñe) no es recomendable en todos los casos.
  • Una vez que están estos avales, la segunda etapa es el alerta e intervienen el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), la red social Facebook y distintas ONGs.
  • El Enacom es el organismo que pide a los medios de comunicación que difundan el alerta. Se genera –en palabras de Risco- un “bombardeo mediático” para que todxs sepan de la desaparición del niño, niña o adolescente.
  • El acuerdo con la red social que creó Mark Zuckerberg y tiene su sede central en California prevé que llegue una notificación sobre la búsqueda a todos los teléfonos celulares que estén en un radio de 160 kilómetros de distancia de donde fue vista la niña por última vez.
  • La ONG Missing Children también difunde en sus canales de comunicación el alerta.
  • El Alerta Sofía solo rige durante 24 horas, prorrogables por otras 24. Pasados tres días de la desaparición, ya no se usa esta herramienta.
  • Para que se pueda activar el Alerta Sofía tiene que haber una foto del niño, niña o adolescente desaparecido. Una vez que se activa el alerta se crea una sala de situación. En el caso de M, la sala de situación se inició el martes 16 por la mañana y estaban presentes la jueza Galetti y la fiscal Belloqui.

El alerta lleva el nombre de Sofía Herrera, la niña de 3 años que desapareció el 28 de septiembre de 2008 en un camping de Río Grande, provincia de Tierra del Fuego. Aún hoy es buscada. “Pensamos en el nombre de Sofía por la positiva, es una reivindicación y una declaración de que nos duele Sofía y que la seguimos buscando”, subraya Risco que agrega que contaron con la autorización de los padres para utilizar su nombre. Vigente desde 2018, el Alerta Sofía se había activado hasta esta semana una sola vez: en 2019 para el caso de Abril, de 10 años, desaparecida mientras estaba en el balneario El Pericón de Punta Indio y quien apareció seis días más tarde en la casa de una vecina. En el caso M. se activó por segunda vez.

Risco entró al Ministerio de Seguridad en 2011 durante la gestión de Nilda Garré y permanece desde entonces con las mismas funciones. Transitó todas las gestiones de los últimos diez años, incluso la de Patricia Bullrich. En ese contexto, sabe de qué habla. El ministerio de Seguridad decidió no emitir palabra sobre el ataque del ministro Sergio Berni a quienes intervinieron en el operativo. Desde el entorno de Sabina Frederic señalan que no les sorprendieron “para nada”, pero que lo dejaron empaquetado sin respuesta para atender lo importante: “nada opacó la alegría y la felicidad” de los resultados que concluyeron con la recuperación de M. con vida y saludable.

 

De Marita Verón a Luciano Arruga

Los primeros pasos para el Alerta Sofía se dieron en 2011 cuando se armó un sistema federal de búsqueda de chicxs extraviados. En julio de ese año había desaparecido María Cash cuando viajaba a Jujuy, luego de haber sido vista en Salta. En ese contexto, notaron que no había ningún organismo del Estado que tomara casos desvinculados de posible trata de personas. Operadores judiciales que habían trabajado en 2002 con el caso de desaparición de Marita Verón en Tucumán habían quedado con una marca profunda, y comenzaron a pensar alternativas. Ni María Cash ni Marita Verón aparecieron hasta el momento.

En 2014 el equipo que integra Risco formó parte del grupo de trabajo que identificó a Luciano Arruga con la misma técnica que aplicaba el Equipo de Antropología Forense para los casos de lesa humanidad: se comparó su huella dactilar con los NN de un cementerio, en este caso en Chacarita. Risco sostiene que ese hecho marcó un hito en la tarea. Arruga había estado desaparecido por casi seis años, entre enero de 2009 hasta octubre de 2014 que se encontraron sus restos. Su caso fue un paradigma de violencia institucional.

En 2015, con la información del Sistema Federal de Comunicaciones Policiales, se creó el SIFEBU. Risco cuenta que hasta la puesta en marcha cada vez que se cargaba una denuncia en una provincia, se notificaba por correo y demoraba hasta un mes en llegar a la red nacional. Entre 2014 y 2015 se trabajó en la capacitación a las fuerzas provinciales. Para crear el Alerta Sofía también se trabajó en colaboración con el Centro Internacional sobre Niños Desaparecidos y Explotados (ICMEC por sus siglas en inglés).

 

 

La búsqueda de personas en el mundo

Estados Unidos fue pionero en este tipo de herramientas. Allí se creó el Alerta Amber, tras la desaparición y asesinato de Amber Hagerman en enero de 1996 en Texas. Risco destacó que según estudios de especialistas los primeros días en la búsqueda de chicos y chicas son claves porque, al menos en Estados Unidos, en la mayoría de los casos de secuestros de niños, estos son asesinados dentro de las tres horas posteriores a la desaparición.

“Para que funcione una herramienta como el Alerta Amber es fundamental la ayuda de la comunidad”, dijo. De hecho, en octubre de 2000 la Cámara de Representantes de ese país alentó a los estados federales a que la apliquen, y ya tiene réplicas en más de 30 países, entre ellos México, Guatemala, después en la Argentina y luego en Ecuador.

–¿Podría hacer una reflexión final acerca del caso M? —pidió El Cohete a Risco.

–El fenómeno de la desaparición de personas está relacionado con la vulnerabilidad, el consumo, con los chicos que viven en hogares de abrigo. Cuando un chico está en la calle está expuesto a todo. El caso M. pone en discusión la vulnerabilidad social en la que viven muchxs.

La semana próxima habrá una reunión de evaluación de este caso en la que participarán los organismos involucrados en el Alerta. Ministerio de Seguridad con funcionaries y fuerzas de seguridad, Procuración, Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, el Enacom, Defensoría del Pueblo, Consejo de Procuradores Fiscales, Defensores y Asesores de la República Argentina y la ONG Missing Children.

 

 

 

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