Algo nuevo bajo el sol

Mamdani, ¿fenómeno barrial o anticipo mundial?

 

Cuando Javier Milei ganó su diputación en 2021 se sostuvo primero que era un fenómeno barrial, más tarde se comprendió que era producto de una corriente mundial. Ahora, la pregunta es la misma frente al nuevo alcalde de Nueva York, el primero musulmán. El socialdemócrata que propone transporte gratis y congelar los alquileres es el principal contrapunto al auge mundial de la extrema derecha en general y en particular al triunfo de Donald Trump como nuevo Presidente de los Estados Unidos.

Lógicamente, es lícito preguntarse si el triunfo de Zohran Mamdani es solo una particularidad de Nueva York, por ser una ciudad cosmopolita, de alto nivel cultural y un costo de vida muy elevado, y si es un personaje carismático único difícil de repetir, o el fenómeno es la respuesta de un sector de la sociedad al mundo que está construyendo la extrema derecha y podremos ver otros Mamdanis en diferentes lugares del mundo. Parafraseando el discurso de los años 70 podríamos preguntar si el progresismo podrá crear dos, tres, veinte Mamdanis. Y a lo largo de esta columna analizaremos casos similares en Berlín, Alemania; en Santiago de Chile; y en Nancy, Francia. Como la viabilidad del transporte gratuito o la sustentabilidad del congelamiento de alquileres en países de baja inflación durante un período.

Primero, para tratar de entender esto, se puede ir hacia la biografía de Mamdani y compararlo con otros ejemplos de la historia y el presente. Yendo al primer punto podríamos decir que Mamdani es un clásico integrante de la intelligentsia.

La intelligentsia es un término de origen ruso que se popularizó en el siglo XIX para describir a una capa social de intelectuales y pensadores cuyas actividades se centran en el trabajo mental, la crítica cultural y, fundamentalmente, la conciencia moral y política de la sociedad. Históricamente, este sector no se define por su riqueza económica o su poder político formal, sino por su capital educativo, su compromiso con la razón y su rol como conciencia crítica.

El concepto nació en el Imperio Ruso en la década de 1860. En ese contexto, la intelligentsia estaba compuesta por escritores, académicos, periodistas, artistas y estudiantes que, aunque a menudo provenían de la nobleza o de la burocracia estatal (es decir, con una base de privilegio educativo), se sentían alienados del régimen autocrático y de las estructuras sociales rígidas. Su función principal era la de criticar el statu quo, promover el cambio social y educar a las masas, actuando como la “vanguardia” ideológica de la sociedad. Eran, en esencia, un grupo cohesionado por su ética de la responsabilidad cívica y su dedicación a la verdad y la justicia.

Una característica definitoria de la intelligentsia es que su posición es, por naturaleza, opositora o marginal a la autoridad establecida. Su poder reside en su capacidad para moldear la opinión pública, producir ideas y desafiar las narrativas oficiales. Aunque no ejercen el poder ejecutivo, sus debates y publicaciones a menudo sientan las bases para futuras revoluciones o reformas políticas.

A lo largo del tiempo, el término ha trascendido Rusia para describir grupos similares en otros países, especialmente aquellos con sistemas autoritarios o en desarrollo donde las instituciones democráticas son débiles. En el contexto moderno, el concepto se ha ampliado, pero generalmente retiene la noción de un grupo de líderes de opinión y profesionales del conocimiento (como académicos, analistas y periodistas influyentes) que participan activamente en la vida pública y cuyos análisis buscan exponer las fallas y contradicciones de la sociedad, a menudo abogando por un ideal moral o político superior. Se distinguen de los “intelectuales orgánicos” (concepto de Gramsci), que están directamente ligados a una clase o partido, porque la intelligentsia aspira a una autonomía moral que le permita criticar a todos los poderes, incluyendo a aquellos que en principio defiende.

Ahora, vamos a ahondar en su árbol genealógico para entender a este sector social. Su padre es Mahmood Mamdani, un renombrado académico ugandés con ascendencia india, y su madre es Mira Nair, una aclamada cineasta india. Mahmood es un profesor especializado en estudios africanos y política, quien obtuvo su doctorado en Harvard y es una figura respetada en la Universidad de Columbia por su trabajo sobre el colonialismo, la Guerra Fría y los derechos humanos en África. Por su parte, Mira Nair es una directora de cine premiada, conocida por películas como Salaam Bombay! y La boda del Monzón, y también estudió en Harvard. Su profesión la llevó a Uganda, donde conoció a Mahmood, y se casaron en 1989.

El joven Mamdani creció entre Uganda, la India y Nueva York, reflejando el crisol cultural de sus padres. Aunque las fuentes no detallan una única razón dramática para la migración definitiva de la familia a Estados Unidos, el contexto sugiere que la mudanza a Nueva York, cuando Zohran tenía siete años, se debió principalmente a las oportunidades académicas y profesionales de sus padres. Nueva York y sus instituciones de élite, como la Universidad de Columbia donde enseña su padre y el ambiente cinematográfico de su madre, ofrecían el espacio ideal para sus prestigiosas carreras. No fue una huida por necesidad económica, sino una migración de élite progresista que le permitió a Zohran acceder a una educación de alta calidad.

 

 

Antes de dedicarse a la política, Zohran cursó Estudios Africanos en el Bowdoin College y probó suerte en la música rap bajo el nombre artístico de Young Cardamom, lo que explica también su capacidad comunicativa, y salvando las distancias podría decirse que el rap en Mandani es lo que aspiracionalmente Milei busca transmitir con su actitud rockera.

Sin embargo, su compromiso político se despertó durante la campaña de Bernie Sanders en 2016, lo que lo motivó a sumarse a los Socialistas Demócratas de América. Antes de ser asambleísta, trabajó como consejero de vivienda en Queens, ayudando a personas a evitar desalojos, una experiencia que lo sensibilizó sobre la crisis de asequibilidad de la ciudad. Finalmente, Mamdani transformó su identidad migrante, musulmana y socialista en un estandarte político con promesas centradas en la clase trabajadora, como congelar los alquileres y ofrecer transporte público gratuito, culminando en su victoria para la alcaldía de Nueva York en 2025.

Los padres de Zohran pudieron estudiar en Harvard porque sus abuelos eran ya de clase media alta. El abuelo materno era un comerciante de telas y el abuelo materno un importante funcionario en el servicio civil indio. Esto le permitió a la madre de Zohran estudiar sociología en Bombay y luego viajar para completar sus estudios de cine en Harvard.

La esposa de Mamdani es Rama Duwaji, una joven ilustradora y artista visual de ascendencia siria. Duwaji, quien será la próxima “primera dama” de Nueva York, es una artista comprometida que ha utilizado su talento en formatos digitales y también se expresa a través de la cerámica. En su trabajo, ha manifestado que el arte es intrínsecamente político, incluso cuando sirve de refugio ante los problemas del mundo.

La pareja se conoció en 2021 a través de la aplicación de citas Hinge, después de que Mamdani fuera elegido como diputado estatal. Anunciaron su compromiso en octubre de 2024 y se casaron en febrero de 2025 en el Registro Civil de Manhattan, celebrando posteriormente otra ceremonia en Uganda, país natal de Zohran.

Aunque se ha mantenido en un discreto segundo plano durante la campaña, Rama Duwaji ha asesorado a Mamdani en términos de iconografía de partido y manejo de redes sociales, compartiendo la misma línea política de su marido. Mamdani la ha elogiado públicamente, refiriéndose a ella en árabe como hayati (“mi vida”) y remarcando que es una artista que merece ser reconocida por su propia obra.

La pareja, que representa la unión de la política y el arte, vive en Astoria, Queens, un vecindario con fuerte presencia árabe y latina. Esto es interesante porque Zohran era originalmente de Chelsea, Manhattan, un barrio poblado de artistas y clase meda alta. Zohran se trasladó de Chelsea a Queens y el Bronx (hizo la secundaria en la Bronx High School of Science) no por una necesidad económica, sino por una decisión consciente y política impulsada por su compromiso social. Su infancia transcurrió en Chelsea debido a los compromisos profesionales de sus padres en círculos académicos y artísticos de élite, pero al iniciar su carrera adulta, Mamdani decidió activamente alejarse de la “burbuja” acomodada de Manhattan.

Su primer destino fuera de Manhattan fue el Bronx, donde comenzó a trabajar como consejero de vivienda. Esta experiencia fue fundamental, pues lo puso en contacto directo con las realidades de la clase trabajadora y las comunidades de bajos ingresos, dedicándose a ayudar a las personas a evitar los desalojos, un problema central en la ciudad.

Esta inmersión en la problemática social lo llevó a establecerse en Astoria, Queens. Este barrio, conocido por su gran diversidad, su clase trabajadora y la intensa lucha por la asequibilidad de la vivienda, se convirtió en el epicentro de su carrera política. Fue desde Queens que Mamdani lanzó su exitosa campaña para la Asamblea Estatal, basando su plataforma en propuestas como la congelación de alquileres. En esencia, su mudanza fue un movimiento estratégico y ético para alinear su vida personal y su militancia con las necesidades y las luchas de la clase social a la que buscaba representar.

En relación a la app de citas mencionada, es conocida por ser “diseñada para ser eliminada”, enfatizando que su meta es que los usuarios encuentren una relación seria y dejen de usar la aplicación. A diferencia de las plataformas basadas solo en deslizar (swiping), Hinge promueve la expresión de la personalidad y no solo la apariencia. Muestra coincidencias potenciales a través de perfiles detallados que incluyen “indicaciones” (prompts) y pide a los usuarios interactuar con contenido específico para fomentar conversaciones más profundas. Es decir, es una suerte de Tinder progre.

Ahora, es lícito preguntarse si este sector social viene dando respuesta en otros lugares ante el auge de la extrema derecha. Para responder esto nos vamos a ir a viajar por diferentes lugares del planeta. Primero vamos a Alemania. Allí es conocido el enorme crecimiento de Alternativa por Alemania, una organización de extrema derecha con vínculos con el neonazismo. Esto motivó una reacción de una parte de la juventud que se empezó a movilizar en marchas y activismo antifascista y se tradujo en la gran elección de Die Link, la organización de izquierda en Berlín y particularmente los distritos del Este, el histórico bloque soviético de la ciudad. En particular es interesante el triunfo de Ines Schwerdtner, una periodista que dio su salto a la política y consiguió ser la candidata más votada de su localidad.

El triunfo de Schwerdtner en las elecciones federales de 2025, al ganar un escaño directo en el Bundestag por el distrito de Berlín-Lichtenberg, se erigió como un símbolo del resurgimiento de Die Linke (La Izquierda) y la confirmación de su nueva estrategia. Schwerdtner, nacida en la República Democrática Alemana en 1989, encarna la nueva generación de líderes del partido que busca conectar la militancia de base con la política institucional, atrayendo a jóvenes y a la clase trabajadora que se siente olvidada.

Schwerdtner es mucho más que una política; es una periodista, editora y activista social con una sólida trayectoria en la izquierda alemana. Estudió Ciencias Políticas y Filología Inglesa en Berlín y se hizo conocida como la editora en jefe de la edición alemana de la revista socialista Jacobin. Su trabajo en la revista y en podcast políticos la dotó de una gran capacidad de comunicación y de un perfil intelectual que, sin embargo, siempre ha estado ligado a los movimientos sociales de la calle. Su activismo más visible es su participación fundamental en la iniciativa Deutsche Wohnen & Co. enteignen (Expropiar a Deutsche Wohnen & Co.), una campaña radical y exitosa en Berlín que busca expropiar a grandes corporaciones inmobiliarias para frenar la crisis de alquileres y la especulación. Este activismo la posicionó como una defensora creíble y combativa de la justicia social y el derecho a la vivienda asequible, temas cruciales para los residentes de Berlín.

 

Ines Schwerdtner.

 

A nivel partidario, su ascenso fue meteórico. Tras afiliarse a Die Linke, en octubre de 2024 fue elegida copresidenta federal del partido junto a Jan van Aken. Su elección, junto con la de sus co-líderes, marcó un cambio de rumbo, enfocando la agenda del partido en la lucha contra la extrema derecha y en propuestas económicas audaces como la aplicación de impuestos a los ricos y el control de precios. Schwerdtner se convirtió en el rostro del entusiasmo de la militancia y logró una conexión notable con la juventud, utilizando las redes sociales y un lenguaje claro para movilizar a la base.

Su victoria en Lichtenberg no fue casual. Este distrito en el este de Berlín es un bastión histórico de Die Linke, hogar de una gran población de clase trabajadora y de ancianos que vivieron en la RDA. Ganar el mandato directo allí no solo aseguró un escaño vital para el partido a nivel federal (Bundestag), sino que también sirvió como prueba de que la nueva estrategia de la dirección está funcionando: al centrarse en problemas materiales concretos como la crisis de vivienda y el control de la calefacción, Die Linke pudo recuperar la confianza de un electorado que en otras zonas estaba siendo seducido por los partidos populistas.

Ahora, nos vamos para un lugar más cercano, Santiago de Chile. La capital del país vecino está subdivida en diferentes municipios, el más importante se llama Recoleta, igual al barrio porteño. En 2021, ganó una candidata bastante similar a Mamdani.

Irací Hassler Jacob es una economista y política chilena que hizo historia al convertirse en la primera mujer militante del Partido Comunista de Chile (PCCh) en ocupar la alcaldía de la comuna de Santiago en las elecciones de 2021. Su victoria fue interpretada como un reflejo de la ola de cambios sociales y el auge de la izquierda chilena tras el estallido social de 2019. Nacida en 1990, Hassler proviene de un entorno de clase media-alta en Santiago; se formó como ingeniera comercial con mención en economía y tiene un magíster en estudios de género y cultura, ambos títulos obtenidos en la prestigiosa Universidad de Chile. Su origen social, académico y su compromiso con el PCCh la posicionaron como una figura de la nueva izquierda intelectual y feminista.

 

Irací Hassler Jacob.

 

Su triunfo en 2021 fue significativo porque derrotó al entonces alcalde de derecha, Felipe Alessandri, rompiendo con la hegemonía de la centroderecha en la comuna central del país. Su campaña se centró en la recuperación social de los espacios públicos y en impulsar la equidad de género y políticas sociales.

Durante su gestión, Irací Hassler priorizó dos o tres acciones clave. Primero, intentó impulsar un enfoque social de la gestión a través de iniciativas como la recuperación del patrimonio y la implementación de programas de apoyo a comunidades. Segundo, tuvo un fuerte foco en la equidad de género, buscando transversalizar esta perspectiva en las políticas municipales. Sin embargo, su administración quedó fuertemente marcada por el desafío de gestionar el centro de la capital en un contexto post-pandémico de crisis.

También el caso de Mathieu Klein en Nancy, Francia, es un ejemplo reciente y significativo de cómo una figura progresista puede triunfar a nivel local pese al avance de la extrema derecha a nivel nacional. Nacido en 1976 y proveniente de una familia de clase media, Klein es un político con una sólida formación profesional en la gestión de servicios sociales, habiéndose desempeñado como funcionario público y director de hospital. Su perfil es el de un socialdemócrata comprometido con la cohesión social y los servicios públicos.

En las elecciones municipales francesas de 2020, Klein logró una victoria notable en Nancy, una ciudad que había sido tradicionalmente un bastión de la derecha. Lo consiguió postulándose al frente de una coalición denominada Unión de la Izquierda y Ecologistas. Este triunfo fue particularmente relevante dado el contexto político francés, donde la Agrupación Nacional de Marine Le Pen se ha consolidado como una fuerza política dominante y la principal oposición a nivel central.

El éxito de Klein se fundamentó en una agenda focalizada en temas locales pero con visión de futuro: la transición ecológica y la justicia social. Su plataforma prometía más espacios verdes, la mejora del transporte público con tarifas bajas o gratuitas, y una fuerte inversión en la renovación urbana y la accesibilidad a la vivienda. La victoria de Klein en Nancy demostró que una coalición progresista, al centrar su discurso en el bienestar local, la calidad de vida y el medio ambiente, puede movilizar a una base de votantes que encuentra en estas propuestas una alternativa atractiva y efectiva frente a las narrativas más nacionalistas y abstractas de la extrema derecha.

En relación a las propuestas de Mamdani, el congelamiento de los alquileres y el transporte gratuito, se han aplicado en diferentes lugares del mundo. En cuanto al control de alquileres, el ejemplo más mediático en años recientes es el de Berlín, Alemania. La capital implementó un tope de alquileres (Mietendeckel) que, aunque fue temporalmente anulado por fallos constitucionales, evidenció una firme voluntad política de frenar la especulación inmobiliaria y proteger a los inquilinos. De manera similar, en Barcelona, España, se ha impulsado legislación para regular los precios en zonas declaradas de mercado tensionado, bajo gobiernos de izquierda.

Respecto al transporte público gratuito, la medida ya es una realidad en varios lugares. Luxemburgo se convirtió en 2020 en el primer país del mundo en ofrecer gratuidad total en todo su territorio. Asimismo, la capital de Estonia, Tallin, lo implementó para sus residentes desde 2013, buscando reducir el tráfico y aliviar la carga económica de sus habitantes. Otras ciudades, como Dunkerque, Francia, también ofrecen el servicio sin costo, demostrando que esta política es viable a diferentes escalas geográficas y con diversos objetivos, principalmente la justicia social y la sostenibilidad ecológica.

Hay varios ejemplos más. Si nos centramos en nuestro país, Juan Monteverde casi gana la intendencia de Rosario y actualmente resultó vencedor de la interna peronista en Santa Fe. Es abogado y también proviene de la clase media con estudios universitarios que se puede asemejar con el concepto de inteligencia.

Evidentemente, algo está pasando y Mamdani es el caso más emblemático de una nueva camada de políticos que, proveniente de un sector social específico, da respuestas a sectores de trabajadores y clase media ante el auge de la extrema derecha. Es un sector que combina la formación académica con una situación económica subordinada frente a las grandes elites económicas.

Probablemente, este sector que venía generando gobiernos y líderes dejó de dar respuestas en el pasado, lo que generó el auge de la extrema derecha y lo que estamos viviendo ahora es simplemente un recambio generacional de la clase media ilustrada que no carga con las derrotas del pasado.

En el caso de Mamdani es interesante que su padre político es Bernie Sanders y a todas luces la táctica de los DSA, los Socialistas Democráticos de América, es utilizar el triunfo de Mamdani para revivir la carrera presidencial de Sanders. Mamdani, a pesar de tener solo 34 años, no puede proyectar esto en el futuro porque nació en Uganda, no puede ser Presidente de los Estados Unidos.

Hubo una conversación genial entre Mamdani y Sanders, quien también fue alcalde en parte de su carrera, en Burlington, la ciudad más importante de su distrito, Vermont, del cual ahora es senador.

Sanders habló sobre su paso por esta alcaldía y los valores que intenta trasmitir en su forma de hacer política. Sobre su decisión de presentarse como candidato a la alcaldía, dijo: “Creo que Reagan formó parte de ello. Durante ese período, esto ya es historia antigua, estábamos lidiando con serios problemas económicos. Habíamos salido de la guerra de Vietnam algunos años antes, y básicamente se trataba de un intento de involucrar a la gente en el proceso político, para revitalizar la democracia estadounidense. Y uno de los logros de los que me siento más orgulloso en mi vida se sitúa entre mi primer y segundo mandato, estuvimos a punto de duplicar la participación electoral”.

“No creemos en enfrentarnos a un grupo de personas, a menudo personas políticamente débiles. No creemos en generar odio contra el grupo. Nuestro entendimiento es que debemos reunir a negros, blancos, latinos, asiáticos, y a todos los demás, en torno a una agenda que funcione para todos nosotros. No somos matones, creemos en la compasión y el amor, eso es lo que nos motiva. ¡Dios mío, sé que es algo radical! Creemos en el sermón de la montaña: ‘Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti’, lo cual es cierto en todas las religiones. Por eso es importante que adoptemos ese sistema de valores, que apreciamos a nuestros hijos sin importar su color de piel”, agregó.

Interesante Sanders, y veremos si la táctica de los DSA de pegarle a Sanders el triunfo de Mamdani tiene sus resultados.

Por lo pronto, lo que podemos concluir es que hay una clase media mundial con formación universitaria y que es formadora de opinión que está reaccionando y dando respuesta al auge de la extrema derecha. Veremos el desarrollo de este fenómeno pero es alentador saber que hay algo nuevo bajo el sol.

 

 

 

* Producción de texto e imágenes: Matías Rodríguez Ghrimoldi.
** Artículo publicado en Perfil.

 

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