Apropiadores y violentos

Amenaza de muerte al cura campesino Rubén Lassaga en Santiago del Estero

 

Rubén Lassaga, cura de la Opción por los Pobres del Departamento Pellegrini en Santiago del Estero, fue amenazado de muerte el martes 28 de junio mediante un mensaje de WhatsApp enviado a la secretaría parroquial: “Le queremos hacer llegar un mensaje al señor cura: los caminos del monte de Pellegrini son largos y solitarios, y él siempre anda solo. Los caminos tienen sus trampas, y que por favor, no se siga metiendo en lo que no le corresponde, y que la próxima no va a haber un mensaje de advertencia”. El mensaje fue recibido a las 9.15 y enviado desde un teléfono con característica de Tucumán.

En comunicación con radios comunitarias de la Red Farco, Lassaga referenció estas amenazas con el recorrido de la organización comunitaria campesina de la zona: “Hace unos 18 años funciona la Mesa Parroquial de Tierras, un espacio donde familias y organizaciones campesinas nos encontramos para crecer en nuestros derechos: derechos posesorios, a la tierra, ambientales, a la producción, a la forma de vida campesina e indígena; para defender también esos territorios de los atropellos que sufrimos y sufren las comunidades por la expansión del agronegocio desde mediados de la década del ‘90. Esa Mesa de Tierra realiza distintas actividades: informativas, formativas, de defensa, de acercamiento a la justicia, de coordinar y de exigir al Estado que se presente y atienda las necesidades del sector campesino e indígena: tierra, caminos, agua, salud, educación, justicia, y sobre todo la defensa de la forma de vida campesina e indígena”.

En este marco se realizó ayer una jornada de capacitación sobre derecho ambiental con el fiscal federal Antonio Gustavo Gómez, habida cuenta de la gran cantidad de denuncias por fumigaciones con agrotóxicos y desmontes que las organizaciones de la zona vienen recibiendo y planteando. Distintas voces coinciden en relacionar la gravísima amenaza contra Rubén Lassaga y las organizaciones comunitarias con esta serie de iniciativas en comunidades de los departamentos de Pellegrini y Jiménez en el noroeste provincial, y fronterizos con las provincias de Tucumán y Salta.

En la provincia donde fueron asesinados Cristian Ferreyra y Miguel Galván por defender sus territorios frente al avance del agronegocio, Lassaga sostiene que “esta amenaza no es para mi persona solamente, sino para todas las organizaciones. En Santiago del Estero hay mucha gente que vive amenazada y silenciada, que no puede decir lo que piensa y lo que pasa por todo un aparato de la burocracia estatal, de los privados y de las bandas armadas y de la persecución, como en este caso, escondidos detrás de un mensaje de WhatsApp”.

La organización comunitaria, que sectores populares de la iglesia acompañan, choca de frente con el modelo de agronegocios que impacta de distintas maneras en el grueso del territorio nacional: “Esto es otra muestra de este poder impune que va arrasando el Departamento Pellegrini desde mediados de los ’90 y que ya es tierra arrasada. Ya no hay mucho monte y el poco que queda es porque las comunidades lo cuidan; el resto está convertido en un mar de soja, de maíz, de sorgo para el biodiesel; donde se siembra para producir dinero, no alimentos. Este conflicto de intereses (es) entre los pobres del mundo campesino e indígena, y los poderosos”, describe Lassaga.

La solidaridad va manifestándose a medida que la noticia llega a las organizaciones populares de todo el país, donde nuevamente los medios comunitarios y populares han jugado un rol frente al silencio de los grandes medios provinciales y nacionales. Entrevistado por medios locales, Lassaga manifestó no sentir miedo, aunque sí sorpresa por el tenor de las amenazas. Manifestó que su preocupación está con las y los vecinos de Nueva Esperanza, con “docentes que no pueden hablar… Pellegrini es tierra de nadie, lejos de los centros… donde la gente para hacer una denuncia tiene que perder dos días con el gasto de gasoil, y todo esto complica. La gente se ve amedrentada y termina cediendo, termina abandonando el campo y se va”.

La denuncia por amenazas se radicó en la fiscalía federal.

Mientras el obispado está al tanto de las amenazas y en comunicación con Lassaga, el Grupo de Curas en Opción por los Pobres emitió el siguiente comunicado de repudio

 

 

Las causas de una amenaza

"Por estar viviendo en medio de campesinos y comprometiéndose con su causa, ayer (N. de R., referencia al martes 28 de junio) un cura de Santiago del Estero, Rubén Lassaga, fue amenazado 'por meterse donde no le corresponde', o sea por acompañar al pueblo campesino que viene siendo avasallado desde hace ya varias décadas. Gracias a Dios, a la lucha de un pueblo y de sus madres abrazadas, pasaron esos tiempos –que cada tanto algunos pretenden revivir– de que'por algo sería' o 'en algo andaría' alguien cuando era amenazado o cuando se concretaban las amenazas. El lavado de manos pretendía buscar una causa bien lejana que permitiera simular estar en paz a los que la pronunciaban".

"Desde siempre en nuestra Patria la pretensión de poseer la tierra o distribuirla fue motivo de conflictos. Cuando las fronteras agropecuarias se expandieron, los espacios ayer despreciados fueron entonces deseados. Deseados y apropiados. A nadie molestaba ayer que campesinos ocuparan territorios que ellos veían como inservibles. Pero cuando se descubrió que se los podía usufructuar, aunque tierra, agua y aire fueran envenenados, casi mágicamente esa tierra pasó a tener apropiadores. Con la complicidad de los poderes judicial y político, y la manipulación mediática, los que ayer ocupaban tranquila y ancestralmente las tierras hoy pasaron a ser presentados como usurpadores y delincuentes".

"Y así fue que campesinos e indígenas fueron desalojados, desplazados y asesinados. Sus tierras apropiadas, sus animales matados, sus pozos envenenados, y topadoras y fuerzas de seguridad, legales e ilegales, se hicieron presentes donde ayer estaban ausentes. Muchos campesinos se organizaron, muchos fueron acompañados. Y allí también se hizo presente la fe del pueblo y sus ministros. 'La iglesia no puede estar ausente en la causa de los pobres', dijo una vez Juan Pablo II. Haciendo suya entonces la causa de los campesinos e indígenas, sectores de la Iglesia caminaron, compartieron y padecieron y padecen lo mismo que los olvidados. Que haya movimientos sociales, curas y tantos otros que son amenazados no es sino 'a causa' de haber hecho suya 'la causa' de las víctimas. Lo 'que no le corresponde' a un cura es permanecer indiferente ante el dolor, ante la injusticia, ante la mentira. Sería ser indiferente al Evangelio de Jesús y su causa. Solidarios con los campesinos e indígenas de Santiago del Estero, queremos recordarle al Poder Judicial que su causa es la Justicia, al Poder Ejecutivo, que su causa es el pueblo; a los medios de comunicación, que su causa es la verdad; y a los apropiadores y violentos, que ellos son la causa del dolor y el sufrimiento de tantas y tantos. Cuando con el Papa Francisco insistimos en que todos deben tener Techo, Tierra y Trabajo, de esto estamos hablando. Precisamente".

 

 

* Publicado por el portal Huerquen. Comunicación en colectivo.

 

 

 

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