Axel, Cristina y Lavagna

Las próximas designaciones en las Fuerzas Armadas respetarán los principios de memoria y justicia

 

Los medios sesgados por la ideología y/o los negocios han archivado la deontología del periodismo y se dedican con entusiasmo a todo tipo de operaciones. Algunos temas sobre los que trabajan son la posición del gobierno argentino ante la situación en Venezuela y la relación entre Alberto y Cristina.

AF: Inclusive lo hemos visto ahora con el tema Venezuela, primero salieron diputados de la oposición a reclamar qué posición íbamos a tomar nosotros. Dijimos lo de siempre, necesitamos que se recupere el diálogo en Venezuela para que Venezuela recupere la plena vigencia de los derechos, la plena institucionalidad, para que no haya discusión sobre este punto, llamamos a la comunidad internacional a sumarse a nuestro esfuerzo, dijimos expresamente que son cuestiones internas de un país y que sólo queremos colaborar y terminaron diciendo que glorificamos a Guaidó y condenamos a Maduro.

—¿Quién terminó diciendo eso?

AF: Los medios

—Remember Fabiola.

AF: (Risas.) Es increíble. Porque en todo caso, mi crítica o la crítica que lleva el mensaje es a todos. “Pónganse de acuerdo ustedes” es el mensaje.

 

 

Fabiola Yáñez. Una tesis de absoluta actualidad.

 

—Ahora tienen que designar las nuevas jefaturas del Estado Mayor de cada fuerza Armada y del Estado Mayor Conjunto. Durante el gobierno de Macri fue designado Jefe del Estado Mayor Conjunto, el hijo de una candidata a Vicegobernadora de Bussi en Tucumán, está en funciones hasta el día de hoy, el General Sosa. Y Jefe del Ejército fue designado el General Pasqualini, yerno del Coronel Athos Renes, condenado a prisión perpetua por la Masacre de Margarita Belén y cuya esposa —e hija de Renes— es una activa militante en las redes en contra del proceso de Memoria, Verdad y Justicia. En la nueva elección de autoridades, habrá el cuidado que no tuvo Macri para que no ocurran estas cosas, supongo.

 

La dirigente bussista Eusebia Jerez de Sosa con sus hijos Bari, Augusto y María Teresa.
La esposa del jefe del Ejército reivindica el terrorismo de Estado.

 

 

AF: Yo quiero unas Fuerzas Armadas integradas a la democracia. Y la única forma de integrarse a la democracia no es conspirando contra la verdad y la justicia. La verdadera democracia es la que se hace cargo de la verdad y la justicia. Cada uno que haya sido responsable de las atrocidades que se cometieron que se haga responsable. Eso no lo digo ahora, eso es lo que siempre he creído.

 

 

 

El Consejo Económico-Social

—¿Qué va a pasar con el Consejo Económico y Social que fue tan anunciado?

AF: Tenemos la ley ya hecha y va a ser parte de las cosas que mandamos a sesiones extraordinarias en enero. Ahí vamos a poder discutir políticas de futuro, saliendo un poco de la coyuntura. Es importante que lo hagamos y es importante que todos tengan conciencia de la importancia que tiene eso.

—¿Quiénes lo van a integrar?

AF: Todos los sectores involucrados. Depende de la temática, con una Presidencia que esté más allá del gobernante de turno, cuyo mandato exceda al del Presidente. La idea es que tenga acuerdo del Senado y una serie de formalidades para que la opinión, el decir y el hacer del Consejo tenga mucho peso. No creo que tengan que estar en el Consejo los legisladores, porque precisamente son los que tendrán que tratar las propuestas del Consejo. Pero tienen que estar los sectores. Si hablamos de educación tendrán que estar los maestros, el Ministerio, tienen que estar los actores.

—Hay una versión que dice que el Presidente del Consejo va a ser un señor que cuyo nombre empieza con R y termina con 'oberto Lavagna'.

AF: A mí me encantaría que él fuera.

—¿Y a él?

AF: A mí me encantaría, le tengo un respeto enorme. Yo conozco dos personas a las que vos les das un problema y te traen tres soluciones. Una de esas personas es Lavagna y la otra es Claudio Moroni.

—El Ministro de Trabajo.

AF: Son gente de una capacidad singular, que además tiene una mirada sobre lo que le pasa a la Argentina muy parecida a la nuestra. A mí me encantaría que Lavagna se sume, pero depende también de su voluntad. Hay mucha gente que estuvo cerca de él que nosotros hemos sumado al trabajo.

—Empezando por su hijo.

AF: Pero su hijo vino por su mérito. Esto quiero aclararlo, porque la verdad es que Marco tiene mérito propio, no fue un pedido de Roberto. Fue una decisión mía de buscar un economista que no fuera parte del gobierno y que orgánicamente no perteneciera a una fuerza nuestra y decirle: Hacete cargo de las estadísticas con toda transparencia. Pero hemos sumado gente que está trabajando con Roberto. Dos directores del Banco Central que son gente cercana a Roberto, nuestro Embajador en Portugal es alguien cercano a Roberto, que los hemos incorporado para trabajar porque es gente valiosa básicamente.

—Y para ampliar la base de sustentación del gobierno.

AF: También, también. Pero la verdad es que yo valoro mucho a Lavagna, más allá de que él sea parte o no del gobierno. Siempre quisiera tener la oportunidad de llamarlo por teléfono y escucharlo.

 

 

Lavagna y el Consejo Económico-Social.

 

 

El diálogo con Cristina

—Contame cinco cosas que hayas consultado con Cristina desde que asumiste la Presidencia.

AF: No, mil.

No, contame cinco.

AF: Cómo encarar el tema de la AFI, mucho de economía, la Ley de Emergencia, en su momento consulté con ella cuando hablamos de incorporar algunas personas como Katopodis o Cabandié, lo hablé con ella. El tema con el Fondo, las conversaciones que tuve con Kristalina y con Trump. La verdad es que es imposible que yo no hable con Cristina, es imposible. A veces me pregunto, si vos tuvieras la posibilidad de contar con el consejo de alguien que estuvo en tu lugar durante ocho años... ¿Prescindirías? Si además ese alguien es una persona de la que fuiste su amigo, que nos distanciamos y recuperamos la amistad, ¿prescindirías? Si además ese alguien, es alguien que va en el mismo sentido que vos, ¿prescindirías?

—Y si además es Cristina

AF: Claro. ¿Por qué tanto lío? Lo raro, imperdonable sería que no la consultase. Sería un soberbio, sería un necio.

—Para mí ningún lío, te pregunto: ¿qué cosas concretas conversaron?

AF: Muchas más de las cinco que te dije, porque me importa su opinión, porque Cristina aporta, no resta.

—No tengo dudas de eso.

AF: Hoy leía Clarín, decía que Cristina intercedió por Axel y le dijo a Alberto Fernández que arreglen. La verdad es que nos juntamos con Axel, le pregunté qué es lo que le estaba pasando, cómo podía ayudarlo, porque obviamente la provincia de Buenos Aires es el 40% del Producto Bruto argentino.

—Tené en cuenta que primero Clarín había dicho que vos no estabas ayudando a Axel.

AF: Es una cosa insólita.

—Ellos te arman una historia, hoy te ponen un ladrillito, mañana te ponen otro y al cabo de una semana tenés una pared que no se sabe de dónde salió.

AF: El día del primer debate en el Senado, de esta famosa ley, Axel estaba cenando acá conmigo. Y ahí te preguntás, ¿qué ganan diciendo que Axel es una cosa y que yo soy otra? Yo no lo entiendo.

—Generar malestar, recelos.

AF: Creo que es el ánimo de todos, pero acá hablo a nombre propio. La verdad es que yo me he dado cuenta de que el modo es trabajar juntos, seguir juntos. Cuando nos separamos, nuestra división le hizo un enorme daño a la Argentina. Yo aprendí, dos veces no me pasa.

—Me parece que Cristina también aprendió.

AF: Yo creo que sí. Todos aprendimos.

—Yo que he hablado con los dos creo que están parejos.

AF: No me sorprende.

 

 

 

 

Cada cual que atienda su juego

—Ya que hablábamos de Axel y de la provincia de Buenos Aires... El Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires ha tenido algunas actitudes críticas respecto de la Ministra federal, Sabina Frederic. ¿Cómo viviste eso vos y qué pensás al respecto?

AF: Que sería bueno que se ocupe de la provincia de Buenos Aires que tiene muchos problemas para resolver, básicamente. Sabina expresa exactamente lo que yo creo que hay que hacer en materia de seguridad. Cuenta con todo mi aval, con todo mi apoyo y estoy seguro que está en la senda correcta y el resto son opiniones de alguien.

Para terminar, te hago la primera pregunta. ¿Cómo evalúas tu primer mes de gobierno?

AF: Críticamente, porque soy por naturaleza crítico. Pero le pusimos todo el empeño y esfuerzo, y cumplimos con lo que dijimos que íbamos a hacer. Me acuerdo cuando fuimos a la primera reunión del Grupo Calafate, en ese momento estaba muy en boga el problema de la corrupción del menemismo y el Bebe Righi dijo una cosa que a mí me quedó grabada siempre: “No hay mayor acto de corrupción que mentirle a un votante y después hacer todo lo contrario”. Yo tengo la tranquilidad de que estoy haciendo exactamente lo que dije. ¿Y quiénes saben que estoy haciendo lo que dije? Los jubilados, los que pagan y trabajan también lo saben. Les dije que me voy a ocupar de ellos y que iba a volver a promover el consumo, que iba a cuidar los precios para que se termine este desbande de ganancias extremas por parte de los supermercados y la industria agroalimentaria. Yo la tranquilidad que tengo es que este mes pusimos todo el empeño, todo el esfuerzo. No hemos defeccionado en ninguna de nuestras promesas y vamos a seguir en ese rumbo. Y los que tienen que pagar los impuestos también lo saben, porque lo dije.

 

 

Defensa de la competencia

—Mencionaste el tema de los precios. La inflación es la contracara de las medidas tomadas.  Vos aumentás esto y aquello y después hay que ver que no se lo coma un aumento de precios. Vos planteabas la gran concentración, monopolización que hay en cosas esenciales. ¿Se pueden controlar los precios sin atacar la concentración?

AF: Es una discusión vieja, que tenemos que resolver. Tenemos los instrumentos legales para resolver eso. Para eso la Comisión de Defensa de la Competencia es un instrumento formidable. Y tenemos que usarlo. Una cosa es que se te concentre la producción de lámparas de luz, que no es bueno, y otra cosa es que se te concentre la producción de la leche o del pan. Tenemos que tener un esquema que nos permita —donde hay mucha concentración— fijarle límites a la ventaja que saca el concentrador.

—Golpearlo impositivamente.

AF: Exactamente, y todo lo que podamos hacer además por abrir el juego a otros. Yo de eso estoy convencido.

—¿Está designado ya el titular de Defensa a la Competencia?

AF: No

—¿Y el Tribunal de Alzada, el Tribunal de Defensa de la Competencia?

AF: No, ni la Comisión ni el Tribunal.

—Ese es un déficit que se arrastra desde hace varios gobiernos.

AF: Por eso quiero elegirlos a conciencia.

—Lavagna no quería constituir el Tribunal, prefería manejarse desde la Comisión.

AF: Trabajamos siempre con la Comisión, eso es cierto. Pero hay que hacerlo porque es una herramienta que existe y te ayuda a resolver estos problemas. No tiene sentido no hacerlo. Lo que pasa es que hay que buscar también personas equilibradas, que no tengan vínculos con los que pueden ser afectados por la acción de la Comisión, hay que buscar gente muy distante del conflicto en el sentido que no tenga ningún tipo de involucramiento previo.

—Cuando vos eras Jefe de Gabinete, Kirchner recibió una información sobre un macroeconomista muy especializado en el tema de cadenas de valor y decidió que fuera contratado por el Estado. Y luego la Secretaría de Comercio jamás lo consultó, jamás le pidió que hiciera nada.

AF: Porque creo que durante mucho tiempo nadie valoró el problema de la cadena de valor y hoy es el tema. Ver cómo un producto, desde que sale del productor hasta que llega a la góndola, va sumando valores y va sumando costos, y cuánto termina valiendo finalmente.

—Eso lo sabía Néstor en el año 2003.

AF: Sí, sí

—Han pasado diecisiete años y no se ha corregido.

AF: Cristina lo hizo en su época, en su momento lo trabajó con Patricia Vaca Narvaja. Ahora es imperioso hacerlo. No es en contra de nadie, es simplemente en favor de todos, porque hay alguien en esa cadena que se lleva unas ganancias exorbitantes y eso hay que revisarlo. La Argentina es el único país donde los planes de negocios se hacen a cinco años vista y la rentabilidad tiene que ser altísima porque quieren recuperar en cinco años la inversión hecha. Es el único país del mundo.

—En la Argentina, cinco años es largo plazo.

AF: Sí larguísimo plazo. Claro, por eso esa cultura tenemos que cambiarla nosotros.

—Te deseo de todo corazón que puedas hacerlo.

AF: Muchas gracias.

 

 

 

 

 

La entrevista fue filmada por los documentalistas neuquinos Luciano y Emiliano Paris, quienes se llevaron como premio su foto con Alberto.

 

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