Bananarañao

La lógica del pagadios y el Ministerio de Ciencia y Tecnología endeudado

 

Preferiríamos dedicar esta nota al futuro de la ciencia y la tecnología en la Argentina. A casi tres meses de la nueva gestión de gobierno, el Presidente Alberto Fernández dio pruebas contundentes de su intención de ubicar este sector en la primera línea de las políticas públicas. Incluso, el ministro Roberto Salvarezza ya logró marcar una agenda con rasgos superadores, orientada a aportar respuestas a las emergencias alimentaria, sanitaria y productiva, a potenciar a los sectores estratégicos de la economía y el desarrollo social y a avanzar sobre los desequilibrios e inequidades socioambientales del extractivismo.

Sin embargo, es imposible mirar al futuro sin dimensionar el nivel de destrucción institucional y distorsión de políticas que encontramos en la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva que dejó la gestión Macri-Barañao. Creemos que es necesario comunicar algunos rasgos del desastre, porque la devastación parece premeditada, porque permitieron que se acumularan compromisos internacionales que hoy nos reclaman embajadorxs –“el señor que ocupaba su lugar”, le dice un embajador al ministro Salvarezza, “nos dijo que el pago estaba listo, pero no pagó y desapareció”–, y porque muchxs científicxs deben saber que fueron estafadxs.

“Nos ponemos en contacto con usted para informarle que las partidas presupuestarias ya han sido asignadas, por lo que los pagos deberían realizarse en los próximos días”, le comunicó a inicios de julio de 2019 vía mail, el director a cargo del área de cooperación internacional de la secretaría de Barañao a una investigadora argentina que reclamaba por el pago de la segunda cuota de un proyecto de cooperación con la Unión Europea que debía haberse realizado en 2018. A mediados de septiembre, ante el reclamo de la investigadora, que sigue sin recibir el pago, respondió el director:

–Por favor reciba nuestras disculpas por el retraso en el desembolso. En este momento lo que puedo adelantarle es que el pago será efectivizado cuando se disponga administrativamente de la nueva cuota presupuestaria en la partida adicional oportunamente asignada.

Perdón: ¿cuándo se disponga de qué? Por supuesto que la investigadora nunca recibió el pago. Sin embargo, creyendo que Barañao honraría el compromiso, ella realizó desembolsos pagando de su bolsillo los gastos del proyecto.

Situaciones semejantes se reiteran para otros 40 proyectos de cooperación con la Unión Europea para el período 2016-2021. Barañao tomó compromisos por 1.827.740 euros, informó que se pagarían 220.435 euros en 2016, 334.814 euros en 2017, 409.396 en 2018, 432.408 euros en 2019, 340.717 euros en 2020 y 89.970 euros en 2021. Sin embargo, en el período 2016-2019 incumplió sistemáticamente los plazos de ejecución acordados y en cuatro años solo autorizó desembolsos por 660.847 euros, dejando sin ejecutar 1.166.893 euros, es decir, alrededor de 83 millones de pesos al tipo de cambio vigente.

Pasemos a un segundo ejemplo de cómo la Alianza Cambiemos se propuso “entrar al mundo” a través de la ciencia y la tecnología. Parece que en algún momento entre 2017 y 2018 Barañao tomó la decisión de dejar de pagar membresías a asociaciones científicas internacionales, pero sin realizar las correspondientes gestiones de notificación y/o baja, de forma que las deudas se fueron acumulando y hoy se adeuda una ristra de pagos del período 2018-2019.

Es ilustrativo el caso de la trayectoria del acuerdo entre el MINCyT y un prestigioso laboratorio europeo, por el cual la Argentina se propuso acceder a la condición de Estado Miembro Asociado. La improvisación y la irresponsabilidad en el manejo de fondos públicos encandilan en la siguiente cronología:

  • 11/2012: el MINCyT firma el Memorando de Entendimiento.
  • 04/2014: el MINCyT firma el acuerdo con vigencia por 5 años (hasta el 04/2019).
  • 2014-2017: se cumple con los compromisos.
  • 03/2018: Barañao informa por nota que la Argentina no desea renovar el acuerdo.
  • 04/2018: el laboratorio europeo solicita reunión para que se reconsidere la decisión.
  • 07/2018: en la reunión, el Director a cargo de cooperación internacional del todavía ministerio de Barañao pide reducción de cuota.
  • 08/2018: el laboratorio europeo informa reducción de cuota de un 50%.
  • 10/2018: Barañao solicita que se desestime el pedido de no renovación.
  • 02/2019: Barañao manifiesta decisión indeclinable de rescindir la membresía.
  • 03/2019: el Laboratorio europeo se notifica e informa que la rescisión se debe concretar recién a fines de 2020, dado que de acuerdo al contrato la rescisión debe solicitarse con un año de anticipación.

Moraleja: además de las cuotas adeudadas de 2018 y 2019, el nuevo MINCyT deberá afrontar la cuota de 2020 antes de la rescisión de la membresía. Digamos de paso que no hay indicios de que esta generación sistemática de deuda haya contado con el asesoramiento de las áreas de administración y jurídica del organismo. Tampoco hay rastros de que la Cancillería argentina fuera consultada.

Este es solo un caso en un patrón de pagadioses. Situaciones similares encontramos con IAI (Inter-American Institute for Global Change Research), ICGEB (Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología), OEA (Organización de Estados Americanos), GACD (Global Alliance for Chronic Diseases), donde tampoco se han efectuado pagos de las membresías de 2018 y 2019. En síntesis, las deudas en euros y dólares no honradas por Barañao solo en cooperación internacional suman alrededor de 350 millones de pesos al cambio actual.

Frente a este abandono serial de obligaciones, surge la pregunta: ¿para qué viajaba tanto Barañao? Mientras se incumplían los compromisos internacionales que señalamos, Barañao figura como “Top 3” en el ranking de los funcionarios que más días pasaron en misiones en el exterior durante el gobierno de Macri (El Cronista, 27/03/2019). ¿Qué negociaba Barañao en estos viajes mientras acumulaba incumplimientos, muchos de los cuales involucraban a los países a los que viajaba? Tema digno de una tesis de maestría, que quien escribe se ofrece a dirigir.

Aclaremos que no son estas las únicas deudas heredadas por el nuevo MINCyT. En otro rubro muy sensible al sector de CyT, la biblioteca digital –que permite acceder a buena parte del conocimiento necesario disponible para actividades de investigación y desarrollo–, Barañao y Macri dejaron sin pagar alrededor de 9,5 millones de dólares.

Para clausurar un pasado reciente de descrédito y degradación de las políticas de CyT y avanzar en la producción nacional de alimentos, vacunas, satélites, electromovilidad, aerogeneradores, viviendas sustentables, pensamos que es necesario comunicar con claridad el punto de partida del nuevo MINCyT.

 

 

 

 

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