Bitcoins (cuarta parte)

Conclusión del breve curso sobre el dinero del futuro

 

Hasta acá, en todo lo que llevo escrito del artículo he mencionado los bitcoins pero solo en forma muy ‘tangencial’. Cuando leía y averiguaba cómo funcionaba esta tecnología y qué eran los famosos ‘bitcoins’, nunca llegaba entender cómo aparecían, qué son, quiénes los ‘tienen y por lo tanto los pueden entregar’, etcétera, etcétera.

No sé si ahora entendí, pero creo que tengo una idea.

Satoshi Nakamoto [14] es un ciudadano japonés que supuestamente es el ‘inventor’ de los bitcoins. Su identidad (aunque uno tenga el nombre) es una incógnita. No está claro siquiera que sea una sola persona, pero eso daría lugar a otro artículo. Lo que me interesa señalar acá es que, quienquiera haya sido el que inventó o creó los bitcoins, hizo lo siguiente:

  1. Lo creó en el año 2008, hace poco más de diez años
  2. Estableció que en total habría de haber 21 millones de bitcoins en el mundo. El primer día que se validó el primer bloque, sucedieron varias cosas ‘singulares’. En principio, como era el primero de todos, no contenía la firma del bloque anterior entre toda la información que había que incluir, De hecho, es el único bloque de todos los que forman la cadena del Blockchain que no incluye la firma de otro bloque.
  3. Como escribí más arriba, una vez que uno tiene la información que no puede modificar (las transacciones, las fechas, los horarios y la firma del bloque anterior), la única variabilidad la ofrece la búsqueda del ¿por qué? Para que cuando uno quiera usar el algoritmo SHA-256 y encontrar la firma de este nuevo bloque, esta firma empiece con una palabra que EMPIECE con 18 ceros.
  4. En el año 2008, cuando se empezaron a minar y producir bitcoins, sucedían dos cosas: no era necesario pedir que la firma tenga tantos ceros al principio. Hoy (enero del año 2019) son 18, pero en aquel momento eran muchos menos: ocho. Eso sí: la cantidad de ceros iniciales que se requieren para ‘validar’ la firma, se fue incrementando con el tiempo, para aumentar también el grado de dificultad y de esta forma, mantener el ritmo de que se obtengan firmas ‘aceptables’ con un promedio de SEIS por hora [15].
  5. Cuando un minero encuentra la firma que valida un bloque, se HACE ACREEDOR A UN CIERTO NUMERO DE BITCOINS (a enero del 2019, son 12.5), que de alguna manera, comienzan a estar ‘en el mercado’.
  6. Hasta el 2 de enero del año 2019 se habían minado 17.459.100 bitcoins. Representa un 83.139% del total. Quedaban en ese momento 3.540.900 bitcoins por minar [16].
  7. Usted podría preguntarse: ¿y por qué se ha establecido esa cantidad de bitcoins? Es que de esa forma, al haber determinado un número fijo de bitcoins que se van a ‘emitir’, la idea es generar una "escasez" relativa. Es una idea inspirada por la escasez del oro y de materiales preciosos similares (de los cuales hay una cantidad finita sobre la Tierra, y hace falta "minar" para encontrarlos).
  8. La recompensa entonces por ‘encontrar’ la firma de un bloque e incorporarlo a la cadena, es de 12,5 bitcoins por bloque. Pero esto es ‘ahora’. En el comienzo (en el año 2008), esa recompensa era de 50 bitcoins, y eso duró hasta el 28 de noviembre del 2012. Como ya se habían minado los 210.000 bloques previstos, el ‘premio’ en bitcoins se redujo a la mitad, y pasó a ser de 25 bitcoins por bloque creado (y adjuntado a la ‘cadena’). Desde noviembre del 2012 hasta el 10 de julio del año 2016, se entregaron entonces 25 bitcoins por bloque agregado [17]. Esto implica que el número de bitcoins minados por día se redujo de 3.600 a 1.800. La idea es minar 144 bloques diarios. [18]
  9. Acá hay otro tema importante: cuando se dejen de entregar bitcoins por agregar bloques a la Blockchain, se necesitará otro incentivo para que los participantes inviertan poder de cómputo en agregar bloques (y hacer funcionar el sistema). Ese nuevo incentivo ya fue pensado por los diseñadores del protocolo de Bitcoin: es la posibilidad de cobrar transaction fees, o sea comisiones por transacción. El "minero" que agrega un nuevo bloque a la cadena cobrará las comisiones de todas las transacciones incluidas en el nuevo bloque.
  10. Si seguimos a este ritmo, el último bitcoin se entregará alrededor del año 2140. Naturalmente, uno podría preguntarse: “¡Un momento! Y a partir de entonces, ¿qué sucede?” Bueno, la idea es la misma que se usa en el mundo con cualquier moneda. ¿Qué quiero decir con esto? Si usted toma –por ejemplo— un peso argentino, existen monedas de distintas valoraciones: 50 centavos, 10 centavos, 5 centavos, 1 centavo... etcétera. Uno podría replicar esta idea y hacer lo mismo con los bitcoins. Podría dividir los bitcoins por la mitad, o por 10, o por 100, por 1000, etcétera. De hecho, en teoría, quienes entienden de este tema, escriben que la idea es partir cada bitcoin hasta en “cien millones”. Es decir, uno podría operar pagando con una ‘unidad’ que llegaría a ser el equivalente de una cienmillonésima de bitcoin [19]. Estamos lejos aún, y estoy ‘casi’ seguro que yo no voy a vivir en ese momento, así que tendrá que ‘reclamarle’ a alguna otra persona (y no a mí).

 

 

Notas

1) Los datos que aparecen en todo el Blockchain son siempre PUBLICOS Y ACCESIBLES para todo que todo el mundo los pueda ver. Este concepto es fuertemente REVOLUCIONARIO, porque permite que toda persona pueda llevar un registro de todas las operaciones que se produjeron, las fechas, los horarios y el orden en el que se concretaron.

2) La seguridad involucrada, permite decir –por ejemplo— que si yo comprara un departamento y agregara una foto de ese departamento con el contrato de compra, yo podré demostrar SIEMPRE, por los tiempos de los tiempos, que yo fui el poseedor de ese departamento en ese momento. Nadie lo puede modificar.

3) En el momento en el que estoy escribiendo estas líneas, enero del año 2019, el “Libro Mayor” (o sea la Blockchain) tiene 556.728 bloques [20]. La información que guardan estos bloques consiste en todas las transacciones que se hicieron en la historia desde que existen los Bitcoin.

4) La función que le asigna a cada texto la palabra de 64 caracteres de este nuevo idioma en el que se encriptan o codifican todos los textos, se llama SHA-256. Me importa enfatizar lo siguiente: si usted me diera el texto que describe todas las transacciones que figuran en un bloque, sería muy fácil encontrar cuál es la ‘palabra’ o la firma [21]. En cambio, si yo le doy una palabra cualquiera de este “idioma” (de longitud 64), es imposible volver para atrás y determinar cuál es el texto del cual proviene.

5) Hay otra pregunta que cabe hacerse: ¿habrá dos textos diferentes que puedan tener la misma firma? Es decir, ¿puede que haya dos bloques distintos a los que les corresponda la misma palabra?  La respuesta es un ¡no! rotundo.

6) Si bien hay muchísimas funciones de encriptación (que se llaman ‘funciones hash’), la que se usa para el Bitcoin Blockchain se llama SHA-256.

7) El sistema Blockchain está totalmente descentralizado. No hay ninguna autoridad central que supervise ni monitoree ninguna transacción. Son todos los integrantes los garantes de que lo que se escribió fue validado, o dicho de otra forma, cada bloque que se agrega es porque ha sido revisado (y aprobado) por TODOS.

8) Si a lo largo del artículo se preguntó cuántos mineros hay, la respuesta tentativa es que hay alrededor de 200.000, pero como hay varias organizaciones intentando minar bitcoins, si todas tuvieran el mismo número de personas trabajando, la estimación es que hay cerca de un millón de individuos tratando de encontrar bitcoins.

9) Al ritmo actual (otra vez, enero del 2019), hacen falta minar 915.787 bitcoins hasta que la recompensa se divida por la mitad una vez más. En ese caso momento, pasará de los 12,5 bitcoins actuales a 6,25.

Para terminar, un ejemplo de la ‘vida real’. La transacción que copio acá abajo, sucedió el 29 de diciembre en la Blockchain:

Transacción: 224ea12b6e46c8765587efa50be1149be50b741d67a53fff84550170868f6369

Fecha y hora: 2018-12-29 00:03:24

Origen: 367f4YWz1VCFaqBqwbTrzwi2b1h2U3w1AF

Destinatario 1: 367f4YWz1VCFaqBqwbTrzwi2b1h2U3w1AF 

Monto 1: 0.02435555 BTC

Destinatario 2: 3LAaM41U768MdgX5sG8mPt7StFbsR4dunA 

Monto 2: 0.0910866 BTC

Monto total: 0.11544215 BTC

En este caso, el origen le pagó a dos destinatarios distintos en una misma transacción.

 

Más notas

 

[14] Si bien yo escribí que Satoshi Nakamoto es un ciudadano japonés, pareciera ser que Nakamoto es el seudónimo que usó una persona o un grupo de personas en un foro en internet. Muchos dudan de que sea japonés ya que escribe en perfecto inglés y nunca escribió nada en japonés 😉

[15] Una breve nota para proponerle pensar por qué hay que aumentar el grado de dificultad. En principio, hay dos motivos:

-  Por un lado fue aumentando el poder de cómputo de las computadoras (siguiendo lo que se conoce con el nombre de “Ley de Moore”)

-  Por otro lado fue aumentando la cantidad de mineros, y por lo tanto, la suma del poder de cómputo de todos ellos.

[16] Ver:

  1. a) https://www.blockchain.com/es/charts/total-bitcoins
  2. b) https://www.com/how-many-bitcoins-are-there/

[17] Ver https://en.bitcoin.it/wiki/Controlled_supply

[18] Si le interesa, puede verificar estos datos en https://en.bitcoin.it/wiki/Block

[19] Esa cienmillonésima parte de un Bitcoin, ya tiene nombre: se llamará SATOSHI, en memoria del ‘creador’ o ‘inventor’ de los bitcoins. Entonces, si bien el número de bitcoins quedará siempre fijo en 21 millones, el número de divisiones que se podrán obtener llegara a 2,100,000,000,000,000, o sea 2,100 billones. Debería haber bitcoins (o fracciones de ellos) para todo el mundo. Si le interesa avanzar e investigar un poco más sobre el tema, le sugiero que revise la página web: http://www.bitcoinclock.com

[20] Lo que significan casi’ 512.190 MB.

[21] Por supuesto, sin el nonce adecuado, la palabra no tiene por qué empezar con 18 ceros.

 

 

 

 

 

 

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