BRICS en tiempos de Trump

Pequeños pasos hacia un orden internacional más justo, sustentable, inclusivo y multipolar

El embajador Celso Amorim contrastó el crecimiento de los conflictos armados con la disminución de recursos para paliar el hambre, el cambio climático o la prevención de nuevas pandemias.

 

En un escenario marcado por menores perspectivas de crecimiento de la economía mundial, motivadas en gran parte por la incertidumbre generada por la guerra arancelaria y el discurso megalómano del Presidente Trump –que incluye la incorporación de nuevos territorios, mayor presencia militar y trato denigrante y anticonstitucional a los migrantes–, dos reuniones de los BRICS en Brasil han intentado contrapesar la prepotencia estadounidense: la Cumbre de Cancilleres, realizada en Río de Janeiro y el Foro de Asesores de Seguridad Nacional, en Brasilia.

A pesar de los diversos intereses y visiones entres sus miembros, los BRICS han logrado posicionarse de manera conjunta en temas prioritarios como su tajante rechazo al unilateralismo y la defensa de la multilateralidad, entre otros, tal como veremos más adelante.

 

El peso de los BRICS

La incorporación de nuevos miembros aprobada en 2023 y la más reciente de Indonesia han dado lugar a que los once países de esta agrupación (Brasil, China, Rusia, India, Sudáfrica, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán y, desde enero, Indonesia) representen más del 40% de la población mundial. Según el FMI, los BRICS abarcaron en 2024 el 40% de la economía mundial, de acuerdo con la paridad de poder de compra, y se proyecta que este año representen el 41% de la economía global. De dicho total, China tiene la mayor participación con un 19,6%, seguida por India con 8,5%, Rusia con 3,4%, Indonesia con 2,4% y Brasil con 2,3%.

De acuerdo con el informe Perspectivas Económicas Mundiales que publica el FMI, se prevé que el crecimiento promedio del Producto Bruto Interno de todos sus miembros será mayor al promedio mundial. Así, se estima que los BRICS tengan un crecimiento del 3,4%, mientras que el promedio mundial registraría un 2,8%. Esta tendencia también ocurrió en 2024, cuando los BRICS crecieron un 4% mientras que la economía mundial creció un 3,3%. Muchos de esos países son importantes proveedores de materias primas como energía, alimentos y minerales estratégicos relevantes.

Los datos del FMI dan cuenta de que los BRICS en su conjunto se están constituyendo en una agrupación más relevante que la del Grupo de los Siete (G7), que reúne a los países más ricos del mundo. Su participación conjunta en la economía global alcanzó el año pasado el 28%, mientras que los BRICS registraron el 40%. La diferencia de crecimiento del promedio del PBI fue también desfavorable para los países ricos: el G7 tuvo un promedio de 1,7% en 2024 y su proyección para este año es de 1,2%, mientras que los BRICS tuvieron un crecimiento promedio de 4% y 3,4%, respectivamente.

Este peso económico va acompañado de una creciente legitimidad política y apoyo de los países del Sur Global a sus demandas y planteamientos sobre diversos aspectos de la gobernanza global, cuya institucionalidad está recibiendo una suerte de tiro de gracia por parte del Presidente Trump.

 

La Cumbre de Cancilleres

A la Cumbre faltó Arabia Saudita pero, durante una de las jornadas, además de los socios plenos, participaron los denominados países asociados (Bielorrusia, Bolivia, Kazajistán, Cuba, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda y Uzbekistán). Si bien no se produjo una declaración por consenso –debido a las posiciones divergentes entre Egipto y Etiopía con respecto a la propuesta de recomposición del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas–, el documento fue firmado por el gobierno brasileño, que ostenta la presidencia. Esta práctica es común y deja un margen de negociación para la Declaración de la Cumbre de jefes de Estado que tendrá lugar el 6 y 7 de julio en Río de Janeiro.

La Declaración da cuenta de un posicionamiento de los BRICS diametralmente contrario a la política exterior estadounidense reciente y, en un ámbito más general, a la de la Unión Europea, en casi todos los ámbitos de la geopolítica. En efecto, las autoridades de dicha agrupación rechazaron el aumento de medidas proteccionistas unilaterales que consideraron injustificadas e incompatibles con las normas de la OMC, incluido el aumento indiscriminado de las políticas arancelarias y no arancelarias y el uso abusivo de políticas verdes con fines proteccionistas. Advirtieron que tales medidas provocan perturbaciones en la cadena de suministro global y generan más incertidumbre, por lo que instaron a todas las partes a tomar medidas para defender el libre comercio y el sistema multilateral.

Contrariamente a lo que piensa el Presidente Trump, señalaron que la OMC es la única institución multilateral con el mandato necesario para establecer las reglas del sistema multilateral de comercio y lamentaron que el plazo de 2024 para la restauración completa del sistema de solución de controversias en dos instancias haya expirado sin resultado. Sin embargo, expresaron que seguirán comprometidos en lograrlo. Así por ejemplo, acordaron participar activamente en la preparación de la 14ª Conferencia Ministerial de la OMC (CM14), que se celebrará en 2026.

Los ministros condenaron las sanciones económicas unilaterales a diferentes países toda vez que son contrarias al derecho internacional y afectan desproporcionadamente a los más pobres. Asimismo, condenaron la denegación y obstrucción de la asistencia humanitaria, en referencia a Israel en el territorio de Gaza, así como la reanudación de los ataques israelíes en dicho territorio. Con respecto a la crisis en Ucrania, recordaron sus posiciones nacionales expresadas en el Consejo de Seguridad y la Asamblea general de las Naciones Unidas y resaltaron iniciativas para la solución pacífica del conflicto a través del diálogo y la diplomacia, como la Iniciativa Africana de Paz y la creación del Grupo de Amigos por la Paz. Este Grupo se creó en la sede de la ONU en Nueva York y fue copresidido por el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, así como por el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, y el asesor principal de la Presidencia de Brasil, Celso Amorim. Asistieron representantes de 17 países del Sur Global, entre ellos los ministros de Asuntos Exteriores de Egipto, Indonesia, Sudáfrica, México y Zambia. También mencionaron los esfuerzos actuales para lograr un acuerdo de paz sustentable, en referencia a la mediación estadounidense, aunque las 24 horas en que Trump solucionaría de taquito esa guerra han superado los cien días sin visos de lograr la paz.

Las autoridades señalaron también que la tendencia al unilateralismo, al proteccionismo comercial y la fragmentación de la cooperación internacional comprometen la confianza y, consecuentemente, la ambición de la acción climática. Por ello, reafirmaron su compromiso con el multilateralismo, especialmente a la luz de los avances alcanzados en el ámbito de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y del Acuerdo de París, y decidieron mantenerse unidos en la búsqueda de esfuerzos por alcanzar los objetivos de largo plazo.

Finalmente celebraron la conclusión de las negociaciones sobre un acuerdo sobre pandemias en la Organización Mundial de la Salud (OMS) sin saber que, tres días después, Trump anunciaría el corte de la mayoría de las contribuciones a las agencias que forman parte de la Organización de Naciones Unidas, en particular la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

 

El Foro de Asesores de Seguridad Nacional

Aunque menos publicitado, este Foro –que reúne a las principales autoridades responsables de la supervisión de cuestiones estratégicas de los BRICS en materia de defensa y política exterior– tuvo lugar el 30 de abril en Brasilia. El eje central de discusión fue la nueva realidad de seguridad y el papel de los BRICS en la promoción de la paz y el multilateralismo. El coordinador fue el embajador Celso Amorim, asesor en jefe de Seguridad Institucional de la Presidencia de Brasil, cuyo discurso de inauguración fue muy bien recibido por todos los socios. Destacó que el número de conflictos armados había crecido significativamente en los últimos años, lo que se demuestra en el incremento de los gastos militares globales, que alcanzaron una cifra récord de 2,4 trillones de dólares, mientras que los recursos para paliar el hambre, el cambio climático y la preparación frente a nuevas pandemias resultan insuficientes.

Los conflictos en Ucrania y en Oriente Medio también fueron tema de atención en este Foro. Se señaló la importancia de los Entendimientos Comunes entre Brasil y China para una resolución pacífica del conflicto en Ucrania, documento conjunto lanzado en mayo de 2023 que aboga por las condiciones de un cese al fuego abarcativo. Con respecto a la crisis en Gaza, la condena a las violaciones de los derechos humanos internacionales fue unánime.

Otro de los temas tratados estuvo relacionado con las transformaciones en el ámbito de la seguridad tecnológica. Según el embajador Celso Amorim, “el potencial de la inteligencia artificial para el progreso humano es inmenso, pero su uso militar descontrolado representa un peligro para la civilización. En este contexto, cobra relevancia la negociación en curso de un Memorando de Entendimiento entre los países BRICS para fortalecer la cooperación entre sus equipos de respuesta a emergencias cibernéticas”.

En este Foro, también se trató cuál podría ser el papel de los BRICS en la prevención, mediación y solución pacífica de disputas internacionales y se mencionó que, en el nuevo mundo multipolar, la mediación y la prevención de conflictos tendría que dejar de ser atribución exclusiva de las grandes potencias.

En el actual escenario internacional, los BRICS aspiran a ofrecer al Sur Global una plataforma para que expresen sus intereses y preocupaciones, así como participar activamente de un orden internacional más justo, sustentable, inclusivo y multipolar. En conjunto, tienen la fuerza económica para consensuar algunos temas fundamentales de la agenda internacional, lo que les permitiría articular una mayor presencia internacional. El proceso de desdolarización avanza de manera irreversible y el número de transacciones comerciales realizadas en monedas locales es creciente. Sin embargo, no se puede negar la existencia de fuertes presiones a sus miembros y a aquellos que anhelan ser parte de esta agrupación. Por eso, lo discutido en ambos eventos y los puntos de la agenda consensuados revisten tanta importancia. Son pequeños pasos de un largo camino.

 

 

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