Calles que no callan

Los próximos meses serán cruciales para consolidar el rumbo, se impone movilizar al campo popular

 

 

Mujeres movilizadas

El 8 de marzo se desplegó una contundente movilización repartida en las plazas de las principales ciudades del país. Pese a la pandemia, el distanciamiento y los cuidados, el feminismo en sus distintas formas se encolumnó tras el reclamo de terminar con los femicidios, los travesticidios y transfemicidios. El centro de los reclamos apuntó a jueces y fiscales que en su mayoría ostentan muchos diplomas, poca calle y mucho machismo. Detrás de cada mujer muerta aparecen las falencias de la Justicia. La incapacidad para intervenir, la falta de voluntad de actuar contra los acosadores y la subestimación de la voz de las víctimas coloca a jueces y fiscales en el territorio del patriarcado y su violencia.

La ola de crímenes incrementada durante la pandemia con el protagonismo de parejas o ex parejas —en muchos casos uniformados con antecedentes de violencia, restricciones perimetrales y reiteradas denuncias—, desató una ola de repudios y se fue convirtiendo en una amenaza individual para las mujeres y un desafío colectivo que estuvo presente en la convocatoria del 8M. La violencia de género es uno de los signos de este tiempo y el masivo repudio demuestra la potencia del movimiento.

La presencia sindical en la convocatoria es otro fenómeno de estos últimos años. Ya no son extrañas a las organizaciones de trabajadores las reivindicaciones del feminismo. El carácter de género va sintetizando con el carácter de clase de las demandas. El viejo sindicalismo se va transformando de adentro hacia afuera y desde las bases a la cúpula. La renovación sindical tendrá en el movimiento de mujeres una paritaria compañía.

 

 

 

Una Justicia inservible

La inoperancia generalizada —cuando no la indiferencia de jueces y fiscales, apenas preocupados por condenar a los femicidas pero incapaces de actuar en la prevención— suma nuevos problemas a la crisis que viene atravesando “la Justicia”. Los jueces y fiscales de cercanía carecen de mínima experiencia en el tema y, remontando la pirámide jerárquica —camaristas, jueces de casación, la Corte Suprema—, crece en forma alarmante el vacío jurídico. No aplican la Ley Micaela, que equivaldría a un mínimo gesto de interés humano, se suma el escandaloso lawfare puesto al descubierto, la aplicación de la ley del arrepentido para construir relatos disparatados, el dispositivo de persecución macrista a la oposición de la que el Poder Judicial, los servicios de inteligencia y los medios concentrados han sido principales instrumentos.

La revisión de las condenas a Lula Da Silva y el posible enjuiciamiento al juez Sergio Moro en Brasil ha dejado en la estacada a los personeros de esta nueva forma de dominación que actualiza las antiguas dictaduras militares. El Poder Judicial en manos de una banda delincuencial se convirtió en un campo de batalla donde se juega el futuro de la democracia. No se equivocan las gestoras del 8M de poner a la Justicia en el centro de sus luchas.

Les preses politiques de nuestro país siguen manchando la democracia con su estigma de injusticia. El reclamo por su liberación vuelve una y otra vez a la memoria una lista donde destacan Milagro Sala (falta poco para sus 1.900 días privada de libertad), Amado Boudou, Julio De Vido, Luis D’Elía y muchas otras víctimas de causas armadas o venganza política.

La permanente judicialización de la protesta social conlleva a la estigmatización de centenares de personas afectadas por la discrecional actitud de las fuerzas de seguridad, como se vio durante la represión en Formosa que despertó críticas de los organismos de DD.HH,. incluida la Secretaría a cargo de Horacio Pietragalla. El costado miserable de una oposición cerril de la derecha encabezada por Mauricio Macri y Patricia Bullrich se hizo evidente. Sus gurkas “jóvenes republicanos” buscaron pudrir las protestas de los comerciantes formoseños. Las autoridades provinciales explicaron la vuelta a la fase 1 porque “Formosa tiene una extensa frontera con el Paraguay, sumergido en una catástrofe sanitaria de Covid y dengue”.

 

 

Horacio Pietragalla repudió la represión en Formosa y se negó a “equipararla con una dictadura”.

 

 

El 24 de marzo será recordado por un panel que integrarán los principales referentes del sindicalismo y de las organizaciones de Derechos Humanos. Este aniversario contará con la presencia de Pablo Moyano, Hugo Yasky, Héctor Daer y Sergio Palazzo acompañando a Estela Carlotto, Tati Almeyda y Lita Boitano. Si bien hay convocados que deben confirmar, la iniciativa llevada adelante por H.I.J.O.S y la Intersindical de DD.HH. apunta a consagrar la consigna de los 30.000 detenidos desaparecidos como parte de la historia del movimiento obrero argentino. La unidad se construirá desde los valores más profundos de la propia historia y no será simplemente un acuerdo de conveniencia para surfear la coyuntura.

 

 

 

Nuevas y viejas formas sindicales

La unidad de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA) de Juan Carlos Schmid y la Federación Aceitera que lidera Daniel Yofra se convirtió en un dato central del reacomodamiento sindical que se viene instalando en el movimiento obrero. La confederación en curso tiende a fortalecer una representación de los trabajadores que contrapese el lobby agroindustrial exportador cuyo eje central son campañas contra los intereses nacionales y los derechos de los trabajadores.

 

 

Schmid y Yofra ante el desafío de ponerle freno al lobby agroindustrial exportador.

 

 

Ubicados en el corazón de la producción sojera, muestran un camino de unidad necesaria para defender a los trabajadores del sector y a los intereses económicos del país amenazado por maniobras de contrabando, fugas y subfacturaciones en perjuicio del fisco. La potencia de esa unidad se viene manifestando en la lucha: Schmid y Yofra apoyaron sendas batallas por la paritaria aceitera y de Recibidores de Granos (Urgara) y la defensa de los puestos de trabajo amenazados por los cambios en la explotación del negocio de la Hidrovía y el Canal de Magdalena.

Con un próximo paso que incorporara a los peones rurales –objetivo estratégico que busca sumar a la mayor entidad sindical del país, hoy desangrada por la corrupción y traiciones de sucesivas gestiones herederas del legendario “Momo” Venegas— aparecería como un núcleo gremial de gran peso en la actividad de punta de la economía argentina.

Juan Carlos Schmid integró el triunvirato cegetista desde su constitución hasta mediados del mandato de Mauricio Macri, donde, ante la impotencia de poner a la CGT a la cabeza de la resistencia,  se atrincheró en su sindicato para sostener la ofensiva desatada por la privatización del puerto porteño. Es uno de los cuadros con mayor formación política del gremialismo y posee una gran trayectoria internacional. Mantiene el diálogo con el moyanismo y es uno de los referentes de la apuesta por la renovación de la conducción cegetista que propone avances en el proceso de unidad de todo el movimiento obrero. Su cercanía con “Cachorro” Godoy hace de su diálogo permanente con la CTA Autónoma una herramienta necesaria en ese derrotero.

El SiChoCa (Camioneros) dio a conocer en sus redes sociales que una ronda de reuniones en la sede de la Federación, entre ellas la realizada por Hugo y Pablo Moyano con Sergio Sasia, titular de la Unión Ferroviaria y líder del agrupamiento Sindicatos En Marcha para la Unidad Nacional (Semun), un sector de unos 40 gremios que podría darle al moyanismo los votos necesarios para controlar la CGT que viene. Asistieron Juan Pablo Brey (Aeronavegantes) y Facundo Moyano, autor del proyecto de ley para modificar el Impuesto a las Ganancias y muy activo en el mundo sindical una vez retirado del Sindicato de Peajes que encabezaba: está alentando la conformación de listas opositoras en sindicatos antimoyanistas, como Empleados de Comercio y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra), de Héctor Ponce.

 

 

Camioneros apoyó la modificación de Ganancias presentada en el parlamento.

 

 

Se presentó el nuevo Registro de Asociaciones de Trabajadores de la Economía Popular y de Subsistencia Básica que pretende otorgar representatividad a las organizaciones sociales y canalizar sus demandas de forma más ágil. Claudio Moroni y el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero dieron su presente en el evento. La economía popular hace tiempo viene buscando su lugar en la CGT, donde su incorporación los llevaría a ser uno de los gremios más numerosos y con mayor peso propio por la cantidad de afiliados potenciales que tiene.

Un ministerio activo debe hacer imprescindible el reconocimiento de la personería gremial de sindicatos ampliamente reconocidos por la mayoría de los trabajadores de la actividad, como la AGTSyP del Subte o el Sipreba de los periodistas porteños y abrir el camino de la democracia participativa a las mujeres y los jóvenes.

La prueba ácida para los burócratas más insensibles del espectro gremial no se agota en los escándalos por las riquezas acumuladas por siniestros personajes como el prontuariado Herme “Vino Caliente” Juárez, el “Pata” Medina en la Uocra La Plata, Mauricio Saillén de los recolectores cordobeses o Marcelo Balcedo de Soeme. “Hay que dejar de robar por dos años”, la recordada frase de Luis Barrionuevo que pinta de cuerpo entero estos siniestros personajes, conduce al reclamo de que el ministerio a cargo de Moroni deje de “intervenir” y actuar tibiamente en los “sótanos del gremialismo” y pase a las ligas mayores de la democracia sindical.

 

 

 

Combatiendo al capital

La planta Siat de Valentin Alsina está paralizada por falta de transporte del personal. Los colectivos fueron retirados por la empresa ante la actitud de los trabajadores de exigir que se cubran los planteles correspondientes. Techint, que circunstancialmente está poco necesitado de los tubos que ahí se fabrican, aprovecha la crisis para ajustar al máximo la productividad achicando planteles. José Villa “Villita”, miembro de la Comisión Interna de la planta, denuncia: “Veremos si hay alguna novedad pero no creo, la empresa esta durísima y solo dialoga si aceptamos lo que proponen ellos, buscamos las mil vueltas para encontrar una solución y no aceptan ninguna. Nuestro reclamo es por el respeto del convenio colectivo de la UOM; la empresa no respeta los puestos de trabajo y quieren la polifuncionalidad. No a la rebaja salarial, que desde marzo del año pasado no se abona el premio obrero que se cobra hace 50 años. Puntualmente se suma el reclamo por el servicio privado de transporte, que sacó hace tres semanas como represalia al reclamo”.

 

 

Obreros enfrentan al megapatrón Paolo Rocca en defensa del Convenio Colectivo.

 

También la planta de Canning sigue en conflicto. Aunque retomaron la actividad, continúan los despidos. Techint está aplicando todo el rigor patronal para escarmentar a los trabajadores. Paolo Rocca sigue empecinado en marcarle la cancha al gobierno en cuanto a las relaciones laborales y la tasa de ganancia se refiere. En la hora actual, con los salarios en su valor más bajo a precio dólar, los negocios de esta multinacional con sede en Luxemburgo florecen en el mercado mundial. A la espera de los dividendos de sus inversiones en Vaca Muerta y con grandes negocios a futuro con el barril de petróleo sobre los 70 dólares, los tubos para la industria petrolera que fabrica Rocca prometen jugosas ganancias. Nada es suficiente. La inexistencia política del Secretario General Antonio Caló hace posible tanta prepotencia patronal sin que la otrora poderosa UOM logre dar una respuesta colectiva.

 

 

El corazón delator

El ministro de Salud de Corrientes, Ricardo Cardozo, chocó en pleno centro de la capital de la provincia y debió ser internado víctima de un ataque cardíaco. En su Hilux de uso particular, Cardozo llevaba fuera de todo protocolo —presumiblemente hacia la ciudad de Goya— dos conservadoras con 900 dosis de la vacuna Sputnik V. El funcionario de la administración del radical Gustavo Valdés, de Juntos por el Cambio, dio explicaciones erráticas y poco convincentes del episodio.

Como los latidos que dieron título al magistral cuento de Edgar Allan Poe, es la conciencia lo que traiciona los nervios del culpable y lo lleva a confesar. Cambiemos-UCR realizó una dura campaña antivacunas y anti vacunación en general, con desinterés de la salud de la población puesta en juego.

Luego del lamentable inicio del operativo de vacunación para mayores de 80 años montado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Central de Trabajadores de la Argentina exigió la renuncia del ministro de Salud porteño, Fernán Bernaldo de Quirós. Eduardo López, cabeza de la CTA de la Ciudad y adjunto en el gremio docente UTE, sostuvo que Horacio Rodríguez Larreta encabeza “un gobierno antivacunas, que lo poco que vacuna lo hace en el marco del comercio”, en referencia al vínculo con las prepagas.

López denunció que en el distrito “la campaña de vacunación apenas empezó para los docentes” y que desde el inicio de las clases ya hubo 200 contagios en el personal educativo. También trazó puntos de contacto entre los modelos de vacunación y de vuelta a las aulas en la Ciudad: “El paralelismo es la mercantilización de los derechos. Si no tenés plata, no te corresponden una educación ni una vacunación de calidad”, concluyó el dirigente.

 

 

La pelea por la vacuna en el Luna Park. “La eficiencia de Larreta es un mito de la derecha”.

 

 

El corazón delator le cuenta las costillas a un gobierno culpable: “No creo que haya habido otro mandatario tan blindado. Pero es más que la pauta, es la apuesta desde los grupos económicos a la nueva esperanza blanca contra el peronismo y el campo nacional y popular. Lo blindan porque les paga, pero también porque es la apuesta política. Larreta sería el nuevo De la Rúa y el nuevo Macri”, remató López.

En un mundo devastado por la pandemia y estancado por las crisis económicas, los modelos de la salida se van definiendo. Los países del otrora socialismo real están dando respuesta al conjunto de naciones en materia de vacunas. La multipolaridad de los diversos capitalismos en pugna vive en la diplomacia de las jeringas con la Sputnik V rusa y la Sinopharm china a la cabeza. Las potencias occidentales solo acaparan toda la producción posible en detrimento de los países en vías de desarrollo e incluso sacando del reparto a los más pobres. La Argentina, con un ojo puesto en la región y el otro más allá, enfrenta la peste y la deuda como primer paso, sin angustia y con coraje, lejos de la moral protestante, buscando salir del pozo en que la dejó la derecha tras su beso del infierno.

El relanzamiento de la economía está dando sus primeros resultados y su percepción se reflejará en las elecciones de medio término. Los próximos meses serán cruciales para consolidar el rumbo y para ello se impone movilizar a todo el campo popular, empezando por el movimiento obrero. La seguidilla de elecciones en sindicatos, federaciones y la propia CGT marcarán el rumbo de esta recomposición. Los nuevos dirigentes surgidos al calor de la resistencia tienen la oportunidad de consolidar sus liderazgos. La vieja burocracia funcional a todos los gobiernos aparece cada día más cuestionada. Una vez más los trabajadores y trabajadoras organizados enfrentan el desafío de ser los protagonistas.

 

 

 

 

 

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