Carta abierta a Sergio Bufano

"Te va a costar convivir con vos mismo"

 

Ignacio Vélez, fundador de Montoneros, compartió el exilio en México y fue amigo personal del ex militante de las FAL Sergio Bufano. Esta Carta Abierta muestra los distintos alineamientos ante la realidad nacional. Ambos fueron autocríticos con la practica setentista, pero Vélez entiende que Bufano directamente se pasó de bando en el presente.

 

Me llegaron dos o tres mensajes. Leélo a tu amigo Bufano. Sí, en Clarín. Dónde, si no.

Por eso creo que no me asombré cuando leí tu nota.

Pero me dieron ganas de compartir con ellos y con otros que alguna vez conociste en mi casa, algunas reflexiones.

Sin duda vivimos una etapa muy difícil en la historia de nuestro pueblo. Nos gobierna una expresión mafiosa del neoliberalismo periférico. La revolución de la alegría  prometida en la campaña se transformó en políticas corruptas y despiadadamente agresivas contra los sectores populares más débiles, en un proceso donde la degradación de los valores republicanos facilitan las decisiones que profundizan la tragedia social.

Y esto se logra y se sostiene, en gran medida, gracias al impacto sobre la subjetividad de amplios sectores de nuestro pueblo lograda por la cadena de medios de comunicación de derecha liderada por Clarín, donde se expresa lo peor del periodismo basura.

Ese periodismo que ha logrado formatear la subjetividad de amplios sectores medios y populares logrando anular toda capacidad de cuestionamiento, de mirada crítica, toda posibilidad  de diálogo con el otro. Ha encerrado a millones de receptores-receptáculos angustiados en lógicas de pánico que llevan al odio irracional al otro, convenciéndolos que el afuera está lleno de inmigrantes, indios, negros vagos, piqueteros, terroristas drogadictos, etc., que buscan con impunidad apropiarse de lo que tanto esfuerzo les costó.

Que el  objetivo  (así como antes era el comunismo) hoy es la vuelta al populismo que viene por todo. Y eso le crea a esos sectores cautivos de los medios hegémonicos una sensación angustiante de incertidumbre e inseguridad permanente.

Es la estrategia de la construcción del odio y del miedo con la que el macrismo ha logrado que estos sectores justifiquen la necesidad de que reaparezca el Estado gendarme que los defienda, aun con abusos de violencia que incluyen presos políticos, represiones brutales y hasta torturas y asesinatos.

Y esto no es nuevo y vos lo sabés de memoria: las clases dominantes de Argentina siempre resolvieron los conflictos sociales por medio de la violencia.

Es a esos sectores lectores de Clarín a los que se dirige tu nota, avalando la estrategia violenta de resultados criminales (mientras escondés groseramente la culpa evidente del Estado que en una clara infracción del cuidado de la vida de Santiago Maldonado, es sin duda culpable de su muerte).

Y lo haces afirmando, sin demostrarlo, que existe una organización guerrillera en el sur de nuestro país, que ha decidido “aparentemente” (sos buen alumno del manual del estilo  Magneto) “actuar como guerrilleros”. Y le decís al lector de Clarín lo que según vos, piensan estos jóvenes (“invocan” decís, sin documento o prueba alguna): que el Estado debe ser eliminado, que debe asumir el poder obrero, que se debe expropiar a la burguesía, que se debe destruir al régimen capitalista y que quieren que se instaure un poder revolucionario. ¡Ah! Y que el poder nace de la boca del fusil. Y con esos jóvenes que arrojas a la parrilla estaba Santiago Maldonado.

A esta altura tus lectores, mientras Patricia lee complacida, están suplicando por Facebook que el Estado ejerza sin control alguno el monopolio de la violencia y acabe no sólo con esos terroristas y sino con todo aquel que atente contra la gobernabilidad.

Con redacción tramposa (muy Clarín) sugerís que Santiago Maldonado se incorporó al RAM, Rama Argentina (de cuya existencia organizativa, tácticas, estrategias, conducción que toma decisiones no das ninguna prueba), ya que según se desprende de tu redacción fue el RAM el que  abandonó a un camarada herido, y seguís con que los insurgentes del RAM (que a esta altura de tu construcción fantasiosa, adecuada para el objetivo de aterrorizar a los lectores y exculpar a gendarmería, parecen existentes) lo abandonaron a su suerte y se retiraron del territorio.

Obviamente que el gesto agradecido de Patricia ante esta ofrenda inesperada (¿inesperada?) a su estrategia belicista se ha vuelto en una sonrisa de profunda satisfacción. No solo justificas la brutal violencia a la legítima protesta social que crece en todo el país sino que liberás a Gendarmería de toda responsabilidad por la muerte de Santiago.

Además, y ya que estás, le bancás el Proyecto Patagonia, los negocios en la compra de armamentos y lo mas grave, le facilitás la hipótesis de conflicto con una organización terrorista de ramificaciones internacionales, que podría facilitar la incorporación de las Fuerzas Armadas a reprimir la resistencia popular.

La verdad Sergio es que a este mensaje no lo estoy pensando demasiado. No estoy dudando en escribirlo ni buscando aristas eventuales para tratar de encontrar algún resquicio que minimice la gravedad ética, moral, política, humana de lo que públicamente sostenes, sugerís y escamoteás. No vale la pena. Es todo muy claro. No hay polémica. Podés mostrarlo para que Patricia y tus amigos de Clarín tengan un elemento más para saber que les pertenecés. Es doloroso pero es así.

En realidad lo escribo y te lo envío, no porque a esta altura me interese tu opinión. Con leer tu nota me basta. Es la excusa que necesito para poder compartir con otros compañeros y amigos este rechazo absoluto que siento ante tu complicidad con las políticas violentas y criminales con que el macrismo defiende el saqueo a los sectores populares.

Es la necesidad de evitar que algún desprevenido crea que, detrás de tus dudas y confusiones, hay algún sentido humanista de defensa y respeto a la complejidad que supuestamente esconden un espíritu sensible lleno de fantasmas del pasado. Pienso con tristeza en viejos compañeros tuyos y míos (muchos que ya no están). Creo que hoy tu compromiso pasó de la reflexión crítica sobre el uso de la violencia a colaborar activamente en la construcción del relato que justifique el brutal ejercicio de la violencia represiva del Estado que, como sabemos, es indiscriminada y castiga con saña a los mas humildes. Cuando este proceso desgraciado y degradante  siga su cauce previsible, vos sabés que con esta nota habrás hecho tu pequeño aporte para que los golpes, las torturas y las muertes se justifiquen y multipliquen. Te va a costar convivir con vos mismo.

27 de enero de 2018-01-27

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