Cauchari, chamuyo a la jujeña

Comenzó la temporada de bolazos nacionales de Gerardo Morales

 

Hace unos días, mientras inauguraban una escuela en Perico, Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales presentaron como propuesta de campaña que en un plazo de cuatro años el 30% de la matriz energética de la Argentina sea en base a la producción de energías de fuentes renovables. La verdadera intención de Morales es repetir la mala (muy buena para él) experiencia de Cauchari en todo el país.

Durante la inauguración, el jujeño dijo que la escuela se construyó con “las rentas de Cauchari”, lo cual es mentira. Cuesta creer que Morales sea contador por cómo hace “los números” de un proyecto, pero no nos desviemos del tema.

Parece que ambos no se enteraron todavía de que la puesta en funcionamiento de las energías renovables es altamente costosa y que su eficiencia deja bastante que desear. De hecho, el experimento de Cauchari es deficitario, y la facturación no alcanza a cubrir el costo de inversión y producción.

Especialistas del campo de la energía consultados sobre la propuesta del tándem Larreta-Morales la calificaron literalmente como “un bolazo”, ya que es inviable económicamente por la ratio inversión/precio de tarifas/costo de producción y por la falta de infraestructura de interconexión, porque haría falta mucha inversión en dólares no solo en la producción de energía sino en electroductos para su transporte.

Nuevamente, la inauguración de una escuela en Perico que “habría sido construida con las rentas de Cauchari” sirvió como puesta en escena para largar el bolazo.

Hay que dejar en claro, a riesgo de ser reiterativo, que no se construyen escuelas con la renta de Cauchari sino con dos créditos que se sacaron en el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), y cuya devolución se viene realizando con rentas generales de la provincia, porque los ingresos de Cauchari no alcanzan para pagar sus propios costos de producción, mantenimiento, la amortización de los créditos y sus intereses.

En un reportaje realizado a fines del año pasado, el ministro de Economía y actual gobernador electo Carlos Sadir manifestó que Cauchari iba a recaudar 11.000 millones de pesos en 2023.

Luego de los impuestos y el costo operativo, quedarían limpios para la provincia de Jujuy unos 8.264 millones de pesos, pero en el ejercicio 2023 se van a pagar 14.152 millones de pesos de deuda. El saldo negativo es de 5.900 millones de pesos. A eso debe agregarse que las escuelas que se están construyendo (que ni a palos son 258 como lo anuncian) se pagan con deuda con los dos bancos de desarrollo mencionados.

La tan publicitada transformación de la matriz energética no produce ganancias, ni nuevos puestos de trabajo, y la prueba está en que renegociaron el llamado “Bono Verde” porque no lo podían pagar, ya que como Cauchari no produce rentas, y para no caer en default vaya uno a saber con quién, con la “renegociación” aumentaron la deuda por el proyecto, generando un costo extra de 34.444.550 dólares. Además aumentaron la emisión de bonos en 3.602.236 dólares para poder pagar esta reestructuración (ver Resolución 190-HF/2021, Boletín Oficial 34, Anexo, 23/03/2022).

¿Y entonces, cómo se están construyendo las escuelas? Vamos de nuevo, Gerardo Morales sacó dos créditos en dólares a bancos de desarrollo de los que la Argentina forma parte. El primero fue de 300 millones de dólares a la CAF, y el segundo de 67 millones de dólares al BCIE.

Es la primera vez en la historia de Jujuy desde el 18 de noviembre de 1834 (Día de la Autonomía Provincial) que se saca un crédito para construir escuelas. Siempre se construyeron con rentas nacionales. Incluso Manuel Belgrano nos regaló una escuela que la construyó Néstor Kirchner, sí, 191 años después. La escuela es la Legado Belgraniano del Barrio Campo Verde de San Salvador de Jujuy.

 

 

El gobierno jujeño le mintió a ambas instituciones bancarias de desarrollo (y al pueblo de la provincia) al asegurar que Cauchari iba a dar ganancias para justificar la viabilidad económica del proyecto. Como el garante de los créditos es el Estado Nacional, a los bancos no les importó corroborar la promesa, pues en cualquier caso le cobrarán al Estado argentino.

Morales también está aprovechando que aún no paga el crédito grueso para la construcción de Cauchari, del Exim Bank de China por 331,5 millones de dólares, porque se encuentra en periodo de gracia.

¡Pero se vino pagando el “Bono Verde” y la provincia de Jujuy no está en “default”! ¿Cómo se explica? Me gritan los boinas blancas.

Sencillo, lo están pagando los trabajadores estatales jujeños con atraso salarial. Con Gerardo Morales, la caída del salario real de los trabajadores estatales jujeños es del 35% a la fecha, a pesar del fuerte incremento dado por la provincia a partir de las protestas de las últimas semanas.

Por eso la actividad comercial no levanta en Jujuy, porque si el 25% de la población económicamente activa vive del Estado provincial (incluyo a los municipios) y estos perdieron gran parte de su poder de compra, es lógica la caída de la actividad comercial.

Entonces hay que dejar claro lo siguiente:

  1. Cauchari no produce rentas para pagar su inversión, ni para construir escuelas.
  2. Jujuy se endeudó en dólares para construir escuelas, una obligación nacional. Es sin duda un acto imprudente.
  3. La caída del salario de los trabajadores estatales jujeños fue del 35% (hasta mayo de 2023 era del 53 %) porque se pagó el “Bono Verde” con el sacrificio de ellos y no con las “rentas de Cauchari” cómo sería lógico.
  4. La deuda de Jujuy está cercana a los 1.300 millones de dólares y genera un problema para el próximo gobierno de Sadir y los que los sucedan.

En Jujuy, investigando un poquito, surge con claridad que en el gobierno de Morales todo es un “gran relato”, no importa cuándo se afirme. Y, de todo ese relato, el Parque Solar de Cauchari, es decir el intento de cambio de matriz energética, es la mentira más cara de Gerardo Morales, ya que lejos de transformar la matriz energética y productiva de Jujuy, esos planes faraónicos complicaron las finanzas provinciales. Lo más grave es que junto a Rodríguez Larreta quieren imponer ese modelo irresponsable a todos los argentinos. En definitiva, el modelo es el negocio financiero para ellos, no la generación de puestos de trabajo reales o el cuidado del medio ambiente para los argentinos.

 

 

 

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