Conectar y humanizar

Alberto Sileoni plantea una discusión desde la Educación a esas ideas deshumanizantes

 

No fue magia que el gobernador Axel Kicillof fuera el precandidato más votado en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Son sus políticas de gobierno las que llevan a una mayoría de bonaerenses a brindarle su apoyo para que pueda seguir transformando la provincia. El ministro de Educación bonaerense, ideólogo del Conectar Igualdad Nacional cuando presidía el país Cristina Fernández de Kirchner, es quien impulsa el Conectar Igualdad Bonaerense. “En ambos casos, siempre lo sitúo con relación a las referencias de conducción, Cristina en su oportunidad y Axel ahora”, pondera Alberto Sileoni en diálogo con El Cohete a la Luna.

Cuando el Ministerio de Educación de la Nación en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner había comenzado a distribuir netbooks en las escuelas técnicas (unas 200.000), Sileoni le presentó a la Presidenta su idea de duplicar la cantidad. La respuesta de la mandataria fue: “Dale, lo pensamos”. Y “ahí en algún sentido viene la genialidad de ella”, recuerda. “Yo tenía una perspectiva de distribuir en las escuelas técnicas y de duplicar ese primer número y terminamos en 5.500.000 netbooks en todo el sistema educativo”, dice Sileoni. Y describe, elogiando su capacidad, cómo CFK estaba un paso más allá: “Otra cabeza, otra escala, otra dimensión. Lo que nosotros le proponíamos era una acción educativa y lo que ella terminó construyendo fue una bandera del gobierno”.

 

Alberto Sileoni siempre conectando con la idea de que la patria es el otro.

 

Alberto Sileoni dice que “Axel (Kicillof) es la herencia o una de las herencias más claras de esos 12 años de Néstor y Cristina”. Y que “desde el primer momento tuvo claro que había que reflotar ese programa (Conectar Igualdad)”. Cuando Sileoni asumió el 29 de diciembre de 2021, tenía pensado impulsar el programa en la provincia. “Pero era una idea que ya tenía el gobernador. La verdad era una idea que ya estaba madura”, indica. “El gobierno de Alberto (Fernández) intentó en 2019 reponer el programa que se llamó Juana Manso. Fue un nombre dado desde la educación, Conectar Igualdad es un nombre que lo da la política”, remarca como sustancial diferencia.

Esa diferencia, que Sileoni marca como “sustantiva”, Kicillof la “tuvo en claro desde el primer momento, por eso la creación del Conectar Igualdad Bonaerense, dado que el gobierno nacional hizo algunas distribuciones con el programa Juana Manso en los primeros años de la secundaria, la decisión de la provincia fue trabajar en la otra punta del sistema educativo secundario, que es la entrega en el último año”. El ministro valora el trabajo por cómo se viene desarrollando y que realiza de forma coordinada la Jefatura de Gabinete, donde se canalizan las licitaciones. “Hay un aporte significativo que realiza Martín Insaurralde”, destaca. El ministro determina que serán 168.000 las computadoras que terminarán entregando”, y precisa: “A esta altura nos faltan 40.000”.

Rememora el ministro aquellas voces críticas de aquel Conectar Igualdad, donde se referían a las computadoras como “las maquinitas que revolea Cristina”. Entonces precisa: “Con ese desdén del diminutivo ‘maquinita’ y tratando de caracterizar de que era una acción puramente demagógica. Después nos dimos cuenta de cuánto extrañamos esas ‘maquinitas’ con la pandemia, ¿no?”. “El macrismo le debe al sistema educativo cuatro millones de netbooks”. Explica: “Todos los años había que entregarles netbooks a los chicos del primer año. Nosotros habíamos llegado a entregar a todos los chicos del secundario. Entonces los que terminaban quinto o sexto según la técnica o la orientada, se la llevaban en propiedad. Esa era la idea original, todo el secundario la tenía y los que no la tenían eran los que entraban al secundario”.

En general, sostiene que eran 750.000 por año. Sileoni agrega: “Ahí, en los cuatro años del macrismo, tenés 3.000.000 de netbooks que no se entregaron. Y después, como el programa se discontinuó, durante el macrismo me mandaban fotos de todo el país con aulas enteras de netbooks en desuso, porque no había apoyo técnico, no estaba la posibilidad de arreglarla, de destrabarla”. Esas que quedaron abandonadas Alberto Sileoni las cuenta como 1.000.000 más. “Por eso digo que el macrismo le debe a la sociedad cuatro millones de netbooks”, recalca como buen educador. “Nosotros pudimos haber tenido una pandemia con 4.000.000 de computadoras más en el sistema educativo y hubiese sido otra pandemia, más oportunidad e igualdad para las y los pibes más carecientes”.

Pero aquellas críticas al programa nacional, también están ahora para el bonaerense. “La crítica es ‘para qué les van a dar netbooks a los pibes que se están yendo’”. Explica que terminarán de entregar en septiembre y octubre, “y en dos meses más esos estudiantes egresan del secundario”. Así, el ministro profundiza: “Nosotros decimos —y señala el gobernador—: se las entregamos, primero, porque es una deuda. Debieron haberla recibido en 2019. Y después, porque es un reconocimiento. Creemos que una alumna u alumno que termina no sólo es un beneficio para él, para su familia, cuanto más chicos terminan el secundario estamos construyendo una mejor sociedad bonaerense”.

El ministro de Educación bonaerense describe lo que sucede cuando realiza la recorrida con el gobernador en los distritos entregando las computadoras: “En esos actos, que son muy sencillos, pero a la vez muy emotivos, les preguntamos a los pibes si tenían netbooks, y la gran mayoría dice que no tenía o tenía una sola computadora de escritorio, y esos pibes van a terminar el secundario con ese instrumento. Van a seguir un profesorado, otros que quieren seguir policía, otros quieren ir a la Universidad, y van a tener una herramienta que hoy está cada vez más lejos (en valor) de las posibilidades de una familia”.

Esa política, la que Alberto Sileoni con precisión denomina “políticas materiales”, que el Estado bonaerense despliega, no se agota solamente en las computadoras. Así llevan adelante, por un lado, “la distribución de millones de libros, gracias a que el Ministerio de Educación de la Nación ha recuperado esa capacidad”. Por otro lado, están “también distribuyendo una colección de libros bonaerenses muy interesantes. 110 libros para todas las escuelas secundarias, institutos superiores, bibliotecas. Colección de escritores bonaerenses o de temáticas bonaerenses”. Una política que también busca que la identidad de la provincia esté presente. Al igual que el gobernador plantea lo realizado sin caer en un conformismo; Sileoni es autocrítico en materia de aprendizaje y en lo pedagógico: “Evidentemente tenemos que mejorar mucho”, sostiene.

No escapa a realizar un análisis en el contexto político electoral en el que se encuentra el país y la provincia que se define, como dijo Kicillof, entre los que proponen más derechos y los que desean más derecha. “La eliminación del Banco Central; la dolarización de la economía; el voucher, son cuestiones que pueden ser discutidas técnicamente. Son —por supuesto— anti-constitucionales, no son legales, pero pueden tener una discusión que puede ser técnica. Nuestra opinión está clara, no estamos de acuerdo ni con el voucher, ni con la eliminación del Banco Central ni con la dolarización”, afirma.

“Nosotros vamos a proponer una discusión de ideas”, dice Sileoni en plural, impactado por la naturalidad con la que un candidato presidencial propone indiferencia llamando al descuido del otro en nombre de la libertad. “Son algunas afirmaciones que las sintetizo: ‘Si querés estudiar, estudiá. Si no querés estudiar no estudies’. Otra afirmación que se escuchó: ‘Si te querés drogar, drogate’, esto es un video de unos de los candidatos, donde realiza esas afirmaciones”, señala. “Si lo primero es una discusión más técnica, esto ya es un límite”. Para el ministro eso traza “una raya”, que “no da lugar a la omisión”. Y razonando siempre en colectivo, desde su área, indica: “Nosotros tenemos que tener una voz ante esas cuestiones porque es exactamente lo contrario a lo que dicen las maestras y maestros, las profesoras y profesores en las escuelas de la provincia y en las del país”.

Sileoni expresa que en las escuelas existe una voz contraria, y cita como ejemplo lo que se encuentra en las recorridas. Por ejemplo, en un aula de un jardín vio la frase: “No hay que pegarle al otro. Hay que respetar al otro”. U otro afiche en una escuela que decía: “Si veo a alguien triste le pregunto cómo está” o “Si se burlan de un compañero, no me río”. Al ministro le parece que la discusión que tiene que dar la educación es a favor de la escuela pública, pero también esa discusión que tiene que ver con la condición humana.

Se está haciendo política proponiendo el descuido.

—Pero “no me importa nada del otro” no es lo que la educación propone. Digo que a veces los educadores hablan en nombre de la humanidad. Uno está educando que es otra cosa que enseñar a dividir por tres cifras. Eso es una técnica, pero después hay otras cosas que tienen que ver con la condición humana.

En cada acción escolar se humaniza, tanto directa como indirectamente.

—Por eso a mí me parece que cuando estamos haciendo un gran esfuerzo con el Ministerio de Salud, con la Subsecretaría de Salud Mental, donde muchas personas y pibes tienen que recibir ayuda por el efecto que causó la pandemia porque hay subjetividades que han quedado dañadas. ¿Y un candidato a Presidente dice: “Si querés drogarte, drogate”?, ¿si te querés suicidar, suicidate?”. Cuando sabemos que el suicidio de un pibe es el fracaso de una sociedad entera. Ahí me parece que más allá de lo electoral es una discusión donde quien sostiene eso se está cargando cuarenta mil años de humanidad. Las grandes religiones apelan al prójimo, a entender al otro, a amar al otro. La verdad es que ahí hay una discusión que dar porque, ¿nos proponen una agenda donde estamos discutiendo de nuevo la educación pública en la Argentina? ¿Hacen un uso con el tema de los extranjeros, donde había que ir a la universidad a ver cuántos extranjeros había para echarlos? Tenemos 200 años de educación pública. Me parece que lo que hay que hacer es defender una agenda del siglo XXI. Lo que escuchamos atrasa. Es antidemocrático, es anticonstitucional, no se puede llevar a cabo. Es un desprecio absoluto por el prójimo. No estamos de acuerdo, no es lo que hace la educación todos los días en la provincia de Buenos Aires y en todo el país.

Y en esa política de descuido que propone el candidato presidencial sería impensado la construcción de edificios educativos, en la provincia ¿cuántos edificios construidos llevan?

—Inauguramos en Avellaneda el edificio 173. Y vamos a terminar este primer mandato del gobernador con más de 200. Eso es triplicar la cantidad de edificios que creó la gobernadora Vidal. Se van a triplicar, con dos años de pandemia, lo que se construyó en el vidalismo que tuvo una toma de deuda de 50.000.000 de dólares. Esa es una diferencia. Hay 6.000 escuelas que están siendo arregladas. También hemos creado nuevas instituciones. Jardines en el ámbito rural; escuelas primarias que habían sido cerradas —habían cerrado casi 40 escuelas—, las estamos reabriendo; estamos creando escuelas de arte; estamos creando centros de educación física.

Una política educativa que genera crecimiento y arraigo en los distritos.

—Estamos creando e inaugurando jardines y escuelas primarias de tres y cuatro alumnos en todo el ámbito rural de la provincia y el gobernador va contento a hacer eso. Una escuela que arranca con tres alumnos al volver seis meses después tiene ocho, nueve, porque la familia de la zona se entera y mandan a los chicos ahí. Nosotros no podemos pretender arraigo sin creación de escuelas. Hay una activa creación de edificios y también sabiendo que nos falta una gran cantidad. En el Conurbano faltan muchas escuelas en el nivel inicial y secundario, muchas. El segundo mandato será para seguir construyéndolas.

¿Cuál es tu análisis sobre frases repetidas e instaladas como “cerraron escuelas” o “que la educación pública es mala”?

—Dos cuestiones. Está claro que hay una insatisfacción de la sociedad con respecto a los aprendizajes de los alumnos. Nos hacemos cargo. Tienen que aprender más y estamos trabajando mucho en primaria y en secundaria. Tienen que aprender más. Ahora, quienes instalan como caballito de batalla electoral una idea falaz, ignorando que hubo una pandemia y a sabiendas que hay estudios que no provienen del campo del kirchnerismo, ni de la pedagogía afín a nosotros, que dicen que la Argentina de ninguna manera fue uno de los países que más tiempo tuvo cerrado las escuelas, eso de ninguna manera es así. Por otro lado, hubo menos clases en el vidalismo porque hubo 65 paros. Y una interpretación es que a Kicillof no le hacen paro porque es amigo de los gremios. Falso. Kicillof es una persona que tiene mucha empatía con la gente, pero no es amigo de los 400.000 docentes bonaerenses. A Kicillof no le hacen paro porque tiene una activa política de mejora salarial para que el ingreso de las y los trabajadores de la educación no pierda poder adquisitivo en una economía inflacionaria. Y por cuarto año consecutivo las clases comenzaron el día que tenía que empezar, el primero de marzo. Acabamos de dar un aumento hace menos de un mes y seguramente las condiciones por las cuales estamos pasando indiquen que no faltará mucho para sentarse en paritarias.

Al ser muy amplio el territorio, lo es el sistema educativo bonaerense. ¿Qué política se destaca?

—Otra política que ha dado vuelta el sistema educativo, ideado desde el Ministerio de Educación Nacional. es la quinta hora en las escuelas primarias. Nosotros estamos llegando a más de 800.000 chicos de la escuela primaria bonaerense que van a tener más días de clases. Una hora más de clase por día son 5 horas más por semana. Y esto impacta porque la provincia de Buenos Aires es el sistema educativo más grande de la Argentina con 5.200.000 alumnos. El segundo es Córdoba con 910.000 alumnos. El tercero es Santa Fe con 800.000 alumnos. Y estoy diciendo que los chicos que van a tener más horas de clase en la provincia de Buenos Aires van a ser 850.000. Es más que todo el sistema educativo de Santa Fe. Y eso es un número muy importante de la escuela pública primaria. Esto equivale a un día más por semana. En 38 semanas que te da el calendario, los pibes que este año tienen 5 horas y el año pasado tuvieron 4, van a tener 38 días más de clase. No es poco 38 días más de clase para lengua, matemática, comprensión lectora, prácticas del lenguaje. Le tenemos mucha fe a esta medida para que al cabo de un tiempo empiece a surtir efecto y evidentemente se note en las mejoras del aprendizaje. Es otra medida importante. Tan importante como la creación de centros en los barrios populares que fueron 50 y estamos creando cada vez más. La educación bonaerense está de pie, tiene falencias y eso no se niega, pero está de pie, tiene financiamiento, tiene un rumbo y eso me parece que es destacable.

 

 

 

 

--------------------------------

Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí