DE BACH A GLENN GOULD

La música que escuché mientras escribía

 

El sonido en tiempos de Juan Sebastián Bach era muy distinto al que conocemos hoy. Lo que vas a escuchar es el lautenwerck o clave-laúd, el instrumento preferido del compositor. A diferencia del clavecín, cuyas cuerdas eran metálicas, las del lautenwerck eran de tripa, por lo cual podía confundirse con un laúd, pese a la diferente técnica entre pulsar la cuerda en forma directa o por medio del teclado. Quien interpreta el Preludio, Fuga y Allegro in mi bemol menor, BWV 998, es el especialista en música antigua Dongsok Shin. El artesano que los fabricaba entonces era primo segundo del músico, Johann Nicolaus Bach. Quienes los reproducen hoy bien podrían ser llamados musicólogos forenses, según la graciosa definición de la periodista Neda Ulaby.

 

 

 

 

 

En 1955 un pianista canadiense de apenas 22 años saltó a la prominencia mundial de la noche a la mañana con la grabación de las Variaciones Goldberg de Bach, para Columbia Masterworks. Lo que se ve mientras Gould toca es la partitura manuscrita por Bach.

 

 

 

 

Cuatro años después, el National Film Board de Canadá lo filmó en dos documentales Off The Record y On The Record. Por desgracia, ninguno de ellos está traducido, pero eso no obsta al placer de asistir al proceso creativo de uno de los grandes intérpretes del siglo pasado.

Off The Record muestra a Gould en las calles de Nueva York, con la silla muy baja que usaba para tocar plegada bajo el brazo, para elegir un piano en la sede del fabricante Steinway & Sons. Podés verla, desde el comienzo hasta el minuto 5.16. Sigue, hasta el minuto 10 un ensayo de Gould de la partita 2 de Bach, en su chalet en la costa del lago Simcoe, a 150 kilómetros de Toronto, en robe de chambre y ante la devota mirada de su perro, pariente lejano de Dylan.

 

 

 

 

Allí toca un piano Chickering de fines del siglo XIX, que prefería porque le encontraba una ligera resonancia al clavecín que Bach conoció dos siglos antes.

 

 

 

 

En On The Record vemos a Gould en el taxi que lo lleva a los estudios de Columbia y la grabación del Concierto italiano, cuatro años después de la canónica versión de las Variaciones. Su famoso perfeccionismo, que años después lo llevaría a alejarse para siempre de las salas de concierto para dedicarse solo a las grabaciones en estudio, se aprecia en este video histórico, que tiene el atractivo adicional de mostrar la Nueva York de hace seis décadas.

 

 

 

 

Gould volvió a grabar las Variaciones en 1981, que fueron editadas al año siguiente, que fue el de su prematura muerte, a los 50. Aquí un fragmento con imagen y el audio completo.

 

 

 

 

Perdón a los que prefieren otra música, pero estas con las cosas que me gustan a mí.

 

 

 

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