El Presidente Javier Milei vertió una catarata de insultos sobre los periodistas que informaron sobre su llegada a Roma cuando ya se había sellado el féretro del Papa Francisco. La Ministra de Inseguridad Patio Bullrich, detectada durante una visita turística a la Fontana de Trevi, con sus flamantes anteojos para jugar al espionaje, respondió a una pregunta por la razón del retraso. "A nosotros nos marcaron un protocolo y nos dijeron que era para el día sábado, que nos iban a dar un horario y que era alrededor de las 9 de la mañana. Nos dijeron que lo del día anterior era para las personas que paseaban por la plaza". El jefe de gabinete, Guillermo Francos, opinó ante una pregunta durante su interpelación en la Cámara de Diputados que la Fontana de Trevi era un sitio interesante para visitar, pero que él no había salido de su hotel.
No fue lo peor que le ocurrió en el Congreso. Zafó como una anguila de todas las preguntas que le dirigieron desde la oposición sin mayor cuidado por la verdad. Pretendió que Milei invitó a apostar unas fichas en el casino $Libra porque la existencia del contrato elaborado por Hayden Mark Davis era de público conocimiento. Pero no pudo explicar dónde se había publicado. Hizo lo contrario cuando le preguntaron por las informaciones publicadas por la agencia Bloomberg y por el diario New York Times, acerca del dinero que habría recibido Karina Milei para facilitar el acceso de los estafadores al despacho presidencial. "Son informaciones de prensa", descartó.

Admitió cuatro reuniones en la Casa Rosada y en el Hotel Libertador entre septiembre de 2024 y enero de 2025, con Mauricio Novelli, Bartosz Lipinski, Julian Peh, Manuel Adorni y Hayden Mark Davis, en las que "se conversó acerca del proyecto Viva la Libertad y su objetivo de impulsar la economía argentina". Todo eso obliga a inscribir a la empresa que hizo el proyecto en el Registro de Proveedores de Servicios Activos Digitales. Ninguna de esas personas y sus empresas se inscribieron ni hicieron público el proyecto antes que Milei. Francos también negó que Milei o funcionarios del gobierno "hayan exigido o recibido pagos a cambio de influir en las decisiones del Presidente o de tener reuniones con él". Agregó que no intervino nadie del entorno presidencial. De ser así, sólo el Presidente es responsable de lo que hizo voluntariamente y desbarata la excusa que dio Milei de que debe ser más cuidadoso con las personas que lo rodean y no lo cuidan.
Los mayores aportes de Francos no pasan por la palabra, sino en las negociaciones de trastienda. Así el gobierno consiguió que la comisión especial investigadora de la memecoin no pueda designar su presidencia, porque quedó empatada en 14 miembros por lado. El objetivo oficial, de muy corto plazo, es impedir que sean citados a declarar Karina Milei y Manuel Adorni, dos de los viajeros que llegaron tarde al Vaticano.
Más cerca, más lejos
Otros mandatarios, como Emmanuel Macron, que estaba a una hora de vuelo, o el brasileño Lula, que debió trasladarse casi doce, se detuvieron ante el féretro abierto. No fue por déficit de inteligencia sino por comprensión de los símbolos, que la prensa francesa cuestionó la inclinación de la cabeza de su Presidente y su primera dama ante los restos, lo cual contradice el carácter laico de la República, sancionado por ley en 1905.
La ofensiva oficial incluyó una inquietante reflexión presidencial ("la gente no odia lo suficiente a los periodistas"), declaraciones ofensivas contra Carlos Pagni y Jorge Fontevecchia y un encontronazo del asesor presidencial Santiago Caputo con el fotógrafo de Tiempo Argentino Antonio Becerra, mientras el Altavoz Navarro se recuperaba de un golpe en la nuca que le produjo un hematoma. También la publicación en las redes antisociales de una lápida fúnebre.
Durante una convención empresarial sobre economía, finanzas e inversiones, el Presidente vapuleó como enemigos de los argentinos a quienes "han lucrado, durante los últimos cien años, con este modelo empobrecedor, ya sean los empresarios prebendarios, ya sean los políticos corruptos, ya sean los periodistas ensobrados, ya sean los sindigarcas o sean los profesionales funcionales a este conjunto de hijos de puta, que cagaron el país". Sostuvo que "la tienen adentro" esos "hijos de puta", "pelotudos", "boludos", "imbéciles", "infradotados" y "zurdos de mierda", a quienes envió a "la reputa madre que te parió". La asistencia (poblada por funcionarios de su gobierno) le respondió con risas y aplausos.
Los sectores de la prensa que en 2012 participaron del stand-up "Queremos preguntar", en un canal de televisión del Grupo Clarín, perdieron ahora la oportunidad de verificar si es cierto que la delegación argentina fue citada para el sábado a la mañana, y en caso de respuesta afirmativa, inquirir por qué. En todo caso, Milei no fue el único ausente el viernes. También llegó después el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ambos son responsables de políticas que colisionan con la doctrina social que la institución católica postula desde hace 134 años, con la Encíclica De Rerum Novarum¸ sobre la conciliación entre el capital y el trabajo.
Las ratificaron cinco pontífices posteriores, con sus reivindicaciones de la justicia social, la intervención del Estado, la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas (como también manda la Constitución Nacional Argentina en su repetitivo artículo 14) y la lucha de los pueblos contra el hambre y la miseria. Francisco agregó la solidaridad con los inmigrantes, desde su viaje inaugural a Lampedusa, en Sicilia, y los derechos de "La Madre Tierra", en su Encíclica Laudato Si. Es decir, un catálogo de los disvalores contra los que se dirigen las decisiones de Milei y de Trump.
Nueve décadas antes, en 1935, el premier y ministro de relaciones exteriores de Francia, Pierre Laval, viajó a Moscú para firmar un pacto franco-soviético de no agresión. Laval le sugirió a Stalin que, para mejorar sus relaciones con el Vaticano, convendría que disminuyera su presión sobre los católicos rusos.
—¿Y cuántos batallones tiene el Papa?— preguntó Stalin.

Laval inició su carrera política como abogado de la CGT y dirigente del Partido Socialista, igual que Mussolini en Italia. Fue el primer gobernante francés desde Napoleón en visitar el Vaticano, donde Pío XI lo condecoró. Su deriva hacia la derecha lo llevó a desear públicamente la victoria de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, porque de otro modo Europa sería comunista. Fue la figura principal en el gobierno colaboracionista de Vichy, y al concluir la guerra fue fusilado por traición a la Patria.
Algo equivalente al sarcasmo de Stalin expresó Jaime Durán Barba en noviembre de 2015, cuando Francisco instó a pensar bien el voto en el balotaje entre Daniel Scioli y Maurizio Macrì.
—Lo que diga un Papa no cambia el voto ni de diez personas, aunque sea argentino o sueco— le dijo a Clarín Durán Barba, quien es doctor en teología. Más cauto que su consultor, Macrì pidió disculpas e informó que no compartía esa evaluación.
A juzgar por los resultados, Durán tenía razón, porque el preferido del Pontífice fue derrotado. Sin embargo, ahora que da por muerto al PRO, el ecuatoriano opinó que "Milei no conoce el sentimiento argentino y el desprecio a los funerales del Papa Francisco le va a costar miles de votos". Es, por supuesto, opinable, sean decenas o miles.
En 2021, cuando se postulaba para una banca de diputado nacional, Milei lanzó su furiosa retahíla sobre el Papa. Lo consideró el representante del Maligno en la tierra. Pero no fue ni lo único ni lo peor que dijo. También llamó a Francisco
- asno,
- burro,
- ignorante,
- nefasto,
- zurdo,
- cultor del modelo basado en el odio, la envidia y el resentimiento,
- laKra empobrecedora,
- hijo de puta,
- mierda,
- sorete mal cagado,
- imbécil, e
- impresentable.
Tan escaso poder de síntesis no le impidió dos años después alcanzar la primera magistratura, en el balotaje ante Bullrich. quien había sido la herramienta de Macrì para deshacerse de Horacio Rodríguez Larreta. Cuando se preparaban las cámaras para cotejar el gesto adusto de Bergoglio ante Macrì con el recibimiento que le daría a Milei, ambos se abrazaron sonrientes, efusividad que el jesuita no había tenido con ningún político argentino, ni siquiera con El Cuervo Larroque, que tuvo la ocurrencia de ofrecerle una camiseta de La Cámpora. Milei pidió perdón, el Papa lo minimizó como errores de juventud y Milei pasó a pregonar que Bergoglio era el argentino más importante de la historia. Como decía un célebre pensador argentino, Todo Pasa (pero Nada se Olvida).
Tanto observadores imparciales cuanto partidarios y detractores discuten sobre el mecanismo que dispara el torrente expresivo de Milei. Si se toman sus palabras a su valor nominal, serían manifestaciones de euforia y celebración por sus éxitos. Si se cotejan con informaciones objetivas acerca de las cuestiones económicas y políticas que le interesan, expresarían debilidad e inquietud. Durante los 60 minutos que insumió su exposición ante los empresarios de la convención EFI, anunció que a mediados del año próximo habrá desaparecido la inflación y lo fundamentó sobre sus cálculos cósmicos que nadie debería poner en duda si no quisiera que encendiera el ventilador de la diatriba y la amenaza. El Vocero de Adorno ha hecho decenas de declaraciones dando por terminado el problema de la inflación, dada su política de restricción monetaria. Aquí tenés un par.
No obstante, el 3,7% de marzo y la continua pérdida de reservas a pesar del descomunal auxilio del Fondo Monetario Internacional, dan a entender que luego de la caducidad de su esquema anterior, con la tablita de devaluación mensual muy por debajo de la inflación, el gobierno de los Hermanos Milei procura mantener la apariencia de calma hasta que se abran las urnas de la elección de medio término. El pronunciamiento de Kristalina Georgieva instando a votar por los libertarios, y las dudas expresadas con pasmosa sinceridad por dos de los principales bancos acreedores (JP Morgan y Morgan Stanley) abonan la prepotencia de las declaraciones presidenciales, como quien grita para imponerse en una discusión cuyos argumentos no son convincentes, estilo Cantinflas Moreno.
Hasta ahora, el Ministro de Economía Luis Caputo no ha recibido a ningún empresario con un arma sobre su escritorio, pero ha subido varios escalones en la trepada de las advertencias y las amenazas a productores de alimentos y artículos de limpieza, y ahora también a fabricantes de automóviles. Un dato fundamental a favor del gobierno es que en el primer cuatrimestre la liquidación del complejo oleaginoso superó casi en un 35% la de un año atrás, lo cual sugiere que la suspensión hasta junio de los niveles de las retenciones ha dado resultados. Así lo informaron las Cámara respectivas, CIARA-CIEC.
Aún así, la diferencia entre importaciones en alza y exportaciones anémicas permite sospechar que ya en la primera revisión del Acuerdo de Facilidades Extendidas, la Argentina necesitará un waiver del FMI para la meta de acumulación de reservas, que parece tan lejana como siempre. Caputo faltó a la interpelación de la Cámara de Diputados por la estafa $Libra, que volvió a citarlo para el 14 de mayo, junto con el Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Estas dificultades de la gestión económica explican por qué el Ministro de Economía de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció que en caso de emergencia el gobierno de Donald Trump prestaría un auxilio excepcional a su latino diferente.
Esto, por supuesto no es gratuito. La primera visita de inspección del nuevo jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, almirante Alvin Holsey, y la posible ocupación por su país de una base naval integrada (es decir con asistentes argentinos) en Ushuaia, indica que Washington recela de la exclusividad británica en el control del Atlántico Sur, el acceso a la Antártida y el cruce del Estrecho de Magallanes. Esta es una de las consecuencias del Brexit y de la elección de un primer ministro Laborista en Londres. Milei se ilusiona con que su rendición incondicional a los deseos de Trump, aun en temas que contradicen políticas tradicionales de la Argentina desde hace más de un siglo, podría conducir al emplazamiento de una bandera azul y blanca en las islas arrebatadas por Gran Bretaña. Eso es parte de lo que Milei conversó hace 13 meses con la predecesora del almirante Holsey, la generala helicopterista Laura Richardson, cuando viajó de madrugada a Ushuaia, disfrazado de militar, para que una banda de la Armada argentina la recibiera con su versión del himno nacional de Estados Unidos. Al día siguiente probó su destreza en ese ejercicio reptiliano la banda de la Fuerza Aérea, ante un avión Hércules entregado por Washington. Esta vez, al menos recibió a Holsey en horario de oficina y en su despacho presidencial. El nuevo comandante fue acompañado por su jefe de Estrategia y Política, general Julian Cheater, apellido que en castellano quiere decir Tramposo. Al mismo tiempo, el Ministro de Defensa, Luis Petri, suprimió por una simple resolución el cuerpo legal, constitucional y convencional que prohíbe a las FFAA la detención de civiles, lo que provocó un extenso malestar en las filas, como testimonia en esta edición del Cohete la reacción de la publicación pro-castrense Zona Militar, para la cual esto constituye "la bananerización de la Defensa Nacional".
El Eternauta
Esta semana se estrenó en Netflix la miniserie El Eternauta, sobre la historieta de Héctor Oesterheld y Francisco Solano López. El impresionante despliegue técnico para una obra de ciencia ficción en escenarios reconocibles de la Ciudad de Buenos Aires no opaca su contenido conceptual. Publicada por primera vez en 1957, durante la dictadura del general Pedro Aramburu y el almirante Isaac Rojas, aludió con sutileza a esa violenta interrupción de la secuencia constitucional, escenificada con una nieve radioactiva que mata por contacto y por unos horrendos Cascarudos gigantes que trituran todo a su paso, dirigidos por seres humanoides con decenas de dedos, los Manos. El guión de Oesterheld se anticipa a ficciones célebres de décadas posteriores, como The Matrix, pero también a desarrollos bélicos, como los domos protectores de ataques aéreos, que desarrollaron Israel y Estados Unidos.
Oesterheld y sus cuatro hijas fueron detenidos-desaparecidos por otra dictadura, en 1976. Un nieto del autor, Martín Miguel Mórtola Oesterheld, participó en la adaptación para Netflix, que dirigió Bruno Stagnaro, sobrino del iluminador histórico de las películas de Leonardo Favio, El Tano Juan José Stagnaro. En los seis episodios de la primera temporada, desaparece el narrador que viaja en el tiempo y le narra la historia al propio Oesterheld. Además, la acción se sitúa en el presente, en lugares reconocibles de la ciudad, con un realismo que refuerza su carácter fantástico. También identifica al protagonista como un ex combatiente de Malvinas, traumatizado por lo que vivió, que revive en flashes aterradores. Pero nada es sobreexplicado, una gran virtud que se debe agradecer. Sin sesgos ideológicos, la Armada Brancaleone que parte a la reconquista de la Ciudad ocupada parte de Campo de Mayo, donde se organiza la resistencia.

El extraordinario cineasta portugués Miguel Gomes eligió otro criterio para su Grand Tour, que el año pasado obtuvo el premio al mejor director en el festival de Cannes. La historia se desarrolla en 1919 y alterna imágenes en blanco y negro y en color. Por las calles de Saigón el protagonista ve circular vehículos que sólo existieron un siglo después, otra forma del relato fantástico.
Oesterheld tenía plena conciencia de lo que estaba creando, como lo demuestra esta carta sobre la etiología de su obra. "El único héroe válido es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo". Con buen criterio, el trailer de la serie eligió la frase "Nadie se salva solo".
Ese concepto será retomado por Rodolfo J. Walsh, quien también enfrentó a las dictaduras de 1955 a 1976, con el mismo trágico desenlace. En varios reportajes de esos años Walsh expuso su nueva comprensión de la literatura como producto cultural, originado en la sociedad sobre la que a la vez incide. A la revista Análisis le dijo en junio de 1968 que, si en su futura obra literaria "llega a haber héroes, serán esos", militantes revolucionarios como los obreros agredidos por el vandorismo en su Rosendo.
El cuento Un oscuro día de justicia, de la saga de los irlandeses, fue escrito en 1967, un mes después de la muerte del Che Guevara. La edición de bolsillo de 1973 incluyó también una entrevista de Ricardo Piglia a Walsh. "En este cuento se empieza a hablar del pueblo y de sus expectativas de salvación representadas por un héroe externo", dice. Walsh entendía que la clave de la relación política entre el pueblo y sus héroes, está en el final, cuando dice: "El pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza".
Walsh aplica este razonamiento a situaciones del peronismo y a las expectativas despertadas por los héroes revolucionarios. "La gente te decía: si el Che Guevara estuviera aquí entonces yo me meto y todos nos metemos y hacemos la revolución. Concepto totalmente mítico, es decir, el mito, la persona, el héroe, haciendo la revolución en vez de ser el conjunto del pueblo, [pero] ningún tipo aislado por grande que sea puede hacer absolutamente nada. […] No deja de ser un héroe por el hecho de que el otro lo cague a patadas, pero lo que ellos aprenden es que si se la quieren cobrar al celador, se tienen que combinar entre ellos y cagarlo a patadas entre todos. Esa es la lección".
Oesterheld y Walsh lanzaron ese mensaje dentro de una botella al mar del futuro, que es nuestro presente.
En torno de la unidad
Antes de sintonizar El Eternauta estuve viendo noticias. En La Nación+ se reprodujeron entrevistas a dos ex ministros del Doctor Fernández, Juan Horacio Zabaleta y Santiago Cafiero, y a un ministro actual de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque. Cafiero afirmó que Kicillof y no Cristina puede batir a Milei. El automovilista Zabaleta (quien fue derrotado por La Cámpora en las elecciones por la intendencia de Hurlingham) la emprendió contra "la bandita de Máximo Kirchner". Larroque presentó a Cristina como rehén "del grupito de Máximo Kirchner", que actuaría "por celos". Conociendo a Kicillof desde hace muchos años, sólo puedo pensar que es débil ante sus fans, no que dirija sus diatribas.
Los guacamayos mediáticos añadieron que tanto Cristina como Sergio Tomás Massa coincidieron en plantear la unidad del peronismo, como una trampa para Kicillof. Alabaron a Jorge Ferraresi, quien, en caso de un acuerdo de unidad, presentaría una lista corta propia en Avellaneda. Sostuvieron que funcionarios muy próximos a Kicillof le transmitieron enérgicamente al gobernador que éste es el momento para enfrentar a Cristina, porque de otro modo "en 2027 no podrás ser ni siquiera profesor en la UBA". Consideraron inminente la solicitud de renuncia a los funcionarios bonaerenses identificados con Cristina, con Máximo y con el ex jefe de Gabinete Martín Insaurralde. También alientan al gobernador los grupos económicos alarmados por la desmesura mileista y su alineamiento incondicional con Estados Unidos, a expensas, entre tantas otras cosas, de la industria, tanto pesada cuanto ligera. Algunos intendentes creen que esa ruptura los beneficiaría en la confección de las listas de legisladores provinciales y concejales locales. Para Kicillof, en cambio, sería una pirueta demasiado riesgosa. Podría ser derrotado por el oficialismo nacional pero además es un misterio cómo le iría contra el kirchnerismo, ya que hasta ahora nunca corrió con otros colores.
Es comprensible que la esposa de un ministro de Milei y una de las mascotas más acariciadas por el Presidente propugnen esa ruptura, que favorecería la victoria de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, donde Milei acaba de repetir que se propone martillar el último clavo en el ataúd del kirchnerismo. Hasta se manifestó el Doctor Fernández. Hace dos semanas lo interrogaron por los golpes que denunció haber recibido su esposa y respondió que "es un suicidio pegarle a Kicillof", como "me hicieron a mi" y exhortó a cuidar al gobernador.
Los kicillofistas coinciden en que el fracaso del Doctor Fernández se debió al hostigamiento de Cristina, como si el gobernador no hubiera sido uno de los principales proveedores de argumentos para ello. El kirchnerismo, en cambio, piensa que el Doctor Fernández no se atrevió a confrontar con los sectores económicos que Cristina le señalaba, y prefirió seguir las sugerencias del Grupo Clarín, tomando distancia de quien lo había designado candidato. No le sirvió de gran cosa, porque el kirchnerismo es un pecado mortal, como en otros tiempos lo fue el peronismo. Bien lo supo el ex Vicepresidente Alberto Teisaire, quien grabó un documental con acusaciones truculentas contra Perón, que el gobierno de Aramburu y Rojas difundió en todos los cines del país. Pese a ello lo recluyeron tres años en Martín García.
Kicillof nunca incurriría en semejante bajeza. A lo sumo y en voz muy baja, sus partidarios más irreflexivos esperan que la Corte Suprema de Justicia confirme la condena e inhabilitación de la ex Presidenta, lo que les dejaría el campo libre. Nunca lo dirán en público, y, si sucediera, lo denunciarían con más energía que nadie. Hasta podrían resucitar su consigna Nada sin Cristina, a quien elevarían gustosos al altar de las glorias de ayer, junto con Perón, Evita y Néstor Kirchner.
Cristina tiene equipos en el Partido Justicialista trabajando en la actualización de materias cruciales, como la educación y la legislación laboral, mientras Kicillof postula una "nueva melodía", pero a su alrededor desafina lo más rancio del peronismo político y sindical.
La música que escuché mientras escribía
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