De vacunas y retoños atontaos

Breve lección sobre la verdadera excepcionalidad argentina

 

La Argentina recibió el jueves otro millón de vacunas contra el Covid-19, esta vez las Sinopharm provenientes de China, que elevan a 10 millones las dosis compradas por el Estado desde diciembre a distintos laboratorios. El Presidente Alberto Fernández se apersonó en el aeropuerto de Ezeiza con la ministra Carla Vizzotti y otros funcionarios del gobierno, presenció la descarga de las heladeras gigantes y saludó a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, la línea de bandera que transportó el 90% de las vacunas recibidas por nuestro país. “Estoy profundamente agradecido con cada persona que lo hace posible. Cuidémenos, cada paso cuenta”, escribió esa noche en su cuenta de Twitter.

“Fotos de Presidentes recibiendo vacunas en pista por favor. Me mandan? Somos únicos!”, pretendió ironizar en el micromundo virtual el productor televisivo Nacho Viale, nieto de la actriz y animadora Mirta Legrand. De las cientos de respuestas que pretendieron bajar a la tierra al joven Viale, quien un mes atrás viajó a Miami para asegurarse la inmunización, se destaca la de Mariano Tilli, colaborador de El Cohete, que recopiló las imágenes de jefes de Estado de todo el planeta recibiendo cargamentos de vacunas de las que dependen por estos días las vidas de millones de personas.

 

 

 

 

 

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