De vuelta al mar

La música que escuché mientras escribía

Pau Casals con Marta Montañez.

 

Quienes siguen esta sección del Cohete conocen mi debilidad por Bach como compositor, por Pau Casals como su intérprete y por el asombroso pianista Rudolf Serkin. También  podrán recordar la frase de Beethoven: no debería llamarse Bach sino Meer, es decir, no un río sino el mar.  

Estuve escuchando una versión que no conocía, del denominado Triple Concierto BWV 1064. En realidad es un concierto para tres clavicémbalos y, en tiempos menos distantes, para piano. Al teclado estuvieron Rudolf Serkin, Mieczyslaw Horszowski y Eugene Istomin. Casals empuñó la batuta. Lo grabaron en 1971, es decir cuando el gran catalán ya tenía 94 años (había comenzado a tocar en público en su infancia, y lo presentaban como El Nen). Su gran amigo Horszowski, que también comenzó como niño prodigio, fue aun más longevo: vivió 100 años, aunque en aquel momento andaba por los setenta y algo. El más joven era Eugene Istomin, discípulo de Casals, que aun no había cumplido los 50. Ya vas a entender por qué estas referencias a la edad de cada uno.

 

 

En la década anterior, Casals ya había dirigido a Serkin, durante el festival para la juventud que una marca de cigarrillos auspiciaba en Vermont. Allí grabaron los seis conciertos que Bach envió en 1721 al marqués de Brandeburgo Christian Ludwig. Como Kapelmeister al servicio del Príncipe Leopoldo de Anhalt-Köthen, compuso esas piezas para 17 instrumentos (el número de músicos de que disponía en la pequeña ciudad de Köthen), con la ilusión de ser contratado en Brandeburgo, en el corazón de Prusia. El marqués nunca acusó recibo del envío y Bach terminó obteniendo el cargo en Leipzig. Las partituras se encontraron un siglo después de la muerte del compositor en el archivo de Brandeburgo.

 

 

La insistencia con la edad de cada uno tiene que ver con otro episodio extraordinario en la extraordinaria vida de Pau Casals. En 1957 se casó en Puerto Rico con su alumna portorriqueña Marta Montañez, cuando ella tenía 20 años, y él 80. No deja de asombrarme que ambos descubrieron que la madre de Casals, también portorriqueña, había nacido en la misma casa que la novia. Tal vez hoy no sería aceptable que ella dejara su carrera como cellista y se convirtiera en la asistente constante de Casals. Pero se amaron así,  juntos hasta la muerte del Maestro, tres lustros después. Entonces ella se casó con Istomin y juntos se dedicaron a la difusión de la obra de Casals, hasta la muerte de él. Ella usa ambos apellidos, es Marta Casals Istomin. Acá podes leer todo lo que hizo hasta hoy desde aquel casamiento, hace casi siete décadas.

De yapa, van unos compases de las suites de Bach para cello solo y la boda de Casals con Martita.

 

 

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