Mientras el resto de las universidades públicas reunía firmas en apoyo al proyecto de ley que podría recomponer sus presupuestos y salarios, el vicerrector de la de Formosa cerraba su campaña como candidato a convencional constituyente provincial fotografiándose con el atributo presidencial que amenaza al sistema: una motosierra, a tono con el nombre del sublema que encabeza: “Despertando leones”.
El otrora peronista doctor Emilio Grippaldi concluyó así un andar proselitista que pivoteó sobre el aparato comunicacional de la propia Universidad Nacional de Formosa. Desde hace meses, sus opiniones son difundidas por el sitio oficial de la institución, que no omite las referencias despectivas al gobernador Gildo Insfrán, la gran obsesión del vicerrector. Grippaldi acusa a Insfrán de utilizar el andamiaje público en beneficio personal, mientras el área de comunicación de la UNaF realiza una cobertura de su campaña.
No es la única contradicción manifiesta, como mostró el debate de candidatos del martes 24 en la sede de la propia institución. Lo mismo revelan las reiteradas denuncias de docentes y no docentes por concurso, que exponen la restricción de la democracia interna en la UNaF, con proscripción de buena parte de la oposición y confección de padrones y cuerpos electivos al gusto del Rectorado. La Justicia federal se desentiende del grave cuadro de situación, dejando hacer y pasar. La Corte Suprema convalida por omisión, valiéndose del artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial, que le permite desestimar recursos sin fundamentar la decisión ni explorar cuestiones de fondo.
Al declarar inconstitucional la reelección indefinida de gobernadores y vices, la misma Corte forzó la reforma de la Constitución provincial, a cargo de un cuerpo cuya composición el electorado decidirá hoy.
La campaña de la oposición planteó los comicios de este domingo 29 como una elección anticipada a la gobernación. Su gran cruzada pasa por conseguir que esa reforma impida a Insfrán postularse y, de triunfar, gobernar por dos periodos contados a partir de la sanción de la nueva Constitución. Resta observar si el electorado tomará partido o se inclinará al ausentismo que ya han recogido las urnas en otros puntos del país de 2025.

En debate
En la práctica, el debate de candidatos a convencionales formoseños del martes 24 fue poco más que una interna entre líneas diversas de La Libertad Avanza y el PRO, porque no concurrieron representantes por fuera de ambos espacios. La lista de Confluencia Ciudadana explicó su ausencia en solidaridad con el medio centenar de docentes opositores a los que el Rectorado de la UNaF abrió juicios académicos para separarlos de los cargos que obtuvieron por concurso. La silla vacía del Frente para la Victoria se explica en la hostilidad contra su candidata María Graciela de la Rosa. El Rectorado la cataloga como enemiga tras el informe de la Auditoría General de la Nación, que ella integra, sobre irregularidades administrativas y económicas en la UNaF.
La coincidencia general entre quienes sí asistieron fue la intención de evitar una nueva reelección de Insfrán, lo que hizo girar las opiniones en torno a dos puntos: el mecanismo para conseguirlo y una sumatoria de críticas a sus gestiones en el gobierno provincial.
A contramano de su rival interno, Pablo Míguez, que considera que el fallo de los cortesanos nacionales priva de expectativas inmediatas al actual gobernador, Grippaldi sostuvo que sería necesario introducir una cláusula transitoria que prohíba a Insfrán la posibilidad de competir.
El temor explícito del vicerrector es que prevalezca el precedente del ex gobernador cordobés Eduardo Angeloz. Tras perder las presidenciales de 1989 contra Carlos Menem, Angeloz fue por un tercer mandato provincial en 1991, aunque la Constitución cordobesa de 1987 limitaba a dos los periodos consecutivos. La Justicia lo habilitó, entendiendo que el conteo iniciaba con la vigencia del nuevo texto constitucional.
El antecedente se trasladó a las pujas en la Convención que en 1994 reformó la Constitución Nacional. Una disposición transitoria, como la que Grippaldi advierte necesaria a nivel provincial, impidió una segunda reelección presidencial de Menem al comenzar el conteo de dos mandatos en aquel que ejercía al momento de la reforma. En el caso formoseño, la cláusula debería ser aún más restrictiva, ya que una copia de la de 1994 no impediría la postulación de Insfrán.
El debate en la UNaF también arrojó coincidencias en torno a la valoración sobre la gobernación de quien Grippaldi llama despectivamente “el veterinario”. Invocando a gritos a Manuel Belgrano, el vicerrector reclamó “darle valor agregado a la producción”, aunque no explicó cómo se inserta esa premisa en su adhesión a un programa económico nacional de reprimarización. En el mismo lodo cayeron también las menciones a Adam Smith, John Maynard Keynes y Juan Domingo Perón.
En ese último caso, Grippaldi formuló una sutil innovación. En su discurso del 15 de abril de 1953, fecha del atentado antiperonista en Plaza de Mayo, Perón ratificó como objetivos justicialistas la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación. Grippaldi, en cambio, prometió luchar por “la felicidad del consumidor”. A quién corresponderá la grandeza permanece como interrogante.
Casa de herrero
La innovación léxica de Grippaldi se explica en su genealogía política. Durante su presentación en el debate de candidatos, el vicerrector de la UNaF se caracterizó como “primer trabajador” y encomió su labor como canillita desde los seis años, bordeando el elogio del trabajo infantil, aunque memorias locales añaden un dígito a la edad en que vendió diarios.
Las páginas de los periódicos de 1991 lo retratan como representante del peronismo en la Convención que reformó la Constitución formoseña. La guardia de hierro que le brindó Orlando Aguirre, secretario de Políticas Universitarias durante el menemismo, lo proyectó en la política provincial.
Al vicerrectorado de la UNaF llegó a fines de 2021, cuando acompañó al reelecto rector Augusto Parmetler. Para entonces, las denuncias por restricciones a la democracia interna ya habían derivado en una creciente oposición al Rectorado, incluyendo el alejamiento de Vicente Sánchez, el vicerrector que había acompañado a Parmetler durante su primer mandato.
Las elecciones universitarias de 2021 estuvieron atravesadas por sucesivas denuncias de manipulación de padrones e irregularidades en los cronogramas, con suspensiones ordenadas por la Justicia. Finalmente, la Cámara Federal de Resistencia validó los comicios en que se produjeron agresiones a opositores. Durante ese extenso y traumático proceso fueron atacadas la sede del ya indómito vicerrectorado y la casa del presidente de la Junta Electoral de la UNaF, el contador Miguel Ferreyra.
Buena parte de la oposición a la nueva dupla Parmetler-Grippaldi se negó a participar en las urnas, excusa que el Rectorado utilizó para impedirles votar en las elecciones celebradas tres años después. La proscripción de casi dos centenares de docentes se combinó con el pase a planta de otros no concursados, de modo de engrosar el caudal de votos del oficialismo. Un grupo de electores excluidos protestó ante la Cámara Federal de Resistencia, que rechazó el recurso.
Desde fines de mayo, la conducción de la UNaF pretende complementar el diseño de padrones mediante juicios académicos contra medio centenar de docentes opositores, a los que busca desplazar de los cargos que obtuvieron por concurso. Tanto esa persecución como las arbitrariedades contra trabajadores no docentes fueron incluidas en el documento en que la regional formoseña de la CGT manifestó el jueves 26 su acompañamiento al proyecto de Ley de Financiamiento Universitario, para el que la UNaF no ha tenido gestos de acompañamiento. La actitud de su Rectorado es muy diferente a la que exhibía en 2022, cuando culpaba al gobierno de Alberto Fernández de los retrasos en pagos de sueldos, que los trabajadores por concurso adjudican a la proliferación discrecional de contratos. La excusa fue desmentida por la Secretaría de Políticas Universitarias, lo que no privó a las autoridades formoseñas de persistir en ella para justificar su negativa a protestar contra los vetos de Milei.
Sobre la base ya asegurada para 2024, Parmetler consiguió que las mayorías automáticas que había construido en los cuerpos colegiados de la universidad aprobasen una reforma del estatuto. El secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell, la avaló a fines de abril. De acuerdo con el nuevo texto, tanto el rector como el vice podrán acumular en el cargo hasta tres periodos consecutivos, cada uno de ellos de un lustro de extensión.
Curiosa disposición, en una institución cuyo vicerrector se propone limitar a dos mandatos no sólo el ejercicio de la gobernación provincial, sino también la conducción de municipios y comisiones de fomento.
En la herrería formoseña, donde las flores se cortan con motosierra, el cuchillo parece ser de palo. Lo que, antecedentes a la vista, no le resta peligrosidad.
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