En las escenas finales de Apocalypse Now, el capitán Benjamin Willard le responde al coronel Walter Kurtz: "Disculpe, señor, pero yo no veo ningún método".
Idéntica perplejidad acompaña a los analistas que intentan interpretar el fenómeno Trump. Se observan marchas y contramarchas, declaraciones explosivas y manifestaciones repentinamente conciliadoras. El Presidente sin duda tiene una personalidad que no se alinea con los políticos profesionales y se le podría aplicar la definición que el mismo Trump acuñó para Al Jolani: "Un tipo interesante con un pasado fuerte". Salvando las distancias, claramente: uno cortaba cabezas y el otro evadía el fisco y contrataba prostitutas de alto nivel.
Y de esta personalidad controvertida esta semana tuvimos algunos detalles.
Vanity Fair
Chris Whipple, de Vanity Fair, ha entrevistado a menudo a Susie Wiles. Se podría decir que se conocen desde hace tiempo. Wiles es la jefa de Gabinete del Presidente. La entrevista fue publicada y ha creado un revuelo importante por algunas de sus definiciones. ¿El Presidente Trump?: "Una personalidad de alcohólico". ¿Y J. D. Vance?: "Un conspirador de larga experiencia".
La entrevista fue publicada el 16 de diciembre. La señora Wiles se describe como una persona a quien no agrada exponerse ni ponerse en pose. Esta consideración en Washington forma parte de una idea generalizada sobre el personaje, conocida también como Ice Baby, con una reputación de "crear orden en el caos", por lo que la nota ha despertado mucha curiosidad y al mismo tiempo ha hecho sonar algunas alarmas.
La cuestión de "alcohólico" desentona, dado que Trump es notoriamente abstemio, pero en el relato surge un antecedente familiar: el padre de Wiles, el célebre telecronista Pat Summerall, era alcohólico, lo que otorgaría a Wiles un aura de persona capaz de gestionar "grandes personalidades" difíciles.
Pero no hubo un cataclismo en la Casa Blanca, al contrario. Trump sorprendió una vez más declarando que Wiles "ha hecho un trabajo fantástico", que es uno de sus adjetivos favoritos. Además, declaró al New York Post que no existe ninguna crisis interna; ha reconocido que tiene un temperamento "posesivo y de tipo dependiente", y agregó que él mismo en algún momento había hecho una descripción de su propia personalidad similar a la que hizo la señora Wiles.
Wiles en la entrevista admite que "puede existir un elemento de represalia" en las iniciativas judiciales contra adversarios o figuras consideradas enemigas por el Presidente y que "visto desde afuera puede parecer vengativo", y como ejemplo cita la cuestión con el ex director del FBI James Comey. Más evidente parecería el caso de las acusaciones de fraude dirigidas a la procuradora general de Nueva York, Letitia James.
Uno de los pocos casos en los que Wiles contradice al Presidente es en la acusación dirigida contra Clinton, que habría visitado la isla del magnate pedófilo Jeffrey Epstein. Wiles sostiene que su jefe en este caso "se equivoca"; no hay pruebas que sostengan la afirmación del Presidente.
Todos saben que Trump es una persona vengativa; algunos observadores piensan que Wiles pagará caro sus afirmaciones, pero no inmediatamente.
Mientras tanto, Ice Baby sigue en su puesto administrando el choque de corrientes y ambiciones que gira alrededor de la Casa Blanca y poniendo orden en el método trumpiano.
Un socialista en la Casa Blanca
Por un momento recordemos los epítetos lanzados por el Presidente a Zohran Mamdani durante la campaña electoral: "100% lunático comunista", "comunista" y frases como "no es muy inteligente", "tiene un aspecto terrible", "muchas personas dicen que ha entrado aquí ilegalmente" y "cualquier hebreo que vote por ZM, un auténtico y declarado odiador de judíos, es un estúpido".
Y ciertamente tampoco Mamdani se había quedado atrás, sobre todo en el discurso del triunfo la noche del 4 de noviembre en el Brooklyn Paramount Theater: "Si hay una manera de atemorizar a un déspota, es desmantelando las condiciones que le han permitido acumular poder. Este no es solo el modo de parar a Trump, es el modo para detener al próximo (déspota). Por lo tanto, Donald Trump, ya que sé que nos estás mirando, tengo tres palabras para ti: ¡alza el volumen!".
Y 17 días después, el 21 de noviembre sucede algo increíble: Trump y Zohran Mamdani se encuentran en el despacho oval a puertas cerradas; después del encuentro entran los periodistas y Trump pronuncia una frase: "Lo ayudaremos para que el sueño de todos sea realidad".
Y también Mamdani dice lo suyo: "He apreciado el tiempo pasado con el Presidente. He apreciado nuestra conversación. No veo la hora de trabajar juntos para garantizar la accesibilidad de Nueva York a los neoyorquinos".
Una de las claves para entender este desenlace es el momento difícil que está atravesando el Presidente. El índice de aprobación de los ciudadanos es bajísimo. Los norteamericanos consideran que Trump está gestionando mal la economía; en el congreso, los republicanos han abierto el juego a favor de publicitar el documento Epstein, lo que deja al Presidente fuera de la campana de protección de su partido; es visible la rebelión de la base MAGA, sobre todo después del alejamiento de Marjorie Taylor Green, su fiel seguidora desde hace años. Acercarse a la figura de Mamdani significa aprovecharse de la luz que emana el nuevo alcalde de Nueva York.
Mamdani llegó a la cita con una aureola de vencedor innegable; sabe que Trump es sensible a la fascinación de los vencedores. Mamdani es uno que ha creado poder desde la nada, un personaje digno de aquellos filmes que produce regularmente Hollywood, con héroes de la sociedad civil que se sobreponen a las circunstancias adversas, luchan y vencen, renovando de esa manera el mito del sueño americano.
Pero al mismo tiempo Mamdani sabe que el Presidente es astuto, con la frase de efecto pronta. Y el joven intendente ha pasado la prueba demostrando una vez más el instinto psicológico exhibido durante la campaña electoral.
Mamdani ha cosechado abundantes elogios del Presidente, dejándole el rol paternalista que le gusta tanto a Trump, y dejándole con anticipo los méritos futuros que Mamdani deberá compartir con Trump en caso de llevar a cabo algunos puntos de su programa. Trump ha dicho: "Algunas de sus ideas son las mismas que sostengo yo". Y ha llegado al extremo de citar a Bernie Sanders, diciendo además algunas verdades sobre el tratamiento que le otorgó (a Sanders) la dirigencia del Partido Democrático: "Bernie Sanders y yo estábamos de acuerdo sobre mucho más de lo que la gente piensa. Y cuando fue segregado de la campaña electoral, a mi modo de ver bastante injustamente, muchos de sus electores votaron por mí, y esto me ha hecho sentir bien al constatarlo y decirlo".
Por su parte, Mamdani ha recordado cómo en sus entrevistas con personas de Hillside Avenue y Fordham Road, zonas que en 2024 registraban un altísimo pasaje de votantes democráticos a Trump, se destacaban dos causas compartidas: por un lado, "la guerra sin fin", donde el dinero de los contribuyentes va a "financiar la violación de los derechos humanos"; por el otro, "la crisis del costo de la vida". Posteriormente, los análisis del voto confirmaron que hay una franja de votantes que comparten Mamdani y Trump.
El alcalde además le pidió al Presidente que lo dejara fotografiarse junto al retrato del Presidente Roosevelt, del que Trump se auto-adjudica el mérito de su recuperación.
Emily Jashinsky, periodista que estuvo en la rueda de prensa, siguiendo la línea de la campaña de la republicana Elise Stefanik, le preguntó a Trump, para aguijonearlo, si no se sentía incómodo de estar junto a un yihadista (como sostenía Stefanik). Trump no solo lo minimizó, sino que dijo que "se trataba solo de campaña electoral".
Sin duda, Mamdani no solo saltó la trampa de la campaña electoral en la que los republicanos lo consideraban una especie de arma secreta por sus declaraciones socialistas, que teóricamente empujarían a las personas hacia el voto republicano. Nada de eso sucedió, sino que el joven candidato se demostró capaz de consolidar consenso. Que los demócratas lo acepten como un valor decisivo está por verse; el partido está en manos de una dirigencia cosificada y reacia a los cambios. Por ahora se acercan las elecciones de medio término; para las presidenciales se verá. En tanto Zohran Mamdani es una estrella en ascenso y Trump comienza a desgastarse. El discurso de 18 minutos del Presidente del jueves pasado, donde dijo que "había heredado un desastre de Biden", parece más bien una toma de conciencia de sus dificultades, ya que volvió a pedir paciencia a la nación para "remediar el desastre".
Paz y guerra
Pasó el Día de Acción de Gracias sin que se llegara al anhelado acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia, y pasará seguramente Navidad sin novedades. Zelensky, vigorizado por una exitosa acción contraofensiva en Kupyansk, ha asistido en directo al debate en Bruselas, donde el Consejo de Europa acordó finalmente otorgar un crédito de 90.000 millones de euros por dos años a Ucrania a tasa cero; todo esto sin tocar los fondos congelados rusos que deberían servir para pagar indemnizaciones de guerra a Ucrania. Como se ve, estamos en el reino del revés; habitualmente, las indemnizaciones las paga el país derrotado; la dirigencia de la UE piensa de manera diferente al resto del mundo.
Esta trabajosa decisión llegó a las tres de la mañana del viernes y significa la derrota de la moción von der Leyen/Merz, que insistía en la apropiación de los fondos rusos congelados en Europa, sobre todo en Bélgica. En el programa de paz de 28 puntos, el destino de los fondos era diferente; una parte de ellos, 100.000 millones de euros, serían destinados a la reconstrucción de Ucrania, pero bajo el control de Estados Unidos; este punto ayuda a comprender las presiones norteamericanas a políticos europeos para que no se enrolaran en la línea de apropiación indebida que describió Politico EU esta semana; Trump no está dispuesto a perderse semejante bocado.
La decisión de la UE de lanzar un salvavidas a Zelensky es un alivio para Bart De Wever, el Primer Ministro belga, que consigue zafar de una situación muy comprometida, y es un triunfo diplomático de Viktor Orban, que consiguió neutralizar las aspiraciones europeas de meter las manos en los fondos rusos, con el corolario no indiferente que exime a Hungría de participar en el crédito, junto a los aliados Eslovaquia y República Checa; todos saben que ese dinero nunca será devuelto, y es dinero de los contribuyentes. Orban podrá explicar a sus conciudadanos que una vez más Hungría mantiene firmemente la línea de autonomía sin quemar inútilmente el dinero público.
Es una idea consolidada que Netanyahu mantiene Israel en guerra permanente para sostenerse en el puente de mando, y la sensación es que la Unión Europea cada día se le parece más, y Trump seguramente ha perdido las ilusiones de un acuerdo de paz para fin de año.
Mientras tanto, se consuela con la idea de cambio de régimen en Venezuela, prácticamente reconocido extraoficialmente por el gobierno estadounidense; las acciones también se han extendido al Pacífico oriental con el ataque a otra nave "sospechosa"; el número de víctimas gira en alrededor de 100 personas.
En los edificios adyacentes al parlamento venezolano, un grupo de periodistas produce contenidos para la plataforma internacional Rompiendo Fronteras, Comunicando Alternativas ([email protected]), entre ellos Geraldina Colotti, responsable de la edición italiana de Le Monde Diplomatique. Geraldina cuenta cómo los colegas están acompañando la visita de Nicolás Maduro al gigantesco barrio popular de Petare, con la TV venezolana que transmite en directo. Paralelamente, otro periodista relata para un canal de YouTube, con ayuda de un vistoso material visual, que Maduro está escapando hacia Irán. La ofensiva mediática contra el gobierno es constante y goza de medios potentes. Las "noticias" de autoridades en fuga no cesan; los destinos pueden ser Brasil, Qatar o Rusia. Se vendió como cierta la huida del general Jesús Rafael Suárez Chourio, figura histórica del chavismo, hoy diputado; se relató la disolución de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) por contradicciones internas. La oposición está viviendo un imaginario momento "post socialista" a través de sus emisiones tóxicas.
El gobierno mantiene una presencia constante en localizaciones importantes como las refinerías de Falcón o Zulia y Maduro multiplica sus apariciones en público con sus seguidores para confirmar el consenso del que goza la dirigencia.
La economía resiste y la Cepal ha confirmado que Venezuela es el país de la región con mayor crecimiento. Un gran problema es el nuevo pico inflacionario, pero el consumo de la población no se resiente y lo demuestran las colas de los supermercados; actualmente, Venezuela produce el 90% de lo que consume.
Mientras tanto, el viernes se reunieron en Miami los negociadores estadounidenses para tratar con los países mediadores el pasaje a la fase dos del tratado de paz para Gaza; los delegados de Qatar han advertido que las continuas violaciones de Israel a los acuerdos de Sharm el-Sheik pueden hacer saltar todo el programa; aquí tampoco el Presidente Trump puede esperar una Navidad de paz en la tierra donde la Navidad comenzó.
Epílogo letrado
Mis colaboraciones para El Cohete a la Luna las escribo con la fuente Times New Roman, e imagino que sea la fuente más usada por los colaboradores de El Cohete. La novedad es que desde el 11 de diciembre las comunicaciones de la Casa Blanca y entes gubernamentales también se emiten con la vieja Times New Roman, que regresó para sustituir a la Calibri.
Desde el punto de vista técnico, la diferencia entre los dos caracteres es evidente: Times New Roman es una fuente serif proyectada en los años '30 para el diario The Times de Londres, se caracteriza por el fuerte contraste entre líneas delgadas y gruesas. La densidad del diseño hace que sea ideal para el papel impreso, donde la continuidad visual de las líneas ayuda al ojo a seguir el texto. Es un modelo compacto que permite insertar muchas palabras en menos espacio, cualidad históricamente apreciada en documentos oficiales y textos jurídicos.
Calibri fue introducido por Microsoft a comienzos del siglo XXI y se transformó en un sistema predefinido de Word en 2007. Al contrario de Times New Roman, este carácter nació para un ecosistema digital; es una sans serif (sin adornos) humanista con curvas más abiertas, terminales redondeadas y mayor espacio entre cada letra y palabra. Estas características reducen el amontonamiento visual entre caracteres similares como "l", "I" y "1", cualidades importantes para quien tiene dificultad de lectura.
Estas fueron las razones en las que se basaba la elección del Departamento de Estado en 2023. Biden introdujo la fuente Calibri porque era considerada más legible para algunas deficiencias visuales, personas con dislexia, hipovisión o cansancio visual, dado que las letras son más simples y están más distanciadas.
La comunicación cotidiana de la diplomacia norteamericana se desarrolla preferentemente en pantallas: correo electrónico, memo digital, briefing compartido en formato electrónico; en este contexto, los rasgos sutiles de Times New Roman pueden perder definición, sobre todo en pantallas de calidad media o en condiciones de luminosidad imperfecta. Por eso la directiva del Departamento de Estado especifica también la dimensión, ahora fijada en 14 puntos.
Times New Roman, difundida universalmente, garantiza un producto uniforme; Calibri está ligado al sistema Microsoft y puede sufrir variaciones cuando se utiliza en otras plataformas.
Las razones de elegir Calibri en 2023 tenían entonces motivos específicos y no simbólicos, y las razones de la nueva directiva también, ya que no apunta a cuestiones estilísticas. Se trata de un proyecto amplio de regreso a la tradición.
La nueva administración contempla con sospecha las políticas a favor de la diversidad, la medida pro Calibri es considerada una decisión woke, orientada a favorecer programas "radicales" de diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad.
Francesca Salvatore, analizando la medida, la considera el signo visible de una orientación cultural: tradición contra adaptación, uniformidad contra flexibilidad.
El funcionario que ha emitido la orden consideró que un retorno a una fuente serif permitirá "restaurar el decoro y la profesionalidad en el trabajo escrito del Departamento".
El funcionario se refiere al Departamento de Estado y la firma corresponde a su titular Narco Rubio, y al lector le digo que no se trata de un error de tipografía: estamos hablando del renacido Narco Rubio, como lo hemos relatado en El Cohete la semana pasada.
Que tengan una Navidad serena y que el 2026 nos traiga alguna buena nueva.
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