El mito de la presencialidad escolar

En el distrito porteño prima la cursada mixta o la virtual

 

Antes de que se emitieran los decretos de necesidad y urgencia presidenciales 241 y 287, y pese a que desde el gobierno porteño se aseguraba que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) reinaba la presencialidad escolar, la realidad era distinta y mucho más compleja.

La información referida a la modalidad de cursada del ciclo 2021, a la evolución de los contagios en las diferentes burbujas y al acceso a la conectividad del conjunto de la comunidad educativa, no fue transparentada por el gobierno porteño.

Frente a esta situación, el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la Universidad de Buenos Aires (CLIC) y el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), elaboraron un informe a partir de un universo muestral de 230 encuestas, que representan a más de 90 escuelas públicas de la Ciudad correspondientes a tres niveles educativos (inicial, primario y secundario). El 60% de las respuestas corresponden al nivel primario y están representadas escuelas de 15 de los 21 distritos escolares de la CABA. La información relevada confirma que la educación en pandemia necesita inexorablemente de computadoras y conectividad.

El relevamiento evidencia que desde el inicio del ciclo lectivo 2021, casi el 60% de las y los estudiantes de la Ciudad tuvieron una cursada mixta (presencial y virtual) o directamente virtual. Sin embargo, el 40% de las y los estudiantes encuestados no tiene una computadora en su casa.

El 30 de junio de 2020 se aprobó la ley 27.550 (de modificación de la Ley de Educación Nacional), que dispuso la obligación de proveer recursos tecnológicos y conectividad para promover la igualdad educativa en los casos en que la presencialidad –total o parcial– fuera inviable y se debiese establecer la continuidad pedagógica a través de la educación a distancia. Sin embargo, desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) ni siquiera implementaron los mecanismos para brindar dispositivos en comodato para quienes tienen una cursada mixta.

 

 

¿Cómo fue la cursada hasta el momento? Casi la mitad de las y los estudiantes tuvieron cursada mixta (45,2%), porcentaje aún mayor al del grupo que tuvo presencialidad total (42,5%). A su vez, el 12,3% restante, directamente tuvo cursada virtual (en su gran mayoría, estudiantes de los niveles inicial y secundario).

 

 

 

 

Burbujas y virtualidad

Más del 60% de las y los estudiantes tuvo su burbuja aislada. En ese tiempo de aislamiento, en el 65% de los casos las clases se dictaron de manera virtual. Sin embargo, el 40% de las y los estudiantes encuestados no tiene computadora en su casa. Ante este panorama, sólo al 10% (un cuarto de quienes no tienen computadora), la escuela le entregó un dispositivo.

 

 

¿Se debe pasar a la virtualidad ante el aumento de casos? Más de un 85% de las y los encuestados está de acuerdo en suspender la presencialidad, y no son únicamente quienes tienen dispositivos. De hecho, el 80% de quienes no tienen computadora también están de acuerdo con suspender la presencialidad. Es decir, que aún sin disponer de los elementos para acceder a la virtualidad, priorizan la salud y el cuidado.

 

 

Sin embargo, luego de un año en el que se demostró la importancia de garantizar la conectividad y los dispositivos que la permitan al conjunto de la comunidad educativa para sostener la educación en pandemia, el GCBA no previó hasta ahora ninguna medida para anticipar la cursada mixta. Tampoco lo hizo cuando emitió el decreto 155/21 (dictado el 2 de mayo de 2021) y dispuso que entre del 3 al 21 de mayo los establecimientos educativos de nivel secundario de gestión estatal y privada deberán implementar una modalidad combinada de dictado de clases presencial y remoto. Este decreto estableció la cursada exclusivamente virtual para la modalidad de jóvenes y adultas/os, y para todos los establecimientos y centros educativos de nivel superior, formación profesional y educación no formal.

A principio de año se dictó la resolución 1/SSTES/21, mediante la cual el Ministerio de Educación porteño habilita la entrega en préstamo de los dispositivos tecnológicos disponibles sólo a aquellas/os estudiantes que se encuentren exceptuados de asistir de manera presencial al establecimiento educativo, es decir, cuya cursada es 100% bajo la modalidad virtual a distancia.

Luego del conflicto de competencias entre Nación y la Ciudad de Buenos Aires con relación a la suspensión de las clases presenciales, el GCBA primero dejó trascender que suspendería la presencialidad en los secundarios, pero finalmente avanzó hacia una presencialidad en un formato bimodal, con alternancia entre clases virtuales y presenciales, organizado por cada escuela. De esta forma, el GCBA pretende no hacerse cargo de brindar computadoras a cada estudiante secundario con el argumento de que no están 100% bajo modalidad virtual a distancia, como lo establece la resolución 1/SSTES/21.

Esta resolución marca un retroceso con relación al programa Mi Escuela en Casa (resolución 7/SSTES/20) llevado a cabo el año pasado. Por lo menos en la letra, tenía por objeto entregar una computadora a toda/o estudiante que la necesitara, aunque en la práctica resultó totalmente insuficiente para atender las necesidades de conectividad. De acuerdo con el Ministerio de Educación, el año pasado se entregaron alrededor de 30.000 dispositivos electrónicos, de los cuales muchos se rompieron a los pocos meses y quedaron sin reparación. De los 17 Centros de Atención y Servicio (CAS) que brindan el Servicio Integral para el Plan Sarmiento (reparación de computadoras) actualmente sólo quedan tres. El 16 de abril de 2021, la resolución 12/SSTES/21 aprobó y adjudicó la Contratación Directa N° 7192-0020-CDI21 justamente para estos tres Centros de Atención por un plazo de 36 meses a la firma Woden S.A.

En un contexto de crecimiento exponencial de contagios de Covid-19 en la Ciudad, donde se vuelve imperante dar marcha atrás con la presencialidad escolar, resulta indispensable la planificación y entrega de dispositivos tecnológicos al conjunto de las/los estudiantes que los necesiten, como medida básica para darle continuidad pedagógica al ciclo lectivo 2021.

La conectividad es un derecho humano que el GCBA debe garantizar, a la vez que debe establecer una política educativa que incorpore la modalidad mixta (presencial y virtual) que permitirá, en el transcurso del tiempo, complementar y alternar la presencialidad y la virtualidad de acuerdo con las condiciones epidemiológicas. El discurso de la presencialidad absoluta sostenido por el GCBA no tiene un correlato con la realidad y enmascara la falta de políticas públicas para garantizar el acceso a la conectividad, fundamental para sostener la continuidad pedagógica en el contexto sanitario actual.

 

 

 

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