Este jueves 29 de mayo, a 56 años del Cordobazo, un conjunto de organizaciones encabezadas por la CTA Autónoma y la CTA de lxs Trabajadores decidimos emprender el camino que ponga en debate las tareas de la hora y la forma de organización que nos permita encontrar la salida de este laberinto.
Fuimos muchos, pero faltaban otros y otras que la hora reclama para esta tarea y de la cual no se pueden desentender.
Los ejes centrales de la convocatoria se sintetizaron con la consigna “Contra la deuda externa y el hambre. Por soberanía, trabajo y producción”.
Como parte del movimiento de derechos humanos, venimos insistiendo en que es necesario hacer un llamado a las fuerzas políticas, sindicales, culturales, religiosas, sociales y a las asociaciones libres del pueblo a que se sumen a esta convocatoria y abran las puertas de sus organizaciones e instituciones para albergar a los miles de compatriotas que hoy reclaman y exigen una voluntad férrea y una audacia sin límites para conformar un gran frente nacional antifascista-antirracista para, más temprano que tarde, devolver al pueblo y a la nación argentina todos los derechos conculcados por este gobierno y realizar las transformaciones que no se hicieron y son imprescindibles para el buen vivir de nuestro pueblo.
La etapa necesita sumar a la histórica lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y el movimiento de derechos humanos por Memoria, Verdad y Justicia el ejemplo contemporáneo y viviente que nos están dando los y las jubiladas y pensionadas que cada miércoles avanzan hacia el Congreso de la Nación para defender su derecho a una vida digna.
Se suceden diariamente movilizaciones con reivindicaciones sectoriales que es necesario unificar en una organización que contenga esos reclamos y los traduzca en propuestas políticas.
La serie de El Eternauta reactualizó las palabras del Papa Francisco: “Nadie se salva solo”. Hoy se dio el puntapié inicial para dar un salto en la organización política, que nos permita avizorar un camino de unidad en ese gran frente nacional, que tenga como objetivos básicos, pero no únicos
- Rescatar de la pobreza y la indigencia a millones de compatriotas a través de un salario universal que permita vivir dignamente;
- Repudiar la deuda externa por inmoral, injusta e impagable. Juicio y castigo a quienes la contrajeron;
- Reabrir toda la obra pública clausurada por este gobierno y planificar toda aquella que ha quedado pendiente y el pueblo necesita: agua potable, cloacas, caminos y vivienda digna, hasta el último rincón del país;
- Apoyar a todas las pymes que cerraron sus puertas, para que vuelvan a producir y reincorporar a sus trabajadorxs;
- Revitalizar las instituciones públicas, las que serán eficientes y estarán enfocadas en los objetivos de reconstrucción de la patria; poniendo en funcionamiento cada uno de los organismos del Estado que fueron cerrados, reincorporando a las y los trabajadores despedidas y despedidos;
- Facilitar el ingreso a las Universidades públicas de las hijas e hijos del pueblo, para que sean ellxs quienes transiten las casas de altos estudios;
- Estatizar la producción, transporte y distribución de los recursos energéticos. La energía es la fuente indispensable del desarrollo, no debe ni puede estar en manos de capitales especulativos y transnacionales, con intereses privados foráneos y secretos. La energía debe llegar con un precio justo a cada polo industrial nacional, a las instituciones sociales, educativas y sanitarias y a todos los hogares;
- Defender los recursos naturales, que no pueden estar en manos de los gobernadores, casi señores feudales que hoy tenemos en muchas provincias, ni de los capitales trasnacionales. Los bienes naturales pertenecen al pueblo de la Nación Argentina;
- Democratizar el sistema de administración de justicia, con participación popular, para terminar con ese poder casi monárquico que solo representa los intereses de las corporaciones;
- Regular la tecnología digital, los medios de comunicación y las redes sociales;
- Una nueva Constitución será la garantía para concretar las transformaciones necesarias que nos permitan construir de una vez y para siempre una patria igualitaria, justa, libre, soberana y feminista.
Estos cambios estructurales necesitan de una organización popular dispuesta a defenderlos, para evitar la desintegración de la Patria y volver a creer en la política como la única herramienta transformadora que devuelva la esperanza al pueblo argentino, y que la lucha por una vida digna es el camino que nos permitirá alcanzar nuestros sueños.
Quedó como compromiso de este primer encuentro, replicar los cabildos abiertos, por temas y por regiones, para avanzar en la construcción de un programa que sea la síntesis del modelo de país por el cual lucharon nuestros 30.000.
* Los autores son miembros de miembros de Familiares y compañeros de los 12 de la Santa Cruz.
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