El rifle sanitario en la industria

El acuerdo con la UE que el gobierno considera un triunfo nos pondrá a exportar lana e importar casimires

 

El TLC que el gobierno de Cambiemos propone acordar con la UE tendrá dos efectos graves y a corto plazo: empujar el precio de los alimentos que consumimos los argentinos a converger con los precios internacionales —obviamente con salarios muy por debajo de los internacionales— y someter a la industria argentina a una competencia hoy imposible de afrontar; la consecuencia será reforzar el esquema histórico de “exportar lana e importar casimires”.

En una nota publicada en La Nación el lunes 1° de julio, el exitoso empresario sojero Gustavo Grobocopatel recomienda: “Hay que dejar que algunos sectores desaparezcan”. Un rifle sanitario apuntado sobre las empresas pyme y estatales argentinas.

La causa por la que la industria argentina no puede afrontar la “competencia libre” con la industria europea —y la asiática que se cuele desde Europa— es, fundamentalmente, el atraso tecnológico de nuestra industria, que en los largos años de gobiernos neoliberales careció del apoyo que en el Hemisferio Norte recibieron y continúan recibiendo las industrias de parte de sus Estados, a lo que se suma hoy el precio de la energía y la inaccesibilidad del crédito.

La consecuencia obvia de una “desaparición” de sectores industriales será un incremento del desempleo, con la consiguiente retracción del mercado interno, la consecuente disminución de los ingresos del Estado y el incremento del déficit de nuestra balanza comercial.

En lugar de un TLC sumado al rifle sanitario industrial, el Estado argentino debe trabajar en la modernización de las tecnologías que utilizan las pymes nacionales, con el apoyo de institutos de tecnología como el INTI y el apoyo de un sistema nacional de ciencia y tecnología que se debe rescatar.

En lugar de un TLC sumado al rifle sanitario industrial, el Estado argentino debe proteger la producción nacional, protección condicionada caso a caso al cumplimiento de metas acordadas y monitoreables continuamente en lo que hace a la modernización de la tecnología, con la disminución de costos y el incremento de calidad resultantes; al desarrollo de nuevos productos y procesos; y a la disminución continua de importaciones de insumos y semielaborados, localizando en el país partes cada vez mayores de las cadenas de valor.

En lugar de un TLC sumado al rifle sanitario industrial, el Estado argentino debe recurrir al compre estatal direccionado para promover el desarrollo tecnológico autónomo bajo los condicionamientos arriba discutidos.

En lugar de un TLC sumado al rifle sanitario industrial, el Estado argentino debe establecer líneas de crédito promocionadas para financiar en las pymes las modernizaciones tecnológicas necesarias.

También es prioritario el desarrollo de nuevos sectores productivos. ¿Cuáles priorizar? Aquellos que tengan alta potencialidad de creación de empleo y los que a corto y mediano plazo maximicen el balance de divisas. Entre los sectores prioritarios no estarán necesariamente los que están de moda en el Hemisferio Norte (ej. tecnologías 4.0 [1]) que según la experiencia internacional reducen el nivel de empleo y requieren importantes inversiones en divisas.

 

 

 

[1] E. Dvorkin, «Tecnologías 4.0 y precarización,» Noviembre 2017. [En línea]. Available: http://www.iade.org.ar/noticias/tecnologias-40-y-precarizacion. [Último acceso: 29 Julio 2019].

 

 

 

  • Doctor en Ingeniería

 

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