EN FOCO

 

Las movilizaciones autoconvocadas por Maurizio Macrì, Patricia Bullrich, Hernán Lombardi y Luis Brandoni han tenido un efecto paradojal. Se atrevieron a tocarle los bigotes al león, que ayer se despertó y rugió, con una impresionante convocatoria. Por encima de los distintos proyectos que cohabitan bajo el mismo techo oficial, la respuesta de los 75 Octubres puso las cosas en su lugar y redimensionó la fuerza relativa de cada uno. Sólo la división del peronismo hizo posible la experiencia del cuatrienio 2015-2019 y no hay sector que no lo haya entendido. Las imágenes de ayer prolongan las de la campaña electoral de 2019. Más allá del texto del discurso presidencial, fueron impresionantes la magnitud del festejo, que siguió hasta bien avanzada la noche, pese a los intentos oficiales por desalentarla para que todo se concentrara en la puesta en escena de la CGT virtual, la claridad política de quienes se prestaron a responder preguntas periodísticas y la alegría general, tan distinta del clima de los banderazos de la oposición.

A pesar de los latigazos que Macrì dirigió en su reaparición mediática contra los que llamó "filoperonistas" de su gobierno, también la oposición se propone llegar unida al recuento globular del año próximo y es posible que lo consiga, porque todos saben que, de otro modo, se diluiría en la irrelevancia previa. Pero el desplante de Macrì tuvo respuesta incluso en los sectores antiperonistas de su propia fuerza, como el radical Ernesto Sanz, o la Cívica Libertadora Elisa Carrió. Sanz cuestionó a Macrì por su despectiva frase hacia el ex ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el ex titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, porque eso deja de ser una autocrítica. Predicando con el ejemplo, dijo que "la crítica a un sector tiene que hacerse puertas adentro". Carrió anunció que no convocó a la marcha del lunes 12 porque "el que se radicalice está jugando en contra de la Argentina".

Es ostensible que ambos cofundadores de JxC han optado por Horacio Rodríguez Larreta, cuyo ministro de Salud, Fernán Quirós, también rechazó el frívolo denuesto del ex presidente contra el aislamiento social. Pero los deslizamientos del electorado escapan a las decisiones de la dirigencia, como predica Durán Barba. Esto es especialmente cierto en agrupaciones de baja organicidad, como es el caso de Cambiemos, sobre todo ahora que ha perdido los resortes del poder nacional y bonaerense y se reduce a su bastión porteño originario y a los tres distritos gobernados por la UCR. Si hoy fueran las elecciones legislativas, el Frente de Todos ampliaría la ventaja que obtuvo el año pasado, porque además de fracasar en el intento de dividir al oficialismo, la autoconvocatoria del ex Presidente y sus fieles hirió a los sectores opositores con responsabilidades institucionales e inserción territorial, y abrió espacio para que, a la derecha del núcleo duro cambiemoso, se colara la extraña pareja Javier Milei y José Espert, que arrojan cañas y redes para pescar en el estanque de la oposición liberal. Créase o no, el chico de la peluca y el pelado reluciente llevan los mismos apellidos que el jefe del Pentágono y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Mark Esper y Mark Milley, una metáfora tan involuntaria como reveladora. A ellos se suman jóvenes cool como Lilia Lemoine y veteranos empedernidos, onda el Bulldog López Murphy. En una contienda presidencial, la polarización natural les jugaría en contra, pero las legislativas son propicias para estos experimentos.

 

 

Mark Esper & Mark Milley.                                             José Luis Espert y Javier Milei.
Superwoman Lemoine & Bulldog López Murphy.

 

Bastaría con que le mordieran el 5% a la alianza de la derecha liberal para inclinar la balanza en favor del gobierno.

 

 

Showbiz

Del otro lado, las simétricas pretensiones de los histriones Mario Guillermo Moreno y/o Santiago Cúneo no se registran en el sismógrafo electoral. Son un fenómeno mediático porque se adaptan bien a la lógica del showbiz político: declaraciones estridentes, insultos soeces, vaticinios apocalípticos si no se hace lo que ellos postulan. Pero nunca llegaron ni a los mínimos legales para sobrevivir a las PASO. Comparten una franja marginal con el ex senador Eduardo Duhalde, los sindicalistas Luis Barrionuevo de Camaño y Carlos Acuña y el rey de la cirugía estética Julio Bárbaro, quienes adelantaron el festejo de octubre al viernes 16, luego de fracasar en el intento de convertir el acto de la CGT en una diferenciación entre Alberto y Cristina. En la entrevista publicada el domingo pasado en El Cohete a la Luna, el Presidente desalentó en forma categórica esa ilusión. Lo reiteró ayer en la CGT. Al pie del monumento a Perón inaugurado por Macrì, Acuña dijo que Alberto no era peronista y que sus colegas de la CGT eran alcahuetes. Atribuyeron a la pandemia que no hubiera más de 200 asistentes. En su previsible oratoria no podían faltar el homenaje a Rucci, el abrazo de Balbín a Perón y la cultura del encuentro del Papa Bergoglio. Barrionuevo acuñó una exquisita definición oximorónica: somos los verdaderos peronistas pero no tenemos peronómetro. Moreno, reconvertido como columnista de la señal de cable del Grupo Clarín, dijo que Alberto debía pedir perdón y empezar de nuevo. Dios los cría y el viento los amontona.

Acuña protagoniza además un tironeo territorial. Su esposa, Blanca Cantero, es la intendenta de Presidente Perón, el partido donde se encuentran las 100 hectáreas de Guernica que fueron ocupadas por tres millares de familias distribuidas en cuatro barrios. Durante el coloquio de los gerentes de empresas de IDEA y en las recientes entrevistas de Maurizio Macrì, una de las falsas noticias más virales señaló al gobierno y las agrupaciones que lo apoyan como responsables de las ocupaciones, tanto en el Gran Buenos Aires como en la Patagonia. En el caso de Bariloche, Infoemba presentó la violenta irrupción del Ejército en un predio en el que una comunidad mapuche y vecinos criollos construían una granja ecológica, como si se tratara de la usurpación de la Escuela de Ingenieros de Montaña del Ejército por un grupo subversivo. Por supuesto, cuando desde Buenos Aires llegó la orden de devolver el terreno a la comunidad, reconocida como propietaria por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, la trifecta castigó al gobierno nacional.

 

 

Blanca incidencia

En Guernica se diferencian distintos sectores, que responden a:

  1. Los movimientos sociales, desde el Evita a La Cámpora y otros menores;
  2. Las personas sueltas que se suman con la ilusión de obtener unos metros de tierra sobre los que asentar una vida más digna;
  3. Los partidos y movimientos de la izquierda marxista;
  4. Los grupos narcos y de la especulación inmobiliaria, que ocupan para vender.

El gobernador Axel Kicillof, sus ministros Andrés Larroque, Teresa García, Julio Alak y Estela Díaz, con el respaldo del gobierno nacional, conducen una extensa y difícil negociación, para obtener el desalojo voluntario de la toma, sin ceder a las exigencias de represión que llegan desde las distintas derechas, de la oposición, pero también del oficialismo, alentadas por la trifecta comunicacional.

Con los dos primeros conjuntos de ocupantes no hubo mayores inconvenientes, y muchos ya se retiraron del lugar. Recibirán a cambio terrenos fiscales con los servicios básicos y apoyo monetario, en plazos y magnitudes que se siguen discutiendo. La izquierda es más reticente, pero tiene un sector que a veces escucha algunas razones, desprendida del prehistórico Cuanto peor, mejor. Su dirigencia actual ha mantenido contactos con el kirchnerismo, que asumió la responsabilidad de garantizar una solución digna para quienes acepten retirarse. Cuando los tres primeros grupos hayan completado el repliegue, la orden judicial podrá cumplirse mediante el uso de la fuerza pública contra el reducido núcleo de quienes intentan pescar en el río revuelto de las necesidades básicas insatisfechas. Ese es el momento que preocupa a Cantero y Acuña, debido a sus vinculaciones.

 

 

 

El uso de los camiones

El acto de ayer buscó dar contención a distintos sectores de la fuerza propia indignados por las provocaciones constantes sufridas por la extraña mezcla de Musetas neoliberales con Mimís terraplanistas y anticuarentena. El propósito fue una respuesta orgánica para que los tontos sueltos no compliquen el cuadro, con presentaciones sobre la quinta de Olivos como la que intentaron el legislador porteño Claudio Ferreño, el influencer judicial Juan Manuel Olmos y el intendente de Hurlingham Juan Zabaleta, quienes el lunes se embadurnaron los dedos con pintura fosforescente y los dejaron marcados a cada paso. Es difícil imaginar una respuesta más conveniente para quienes intentaron bloquear la RPO, como le llaman sus custodios, mientras Alberto analizaba un proyecto de ley con Martín Guzmán, por el cual no pagarían bienes personales quienes sacaran los dólares de abajo del colchón o la caja de seguridad y los depositaran en una cuenta bancaria o en una inversión financiera con destino productivo. Otro espontáneo al que el encuentro en la CGT y las gigantescas caravanas procuraron ordenar es el humorista que una semana antes imaginó jugar al bowling con un camión en la Avenida 9 de Julio. Tal vez en un escenario alguien se ría, en la política solo repugna. Hasta el limado infotainer Jorge Lanata dijo que se arrepentía del exabrupto brutal que le dedicó en 2016 a Cristina, en vez de enrostrar falta de sentido del humor a sus críticos.

Hasta último momento, Cristina y Máximo Kirchner mantuvieron en vilo a los organizadores, sin revelar si se harían presentes en la sede de la calle Azopardo, en cuyo ingreso recibe a los visitantes un reluciente busto negro de su ex secretario general José Rucci, inaugurado por Perón.

Quienes comenzaron imaginando la tenida como un respaldo de Alberto frente a Cristina, terminaron comisionando a Emilio Pérsico y el propio Daer para que imploraran que la ausencia de la Vicepresidenta y de su hijo no vaciara de contenido el acto. La centralidad de Cristina está asegurada, ya sea que asista o se ausente de cualquier lugar, que hable o se calle, porque es un dato objetivo de la realidad, sin necesidad de que nadie sobreactúe en ningún sentido. Sin ella, la presidencia seguiría siendo la Casa Amarilla. Máximo ocupó su lugar en el salón Felipe Vallese mientras el presidente decía su discurso de unidad para la recuperación argentina. En el Frente de Todos no sobra nadie, dijo. Cristina no estuvo allí en forma presencial, pero su tuit de las 9 de la mañana fue preciso: lealtad a las convicciones, al pueblo y a la patria.

 

 

 

Muchos recuerdan que, en 2005, el entonces Presidente Néstor Kirchner descalificó al PJ como Grupo Mausoleo, cuando se planteó el traslado  de los restos de Perón a la Quinta de San Vicente, donde ayer se reunieron varios intendentes bonaerenses para conmemorar la fecha. Menos evocado es que en 2009 Kirchner asumió la conducción del Partido Justicialista, a solicitud de la Presidenta CFK. Ante una pregunta por separado sobre las razones de ese cambio, los dos respondieron lo mismo: Cristina entendió que había que ocupar esa cáscara vacía, porque abandonada a la deriva podía servir para atacar a su gobierno.

Además, Pablo Moyano aspira a suplantar como Secretario General de la CGT a Héctor Daer, a quien reprocha su conducta pasiva durante los cuatro años cambiados, por lo cual nadie pudo disuadirlo de encabezar una caravana de camiones, colectivos, autos y motos en representación del Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona). También participaron  la Corriente Federal Sindical, uno de cuyos dirigentes, Héctor Amichetti expone su visión del peronismo y de la CGT en esta edición, y la CTA conducida por Hugo Yasky, quien luego acudió al encuentro en la CGT, igual que Sergio Palazzo, pese a que no es peronista. La presencia masiva de colectivos también adelanta la declinación de Roberto Fernández como jefe de la UTA, desbordada por la oposición interna del moyanista Miguel Bustinduy.

La CTA planteó “apoyar territorialmente el discurso presidencial, junto con las organizaciones locales” en cada lugar del país. Además, Yasky anticipó que el 27 de octubre, cuando se cumplan diez años de la muerte de Kirchner y uno del triunfo electoral contra el macrismo, "estaremos masiva y multitudinariamente en las calles. Lo volveremos a hacer como ahora, en unidad y, sobre todo, con la mayor precaución para que ni el virus ni los gorilas se lleven puestos la vida y los sueños de la mayoría de las argentinas y argentinos”.

Expresa así el dilema entre

  • salir a la calle a riesgo de contagiar o contagiarse, o
  • permanecer en aislamiento y contribuir a la ficción de que una minoría intensa es la expresión mayoritaria del pueblo argentino.

Aquí se observan los casos de Córdoba y Mendoza, dos provincias cuyos gobernadores resisten las medidas de aislamiento dispuestas por el gobierno nacional.

 

 

Córdoba.
Mendoza.

 

 

En ambos casos, los datos provistos por la Dirección Nacional de Epidemiología e Información Estratégica muestran los picos de contagios y muertes en las semanas posteriores a cada una de las autoconvocatorias de Macrì&Cia, marcadas con las flechas rojas.

Alfredo Cornejo y su delegado gubernativo Rodolfo Suárez militan en la UCR y han elegido competir con Macrì en dureza contra el gobierno nacional. El cordobés Juan Schiaretti  justifica su laxitud por el predominio del voto macrista en su provincia, que durante la última elección presidencial alcanzó el 61%, con una diferencia de 32 puntos sobre el Frente de Todos. Lo que se cuida de decir es que ese resultado refleja su decisión de torpedear la fórmula de les Fernández, si bien ayer participó por televisión en el acto de la CGT, indicio de que su olfato político es sensible. En ambas provincias se observa una actitud esquizofrénica. En Córdoba se registraron casos de manifestantes que salieron de la última autoconvocatoria para ponerse en la cola de los hisopados. Y el arzobispo católico Carlos Ñañez decidió desobedecer las restricciones para el rezo de misas. En Mendoza, Suárez anunció que no acataría las medidas nacionales de cuidado y el mismo día pidió 40 respiradores al Ministro de Salud Ginés González García, que se los envió.

Habrá que esperar un par de semanas para medir el efecto del 17 peronista sobre los contagios y las muertes.

El dilema se agrava si la interpretación de los hechos corre por cuenta de la prensa comercial, volcada con entusiasmo a la operación de acoso y derribocontra un gobierno al que  los poderes fácticos consideran irrecuperable. Un buen ejemplo es la forma en que distorsionaron la palabra del jefe de gabinete de ministros. Santiago Cafiero dijo que los manifestantes del sábado 12 “no son la gente, no son todos, no son el pueblo, no son la Argentina, que es mucho más grande y más diversa”. Los columnistas en los medios de Telecom-Clarín, La Nación e Infoemba convirtieron esa frase tan precisa en una demostración del autoritarismo de quien no considera a los manifestantes “parte del pueblo”, que es bien distinto.

Algo similar ocurre con la columna publicada en La Nación por el agitador neonazi en los años '70, reciclado ahora en vocero de la embajada estadounidense y ex funcionario en el gabinete de Patricia Bullrich, Carlos Manfroni, quien instó a la desobediencia civil. Desde las páginas de Cabildo, escribía hace 45 años:

  • La filosofía del rock conduce al deseo desesperado de la muerte e induce al suicidio, como lo demuestran las letras de las canciones de Charly García, Spinetta y Moris. Ofrece la posibilidad de convertirse en un animal o un marica.
  • El rock es anticristiano y transmite mensajes satánicos, que pueden escucharse cuando se pasan al revés ciertas canciones, como Congratulations de Pink Floyd. El mensaje secreto del diablo dice “comunícate con el viejo”.

Ahora, desde La Nación cuestiona la "legitimidad de ejercicio" del gobierno, viejo sonsonete golpista para justificar el derrocamiento de gobiernos que sólo tendrían "legitimidad de origen" y postula "la oposición expresa a un proyecto esclavizante". Coincide con el lenguaje injurioso dedicado al Presidente, que se avino a dirigirse con buenas razones al foro de la Idea fija. Estas cosas no ocurren por casualidad, expresan un programa en plena ejecución, que ayer sufrió un duro contraste, porque se disipó la interesada fantasía de un gobierno dividido o aislado de sus bases.

 

El gol en contra

La Justicia es uno de los escenarios de la confrontación. El Inspector General de Justicia, Ricardo Nissen, pidió la nulidad de la sentencia que desvinculó al ex Presidente Macrì de las sociedades en guaridas fiscales reveladas en los Panama Papers. Invocó para ello la doctrina de la cosa juzgada írrita, desarrollada por Federico Morgenstern, el más próximo colaborador de Carlos Rosenkrantz, quien prologó su libro. Esa avanzada estaba dirigida a anular las absoluciones que recibió en distintas causas CFK. Pero como el derecho se maneja con principios generales y no argumentos ad hominem o ad feminam, ahora se vuelve contra Macrì.

En abril de 2016, cuando se reveló que Macrì era director de las compañías offshore Fleg Trading y Kagemusha, el flamante Presidente dijo que eran de su padre. Como el Presidente y su hermano Gianfranco habían solicitado que la Justicia lo declarara insano y  lo desalojaron del manejo de las empresas familiares, el constructor calabrés remoloneó todo lo que pudo la respuesta. Los abogados de Macrì, Fabián Rodríguez Simón y Felipe Llerena, iniciaron una insólita acción civil de declaración de certeza ante el juez Andrés Guillermo Fraga, quien el 20 de septiembre de 2017 firmó un fallo en el seudo juicio “Macrì Maurizio contra Macrì Franco sobre acción declarativa”. Fraga certificó que el Presidente no fue socio ni accionista de aquellas sociedades offshore, que no recibió dividendos ni ganancia de ellas, y que solo aceptó el cargo de director para renunciar y designar un reemplazante. Nissen afirma que es una sentencia sin precedentes en el derecho societario:

  • Se inició ante los tribunales civiles cuando correspondía a un juzgado en materia mercantil.
  • Fraga le otorgó trámite sumarísimo, que el Código Procesal restringe a otros casos.
  • Sólo procede una acción declarativa cuando no hay otro medio legal de poner término al estado de incertidumbre.
  • Lo que correspondía era dirigir la demanda contra Fleg Trading y Kagemusha para que exhibieran su documentación.
  • Para ello debería haberlas citado mediante exhortos diplomáticos en un proceso contradictorio, lo cual le hubiera insumido no menos de cinco años, como les ocurre a los comunes mortales, y no el récord absoluto del trámite VIP.
  • Mediante esta presentación irregular, incompleta y defectuosa, Fraga dio por reconocidos los hechos expuestos por el Presidente, declaró la cuestión de puro derecho y así se salteó el periodo de prueba, que no sólo es el más interesante sino también el más largo, para llegar sin demora a la sentencia. Sólo se requería un título que desvirtuara la denuncia.
  • De la causa penal sólo se citan los testimonios de abogados, contadores, dependientes o apoderados de la famiglia y sus empresas y ninguna prueba. La jurisprudencia no acepta la prueba testimonial para acreditar el carácter de integrante de una sociedad comercial y mucho menos el carácter de “no integrante”.
  • Todos ellos dijeron que el entonces Presidente había abandonado su actividad empresarial al dedicarse exclusivamente a Boca Juniors, a partir de 1994. Sin embargo Fleg Trading SA se constituyó recién en 1998 y la empleada del Grupo Macri, Concepción Lioi, reconoció que había sido designada directora de Fleg Trading en un acta firmada por Franco, Maurizio y Mariano Macrì (quien hoy denuncia que sus hermanos le hicieron a él lo mismo que los tres juntos ensayaron con su padre).
  • Por supuesto, el demandado Franco Macrì no apeló.

Nissen concluye que la aparición posterior de más de 40 sociedades con la participación de Maurizio Macrì constituidas en guaridas fiscales “tornó abstracto este pronunciamiento judicial, que con toda seguridad no honra a la jurisprudencia nacional y demuestra, una vez más, la íntima vinculación que existe entre el gobierno y parte del aparato judicial”.

Sobre la base de lo decidido por Fraga, la jueza Elizabeth Alejandra Paisándes sobreseyó al entonces Presidente de los delitos de omisión maliciosa y enriquecimiento ilícito. Nissen aduce que "hasta las propias constancias arrimadas en dichos autos por el propio concernido ex Presidente Macrì prueban exactamente lo contrario a lo manifestado en la sentencia definitiva y a lo afirmado en el escrito de demanda”.

 

 

Juicio va, juicio viene

El presidente de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados, Waldo Wolff, denunció a los periodistas Roberto Navarro, Ari Lijalad y Franco Mizrahi por haber publicado en el portal El Destape información de la causa por el espionaje ilegal que se instruye en el juzgado federal de Lomas de Zamora a cargo de Juan Pablo Auge. También acusó a la Defensora del Público, Miriam Lewin, por el anuncio del programa Observatorio de la Desinformación y la Violencia Simbólica en Medios y Plataformas Digitales, bautizado con el desaconsejable nombre Nodio. El fiscal Carlos Stornelli se basó en esa denuncia para redactar un panfleto hiperbólico en el que pidió el procesamiento de Lewin y una medida cautelar para que no se constituya el Observatorio. Conjeturó que “una seria inquietud sobrevuela la Argentina, quizás una de las más peligrosas, aquella que se refiere a la amenaza a las libertades individuales. ¿Será que existen grupos cuyo perverso plan sea ese? ¿Será que algún o algunos trasnochados, nostálgicos del Medioevo, quieren avanzar sobre la libertad ambulatoria primero, la de expresión después y finalmente la del pensamiento? ¿Volveremos a los comisarios políticos y a los delatores jefes de manzanas? ¿Se castigará a la prensa, especialmente libre, otorgándosele a la esclava patente de corso? ¿No ha muerto la Mazorca? ¿Se dictará una cuarentena mental? ¿Robert Woodward y Carl Bernstein podrían ser hombres libres en la Argentina; o habrían sido desarticulados por algún empleado de un oscuro Buró? ¿Alguna recóndita madriguera del aparato estatal estará incubando cuestiones similares, o incluso peores?" (sic)

Su contenido es tan ridículo que la jueza federal María Eugenia Capucchetti (designada durante el gobierno anterior y hermana de una de las espías de la AFI macrista) se apresuró a desestimar la denuncia porque no se verifica "de qué modo concreto la creación del organismo afectaría el derecho a la libertad de expresión protegido por la Constitución Nacional". El Observatorio, explicó Lewin, "no tiene capacidad sancionatoria alguna".

Macrì y su secretario Darío Nieto también denunciaron a la interventora en la AFI y a los fiscales Santiago Eyherabide y Cecilia Incardona por la filtración de los documentos, que también publicó Clarín, pero sin testar los nombres de los agentes, pese a lo cual no recibió el mismo honor que El Destape. Esa causa recayó en el juzgado federal de Marcelo Martínez di Giorgi y tiene escasas chances de prosperar:

  • Los documentos de la AFI fueron pedidos por las defensas de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.
  • Camaño los envió en papel.
  • Los fiscales los subieron al sitio reservado a las querellas y las defensas, que tienen una clave secreta para ingresar, que es el modo en el que funcionan todos los tribunales durante la pandemia.

La filtración se produjo una vez que las querellas y las defensas tuvieron acceso al material, por lo que no es posible sindicar a la AFI o a Camaño como fuente de su divulgación que, además, no tiene ningún interés salvo para las partes.

 

 

Verde y per saltum

Las relaciones oficiales con la Corte Suprema siguen tensas. El tribunal rehusó en forma expresa que sus integrantes reciban la capacitación en asuntos de género que prescribe la Ley Micaela, invocando un convenio firmado entre la Corte y el ex Instituto Nacional de las Mujeres. Y el gobierno respondió con dureza. La ministra Eli Gómez Alcorta recordó que ese convenio se refiere a la capacitación del resto del Poder Judicial, que debe ser certificada por el Ministerio. En cambio, las máximas autoridades de los distintos poderes, "no pueden capacitarse a sí mismas" y deben recibir el mismo curso que el ministerio impartió a las cabezas de los poderes ejecutivo y legislativo. Agregó que las cláusulas de un convenio no pueden modificar una obligación explícita de la ley. La única cortesía que tuvo fue no consignar en la nota que el presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz, reconoció en diálogo con ella, que la ley era muy clara al respecto.

Otra gestión de Gómez Alcorta (revelada por la militante feminista Mariana Carbajal en un diario de la Ciudad Autónoma) fue ante la Vicepresidenta, a quien visitó el martes en su despacho del Senado. De allí salió el acuerdo de Cristina para que Alberto Fernández envíe ya al Congreso el proyecto de ley de abolición de la clandestinidad del aborto. Tanto ella como Sergio Massa creen contar con los votos suficientes para aprobarlo en el actual periodo de sesiones. No sólo cumplirían con una promesa electoral, también desplazarían el furor del verde Franklin al verde Ofelia. Una preocupación de CFK era el riesgo sanitario de las visitas al hospital en plena pandemia, pero la ministra le explicó que:

  • Una vez legalizada la práctica, el 95% de las interrupciones voluntarias del embarazo se realizarán con medios químicos y no quirúrgicos, y
  • el grueso de las intervenciones hospitalarias son por procedimientos clandestinos mal realizados, de modo que desaparecerán con la legalización.

Además la Corte Suprema aun tiene pendiente la respuesta al per saltum de los jueces BBC. La apertura del recurso no permite arriesgar cuál será la resolución de fondo. Como las Cortes no son criaderos de valientes, se exploran caminos transaccionales. Entre ellos:

  • Admitir el traslado de Germán Castelli, de un tribunal oral a otro, pero rechazar los de Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, quienes pasaron de un tribunal oral (primera instancia de juicio) a una Cámara Federal (tribunal de alzada que revisa la instrucción de la causa).
  • Reconocer los traslados pero con carácter transitorio, hasta que se designe a los nuevos titulares de los tres sillones, proceso que ya está prácticamente terminado.

La hipótesis de un abierto desafío institucional no pude descartarse, dado el interés corporativo del tribunal. Pero abriría un capítulo de abierta confrontación que sólo podría culminar con el golpe blando contra el gobierno (que ayer retrocedió varios casilleros) o con la ampliación del número de miembros del tribunal.

 

La música que escuché mientras escribía

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