Encadenados

La relación entre Estados Unidos, Israel y Palestina

 

En el bolero Encadenados Lucho Gatica describe el amor tóxico de dos personas que no consiguen separarse y van adelante en un ciclo repetitivo de mutua destrucción. Una pareja sentimental con voluntad y la ayuda de un psicoanalista puede cortar dicha relación. Esto, en cambio, no puede suceder con los países o los pueblos a los que la historia y la geografía mantienen encadenados; si se crea una relación tóxica a ese nivel, la salida es difícil. Si además la situación no es de pareja, sino triangular, como en el caso de Israel, Palestina y Estados Unidos, la situación puede transformarse en letal, y eso es lo que está sucediendo en Medio Oriente, donde el pueblo palestino sufre un ataque de tal ferocidad que no es posible observar una salida, no obstante los discursos del Presidente Trump.

 

 

La cadena del deseo

En el conflicto se entrecruzan los deseos de los protagonistas con la realidad. Si nos atenemos exclusivamente a la cuestión de Gaza, encontramos:

  • Los deseos de Trump: llevar adelante un plan de paz de 20 puntos para Gaza; los puntos conflictivos son la eventual creación de un Estado palestino en un futuro indefinido y el desarme de Hamás. No se menciona Cisjordania.
  • Los deseos de Netanyahu: derrotar a Hamás "definitivamente", mantener enganchado a Estados Unidos en la estrategia de guerra permanente, expulsar a los habitantes palestinos de la Franja.
  • Los deseos de Hamás: primero, sobrevivir; ser considerado protagonista de las decisiones en la Franja de Gaza; no entregar las armas. Respecto a Hamás, más allá de la propaganda de sus enemigos, hay que recordar que el ataque del 7 de octubre de 2023 volvió a poner sobre la mesa la cuestión palestina, amenazada por la estabilización conformista de los acuerdos de Abraham; otro particular no desdeñable es que Hamás mantiene una organización burocrática para-estatal de aproximadamente 50.000 personas. 

 

Rabin y sus asesinos

El 4 de noviembre se cumplió un nuevo aniversario del asesinato de Yitzhak Rabin en 1995. Fue conmemorado como todos los años con solemnidad y en presencia del Presidente Herzog, quien pronunció un discurso en el que, además de las frases hagiográficas habituales, se permitió lanzar algunas advertencias. Se refirió a los "impresionantes objetivos" alcanzados por Israel en los frentes de guerra; agradeció los esfuerzos de Trump para conseguir la paz que "abre una enorme oportunidad" para ellos, y agregó: "Bajo algunos aspectos es la realización de la visión de Rabin".

Pero también expresó que "el Estado hebraico se encuentra otra vez al borde del abismo" y que existe "un clima de violencia que refleja una amenaza estratégica en todos los sentidos".

Es interesante que Herzog haya mencionado "la visión de Rabin". Para comprender la frase, nos ayuda Dennis Ross, que en 1995 era el enviado estadounidense para Medio Oriente; ahora es miembro del Washington Institute for Near East Policy, un think tank pro israelí de corte neocon. Su firma aparece en un análisis publicado por dicho instituto el 4 de noviembre de este año.

Ross sostiene que Rabin creía que la cuestión palestina requería una solución política y no militar y que aprovechó la ocasión ofrecida por la administración Clinton. Uno de los cambios fue romper el tabú de mantener conversaciones directas con la contraparte árabe. La idea principal de Rabin era promover la paz con los Estados árabes vecinos para concentrarse en Irán, que ya era considerado una amenaza atómica. Esta convicción era compartida por la administración Bush, que excluyó a Irán de la Conferencia de Madrid de 1991. 

Rabin no sostenía la creación de un Estado palestino, sino de un ente menor; de allí la comparación de Herzog. Se comprende así el análisis de Ross, que acusa a Netanyahu de no aprovechar esta ocasión para construir una "Gaza mejor" creando una alianza con los vecinos árabes para asumir una posición anti Irán.

El proceso de Oslo, agigantado gracias a este presente apocalíptico, no contemplaba la creación de un Estado palestino; al contrario, en esos años las ocupaciones judías en Cisjordania aumentaron considerablemente.

Esta nueva Oslo reducida no soluciona la cuestión palestina, pero sí sirve a Trump para impulsar un frente anti Irán que le serviría para poder presionar a los ayatolás desde una posición territorial sólida.

La ceremonia presidida por Herzog escenificó además las divisiones del país. Netanyahu no ha asistido desde 2021, y a la cita faltaron Benny Gantz y Neftalí Bennett. Este último es considerado el candidato con más posibilidades de ganarle a Netanyahu en las próximas elecciones presidenciales.

Netanyahu agrega incertidumbres para el futuro. En una reunión con el Estado Mayor israelí el 22 de septiembre de 2025, anunció que el 2026 tendrá dimensión histórica, apuntando a la destrucción del eje iraní.

La oposición respecto a Irán piensa como Netanyahu. Benny Gantz, ex general y líder del partido Azul y Blanco, declaró: "O somos más fuertes o dejamos de existir".

Netanyahu, apenas puede, manifiesta su oposición sobre la creación de un Estado palestino. La mayoría de los israelíes también lo piensa así. Lorenzo Cremonesi, veterano corresponsal de Il Corriere della Sera, gran conocedor de Medio Oriente, en una entrevista radial explicó que en su encuentro con los líderes de la izquierda laborista israelí, estos le explicaron: "Sostener en este momento la creación de un Estado palestino nos podría acarrear la muerte".

Esto podría parecer una exageración, pero no hay que olvidar que actualmente en Israel gobiernan los asesinos de Rabin. El día del aniversario de su asesinato, el ministro de Seguridad Interna Ben Gvir sustituyó el cuadro de Rabin de su despacho por el del ministro Rehavam Ze'evi, también asesinado, pero por militantes palestinos. Ben Gvir es un hombre coherente; semanas antes del homicidio de Rabin, cuando era un joven activista de extrema derecha, mostró el escudo de la marca del auto de Rabin, apenas robado, anunciando: "Llegamos a su coche, llegaremos también a él".

Esta corriente reaccionaria y fascistoide ha sido denominada neosionismo por Illan Pappé. No solamente profesa un odio radical contra los palestinos y los árabes, sino también contra los israelíes laicos o de izquierda.

 

 

El fracaso de Netanyahu

El aliado estratégico de Washington está en política desde hace varios decenios, se lo considera insumergible y Estados Unidos le confió durante décadas la gestión del área medioriental, pero Netanyahu, al contrario de Rabin, cree únicamente en la doctrina de las Fuerzas Armadas israelíes. Esto ha llevado a Israel a lanzarse en arriesgadas operaciones de guerra en siete frentes. En varias ocasiones, su potente aliado lo ha rescatado en el último momento.

El genocidio de Gaza ha generado un repudio extendido en la población de Estados Unidos, y el país ha decidido dirigir el proceso directamente en el campo de operaciones. El primer paso ha sido imponer a Israel el plano de paz, pero el problema es que no está funcionando; Israel está reconduciendo el proceso hacia sus propios intereses. La permanencia de las Fuerzas Armadas israelíes en Gaza amenaza con prolongarse indefinidamente; ya ocupa detrás de la línea amarilla el 80% del territorio de la Franja.

Trump el miércoles 12 de noviembre envió una carta al Presidente israelí Herzog solicitando el indulto para Netanyahu, considerando que es víctima de "una persecución política injustificada". Muchos analistas consideran que uno de los motivos de la política de "guerra infinita" de Netanyahu sea su situación judicial. Se sostiene que mientras Israel esté en operaciones, la magistratura no actuará contra el Primer Ministro. Si así fuera, el pedido de Trump aparece como una movida para desactivar a este aliado al que las presiones no consiguen plegar. El mismo secretario de Estado Rubio ha declarado que los ataques aéreos israelíes ponen en peligro el proceso de paz.

Previamente, el yerno de Trump, Jared Kushner, había sido enviado a entrevistarse con Netanyahu. El motivo del encuentro era avanzar al segundo paso del programa de paz, que está a cargo de Kushner: crear una Fuerza Internacional de Estabilización. Y esto porque la entrada en Gaza de una fuerza militar siempre ha sido rechazada por Israel, que teme la internacionalización del conflicto y la pérdida de control territorial.

Y también está en juego la situación de doscientos combatientes de Hamás bloqueados en el túnel de Rafah, del lado controlado por las Fuerzas Armadas israelíes. Los mediadores árabes están trabajando para garantizar al grupo una salida; no se sabe hacia cuál destino. En tanto, Turquía convenció a Hamás de entregar el cuerpo del soldado israelí Hadar Goldin, muerto en 2014, para facilitar las negociaciones; el cuerpo fue entregado en Tel Aviv el domingo 9 de noviembre.

Como se ve, el gobierno de Erdogan se mantiene presente en el tablero medio oriental; además, la fiscalía de Turquía ha emitido una orden de detención contra Netanyahu y otros 36 altos cargos del gobierno israelí por genocidio y crímenes contra la humanidad. Estados Unidos intentará convencer a Turquía de participar en la Fuerza de Estabilización porque es fundamental para que Hamás no la considere una presencia hostil. 

El martes 18, Trump consiguió una victoria diplomática en la ONU, donde, gracias a la abstención de Rusia y China y el apoyo de diversos países árabes, partirá bajo la bandera de Naciones Unidas la Fuerza de Estabilización, segundo pasaje del programa de paz.

El texto prevé un mandato hasta diciembre de 2027 para un Comité de Paz presidido por Trump y Tony Blair.

Pero el sitio americano Axios informó que Rusia ha rechazado el texto de la resolución de la ONU y, además, presentó un borrador alternativo. En dicha propuesta se solicita que sea el secretario general de la ONU quien "individualice opciones para concretar" el acuerdo de Sharm el Sheik, pidiendo además que se presente rápidamente al Consejo de Seguridad un informe que contenga también "opciones sobre el despliegue de una Fuerza Internacional de Estabilización en Gaza".

La semana pasada, Estados Unidos había hecho circular su propio borrador entre países de la región, afirmando que tiene el apoyo conjunto de Qatar, Egipto, Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Indonesia, Pakistán, Jordania y Turquía; pero China, Rusia y algunos países árabes se oponen particularmente respecto al órgano de gobierno transitorio y la ausencia de cualquier rol para la Autoridad Nacional Palestina, señalando también la falta de plazos respecto al retiro de las Fuerzas Armadas israelíes y la creación del Estado palestino.

El programa de Trump presupone en Gaza un pueblo sin derechos políticos y transformar la Franja en un centro logístico que conecte India y Medio Oriente, que no es otra cosa que el India-Middle East-Europe Economic Corridor (IMEC) anunciado por Biden en septiembre 2023. Sería la estructura económica de los Acuerdos de Abraham, que deberían ser preludiados por la normalización diplomática de Israel con sus vecinos y su entrada en la cadena de abastecimiento del golfo, con la marginalización de los palestinos.

El IMEC fue concebido como una contraposición a la Ruta de la Seda china, con la intención de mantener a India y a las monarquías del golfo en el ámbito atlántico.

 

 

El mapa inestable

El proyecto de Trump no es solo la paz en Gaza, también remodelar el Medio Oriente en función anti Irán; para llevar adelante este programa, Netanyahu y su intransigencia funcionan como un obstáculo. En los últimos años, sobre todo a partir del 7 de octubre de 2023, la dependencia de Israel de Estados Unidos ha aumentado considerablemente. El Estado de Israel es un pozo sin fondo que consume armas y recursos sin producir resultados estratégicos, y esta relación simbiótica continuará porque, como dijimos, los sujetos están encadenados; Estados Unidos no puede abandonar al aliado y esa es la carta maestra de Netanyahu.

En Siria, Estados Unidos ha movido un alfil; se trata de al-Jolani, ex guerrillero yihadista, considerado el hombre justo para dirigir el nuevo ciclo sirio. Al-Jolani fue recibido por Trump en la Casa Blanca, donde, al contrario de Zelensky, el ex guerrillero se presentó con traje y corbata. Trump lo considera "un tipo interesante con un pasado fuerte".

La versatilidad de al-Jolani quedó demostrada cuando se hizo un hueco en la agenda para jugar un partido de básquet en Washington; los compañeros de juego no eran gente común; participaron el almirante Brad Cooper, jefe del Comando Central de Estados Unidos, y Kevin Lambert, comandante de la coalición anti-ISIS. Al-Jolani encestó dos pelotas.

El interés de Estados Unidos es también limitar a Israel, que a esta altura habrá comprendido que su programa sirio será reconsiderado; Tel Aviv ocupa las alturas del Golán desde 1967, ha bombardeado las instalaciones militares sirias y tiene bajo estrecha observación a al-Jolani, a quien  podría asesinar en cualquier momento si se lo propusiera; de ahora en adelante será difícil.

Este cambio estratégico estadounidense es fruto de la presión de sus aliados árabes para que amplíe el rol de Estados Unidos en la zona, siempre para balancear la potencia de Israel. El caso extremo es el de Riad, que ha pactado con Pakistán para buscar reparo bajo el paraguas nuclear pakistaní.

Siria y su Presidente están bien dispuestos a que Estados Unidos instale una nueva base en el sur de Damasco, justamente para bloquear las aventuras bélicas israelitas.

Al-Jolani sabe que para sobrevivir necesita un protector fuerte; dentro del país mantiene un férreo control contra sus competidores musulmanes; los pactos con la Casa Blanca le darán un margen de tranquilidad fuera de las fronteras. Trump ha enviado a Tom Barrack como gestor para Siria y El Líbano; de hecho, se está comportando como un gobernador especial, pero aun con las atribuciones otorgadas por su mandante, la tiene muy difícil; sus tareas son desarmar a Hezbollah en El Líbano y conseguir la adhesión de Siria a los Acuerdos de Abraham.

Hezbollah es una organización muy elástica, que se adapta rápidamente a nuevas coyunturas, y  además está presente en dos instituciones libanesas: el Ejército y el Parlamento, por lo cual se pueden volver determinantes en un panorama de enorme fluidez como es el Medio Oriente.

Israel, en su guerra de bajo perfil en El Líbano, sabotea los proyectos que buscan lograr una normalidad. Actúa bombardeando maquinaria edilicia y fábricas de cemento, que son ganglios vitales para cualquier programa de resiliencia mínima.

Y ahora ha obtenido otro triunfo: la finalización del mandato UNIFIL de la ONU en el 2026; con la UNIFIL afuera, podrá ejercitar pleno control en el territorio sur del Líbano sin testigos molestos.

Después de la caída de Bashar al-Assad, ha ocupado el monte Hermón; desde esas cimas puede controlar la actividad aérea del Mediterráneo desde Gibraltar hasta Siria.

También está actuando para apoderarse del agua y el gas; según los analistas, pretende apropiarse de la cuenca del Yarmouk e integrarla en la red hídrica de Israel. 

 

 

Epílogo principesco

El príncipe heredero saudí Bin Salman, segregado por la administración Biden después del asesinato del periodista del Washington Post Jamal Khashoggi, ha regresado a Washington en gran estilo y con la chequera pronta.

Trump lo recibió con gran pompa, incluyendo un desfile aéreo de F35 y un banquete nocturno al que asistieron, entre otros, Infantino y Ronaldo.

Por el momento, Arabia Saudita mantiene la presión por el punto 19 del Programa de Paz para Gaza, que es la creación de un Estado palestino, mientras que Trump anhela la normalización diplomática de los saudíes reconociendo el Estado de Israel.

El tratamiento reservado al huésped ha llevado al New York Times a definir la actitud del Presidente como "una performance adulatoria embarazante". Quizá se comprenda mejor el recibimiento principesco bajo la luz de una información que trascendió en estos días: la ganancia neta de la familia Trump en sus operaciones económicas en Arabia Saudita en el 2024 ascendió a 50 millones de dólares.  

 

 

 

 

--------------------------------

Para suscribirte con $ 8.000/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 10.000/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 15.000/mes al Cohete hace click aquí