Entre el palacio y el barrio

Kicillof impulsa un proyecto urbanístico transformador en la provincia de Buenos Aires

 

La provincia de Buenos Aires puso en marcha un proyecto de desarrollo urbanístico, ambiental, sanitario y educativo de carácter transformador en Tandil. Articulada con el municipio conducido por el radical Miguel Ángel Lunghi, ministerios provinciales y el gobierno nacional, la iniciativa fue anunciada en esa ciudad el viernes 12 de mayo. La idea nace del diputado nacional tandilense del Frente de Todos Rogelio Iparraguirre, quien se la presentó a Kicillof y la convirtió en un plan urbanístico integral.

 

 

 

Las tierras en Sans Souci y el modelo de desarrollo urbanístico presentado en Tandil.

 

 

 

En una primera etapa, el proyecto contempla la construcción de 156 viviendas unifamiliares. La apertura de sobres de la primera licitación para comenzar a construir viviendas ya fue realizada. Luego se harán 260 viviendas tipo PH. Está previsto la construcción de un Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS), la edificación de una escuela secundaria y un jardín para nivel inicial. El programa incluye la ampliación de la capacidad de procesamiento de la planta de tratamiento de líquidos cloacales. Cuenta con 37 hectáreas de espacio verde, destinado a la preservación de especies arbóreas nativas, la conservación de la biodiversidad y un plan de arbolado en pulmón de manzanas y patios.

 

 

La urbanización integral.

 

 

 

Además, a través del programa de Restauración Patrimonial –en articulación entre la Provincia de Buenos Aires y la Nación–, se realizará la puesta en valor del palacio Sans Souci. El predio cuenta con 20 hectáreas que serán destinadas para la construcción de un complejo de viviendas del programa nacional Procrear. “Cuando la pandemia entra a aflojar y Axel (Kicillof) hace una visita a Tandil, tengo una charla de minutos con él, planteándole lo que hubiéramos querido trabajar desde el inicio de su gobierno, pero ocurrió que vino la pandemia y se trastocó el orden de prioridades”, explica Iparraguirre en diálogo con El Cohete a la Luna.

 

 

 

 

 

El palacio Sans Souci será restaurado.

 

 

 

El diputado explica que en Tandil “tenemos un gran problema socioeconómico –más allá de que todos ven una ciudad pujante en la Pampa húmeda, la verdad no lo es–, porque es la peor ciudad de la provincia de Buenos Aires en lo que hace a propietarios de viviendas. Casi el 58% de los tandilenses no son propietarios. De los 135 distritos, es el porcentaje más bajo. Le sigue Pinamar” (según datos del Censo). Eso argumenta aún más “la mirada política y social cuando le planteamos esto a Axel, lo que derivó en una reunión muy larga en su despacho. El proyecto comenzó a crecer en su integralidad. Es interesante en términos urbanizables –porque está en tierras no inundables, que están ubicadas en el Plan de Ordenamiento Territorial de Tandil–, con respecto hacia dónde la ciudad tiene que crecer”.

Iparraguirre señala la importancia de que el Estado garantice derechos ante tantas necesidades, “proyectando viviendas, un centro de salud (se abrirá el sobre de la licitación el 13 de junio), un playón polideportivo y un parque ambiental. Ahí quedó lo que era el corazón de Sans Souci, un bosque centenario. Ese bello paisaje será preservado”. La idea original del legislador fue derivando en un proyecto integral, en el que el Gobernador dio participación a los ministerios. Desde el Ministerio de Gobierno se realiza la coordinación general y la Dirección de Cultura y Educación cedió los terrenos para la construcción del proyecto. Además del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano, también intervienen los ministerios de Hacienda y Finanzas, Salud, Ambiente e Infraestructura y Servicios Públicos.

En la presentación del proyecto, realizada en el Centro Cultural Universitario de Tandil, Kicillof expresó algo fundamental ante quienes desean dinamitar el Estado, que es la importancia de asegurar un crecimiento armónico en los distritos. El mercado no es el que debe fijar la regla deforme del crecimiento de las ciudades sin importar hacia dónde, sin respetar lo urbano y lo rural, generando consecuencias sociales y ambientales y afectando la salud de la ciudadanía. Así ocurre en muchos distritos, donde el acceso a la vivienda es cada vez más lejano para las mayorías.

 

 

 

Castillos en el aire

Antes de la primera presidencia de Juan Domingo Perón, la renta agraria diferencial era captada por las empresas británicas y los grandes terratenientes locales. Eso les permitía un derroche descomunal del que hacían gala en esa Argentina para pocos: viajaban a Europa con vacas en el trasatlántico para tener leche fresca; compraban vajilla de oro y plata exclusivamente para usarla en el viaje, la cual luego desechaban al mar al llegar al puerto; importaban arquitectos con planos de viejos castillos feudales para construirlos en nuestro país.

Ese es el caso de los Santamarina, que como enseña el historiador Norberto Galasso, fueron parte de esa “clase dominante, llamada comúnmente ‘oligarquía’". Familias “propietarias de campos, dedicadas, especialmente, a la producción ganadera, en la Pampa húmeda bonaerense, como asimismo financistas y grandes comerciantes ligados a la exportación e importación, y también grandes productores de algunas provincias”. Entre ellos se encontraba la “familia Santamarina, con enormes extensiones (25 estancias con 120.000 vacas y 70.000 ovejas) en Tres Arroyos y Tandil. Don Ramón y su hijo Antonio son dueños de la mayor pinacoteca de la Argentina (un total de 128 obras de las cuales, en 1974, se vendieron 35 en 5.000.000 de dólares)”.

En sus tierras se inició la construcción del palacio Sans Souci de Tandil en 1909, culminada años más tarde. Uno de los cinco hijos del primer matrimonio de Ramón Santamarina y Ángela Alduncin Gaspui fue José, quien había heredado 69 hectáreas de su padre. José mandó a diseñar – importando material europeo– un palacete que se destacaba por poseer usina propia, calefacción central, ascensor, teléfono, pararrayos y sirena de alarma. Lo bautizó con el nombre del hotel europeo en el que se hospedaban en esas tantas vacaciones que pasaban en el exterior para evitar el invierno argento. Sans Souci (Sin Problemas, en español) fue la caprichosa mansión en la que vivieron José Santamarina y la inglesa Sarah Wilkinson.

 

 

Fotografía antigua de la Estancia Sans Souci. Archivo colección Pierroni - Museo Histórico Fuerte Independencia.

 

 

Quien impulsa la restauración y preservación del inmueble en la actualidad es Guadalupe Gárriz, concejal del Frente de Todos en Tandil. “La investigación sobre el palacio Sans Souci tiene dos ejes de trabajo para poder arribar a una evaluación lo más precisa posible con respecto al estado del edificio y lo que potencialmente se va a poder en un futuro restaurar, parcialmente o totalmente”, explica a El Cohete. Aclara que uno es el eje de la situación material, el “diagnóstico técnico específico vinculado a la materialidad, y el otro eje es el histórico social, que tiene que ver con todo el recorrido y los distintos avatares que sufrió el edificio a lo largo de la historia, desde su construcción hasta el estado actual”. En esa tarea intervienen los investigadores Antonio Ferrer y Nayla Llantada.

En la investigación histórica, que está en proceso, se cita el trabajo de la historiadora Andrea Reguera, quien en 2006 publicó el libro Patrón de estancias, Ramón Santamarina: una biografía de fortuna y poder en la Pampa. Allí se da cuenta que la fortuna del terrateniente al fallecer en 1904, valuada en 12.462.636 de pesos, con un patrimonio de 33 estancias y una superficie total de 281.727 hectáreas, distribuidas en trece partidos de la provincia de Buenos Aires. También poseía tierras en Santiago del Estero y Río Negro. En Tandil contó con 26 solares urbanos y 10 quintas (46 hectáreas) y 22 chacras (532 hectáreas).

Ferrer y Llantada estimaron la secuencia cronológica de investigación en cinco momentos: Orígenes y ciclo empresarial agrario de la familia Santamarina, que tuvo su impacto a nivel local y nacional; la respuesta del peronismo en 1949 a una demanda social de educación rural, constituyendo la Escuela Superior Agraria Femenina de Tandil en el predio Sans Souci, donde desde 1955 se capacitaría a la mujer rural; el traspaso del edificio al Ministerio de Educación bonaerense en 1960, donde funcionó el Instituto de Enseñanza Rural (ISER), instituto modelo para la formación de maestras en esa área y pionero en Latinoamérica; la intervención durante la dictadura cívico militar empresarial de 1976, que expulsó en principio a los alumnos y cerró el instituto definitivamente, pasando el lugar a depender operativamente de la Policía Bonaerense.

Testimonios en juicio de lesa humanidad señalaron al lugar como centro clandestino de detención y su traspaso al Ministerio de Educación con la vuelta de la democracia en 1983. En 2001 inició sus actividades en Sans Souci el Instituto Superior de Formación Técnica (ISFT) 75, creado por la Dirección Provincial de Educación Superior para la implementación de carreras técnicas. En 2004, la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense transfirió el predio al ISFT.

 

 

 

Estado presente

El ministro de Hábitat y Desarrollo Urbano de la Provincia de Buenos Aires, Agustín Simone, expresó en la presentación en Tandil “que es el proyecto más importante que tenemos en el Ministerio”. Destacó el trabajo realizado en conjunto con las demás áreas de la Provincia, pero también con Nación. Ponderó al ministro de Educación bonaerense, Alberto Sileoni, por la donación de tierras para el proyecto urbanístico y detalló que “va a haber viviendas para docentes”. Luego agradeció al titular de Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires (SUTEBA), Roberto Baradel, con quien están trabajando en ese objetivo. Asimismo valoró la coordinación llevada adelante por la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, con los diferentes ministerios.

 

 

 

 

Se proyectan 416 viviendas en un barrio de 13 manzanas.

 

 

 

“A medida que se va urbanizando un barrio, una ciudad, en principio el problema es acceder a la tierra. A veces hay posibilidades de acceder a la tierra, pero hay problema en construir las viviendas. Pero una vez que todo eso se hace, falta la infraestructura. Ahí donde se radica mucha gente a vivir, falta la comisaría, el jardín de infantes, falta la escuela primaria, secundaria, los asfaltos, electricidad, cloacas, gas. Es como que el Estado viene corriendo de atrás”, dijo Kicillof. El gobernador repudió a quienes pretenden instalar la idea de un Estado inoperante y manifestó que venía de inaugurar un jardín de infantes en esa ciudad, en respuesta a un antiguo reclamo. Marcó que en la gestión de Vidal se hicieron 65 edificios escolares y que su gestión lleva 160 edificios escolares construidos.

El gobernador coincidió con el diputado Iparraguirre, expresando que “el problema habitacional es uno de los más graves. Tandil no sólo ha sido una ciudad de mucho crecimiento, sino de un tipo particular de crecimiento vinculado al turismo. Este es el problema de muchísimas ciudades hoy, donde propiedades que podrían servir para habitarse de manera permanente, a veces las alquilan al turismo de manera circunstancial. Pequeños alquileres, breves alquileres, eso presiona” sobre los precios, sostuvo.

 

 

 

Simone, Lunghi, Kicillof, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Santiago Maggiotti, e Iparraguirre.

 

 

En ese sentido, dijo que también torna imposible el sueño de la casa propia, “la prosperidad de muchos sectores que invierten en viviendas. Pero eso no satisface la demanda por los precios. En conclusión, el crecimiento de la población, de la ciudad, a través de mecanismos de mercado, de competencia, tiene resultado, pero el problema está en que no está equitativamente distribuido, que deja afuera a sectores que no tienen ese poder adquisitivo”, apuntó.

“Está muy bien que el que puede, pague una escuela privada, si la hay. Que el que puede, pague una salud privada, si la hay. Que el que puede, compre tierras y edifique viviendas… Pero, ¿qué hacemos con la enorme mayoría de nuestro pueblo, que no son sectores vulnerables, sino trabajadoras y trabajadores, asalariados, algunos formales, a quienes se les empieza a escapar la posibilidad de acceder a la vivienda?”, planteó. Porque eso “termina redundando en un incremento mayor de los alquileres, de la tierra, de la vivienda, alejándolos, todavía más”.

Sobre el proyecto de Sans Souci, el gobernador afirmó que en el momento que Iparraguirre le planteó la idea, “era una ingeniería. Tener que unir una tierra que pertenecía a Educación, con vínculo Nación, con el Instituto de la Vivienda, con el Ministerio de Infraestructura, con el Ministerio de Ambiente”. Apuntó así a cómo fue tejiéndose la idea de diversas áreas trabajando “para llevar adelante un proyecto que para mí habla de las prácticas más virtuosas de la historia del desarrollo de nuestra provincia de Buenos Aires, que era cuando el Estado no venía corriendo de atrás, sino que de alguna manera se adelantaba”.

El Estado se adelantó en este proyecto “a través del proceso de planificación que involucraba muchas áreas, mucha decisión y mucha inversión”, puntualizó Kicillof. “Sans Souci puede ser no sólo uno de esos hitos más importante para Tandil, sino para la provincia de Buenos Aires”, porque “muestra un modo en el que nosotros creemos que debería desarrollarse la planificación urbanística en toda la provincia. No correr de atrás, sino planificar y no venir adelante, sino más bien mirar para adelante y plantear un futuro a través de políticas de Estado, donde el acceso a la educación, la salud, el saneamiento, el parque y viviendas se conviertan en derechos efectivos de nuestro pueblo, a través de una intervención inteligente del Estado”.

Se trata de una intervención eficaz del Estado, remarcó el gobernador, destinada a quienes no tienen la capacidad de adquirir tierra o vivienda a precio del mercado, “pero tienen algo más importante, que es la necesidad, y entonces el derecho de acceder a la vivienda, a la salud, a la educación, al ambiente, a la dignidad y calidad de vida. Por eso, esto que estamos haciendo no es solamente importante para Tandil, sino para toda la provincia”. Y cerró expresando: “Ahí donde el mercado no llega, no podemos dejar la gente a gamba. Así es que ahí está un Estado presente que cumple con los derechos. Que sabe que donde hay una necesidad nace un derecho, y que para nosotros es una obligación”.

 

 

 

 

 

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