Esa manera de obrar

Leonardo Nardini analiza la remontada electoral del Frente de Todos

 

En las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en Malvinas Argentinas, los candidatos del Frente de Todos habían superado a Diego Santilli y Facundo Manes. Esa diferencia se amplió en las generales del pasado 14 de noviembre. Luego de los magros números de las PASO, las modificaciones en el gabinete bonaerense –como la incorporación del hasta entonces intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, como ministro de Infraestructura y Servicios Públicos– facilitaron que se logre mejorar el resultado inicial. “Nuestra candidata Sol Jiménez Coronel superó a nivel local a las tres listas que llevaba Juntos en Malvinas Argentinas con el 48% de los votos”, expresa Nardini, entrevistado por El Cohete a la Luna. Su lista de candidatos le sacó más de 26 puntos de diferencia a la de Juntos, “siendo uno de los resultados más importantes a nivel porcentual y uno de los cinco mejores de la provincia de Buenos Aires”, destaca.

Nardini analiza la remontada del Frente de Todos luego de las PASO. Ante la pregunta respecto a si fueron los cambios realizados por el gobernador Axel Kicillof los que permitieron achicar esa diferencia, expresa que se trató de “un complemento”. El haber mejorado el resultado no tiene una única explicación, “es multicausal”, sostiene. Reivindica la lectura que realizó la Vicepresidenta de “no generar un cambio, sino incorporaciones. La de Cristina Álvarez Rodríguez (ministra de Gobierno), la de Martín Insaurralde (jefe de Gabinete) y la mía, fueron para aportar y para ayudar al gobernador y trabajar con una mirada hacia 2023”. Explica que “no se trató de desplazar a nadie, sino de complementar un equipo de trabajo que había hecho muchas cosas en momentos muy difíciles con una pandemia que nadie esperaba, sumada la experiencia que nosotros podíamos aportar desde la diaria, el llano, como nos gusta decir”. Remarca que esto se integró “con el gran trabajo que realizaron las intendentas e intendentes y las estructuras militantes en los distritos donde no gobernábamos”, permitiendo mejorar los resultados.

El mayor esfuerzo estuvo en el Conurbano, donde desde las PASO a la general se emprendió la tarea de “hablar con la gente, explicándole lo que había pasado”. Nardini dice que salieron a pedir “ese voto de confianza para que pudieran darnos una nueva oportunidad, como la que habían depositado en 2019 para sacar un gobierno que había hecho todo mal y que le había perjudicado la vida diaria en base a los incrementos de tarifas, a la toma de deuda que no se vio reflejada en la vida cotidiana de la gente, en base a la inflación galopante y en base a la pérdida del poder adquisitivo y el empleo”. Volvieron apelar a la memoria de los votantes con aquello que habían padecido durante el gobierno de Cambiemos, que bien había sintetizado Cristina Fernández de Kirchner con la frase: “Le desordenaron la vida a la gente”. Apelar a la memoria, volver a transitar el territorio y el cara a cara con el vecino permitieron achicar la diferencia.

En esa charla con los votantes no se omitió que, al poco tiempo de asumir, el gobierno del Frente de Todos tuvo que afrontar una pandemia “que nadie esperaba y que produjo que las economías de todo el mundo lamentablemente cayeran. La realidad de la Argentina era totalmente diferente a la de los países del primer mundo, por lo que hubo que invertir más para sortear la delicada situación social de la gente que no podía ir a trabajar”, destaca el ministro. También resalta que es necesario explicar a los votantes que el gobierno del Frente de Todos intenta arreglar sin “que sea a costilla del pueblo argentino” la deuda contraída durante la gestión anterior. “El ex Presidente Mauricio Macri decía, hace muy poco, que a ellos el Fondo Monetario Internacional (FMI) les prestó plata porque confiaba en que la Argentina se la iba a devolver. Nosotros al FMI le pedimos plazo, no más plata”, señala como diferencia.

En relación con las declaraciones de Macri respecto a que si ganaban la elección, “arreglábamos con el FMI en cinco minutos” Nardini coincide con lo expresado por el Presidente Alberto Fernández en el acto realizado en Costa Salguero el pasado 5 de noviembre, cuando sostuvo que “lo único que podría hacer en cinco minutos es arrodillarme y cumplir con las exigencias que los acreedores me ponen. Eso no vine a hacerlo yo. Eso no lo hace un peronista, nosotros sabemos a quiénes representamos”. El ministro bonaerense señala que “necesitamos plazos para que eso que muchas veces pide el Fondo para reestructurar una deuda, que es achicar el gasto, no termine perjudicando que podamos motorizar las pymes –que son las generadoras de empleo– a través de crédito, que sigamos haciendo obra pública sin que nos recorten”. “Si hubiéramos arreglado en cinco minutos como propone Macri, pasarían todas estas cosas que terminarían perjudicando a la gente y es lo que ninguno de nosotros queremos”.

Sobre lo que pudo transmitir como funcionario, a partir de su experiencia territorial como intendente, Nardini explica “que en los municipios estás acostumbrado –quieras o no–, a resolver problemas todos los días. Es un sinfín de problemáticas. Al resolver 10, tenés 20 más”. Eso es lo que brinda una gimnasia “que uno trata de trasladar al área que llevo adelante para ayudar a la gestión general de nuestro gobernador en la provincia de Buenos Aires”. Ese ejercicio “aporta una impronta diferente a todo el trabajo que se venía realizando con mucho esfuerzo y mucha voluntad. También puso ese granito de arena para esta recuperación en el resultado, que –hay que aclarar– no hay nada para festejar porque, en términos generales, nosotros no ganamos la elección”, plantea.

Para Nardini el resultado dio cuenta de que “mejoramos, a pesar de que un sector de los grandes medios de comunicación juega muy fuerte para desprestigiar al Frente de Todos y a nuestros dirigentes. Trataban de decir que íbamos a tener una derrota entre 6 y 10 puntos frente a la fuerza de Juntos”, analiza, y dice que “nada de eso sucedió gracias al acompañamiento de la gente, que nos volvió a poner una cuota de esperanza en base a los dos años que tenemos para acelerar la recuperación, para que verdaderamente la gente pueda vivir mejor”.

Con respecto a las obras de infraestructura que su cartera lleva adelante, el ministro puntualiza que “el despliegue de obra pública que hay en la provincia de Buenos Aires es inédito, algo que no sucedía hace muchas gestiones”. Abundan muchas obras de conectividad en base a las rutas provinciales, que se trabajan con el acompañamiento del gobierno nacional. Obras como la de la ruta 11 y la ruta 56, paralizadas durante la gestión de María Eugenia Vidal. “Es una obra muy importante de autovía desde General Conesa hasta Mar de Ajó, que no solamente agiliza los tiempos, sino que también va a reducir los accidentes”, destaca.

Ante la construcción de la creencia que asocia al Frente de Todos con un desprecio por el sector agropecuario, Nardini señala que justamente es el actual gobierno el que lleva adelante la obra sobre el río Salado, “donde se ha ejecutado –con pandemia inclusive–, el 30%, mucho más que en gestiones anteriores. Es una obra de larga data, que beneficia a muchos municipios. De continuar con este ritmo de ejecución –con miras a un segundo mandato del oficialismo– tendrá impacto sobre 8,5 millones de hectáreas, donde se van a recuperar dos millones y medio de hectáreas productivas para lo que es siembra y ganado”, lo cual beneficiará a 59 municipios.

 

Plan Maestro del Río Salado.

 

Es una de las obras más importantes que está llevando adelante el gobierno de Axel Kicillof. El Plan Maestro del Río Salado se divide en cinco tramos. Por gestiones realizadas por el propio gobernador, se consiguió el financiamiento para terminar una obra que lleva casi tres décadas. Durante el mandato de María Eugenia Vidal se avanzó menos de un 15%, con el agravante que dejaron caer el financiamiento internacional –conseguido durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner– para continuar los trabajos. Comenzaron a trabajar en 2018 y en agosto de 2019 dejaron de pagarle a las empresas, quedó todo paralizado y con deudas. Kicillof logró renegociar y mejorar las condiciones de un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para finalizar las obras del Proyecto de Apoyo a la Gestión Integral de la Cuenca del Río Salado.

 

La obra en el Salado.

 

 

Son 110 millones de dólares y ya se iniciaron los trabajos para licitar las tareas. Durante los últimos dos años, el ritmo se aceleró como nunca. Donde había cuatro dragas, ahora hay ocho, todo se duplicó. Las obras avanzan a razón de un millón de metros cúbicos por mes de barro extraído del lecho del río y de tierra recortada para ensanchar los márgenes. Sin embargo, nada se dice sobre una obra con impacto tan directo y favorable para el sector agrícola-ganadero, porque contradeciría la idea de que el gobierno del Frente de Todos está en contra del “campo”.

 

 

Dragando.

 

Un impacto directo y favorable para el sector agrícola-ganadero.

 

 

El río Salado tiene un total de 700 kilómetros. Nace en la laguna El Chañar en Teodelina, en la provincia de Santa Fe, cubre más de la mitad de la provincia bonaerense y desemboca en la Bahía de Samborombón en el Río de La Plata. La superficie total de la cuenca equivale a 170.000 kilómetros cuadrados y abarca a 59 municipios. En esta región se concentra el 59% de la producción de granos de la provincia de Buenos Aires y el 62% de la actividad de ganadería bovina.

 

 

La obra beneficia a 59 municipios.

 

Pero también están las obras de saneamiento de agua y cloacas, que se emprenden en “ciudades y pueblos de la provincia de Buenos Aires que hoy están construyendo las plantas depuradoras o de extensión de la red de agua, que no solamente implica mayores servicios para que la gente pueda vivir mejor, sino más salud”. Para Nardini esa fue una decisión fundamental del gobernador, que tiene el reconocimiento de los intendentes del Frente de Todos y de la oposición. Son obras que se ejecutan con el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) o el Programa de Emergencia de Infraestructura Municipal de la provincia de Buenos Aires (PREIMBA) en los distritos bonaerenses.

El ministro menciona otras obras de gran envergadura, como los dos tramos de la ruta 6 que estaban en muy mal estado y que comenzarán a ser reparados en diciembre. “Son aproximadamente 40 kilómetros que se van a llevar adelante. Es una obra de conectividad muy importante, que se suma a la obra de la autopista Presidente Perón que está realizando el gobierno nacional. Es una vía de acceso que va a facilitar lo que es el tercer anillo, la conectividad para todos esos distritos que quedaban lejos”, enumera Leonardo Nardini. Asimismo, reseña obras de rutas provinciales que se terminaron y otras que están por arrancar, “como la ruta 25, por donde pasan miles de personas todos los días”.

En conjunto con el Ministerio de Salud bonaerense, desde el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos se sigue avanzando en la recuperación de los Centros de Asistencia Primaria (CAP). “Es muy importante la tarea de atención primaria que realizan las ‘salitas’ para prevenir y para que las personas no lleguen a hospitales de alta complejidad”, explica Nardini, cuya experiencia territorial le permite saber bien cómo las vecinas y vecinos llaman a los centros de atención primaria de la salud que fueron –y siguen siendo– construidos y mejorados por el gobierno de Kicillof. El gobernador les otorgó un rol fundamental para descomprimir la atención en los hospitales, dedicados exclusivamente a la atención de casos de Covid-19. Esa inversión destinada a los CAP y a los hospitales que se habían abandonado permitió que les bonaerenses tuvieran la atención asegurada en pandemia sin que desbordara el sistema sanitario.

La ex gobernadora María Eugenia Vidal hacía gala en el canal de noticias TN, ante al pichón Leuco, de que “no iba abrir un hospital nuevo”. Una promesa que cumplió con creces porque fue más allá y no terminó los que debía terminar. Nardini recuerda que “la gestión anterior decía que no hacía falta terminar los hospitales y tuvo que venir esta gestión a terminar los que dejaron sin hacer desde el gobierno de Cristina. Les faltaba muy poco para culminarlos y no lo hicieron en los cuatro años que gobernaron. Es lamentable, porque hubiéramos estado mejor preparados para afrontar la pandemia”, señala y enumera los 12 hospitales modulares que fueron instalados tanto en el Conurbano como en el interior de la provincia de Buenos Aires.

Para Nardini, el impulso que tomará la política del gobernador Kicillof será aún mayor una vez que se termine la pandemia. Dice que “estar en un cargo público no es solamente un premio a nivel personal, es una cuestión de compromiso, de vocación y de responsabilidad con la gente”. Sus palabras apuntan a que “el cargo no te hace mejor persona, lo que te hace es tener todos los días la conciencia de poner el esfuerzo necesario para que las cosas puedan marchar mejor y comprender que, al fin de cuentas, la política siempre es una herramienta de transformación social para mejorar la calidad de vida de la gente. Es el compromiso que vamos a tener para adelante”. De que ese compromiso se haga realidad cada vez más –al igual que mantener sólida la unidad–, dependerá el futuro político del Frente de Todos, porque ese es el mandato que el pueblo les legó.

 

 

 

 

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