El grupo de derechos humanos creado por Nelson Mandela bajo la denominación The Elders ha emitido una declaración sobre la tregua en Gaza por la que denuncian que “el alto el fuego en Gaza suena falso mientras todos los palestinos se enfrentan a una catástrofe de seguridad”. Por este motivo “condenan los continuos ataques militares de Israel y la obstrucción de la ayuda en Gaza, dos meses después del alto el fuego acordado con Hamás y la liberación de los rehenes israelíes”.
Consideran que “la realidad cotidiana de los palestinos sobre el terreno sigue siendo de muerte, hambre y desplazamiento”. Añaden que “Israel está utilizando la cobertura diplomática que le brinda el alto el fuego para continuar la limpieza étnica en Gaza y la anexión en Cisjordania. Si el Presidente Trump y otros líderes permiten que esto siga sin control, pondrá en peligro las perspectivas de una paz justa y destruirá cualquier esperanza de superar el genocidio y la hambruna en Gaza”.
El grupo —cuyo nombre se puede traducir como “los mayores”— fue creado por el líder sudafricano Nelson Mandela en el año 2007 para afrontar problemas como el cambio climático y los conflictos armados desde una perspectiva global, sin atender intereses parciales. Mandela consideraba que al estar integrado por personalidades públicas que habían cesado en sus funciones podían pronunciarse con absoluta libertad de criterio, sin concesiones a los factores de poder que dominan el mundo. En la actualidad, el grupo que firma la declaración está integrado por Graça Machel, esposa de Mandela; Gro Harlem Brundtland, ex Primera Ministra de Noruega y ex Directora General de la OMS; Helen Clark, ex Primera Ministra de Nueva Zelanda y ex jefa del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; Zeid Ra'ad Al Hussein, ex Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; Mary Robinson, ex Presidenta de Irlanda y ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; Ernesto Zedillo, ex Presidente de México; y Juan Manuel Santos, ex Presidente de Colombia, entre otras destacadas personalidades internacionales.
La declaración continúa señalando que “más de 350 palestinos, incluidos muchos niños, han muerto a manos de las fuerzas israelíes en Gaza desde que entró en vigor el alto el fuego el 10 de octubre. Los 320.000 niños menores de cinco años de Gaza siguen en riesgo de desnutrición aguda y, al mismo tiempo, los palestinos de Cisjordania y Jerusalén Oriental se enfrentan a un desplazamiento cada vez más violento, a medida que los asentamientos judíos se expanden y el gobierno israelí acelera abiertamente su anexión. Este año, más de 220 palestinos han sido asesinados allí y los colonos han perpetrado más de 1.600 ataques”.
Los ex dirigentes internacionales consideran que la Resolución 2.803 del Consejo de Seguridad de la ONU, de dudosa legalidad, “debe interpretarse en consonancia con el derecho inalienable del pueblo palestino a la autodeterminación. No invalida la obligación legal vigente de los Estados de poner fin a la ocupación ilegal de Israel”. En cuanto al plan de Trump, sostienen que “cualquier presencia internacional en Gaza debe apoyar la revitalización de las estructuras de gobierno palestinas que allanen el camino hacia la creación de un Estado, no reemplazarlas”. Sostienen que la propuesta “Junta de Paz”, en su forma actual, “no ofrece una vía creíble ni legítima para avanzar”, dado que el pueblo palestino tiene derecho a elegir a sus propios líderes.
En cuanto al modo en que se viene ejecutando el plan de 20 puntos, manifiestan que si bien estipula que no debe haber ocupación ni anexión de Gaza, la denominada “línea amarilla” corre el riesgo de dividir Gaza indefinidamente. Añaden que “los informes de que colonos han establecido campamentos cerca de la frontera entre Israel y Gaza en preparación para el asentamiento dentro de Gaza son alarmantes”.
En cuanto al desarme de Hamás, sostienen que “la oferta de Hamás de considerar el congelamiento y el almacenamiento de sus armas abre una oportunidad crucial para avanzar en la desmilitarización de Gaza. Esto requerirá la retirada total de las Fuerzas Armadas de Israel junto con el desmantelamiento de las armas por parte de Hamás y otros grupos armados palestinos”.
Termina la declaración señalando que “es necesario un diálogo constructivo. Los palestinos de Gaza tienen poca sensación de que el alto el fuego esté funcionando. Su sufrimiento corre el riesgo de agravarse aún más si el proceso actual fracasa. Sin medidas específicas contra los extremistas de ambas partes, el progreso hacia una paz justa y duradera seguirá siendo inalcanzable”.
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