Gracias al trabajo que Roberto Baschetti y Fabián Domínguez encararon para compilar los textos inéditos de Rodolfo Walsh, es posible oír la voz del escritor en lo que fue su última entrevista. A diferencia de los audios en los que lee su obra, en éste habla de sí, de sus oficios y de la evolución de su mirada política. El material formará parte de un volumen titulado Un hombre que se anima, que ya duplicó los treinta textos de la primera versión que circuló en pdf.

Cómo se gestó
Una fría mañana de 1974, en una secundaria de la localidad de Sourdeaux (hoy, Malvinas Argentinas), tres alumnos aceptaron el encargo del profesor de literatura Edgardo Lista: escribir sobre el libro Operación Masacre. Como plus para quienes quisieran distinguirse estaba la posibilidad de entrevistar al autor: Rodolfo Walsh trabajaba en un diario porteño cuya dirección era pública.
Los jóvenes se pusieron a leer, estudiaron, hicieron una lista de preguntas y temas. No podía faltar el peronismo, el movimiento al que pertenecían tanto los asesinados en la Operación Masacre como los asesinos de la reacción que gobernaba 18 años después.
Walsh había abjurado muchas veces de tal pertenencia, algo que sólo podía pasar por alto quien no lo conociera, como reseñó en una carta de lectores:
Desmentida. Señor director: En el número 40 de Confirmado aparezco integrando un Centro Cultural que se autodefine como “una SADE para peronistas” y se propone cultivar un “realismo peronista”. Sería bueno que ese realismo empezara por admitir los siguientes hechos: 1°, que no soy peronista; 2°, que por lo tanto no formo parte de ese Centro; 3°, que en ningún momento fui consultado, y en consecuencia, el que incluyó mi nombre es un oportunista que evidentemente no me conoce.
Rodolfo Walsh. Río Carapachay, Tigre.

En una segunda carta (tan extraviada hasta hoy como la anterior), exhibirá otros errores con un poco más de humor:
Sr. Director: Lamento no ser propietario de “Lorelei” en el Tigre (Confirmado N° 106). La casa con sus muebles pertenece a Don Pedro Segura, vecino y amigo que me cobra (cuando puede) un alquiler muy bajo. Hellen Ferro era igualmente inquilino, antes que yo. Operación Masacre no es un reporte sobre el “Caso Satanowsky”, sino sobre los fusilamientos de junio. Mis bienes dignos de mención son: un reloj Omega, una máquina de escribir Remington, una pistola Beretta, una antigua “botella de Bolita”, una mesa pintada por Irene Saslavsky y un dibujo de Brascó. Todos ellos me fueron regalados, incluso la máquina. También hay una radio.
Rodolfo J. Walsh, Tigre

Para entonces, en la revista de Jacobo Timerman ya no trabajaba Horacio Verbitsky. Los tres coincidirán luego en La Opinión, sólo por algún aporte aislado. Walsh no confiaba en ese editor, pero el diario donde su reciente amigo era jefe de redacción llegó a publicar una opinión suya firmada:
Dos años después, con la recuperación de la democracia, Walsh y Verbitsky trabajarían juntos en el diario Noticias, que Montoneros editó desde noviembre de 1973. A cargo de la sección policiales estaba el escritor, cuando llegaron dos pibes y una chica de la escuela San Román a preguntarle por sus oficios previos al libro que cambió su vida, por sus proyectos y por la actualidad:
–¿Cómo ve la situación política y qué consejo le daría a los jóvenes? –preguntó ella.
–De rápido deterioro y rápido avance de las fuerzas reaccionarias –sintetizó–. A los jóvenes les sugeriría que se dediquen a estudiar la realidad concreta y, si de ahí surgen impulsos para la militancia política, pues que los sigan.
–¿Ingresó de nuevo al peronismo? –lanzó uno de sus compañeros.
–En el transcurso de los años posteriores he asumido al peronismo, como comprensión del sentido de las luchas de la clase trabajadora –que en su mayoría es peronista– y como solidaridad con esas luchas.
–¿A pesar del deterioro y tras la muerte de Perón? –insistieron.
–El deterioro no se da en (las clases trabajadoras) sino en los niveles superestructurales del peronismo.
Perón había muerto el 1° de julio, el diario sería clausurado el 28 de agosto. Ese es el rango temporal en el que se realizó la entrevista, si se considera que el 6 de septiembre Montoneros pasó a la clandestinidad.
El cassette
Uno de aquellos alumnos, Daniel Etchepare, le obsequió su cassette regrabado al conductor de un programa de Universal, una FM al norte del Gran Buenos Aires de la que era habitual oyente, hace dos décadas.
Desde hace cuatro décadas, la voz de aquella emisión radial voceaba los diarios que vendía en su puesto del hall central de la estación de trenes de Retiro. Esa múltiple vocación lo llevó a inscribirse en un taller periodístico en la platense Comisión Provincial por la Memoria. Allí, Alberto Borda, de 63 años, reveló a una docena de compañeros la existencia de la grabación.
Así llegó a Baschetti y a Domínguez, quien la recibió en el Día del Periodista. La oyó entera en la mañana del domingo 8, horas antes de visitar Quilmes, donde compartió la primicia en el Quinto Encuentro de Literatura Política Envar El Kadri, organizado por Somos Cultura Popular, en una dependencia de la Municipalidad administrada por Mayra Mendoza.

Esta semana, una cálida nota de Facundo Lo Duca (ver Los escritos ocultos de Rodolfo Walsh, en Perycia) reveló que Borda llegó a invitar a su programa radial comunitario a Lilia Ferreyra, la última pareja de Walsh, para que escuchara la entrevista de Daniel. “Cuando quisimos ponerla en vivo en el estudio, no quiso. Dijo que prefería oír la voz de Rodolfo en la intimidad de su hogar”.
Ahora, gracias a aquel pasamano solidario, los lectores podrán hacer lo mismo en los suyos.
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