Hudson Park: estafas y suicidio fallido

Un constructor con la soga al cuello, cortina de una red política

 

Colgado del techo en uno de los ambientes de su casa en el exclusivo Club de Campo Abril, el arquitecto Marcelo Suárez fue hallado por su empleada doméstica a primera hora del pasado lunes 25. La mujer pidió ayuda a los gritos, llamó a la seguridad del barrio cerrado y a los vecinos, pero el primero en tender su mano solidaria fue otro laburante, el piletero de una vivienda lindera. El personal del barrio se comunicó con la Comisaría 3ª de Berazategui, que lo asistió con RCP. Gracias a la rápida reacción de los trabajadores, lograron salvarlo: fue trasladado al Hospital Evita Pueblo, donde quedó en coma hasta que por fin fue trasladado a un sanatorio de Quilmes.

 

El empresario con la soga al cuello

El arquitecto era contratista del Estado en materia de construcción y muchos sospechan que fuera la cara visible de una red de políticos. Marcelo Darío Suárez, de 51 años, está denunciado por haber vendido tres y cuatro veces los mismos lotes, sin documentación y con valores de entre 25 a 30.000 dólares cada uno, en el barrio Hudson Park, que no posee escrituración ya que gran parte del predio es reclamado en estrados judiciales por un comerciante de la zona, Francisco Ojeda.

Hudson Park, en Berazategui, consta de 68 hectáreas que contienen una forestación de valor histórico. Al menos una parte del predio en discusión sería parte de una familia que esgrime antecedentes documentados hasta de 1895. Hudson Park es un proyecto de hace una década, promocionado como un lugar con arraigo en la historia del naturalista Guillermo Hudson en tiempos de “los malones”:

 

 

Otras causas

Los negociados de ventas de terrenos cunden. En enero de 2021, la Dirección Distrital de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora detuvo a una banda integrada por Carlos Fernández, Efraín Chambilla Mamani y Daniel Díaz, acusados de vender desde el perfil de Facebook “Casas y Terrenos Ezeiza” falsos títulos de propiedad a través de la inmobiliaria UTAMAS SRL, de La Matanza.

En octubre, la Sociedad Rural de San Vicente denunció estafas inmobiliarias con la venta apócrifa de lotes que pertenecen a la entidad. Una persona llegó a pagar 300.000 pesos por un terreno sobre la Ruta 6 cuya escritura está a nombre de la SRSV, que radicó la denuncia ante la fiscal Karina Guyot.

Pero el caso de Suárez es paradigmático de una matriz a mega escala. Este arquitecto ya había sido imputado hacia 2017, junto a otras cinco personas (dos de ellos, abogados que fueron sobreseídos), por infracción a los artículos 210 y 242, asociación ilícita y estafa (expediente 13-00-022242-17/00).

La causa iniciada hace cuatro años es la del caso de las Torres Gemelas de Castro Barros 33, en Bernal, donde también se denunciaron ventas irregulares, según el trámite llevado por la fiscal Karina Gallo, de la Fiscalía de Instrucción y Juicio 4, con intervención del Juzgado de Garantías 3 a cargo de Marcelo Goldberg.

En ese caso, “el denunciante Enrique Montagna arribó a un acuerdo con Molinari y Suárez respecto del negocio jurídico cuya frustración dio lugar a estos obrados, no habiéndose denunciado en estas actuaciones incumplimiento alguno de ninguna de las partes”, según los considerandos de una sentencia del 11 de abril de 2019 que archivó el tema.

 

La nueva

El estudio de abogados que llevó la querella en 2017 por lo que entendía eran delitos de estafa, defraudación, desbaratamiento de derechos acordados y asociación ilícita, embate otra vez contra algunos de los mismos imputados. Es que se trata de “la mayor estafa inmobiliaria” de todos los tiempos en lo que se refiere a barrios cerrados, evaluaron ante el semanario El Suburbano, de Quilmes los abogados María Cecilia Lemos y Osvaldo Fiorenza:“La maniobra defraudatoria ha escalado tanto que uno de los miembros de la presunta organización delictual habría optado por la decisión extrema de intentar quitarse la vida, lo que si bien no lleva al deslinde de su responsabilidad pone de manifiesto que el arquitecto Suarez habría optado por tal decisión agobiado por la contundencia de prueba en su contra como también respecto a sus mentores, altamente conectados con los poderes políticos de las jurisdicciones donde se encuentran situados los barrios privados”.

Ambos penalistas presentarán una megadenuncia en representación de cientos de víctimas de emprendimientos que llegan a Mar del Plata, como Fincas de Peralta Ramos, una reserva natural tan cercana a la zona céntrica como a las playas; la Mansión Towers, de Bernal, o La Reserva de Canning, en Ruta 58 y Juana de Arco, Ezeiza. No se descartan otros, además del Hudson Park.

 

El jefe comunal

Todo eso ocurre en el distrito comandado por Juan José Mussi, quien había sido denunciado por su mano derecha, Ruben Aicardi, como “el gran coimero” de los barrios cerrados. Las declaraciones de Aicardi en 2005 fueron realizadas a cuatro periodistas locales (entre los que estaba el autor de esta nota) y, luego, en el Poder Judicial ante el entonces fiscal Luis Armella, que se vio obligado a abrir una megacausa bajo el expediente 256.522.

 

Ruben Aicardi.

 

 

Allí, declaró lo que ratificó también en el programa Huella Digital, de la TV Pública: que el duhaldista ministro de Salud (1994-2002) promovía la instalación de barrios cerrados en Berazategui para cobrarles exacciones ilegales. Aicardi lo sabía porque fue el presidente del Concejo Deliberante encargado de tramitar los votos de peronistas y radicales que levantaban sus manos para aprobar la habilitación del negocio y, según dijo, de cobrar las coimas: “Yo llevaba las valijas de la corrupción, iba hasta el Ministerio de Salud, en La Plata. Ahí, Mussi se quedaba con la mitad de la plata. La otra mitad yo tenía que repartirla entre los concejales que votaban las ordenanzas”.

El ex titular del Cuerpo declaró que ese método se aplicó a la instalación de cementerios privados y barrios cerrados desde que llegó el emprendimiento Puerto Trinidad, de los Béccar Varela, hacia 1996.

Aicardi fue parte del sistema durante una década hasta 2003, cuando murió su mujer y él alegó que no tenía ánimo para trabajar. “Quedate en tu casa, que te mandamos el sueldo”, le dijeron. Vivió de ñoqui hasta que en 2005 dejó de cobrar y salió a denunciar. En 2009 fue internado en el Hospital Evita Pueblo que Mussi había inaugurado con su gente 15 años antes, como primer gran acto como ministro. De ese hospital, Aicardi no salió con vida.

Mussi, en su quinto mandato como intendente de Berazategui, pasó a vivir en el barrio cerrado Hudson Park.

 

Las denuncias de Aicardi, publicadas en la prensa hacia 2005.

 

La punta del iceberg

Las sospechas de que el suicida Suárez sea un testaferro de políticos es parte de la comidilla del vecino distrito quilmeño, donde vislumbran la reiteración de nombres y abogados cercanos a otro ex jefe comunal cuya filiación debería importar poco a la hora de dirimir la comisión de delitos pero que en cualquier caso exhibirían el entramado de corrupción transversal entre el viejo menem-duhaldismo y los que se dicen antiperonistas, como ya relatara El Cohete aquí.

Ese nuevo contubernio halla terreno fértil más allá del segundo cordón del Conurbano bonaerense, donde abunda la tierra urbanizable. Por caso, en Berazategui, la zona ribereña no edificada que está siendo loteada o reservada para mega emprendimientos equivale a la mitad de la superficie de todo el distrito, que ve a los pobres apiñados en la otra mitad, según evalúan los ambientalistas locales.

Algunos protagonistas de la denuncia de 2005 han tomado opciones poco originales. La primera abogada anti corrupción, Mónica Frade, se alió a Elisa Carrió y eso le permitió ser hoy diputada nacional. El segundo abogado que acompañó a Aicardi continuó con otras causas y militó en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Al fin se sumó a una corriente peronista devenida en aliada de la UCR, que ahora lo postula como candidato a concejal por Juntos. Son sólo dos ejemplos que ayudan a entender por qué personas de buen accionar terminan en partidos con proyectos distantes de lo popular.

En tanto, el fallido suicida Suárez fue retirado de inmediato del hospital donde Aicardi perdió la vida y llevado al Sanatorio Trinidad de Quilmes, donde sigue con asistencia respiratoria y con varios órganos comprometidos.

 

Arquitecto Marcelo Suárez. Ni el tiro del final.

 

 

 

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