La fe de Cambiemos

La inserción de los referentes de la derecha evangélica en los espacios de poder

 

Los primeros días de Jair Bolsonaro en Brasil y la apertura del calendario electoral en estas tierras volvieron a poner en agenda al mundo evangélico. Una serie de artículos trabajan sobre dos datos. Uno, supone un crecimiento exponencial del número de fieles en Argentina. Otro, intenta saber con insistencia si armarán una estructura de partido. En esta nota busco respuesta a esos ejes. Pongo en duda el supuesto crecimiento. Y luego me detengo a mirar el recorrido de algunos de los principales referentes del espacio que configura aquí la derecha evangélica para arriesgar como hipótesis que no necesita armar partido propio porque trabaja intensamente desde hace tiempo con el gobierno y, con mayor o menor visibilidad, está inserta en espacios de poder.

Para hablar de números, los referentes más serios señalan que históricamente los cristianos evangélicos fueron alrededor del 4 por ciento de la población hasta los años '90. Allí comenzó un breve período de crecimiento. Un boom que se extendió durante el menemismo, época del Pastor Giménez, ensayos de telepredicadores y famosos de la televisión. Ocurrió en paralelo a una renovación de las estructuras tradicionales en las iglesias con corrientes pentecostales y movimientos carismáticos que tomaron elementos de la cultura popular. Tras el boom, el número pasó del 4 a alrededor del 10 por ciento, un dato que no surge de los censos porque dejaron de medir indicadores de religión. El único índice confiable es la Primera Encuesta sobre Creencias y Actitudes Religiosas realizada en 2008 por el Ceil-Conicet, dirigida por Fortunato Mallimaci. A diez años de esa encuesta, el Ceil-Conicet ahora concluye un nuevo análisis para actualizar datos. Los números están en proceso, pero es posible que, aunque parezca lo contrario, no hayan variado de manera sustancial.

 

La religión de los argentinos. Fuente: Ceil-Conicet. Año 2008.

 

Néstor Míguez es presidente de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), según Mallimaci uno de los hombres que más sabe del mundo de la fe. La FAIE es una de las dos organizaciones representativas del espacio, progresista y minoritaria. Del otro lado está la Asociación Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), más conservadora, de derecha y mayoritaria. Míguez cree que el número de creyentes no varió. Y que existe, en cambio, una puesta en escena de lo monumental como parte de una estrategia de crecimiento. Ese mismo dato aparece en un trabajo elaborado hace diez años pero que tiene actualidad. Se trata de una tesis sobre Las estrategias de comunicación en la Iglesia Universal del Reino de Dios, elaborada por Sabrina Roth y Natalia Calisti durante sus carreras. Aunque trabajan sobre un sector específico, conocido como el Pare de Sufrir, la conclusión muestra un fenómeno vigente.

Ellas encontraron que la Iglesia Universal construyó 381 sedes en el país entre 1988 y 2008, pero señalan que no podía ser indicador de crecimiento porque la encuesta del Ceil-Conicet había detectado que tan sólo 0,9 % de los consultados decía participar del espacio. Ese dato, con el análisis del trabajo, "nos permite plantear que, más que un hecho real, el crecimiento exponencial de la iglesia es una puesta en escena de la propia institución —dijeron—. Esto tiene directa relación con la presencia en los medios y con su estrategia de comunicación".

Hoy quien pone esos números en juego es ACIERA. Lo hizo simbólicamente cuando movilizó miles de militantes a la Plaza de los dos Congresos durante el debate de la Ley del Aborto, con la Iglesia romana operando en el Senado, y ellos en la calle. Y lo hace en términos de comunicación en varias entrevistas. "Todo el mundo sabe lo que la Iglesia Evangélica crece —dijo el presidente de ACIERA, Rubén Proietti en una entrevista—. Por eso, me animo a pensar que estaremos superando los 9 millones de creyentes". En un país como el nuestro con una población de 44 millones personas, 9 millones equivale a 20 por ciento. Y eso hablaría de un nuevo boom.

 

Rubén Proietti

 

El final de la encuesta estará listo en abril o mayo. Hay que esperar. Pero mientras tanto quedan preguntas vigentes. Si son más, ¿por qué son más?  Y si no son más, ¿por qué parecen más? Una respuesta es  obvia. Tomaron la calle. Algo de las nuevas narrativas alentó esa salida del closet. Una de las identidades disponibles habilitadas desde el espacio político que indica que, en el aquí y ahora, ser así comienza a garpar.

 

Los lugares

Ahora bien, ¿cuáles son las razones por las que la derecha evangélica argentina parece no necesitar un partido propio? Vamos por partes.

Como señalé en otra nota, ACIERA nació como desprendimiento de la FAIE en dictadura. La FAIE denunciaba los crímenes, tuvo integrantes perseguidos, articuló trabajo con sectores de la teología católica de la liberación y estuvo entre los fundadores del Medh, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. En ACIERA comenzaron a confluir quienes no estaban de acuerdo con esa posición, con el aliento de pastores que llegaban de Estados Unidos. Ese fue el momento de giro a la derecha política y teológica de los evangélicos de este país, dice Míguez. Hasta entonces muchos eran de derecha, pero de una derecha evasiva, explica: pasaron de renegar de la injerencia en política a bendecir a Presidentes, aquí y afuera, en un contexto donde los Presidentes eran dictadores.

Ese es el campo. Alrededor crecieron los pentecostales. Muchos insertados en las dos organizaciones. Y, por último, los brasileños. Son representantes locales de la Iglesia Universal del Reino de Dios con imitadores. Tienen el templo emblemático de la calle Corrientes. El referente más conocido es el empresario brasileño Edir Macedo, autodenominado obispo y dueño de Récord TV, la segunda cadena televisiva más importante en audiencia de Brasil, y clave para leer el ascenso de Bolsonaro. Pero como se verá, un error para leer el escenario argentino es pensar que puede ser igual a Brasil. Aquí, la clave no es Macedo ni los Pare de Sufrir, sino ACIERA.

Vuelvo a la pregunta inicial, ¿por qué no hace falta que esa derecha arme partidos? Vamos a algunos nombres.

 

Cynthia Hotton

Tal vez el caso más representativo. Ultra evangélica, ex diputada del PRO, una de las voces más activas contra la interrupción del embarazo, hoy es representante permanente alterna en la embajada Argentina ante la OEA. Su hermana, Marilina Hotton, es asesora legal del directorio de ACIERA.

Esta semana, Cynthia Hotton participó en Washignton de la convocatoria de los grupos llamados por las dos vidas.

 

 

Y sigue activa en la política doméstica. En noviembre escribió una columna en La Nación sobre el regreso de la fe a la política latinoamericana. Ahí se inscribe como parte de una "tendencia creciente" en la región, una línea con origen en Donald Trump y que celebra sin ponerse colorada a Bolsonaro. Luego posteó una nota del diario Perfil. Ahí dice que los pro-vida le piden que sea candidata a presidenta, pero ella se conforma con una banca. Y por último, en los últimos días usó cruelmente las redes para impedir que la niña de 12 años violada en Jujuy sea sometida a un aborto. Sus tuit combinan un poco de todo, un poco dos vidas y de combate al fantasma de la ideología de género.

 

 

 

 

El pastor Gastón Bruno

Vicepresidente de ACIERA hasta 2013, director de un programa Pasando la Antorcha también de ACIERA en 2014, se presentó como candidato a diputado por Cambiemos y hoy es director de Promoción de Gestión y Valores Ciudadanos del ministerio de Educación bonaerense. Bruno es uno de los contactos orgánicos del gobierno con el universo evangélico. En noviembre de 2016 gestionó el encuentro de Mauricio Macri con Luis Palau, el papa electrónico argentino norteamericano.

 

El Pastor Rubén Proietti

Es el referente tal vez más importante de la derecha evangélica local. Presidente de ACIERA y de la Alianza Evangélica Latinoamericana, referente local de Luis Palau. Proietti ganó espacio público tras la vigilia del 5 de julio de los pañuelos celestes en Congreso. Y encabezó la campaña contra Ley de Educación Sexual Integral con Aciera Mujer y el agite de la ideología del género. Pese a que históricamente mantuvo diálogo con todos los gobiernos, hoy es uno de los apoyos de Cambiemos. La FAIE dejó de participar de actos conjuntos luego de entender que crecía esa relación. El último acto de ambas organizaciones fue el 25 de octubre de 2017 para cerrar los festejos de los 500 años de la Reforma de Lutero. Compartieron escenario en el Congreso, pero la lógica de celebración al gobierno con multitudes en la calle y Horacio Rogríguez Larreta en el escenario los definió. En septiembre de 2018, ACIERA fue convocada por María Eugenia Vidal y Carolina Stanley para colaborar en el reparto de ayuda social.

Para cerrar, hay otro nombre.

 

El pastor Raúl Scialabba

Es presidente de tres instituciones: la Asociación Bautista Argentina, la Sociedad Bíblica Argentina y el Consejo Argentino para la Libertad Religiosa. Pero además es gerente general de Artes Gráficas Rioplatenses, del Grupo Clarín. E integra el directorio. No está en ACIERA porque la Asociación Bautista se partió. Una parte quedó con Proietti, otra confluye de acuerdo al tema. Él conduce ese espacio. Aún así, las confluencias son frecuentes.

 

Scialabba, en representación de la Mesa consultiva de Federaciones y Asociaciones Evangélicas de la República Argentina, saludó a Macri en la apertura de la celebración en el Colón por los 500 años de la Reforma Evangélica. Imagen: 5.9.2017. Foto: Sofía Montiel, Infobae.

 

Uno de los temas fue el aborto. La Sociedad Bíblica Argentina tiene integrantes de diversos espacios. Incluso, la FAIE. Durante el debate por el aborto sacó un flyer por las dos vidas. Hubo oposición interna, pero el flyer salió.

Otros puntos de confluencia los marca la agenda del diario. Es interesante volver a mirar las noticias, en clave evangélica. Durante el ascenso de Bolsonaro, el diario publicó una nota con el título Relaciones Peligrosas para impugnar aquí la idea de un partido evangélico. Citaron a Proietti. Y luego a Scialabba, quien habló como pastor y no dijo ni mu de su adscripción al directorio del diario. Hay otro artículo por el financiamiento a la Iglesia católica. Clarín agitó el debate. Citó a referentes de la izquierda, y tituló con el espacio de Scialabba.

 

Scialabba sobre los fondos de la Iglesia. Clarín. Marzo de 2018.

 

Así, sólo con estos nombres tenemos un panorama. Hotton en la OEA. Bruno con Vidal. Proietti con Palau y Estados Unidos. Scialabba con Clarín.

Tras la victoria de Bolsonaro, una parte del mundo se puso a mirar a Macedo. Hay un dossier muy completo con varios análisis en la revista Crisis de diciembre. Uno de los textos da cuenta de la estructura de la Iglesia Universal del Reino de Dios. Y un dato potente es la apuesta a los medios de comunicación. Aquí adquirieron FM Aleluya, Radio Buenos Aires AM 1350, periódico El Universal (200.000 ejemplares semanales de distribución gratuita) y TV Universal. Pero sobre todo invierten un presupuesto considerable en espacios exclusivos en canales de aire: América TV, Telefé, Canal 9 y de cable (CN23, 360TV), por un total de 162 horas semanales. La semana cuenta con 168 horas.

El desglose es el siguiente:

✓ En América TV de lunes a viernes de 1.00 a 2.30 + sábados y domingos de 7.00 a 7.30 y de 1.00 a 2.00.
✓ Telefé martes a sábados de 1.15 a 1.45.
✓ Canal 9 martes a sábados de 0.30 a 1.15.
✓ En CN23 compran casi toda la programación de lunes a viernes y algunas horas los sábados y domingos.
✓ Lo mismo ocurre con 360TV.

Pero la supuesta penetración no es tanta: horarios y medios son periféricos. En esa línea, puede decirse que intentaron llegar a la Argentina con una película sobre la vida de Macedo. La película batió récords de ventas en Brasil, pero aquí las entradas estaban todas vendidas pero con salas vacías. Trajeron la serie de Moisés. Pero los columnistas locales la leían en clave de iglesia romana. Siguieron con Josué, y Míguez dice que no funcionó.

¿Por qué no enganchan? ¿Es por la supuesta presencia mayoritaria de católicos? ¿Por la insistencia de una cultura más dispuesta a sufrir que a celebrar prosperidad? El pastor Míguez me dice que no. Que no hay nada de eso. Que la gran diferencia entre uno y otro país, simplemente son los medios. Y dice: el fenómeno Macedo no explota porque una cosa es tener horarios de televisión a las dos de la mañana en canales periféricos y otra es la Récord TV, con capacidad de combate las 24 horas y sobre todos los temas.

Y ahí, hay otra clave. Puede pensarse a la Récord TV como a Clarín acá.

Y Clarín opera en el muy concreto mercado de creencias. Y todos los sentidos de la fe.

 

Un artículo de la Asociación Bíblica Argentina que muestra el diario Clarín.

 

Las religiones son una herramienta del capitalismo financiero, dice Miguez esta vez como analista político. Y el control financiero es una religión. Hay que creer. Incluso en lo que no existe.

 

 

 

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