La pelota al Chubi

Federico Susbielles será el nuevo intendente de Bahía Blanca

 

Los veteranos lo recuerdan de su época de basquetbolista en los ’80, como el obrero más joven de un club de barrio que le ponía el pecho a los grandes. Los más pibes lo conocieron en los últimos años, cuando abrió el puerto de Ingeniero White a bahienses que apenas lo conocían. Entre ambas etapas supo conducir el PAMI local y la Confederación Argentina de Básquetbol, a la que accedió a pedido de la generación dorada. “Chubi va a quedar en la historia. Lo que hizo a nivel gestión es equiparable a lo que nosotros hicimos en la cancha”, lo elogió el capitán Luis Scola tras el subcampeonato mundial de 2019. El domingo pasado, en base a un trabajo minucioso de escucha atenta y propuestas concretas, con un discurso distante de cualquier grieta y centrado en el pago chico, Federico Susbielles –53 años, candidato de Unión por la Patria– logró remontar el escenario de tercios de las PASO, cosechó 10.000 votos más que Massa & Kicillof en un territorio hostil al peronismo y ganó la elección que lo ubicará a partir del 11 de diciembre al frente del ejecutivo municipal, luego de ocho años de insípida gestión amarilla.

“De chico supe que quería trabajar por mejorar al que tenía al lado, con mis primeras experiencias pastorales en el Colegio Don Bosco. Eso me empezó a inclinar hacia esta actividad. Después me encontré siendo un deportista profesional muy joven y trabajé en eso durante 14 años”, rememoró en una entrevista en el portal La Brújula.

Tenía 16 cuando debutó en la Liga Nacional jugando para Pacífico. No lo acompañaba una gran talla ni la muñeca de Ginóbili pero era un entrañable jugador de equipo, un defensor capaz de anular a la figura rival o volar sobre gigantes para agarrar un rebote. “De ejemplar conducta, fuerte físicamente y duro de cabeza, acaso su mayor atributo haya sido su entrega sin reservas. Fue un luchador sin concesiones”, le describió el periodista Enrique Nocent.

 

Con la verde de Pacífico, entre Marcelo Richotti y Carlos De Battista, en el coliseo de Castelli y Charlone. Foto: Gustavo Pirola.

 

En 1988 fue capitán de la selección que ganó el Sudamericano juvenil en San Salvador de Jujuy. “Sus ya conocidas virtudes de seguro defensor afloraron con plenitud en el duelo más difícil: Minuci, el mejor brasileño, terminó desorientado y a partir de allí se fue edificando una victoria aplastante”, escribió Osvaldo Ricardo Orcasitas en El Gráfico. “Su perfil de jugador generoso ratificó una vez más esa grandeza tan suya que muchas veces no deslumbra pero sus compañeros –¡qué honor!– son los primeros en reconocer y destacar: ‘Chubi’ siempre hace cosas para el equipo, siempre…”.

 

Con la camiseta argentina, junto a Diego Osella. Foto: revista Encestando.

 

“Una vez que terminó mi vida deportiva empecé a trabajar con ese horizonte”, recordó sobre su acercamiento a la política. “Me di cuenta de que uno puede tener mucha voluntad para trabajar en lo social, pero sin transformación de fondo es difícil. Con el tiempo fui tomando conciencia de que uno tiene que escuchar, estar siempre proclive a cambiar, a mejorar, y que representar al otro también implica dejar cosas de lado”.

En 2003, cuando aún resonaba el “que se vayan todos”, compitió por primera vez para la intendencia en representación del ARI de Elisa Carrió. Al año siguiente, mientras Néstor Kirchner reconciliaba al pueblo con la política y sumaba lo mejor de cada casa, asumió como gerente regional del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, más conocido como PAMI. En 2007 volvió a candidatearse pero ya por el Partido para la Victoria. Cuando Graciela Ocaña saltó del PAMI al Ministerio de Salud lo designó gerente de Promoción Social y Comunitaria de la obra social a nivel nacional. En 2010 fundó la versión local de la corriente nacional Martín Miguel de Güemes para intentar apuntalar al kirchnerismo dentro del justicialismo bahiense, y –siempre en la gestión de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner– representó a la Secretaría de Deportes en el directorio del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD).

A mediados de 2014 el básquet volvió a convocarlo: la generación de los campeones olímpicos denunció públicamente la pésima gestión de la Confederación Argentina (CABB) y amenazó con no participar del Mundial de España si sus dirigentes no renunciaban. La presión surtió efecto, Susbielles fue el hombre de confianza elegido por Scola, Nocioni & Cía. y asumió como interventor con la misión de sanear la institución. “Yo tenía otros planes pero no pude mirar para otro lado. Además porque me lo pedían tipos a los cuales admiraba y me sentía con capacidad para hacerlo”, recordaría años después.

A fines de 2015, luego de asumir como senador bonaerense por el Frente para la Victoria, fue elegido por unanimidad como presidente de la CABB, donde dejaría su sello. Tras el segundo puesto en el Mundial de China, Scola equiparó su gestión con la del equipo. “A mi forma de ver, y a la de muchos, lo que logró en las oficinas estuvo al mismo nivel de lo que hizo la generación dorada. Blanqueó la CABB, la saneó y construyó una organización que hoy no tiene deudas, está al día y en la cual nadie robó nada”, resumió.

 

 

En 2019 intentó por tercera vez ser intendente con el respaldo del peronismo unificado más sectores de izquierda y radicales. Cuatro de cada diez bahienses lo votaron pero no le alcanzó para superar a Héctor Gay, el empleado del Grupo Massot que en 2015 dejó el micrófono para asumir al frente del municipio.

 

El tercer intento, en 2019. Foto: Luis Ángel Salomón.

 

“Después tuve varios llamados, en su momento hablé con el gobernador (Axel Kicillof) y con Máximo (Kirchner). Me preguntaron qué quería hacer, si quería sumarme al gobierno provincial o nacional, porque entendían que podía colaborar. Ese día les dije que había más de 70.000 bahienses que me habían dado un voto de confianza y que me quería quedar”.

A principios de 2020 asumió como presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, el ente público no estatal que tiene a su cargo la explotación y administración del complejo portuario. El desafío entonces fue convertir a la ciudad en “un eslabón clave al desarrollo federal que llamamos Vaca Muerta” y “potenciar el compromiso de trabajo junto a la comunidad portuaria, tanto los vecinos, las diferentes organizaciones intermedias como todo el sector público y privado que participa del acontecer portuario”.

 

En el puerto, con el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica bonaerense, Augusto Costa, y el subsecretario de Asuntos Portuarios, Juan Cruz Lucero.

 

“En estos cuatro años trabajé con mucha responsabilidad, logramos traer muchas obras a Bahía. Siempre tuve presente que quería que la ciudad mejorase, caminamos mucho, recorrimos, hicimos infinidad de foros. La realidad no me la contaron, la vivo todos los días hablando con vecinos. He trabajado desde el puerto y mantenido charlas con todos los actores. Por eso estoy convencido de que vamos a cambiar el método y a encontrar un proyecto que nos una”, se esperanza.

La gestión en el puerto incluyó, en el marco del Programa White 2020/2030, la firma de un convenio con organismos de derechos humanos y con las secretarías de Nación y Provincia para crear el primer Espacio para la Memoria de Bahía Blanca. Funcionará en un ex centro clandestino de Prefectura, fuerza que la inteligencia naval consideraba su “avanzada” en la “lucha contra la subversión” y su “ojo y vida” en el pago chico, a la que pertenecían algunos de los responsables de los secuestros, las torturas y los asesinatos de Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola, los delegados gráficos de La Nueva Provincia que osaron enfrentar a la familia Massot. “Constituir este sitio de memoria nos permite reafirmar los pilares de Memoria, Verdad y Justicia como constitutivos de nuestra democracia, de nuestra vida y de la manera en la que nos relacionamos”, destacó.

 

El proyecto del Espacio para la Memoria, en el último informe de gestión del Consorcio de Gestión del Puerto.

 

Desde el entorno de Susbielles coinciden en destacar su prepotencia de trabajo. “En cuatro años no paró un segundo. Después de trabajar en el puerto iba todos los días a un barrio, a una sociedad fomento, a una reunión con vecinos. Conoce a todo el mundo y muchos lo tomaron como aliado. Además hizo una muy buena gestión, llevó el puerto a la gente, ayudó a organizaciones sociales, artistas, colectividades, jóvenes, todos tuvieron su lugar y encontraron mucho más apoyo que en el municipio. Se rodea de gente que trabaja, no tiene ñoquis alrededor y fue el único candidato con propuestas. La gente, incluidos muchos no peronistas, vio todo eso”, describe alguien que lo conoce de cerca.

 

De bombas y votos

En la madrugada del 25 de mayo de 2021 una explosión destruyó gran parte del local de La Cámpora y el Frente de Todos en pleno centro bahiense. Los ejecutores dejaron volantes amenazando con una “PURGA” de políticos, sindicalistas, periodistas y jueces que “nos quitan la libertad” (sic). En noviembre fue una bomba molotov en la casa de una referente mapuche. “Vos y tu comunidad están sentenciados a muerte”, escribieron. En enero de 2022 otro artefacto explotó frente a la casa del titular de la Región Sanitaria 1, Maximiliano Núñez Fariña. “Quieren muertos… los van a tener”, prometieron. En septiembre, a 700 kilómetros, un milagro evitó el magnicidio de la Vicepresidenta CFK. Los autores de los episodios de violencia en el sur nunca fueron identificados. El fiscal federal responsable de investigarlos es Santiago Ulpiano Martínez, gestor de la impunidad de Vicente Massot en la causa por su participación en el terrorismo de Estado, a quien el gobierno de Cambiemos compensó con su designación en el Ministerio Público Fiscal.

 

Destrozos tras la explosión en el Ateneo Néstor Kirchner en 2021.

 

Con esos antecedentes como trasfondo pero en las antípodas de la utilización del odio como mecanismo de acumulación política que es regla entre bullrichistas y libertarios, Susbielles forjó un perfil dialoguista, basado en un Estado presente y en propuestas claras, que le permitió lucirse en los debates y se tradujo en una minuciosa plataforma de gobierno (aquí las 500 páginas) que ahora será su guía de gestión.

 

 

La campaña, en una sección electoral históricamente hostil al peronismo y pese a la exitosa gestión provincial que derivó en el triunfo holgado de Kicillof, puso el foco en el candidato local, que apareció en los afiches en soledad, con la consignas “Elegí intendente” y “FEde Bahía”. Un sector de la UCR se anticipó al estallido de Juntos por el Cambio, le quitó el apoyo a la candidata que impuso el PRO –Nidia Moirano– y llamó a votar por Susbielles.

 

 

Antes de las generales, la Universidad Nacional del Sur (UNS) y la regional bahiense de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) organizaron un debate público de postulantes, el único al que asistió la candidata bullrichista, a quien le sobró tiempo en todas sus intervenciones, según el análisis de Diego Kenis en El Ágora Digital. En el aula magna donde se juzgó a decenas de genocidas quedó en evidencia que el oficialismo no tenía una visión presentable sobre un tema que se avizora central para el futuro local: el impacto del desarrollo de Vaca Muerta, que tendrá como terminal al puerto que Susbielles administró en los últimos cuatro años. Antes de la sequía se batieron récords históricos en el volumen de cargas movilizadas por el puerto bahiense (más de 31 millones de toneladas en 2022, entre cereales, productos inflamables y petroquímicos), donde además se realizaron grandes inversiones para mejorar su operatividad. Mayor expectativa aún genera la posibilidad de construir allí una gran planta para procesar e industrializar Gas Natural Licuado (GNL) de la mano de YPF y la compañía malaya Petronas, que implicaría la mayor inversión de la historia de la ciudad (10.000 millones de dólares en una primera etapa) y que permitiría producir y exportar 25 millones de toneladas por año. Dos semanas atrás Diputados le dio media sanción al régimen de promoción del GNL.

 

 

En paralelo con la caída estrepitosa de Bullrich, Unión por la Patria sumó en Bahía Blanca un caudal importante de votos entre las PASO y la general. De las 20.000 personas que no habían votado en agosto, tres cuartas partes se inclinaron por candidaturas celestes. El 20,6% de Massa+Grabois en las primarias se convirtió en un 28,6% para el ministro dos meses después. El 31,2% de Susbielles y sus dos competidores en la interna se transformó en un 36,6% el domingo. Más de 10.000 votantes cortaron boleta para respaldar al futuro intendente, que se impuso en la mayor parte de las barriadas populares. La cercanía territorial y el conocimiento directo prevalecieron sobre las campañas sucias que son regla a nivel nacional y provincial.

 

El voto de los bahienses para Presidente, gobernador e intendente.

 

El domingo a las 21.45, con la victoria asegurada, “Chubi” subió con su familia al escenario donde lo esperaban sus compañeros, contó el periodista Pablo Álvarez en una crónica sobre la “victoria épica”. Recordó a su madre (que lo crío en soledad desde que tenía un año), agradeció a la militancia y a la familia, a sus maestros de la primaria, a los salesianos del Don Bosco, al club Pacífico, a los técnicos y especialistas con los que proyectó su gobierno. “Vamos a convocar a todos los sectores de la ciudad para mejorar a Bahía. La victoria nos da derechos, pero también muchas obligaciones y una gran responsabilidad”, destacó. “Vamos a trabajar poniendo el cuerpo” pero “necesitamos de todos, el desafío es colectivo”, propuso, y añadió que “no hay honor más grande que representar los intereses de los vecinos”. Con la marcha peronista de fondo, salió a la calle, se subió a la caja de una camioneta y le habló a la militancia: “El 11 de diciembre a las 8 de la mañana los espero para transformar a esta ciudad. No podemos perder ni un minuto”.

 

Fin de la campaña, hora de transformar la Bahía Gris.

 

 

 

--------------------------------

Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 2500/mes al Cohete hace click aquí

Para suscribirte con $ 5000/mes al Cohete hace click aquí