La ruleta

Diseño, Alejandro Ros. Animación, Silvia Canosa

Esta nota será sustituida por otra durante la madrugada del lunes, cuando tal vez las cosas parezcan más claras. Hoy no haremos el programa en la radio de las Madres, por la cobertura especial de las elecciones.

 

Los números recién tendrán importancia a partir de mañana, por sus consecuencias. Todos los que se han venido publicando en los últimos meses, no valen nada. Por eso El Cohete no atiborró las pantallas con los pronósticos divulgados por docenas de consultoras, de larga fama o desconocidas, nacionales e internacionales, que sólo apasionan a un minúsculo grupo de obsesivos y que no dicen nada sobre la realidad. Después de cada elección esas predicciones se cotejan con los datos del escrutinio. Y casi siempre hay un consultor que coincidió con o estuvo cerca de ese resultado. Todos intentan entender cómo lo logró para parecerse a él. Pero la próxima vez formará parte del pelotón de los despistados y otro distinto se calzará la corona, lo cual dificulta la comprensión de este fenómeno, que no es sólo argentino. Todos terminan acordando que apareció un cisne negro. Pero su visita es tan frecuente que ha perdido validez como excusa. O, como decía Perón:

 

Ese cisne debería cuidarse de los piedrazos.

Paralelo al desgano o el fastidio hacia la política corre ese desinterés por responder con exactitud a las encuestas de los consultores. Los ciudadanos no quieren contestar sus preguntas y cuando lo hacen responden cualquier cosa. Se ha difundido la práctica de pagar a quienes acceden a una encuesta presencial, pero ni aun así se logra información de mejor calidad. Como con las armas de la guerra, a la mejora de una lanza, una flecha o una catapulta responde el perfeccionamiento de una cota, una armadura o un escudo, de modo que es constante la elaboración de nuevos métodos para anticipar el posible resultado de unos comicios, que han vuelto a constituir una sorpresa, como el sexo de los bebés antes de que se empleara la ecografía. El primer caso reciente fue el Brexit británico, que nadie había previsto. El referéndum fue convocado precisamente por la convicción oficial de que era el capricho de una minoría tan ruidosa como inviable. Hoy se sabe que esa mayoría está arrepentida, pero ya es tarde para lágrimas.

 

Primarias, generales y balotajes

Tampoco era esperada la aplastante victoria del peronismo en las elecciones primarias de 2019, donde aventajó al oficialismo macrista por 14%, con CFK como candidata a Vicepresidenta. Tan vilipendiada y amada como ahora, nominó al Doctor Fernández cuando fue evidente que se proponían enjuiciarla y tal vez detenerla durante la campaña electoral. Pero como eran las presidenciales, dos meses después le negaron al nieto del uomo qualunque un segundo mandato. Aprendieron la lección y la apresaron en este turno electoral, lo que la quitó de las listas pero no afectó su carisma, que nadie iguala. Aquel fue un resultado parecido al de los comicios provinciales bonaerenses de septiembre de este año. Ni hablar del asombro que provocaron las elecciones primarias PROcaces de 2023, con la derrota del alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta, quien actuaba y era tratado como el inevitable próximo Presidente, tal como ocurre ahora con Axel Kicillof. Nada más inesperado que el acceso a la presidencia de Javier Milei en el balotaje de ese año contra Sergio Tomás Massa. Con mejor tino que de costumbre, Luis Caputo dijo que las elecciones de hoy son más importantes que las presidenciales de 2027.

 

El ex futuro presidente HRL

 

 

A raíz de todo esto, se tiende a prestar menos atención a la respuesta de los consultados en las encuestas acerca de a quién piensan votar, que a su valoración positiva o negativa de cada candidato o a los temas de preocupación de cada persona y su coincidencia o discordancia en los temas con los que se identifica cada postulante. También se trazan líneas en busca de paralelismos o divergencias entre resultados electorales previos y determinados fenómenos como la inflación, la corrupción o la inseguridad, por poner ejemplos clásicos. El voto tiende a plebiscitar la gestión de quien gobierna, pero también puede prevalecer la opinión acerca de quien lo desafía, sobre todo si ya gobernó en un turno anterior. Un candidato con un diferencial negativo de opiniones puede imponerse a otro con mejor saldo, pero con menos voluntades absolutas a favor, que es lo que se cuenta en las urnas. Por último, no hay mediciones científicas sobre lo que dice la calle sobre las candidaturas. Es habitual que, ante un acto o movilización significativos, el rival responda que se trató de un porcentaje ínfimo del padrón y que hoy las elecciones se ganan o se pierden en las computadoras y los telefonitos y no en las plazas. Los índices de confianza también repercuten en los mercados y se consideran aurúspices electorales.

 

La motosierra enloquecida

A pesar de la relatividad de esas mediciones, una coincidencia general es que a partir de febrero la tendencia favorable al gobierno de los Hermanos Milei comenzó a invertirse. Por un lado, las divagaciones seudoeconómicas del Presidente diluyeron su efecto una vez que la inflación comenzó a oscilar entre 2 y 3% mensual. Ese verdadero alivio permite advertir con mayor precisión cuánto ha mermado el poder adquisitivo de los ingresos fijos. También allí hay muchas mediciones, pero una misma, negativa conclusión. Los intentos oficiales por negarlo, interpretando a su manera algunos datos y maquillando otros como Cher, pueden demorar la conciencia general, pero no suplantarla por la realidad virtual que propone el gritón de los camperones negros. Cuando se acaba la plata a casi todos les queda mucho mes, lo cual se refleja en el endeudamiento para los consumos elementales y la morosidad para pagar el mínimo de la tarjeta. En la información diaria le llaman dólar tarjeta a otra cosa, alejada de las preocupaciones colectivas. El Presidente no se cansa de ponderar la hazaña que realizó, al eliminar el déficit fiscal desde su primer mes de gobierno. No fue con ciencia austríaca, sino con el método del gitano que le enseñó al burro a no comer, y cuando parecía haber aprendido, la mala bestia se murió.

Esta introducción puede leerse como una advertencia para todas las fuerzas competidoras, ya que cada una tiene razones a favor y en contra de la victoria o la derrota. En este caso, además, ni siquiera es segura la definición acerca de qué constituye un éxito o un fracaso y para quién. Una de las consecuencias de esta incertidumbre ha sido la discusión ante la justicia electoral acerca del modo en que se difundirán los resultados. En este caso porque la alianza oficialista se ha registrado con el mismo nombre en todos los distritos electorales, de modo que será evidente la suma nacional. La oposición, en cambio, asume distintas denominaciones en numerosos distritos, aunque tengan en común su adversidad al gobierno. En un régimen parlamentario, el Presidente o el rey convocan a formar gobierno al jefe del partido que, por si solo o en alianzas, reúne la mayoría de los asientos legislativos. Esto no sólo puede variar con nuevos comicios, sino también por la pérdida de confianza, que se expresa en una votación legislativa. Esta última opción favorece la gobernabilidad porque el jefe de gobierno o primer ministro siempre tiene el favor de la mayoría, que puede ser más o menos amplia. Si la pierde, es reemplazado y se restaura automáticamente ese equilibro. En estos días, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, celebra encabezar el tercer gobierno más prolongado de la posguerra, solo precedido por los de Silvio Berlusconi y Bettino Craxi. Esto quiere decir que todos los demás perdieron la confianza del parlamento y con ella el poder, en menos de los tres años que acaba de cumplir Meloni. (Entre paréntesis, Berlusconi y Craxi terminaron condenados por delitos de corrupción, y el segundo se exilió para impedir la prisión, como la que padece ahora el ex Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy. Como se ve, este no es un privilegio de latinoamericanos.)

Hasta Elon Musk se arrepintió del regalo recibido de Milei y dejó de lado su motosierra. La del gobierno argentino se descontroló y empezó a pasar por dónde no debía: el presupuesto de las universidades nacionales y del sistema previsional, los remedios para jubilados y personas con discapacidad, el funcionamiento mínimo de la atención pediátrica —cuyo emblema de alcance nacional y repercusión en toda Latinoamérica es el Hospital Garrahan—, el mantenimiento de las rutas nacionales, que se van deshaciendo bajo el peso de los camiones que las transitan.

 

Cambio de tendencia

Nadie previó en el gobierno que los perjudicados por esas decisiones podrían unificar sus reclamos. Cuando esta autodefensa de las clases medias y populares ocupó las calles, se redobló la violencia policial para disuadir las protestas en las inmediaciones del Congreso, donde tres manifestantes perdieron la visión de un ojo por balas de agentes de seguridad que apuntan a la cabeza y a un periodista le volaron la mitad del cráneo con una bengala de gas, dirigida en línea recta hacia su posición. Un semestre después sobrevive entre terapia intensiva e intermedia y sometido a delicadas operaciones y prácticas de rehabilitación que le permitan recuperar por completo el habla, el movimiento y las demás funciones que rige el cerebro.

Como tampoco se reanudaron las transferencias automáticas previstas en la Constitución y las leyes vigentes, que incluyen fondos de asignación específica a la seguridad y la defensa, un número creciente de gobernadores que votaron los decretos y leyes ómnibus de los Hermanos Milei y les delegaron facultades constitucionales de sus provincias y del Congreso, recordaron que fueron electos por la oposición y comenzaron a actuar en consecuencia. Desde entonces el Congreso sancionó el financiamiento de las universidades nacionales y la emergencia pediátrica. El gobierno las vetó. El Congreso insistió con más de los 2/3 necesarios y el Poder Ejecutivo debió promulgarlas, aunque inventó que no se pondrían en práctica hasta que el Congreso identificara el origen de los fondos para cumplirlas, requisito que no se exige para las creaciones del Poder Ejecutivo. El Congreso también dejó sin efecto los decretos:

  • 62/25, suprime la autonomía institucional de los Institutos Nacionales de Tecnología Agropecuaria (INTA), de Tecnología Industrial (INTI), de Propiedad Industrial (INPI) y de Vitivinicultura (INV), que pasan a depender de distintas secretarías del Ministerio de Economía. También disuelve el Instituto Nacional de Semillas (INASE), la Comisión Nacional de Semillas, la Agencia Reguladora de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME).
  • 345/25, convierte el Instituto Nacional del Teatro y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), que eran autárquicos en dependencias de la Secretaría de Cultura. Lo mismo con los institutos nacionales sanmartiniano, de investigaciones históricas Eva Perón; la comisión nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, y los institutos Yrigoyeneano y de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, que se fusionan.
  • 346/25 que disuelve el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Domingo Perón y la Comisión Permanente Nacional de Homenaje al Teniente General Juan Domingo Perón.
  • 351/25: Transforma el Banco Nacional de Datos Genéticos en un organismo desconcentrado dependiente de la Jefatura de Gabinete.
  • 461/25: Disuelve Vialidad Nacional, cuyas funciones pasan al Ministerio de Economía; la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), cuyas competencias se reparten entre la Secretaría de Transporte y la Gendarmería Nacional, y reorganiza la Comisión Nacional de Regulación del Transporte y la Junta de Seguridad en el Transporte, que deja de investigar incidentes ferroviarios, automotores y marítimos.
  • 340/25: Este último es un decreto de necesidad y urgencia que coló la anulación del derecho a huelga para todas las actividades en el régimen para la marina mercante nacional, al ampliar los conceptos de servicios esenciales y servicios de importancia trascendental. La vigencia de ese DNU ya había sido suspendida por varios fallos judiciales, pero el gobierno confiaba en convertirlo en ley con el mayor contingente de diputados y senadores con los que piensa contar en el próximo Congreso.

Además,

  • Puso en funcionamiento la comisión investigadora sobre el caso Libra y citó a interpelación a la Zarina por la denuncia de las coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad.
  • modificó la ley que regula la aprobación de los decretos de necesidad y urgencia, que debe volver al Senado porque el gobierno logró introducirle una modificación;
  • prorrogó la vigencia de la ley de protección de glaciares, que impide proyectos mineros que amenacen la provisión de agua dulce;
  • restableció fondos para las provincias de los que el gobierno se había apropiado, como los de incentivo docente y compensador del transporte e incrementó las transferencias obligatorias a las provincias.
  • forzó el alejamiento de la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de José Luis Espert, financiado por un empresario cuya extradición por narcotráfico ya fue concedida a Estados Unidos. También le concedió licencia por lo que le queda de mandato y autorizó el allanamiento de todos sus domicilios, incluyendo su despacho en el Congreso.

Estas decisiones potencian el valor de los comicios de hoy. Con la actual conformación de las cámaras y con los alineamientos políticos que la oposición logró en lo que va del año, a los Hermanos Milei se les esfuma la posibilidad, odiosa pero no inconstitucional, de gobernar sobre la base de vetos y decretos y lo obligarían a la negociación democrática a la que se niegan con empecinamiento e insultos a los legisladores. Han instalado además la idea de que necesitan blindar al Presidente del juicio político que propiciaría el kirchnerismo. Es cierto que algunos termocéfalos dentro y fuera del Congreso lo desearían e incluso han presentado proyectos al respecto. Pero dos mujeres garantizan que eso no vaya a ocurrir. aunque los números lo permitieran: la ex Presidenta CFK y la actual Vice, Victoria Villarruel, por razones opuestas. Si el Congreso devolviera a Milei a sus actividades más inofensivas del standup y el canto, Villarruel debería asumir la presidencia, como marca la Constitución, con independencia de la altura del mandato. Todos tienen muy presente la experiencia del 2x1, cuando la mayor movilización que se recuerde desde el regreso de Perón, obligó al Congreso a sancionar en 24 horas una ley que invalidó la decisión de la Corte Suprema impulsada por el entonces Presidente Maurizio Macrì, que hubiera dejado en libertad a los detenidos por Crímenes de Lesa Humanidad. Villarruel visitaba al ex dictador Videla cuando estaba detenido. CFK celebró esta semana en su casa el cumpleaños 95 de Estela de Carlotto.

La mayoría de los condenados y procesados están en detención domiciliaría, y la Corte Suprema acaba de anular la prisión preventiva de uno de ellos, porque lleva 11 años sin juicio, además de ordenar que los tribunales inferiores revisen casos similares, invocando derechos y garantías constitucionales, que una justicia morosa y desatenta no ha cuidado. Pero las condenas ya confirmadas siguen vigentes, y se realizan nuevos juicios que incrementarán la nómina, porque eso forma parte del pacto social de los argentinos, según la feliz expresión del ex secretario de la Corte Suprema Alfredo Kraut, que hizo propia el juez Ricardo Lorenzetti.

 

De vida o muerte

Además de los gobernadores, está en discusión el vínculo del gobierno con Maurizio Macrì. Es su principal aliado y la mayor fuente de conflictos. Milei lo necesita, pero detesta depender de él. Al día de hoy parece más dispuesto a facilitarle negocios que posiciones en el gabinete desde los que se crean esas oportunidades. Cree que sólo está en deuda con él y tiene otra idea de cómo saldarla. Por ejemplo, licitando en tres tramos las obras que hoy maneja la empresa Hidrovía. Así se hizo con el Paseo del Bajo, y el macrismo terminó quedándose con los dos mejores.

Nadie fue más explícito que el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. En un almuerzo multitudinario con más periodistas que comensales, Trump prometió toda la ayuda de su país a ese tipo simpático que gobierna la Argentina, siempre que le vaya bien en las elecciones. De otro modo, "nos vamos, no seremos generosos". En otro diálogo con periodistas en el avión presidencial, dijo que el apoyo a Milei se debe a que los argentinos "se están muriendo".

 

 

Este sopapo brutal no sólo cruzó el rostro de ese tipo que le cae bien y que al cerrar su campaña en Rosario gritó que estaba vivo y que era el gobernante más exitoso de la galaxia. La semana pasada dijo que su gobierno había hecho 9.000 reformas estructurales. Va tan rápido que el jueves ya eran 10.000. Trump también descolocó a su propio ministro de Economía, Scott Bessent, compinche en mesas de dinero de la plana mayor del Ministerio de Economía de Buenos Aires, quien lleva una semana inyectando dólares en el mercado cambiario argentino. Se estima (porque no se informa) que hasta 1.800 millones de dólares, pese a lo cual la cotización del dólar volvió al tope de la banda. El principal banco de Estados Unidos, JPMorgan, eligió Buenos Aires para su reunión anual, que aparte de directivos como su  CEO Jamie Dimon incluye celebrities como el ex premier británico Tony Blair y la ex Ministra de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Condoleezza Rice. Como ya es costumbre, Dimon recibió la visita de Milei, y no a la inversa. La injerencia de Bessent en la política local es cada día más explícita. El jueves publicó una imagen realizada con Inteligencia Artificial que convierte a la senadora demócrata Elizabeth Warren en Evita. Y por si alguien no entendió, la llama lisa y llanamente peronista.  Tanto él como sus amigos argentinos creen que esa es una posición atractiva para el electorado. En pocas horas sabremos si es cierto. Dentro del juego de cajas chinas en que se ha convertido el capitalismo globalizado, JP Morgan se ha convertido a su vez en un tentáculo de BlackRock.

 

También Bessent elige polarizar con el peronismo

 

Esa pugna forzó la renuncia del Ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, quien se anticipó en varios días a la decisión que el gobierno ya había dejado saber sobre su despido. Lo hacen responsable de la humillación impuesta a Milei en Washington. Él, en cambio, la atribuye a la intromisión del asesor sin cargo Santiago Caputo y sus amigos lobbistas de la ultraderecha estadounidense, como Barry Bennet y Leonardo Scatturice. Pero contra todo lo que se leía y escuchaba, Werthein fue reemplazado por el secretario de finanzas de Luis Caputo, Pablo Quirno. Es decir otro trader de JPMorgan, quien durante dos décadas se ocupó allí de fusiones y adquisiciones. Se diría que eso es lo que intentan hacer ahora con la Argentina, y están de prisa, porque Trump les puso fecha de vencimiento. Ante una derrota categórica de Milei, que no es la impresión generalizada, "no seremos generosos". Esto revela un tironeo entre aquel Presidente extravagante del pelo amarillo y los intereses financieros de Wall Street. Bessent está exigiendo garantías para otros 20.000 millones de dólares, que reuniría el JPMorgan entre inversores privados. Las versiones que ubicaban a Guillermo Francos en la Cancillería ya han sido anuladas por la designación de Quirno. El mayor misterio es qué pasará con el Mago del Kremlin, a quien se atribuía el casillero de Francos. El jueves en Rosario, Milei no mencionó a ninguno de ambos.

Entre los más jóvenes hay quienes se preguntan con asombro si la Argentina es tan importante para Estados Unidos. Claro que sí. En las primeras reuniones panamericanas de fines del siglo XIX, la Argentina se plantó frente a Estados Unidos y se negó a la subordinación. Hoy cuesta encontrar un vocablo no ofensivo para describir la relación actual. Hay un punto de coincidencia. Hace un siglo, la Argentina no aprovechó en plenitud la emergencia de Estados Unidos para contrapesar la cada día más gravosa presencia británica. Hoy corre el riesgo de desperdiciar la presencia de China, para permitir el abrazo del oso en declive. Las respectivas economías se tornaron competitivas y no complementarias, como ocurría con Londres. Los recursos naturales argentinos siempre fueron apetecidos por Estados Unidos, pero por primera vez ahora hay aquí un Presidente que se adelanta a jurar que las órdenes de Trump son deseos para él. Y dentro de la competencia hegemónica con China, el uranio, el cobre, el litio, las tierras raras, la conexión interoceánica en el estrecho de Magallanes, a la puerta de la Antártida, son decisivos. Por otro lado, los grandes fondos de inversión de Wall Street, que controlan la economía argentina y algunos amigos personales del ministro Bessent, como Bob Citrone, están sobreexpuestos a los vaivenes del mercado local y necesitan tiempo para vender e irse. No sólo en dólares. También en pesos, donde poseen un tercio del equivalente a 130.000 millones de dólares.

Larry Fink por David Rowe.

Desde BlackRock, Larry Fink emplea a unas 14.000 personas en 30 países y administra activos por 7 billones de dólares (14,5 veces más que nuestro PIB). Según las minuciosas investigaciones de Horacio Rovelli, es también el principal acreedor privado de la Argentina, por más de 2.000 millones de dólares. Es accionista de Pampa Energía, Glencore y de los cuatro primeros bancos privados que operan en el país (Santander-Río, BBVA, Galicia y Macro), que a la vez son los mayores poseedores de títulos de deuda del Tesoro y del Banco Central. También posee acciones de Telefónica, YPF, TRANSENER, Transportadora de Gas del Sur, Central Puerto, Loma Negra, IRSA, Coca Cola, Bayer, Exxon Mobil, Chevron, Apple, Microsoft, Procter & Gamble, Tenaris (del grupo Techint), Mercado Libre, Arcos Dorados y Adecoagro. Su participación en Glencore SA, empresa que a su vez es dueña de Viterra SA en la Argentina (ex Oleaginosa Moreno) y su asociación con Bunge la colocan como la principal compañía agrocomercial del mundo. Además Glencore participa en la explotación de oro y cobre en las minas de Agua de Dionisio y Agua Rica en la provincia de Catamarca, y de las minas de cobre de El Pachón en San Juan. En la actual coyuntura, Fink es uno de los que temen que los exabruptos económicos de Trump puedan afectar al dólar como moneda de reserva global. Bessent también.

BlackRock compró los puertos a los dos márgenes del canal de Panamá, luego de que Trump amenazara con apoderarse de ellos por la fuerza. Tal vez le tengan reservado un rol aquí, donde están las mayores inversiones chinas en un solo país, fuera de China, y algunas que Estados Unidos considera un valor estratégico. Bessent dijo que Milei se comprometió a sacar a China del país y agregó que no queremos en Latinoamérica otro estado fallido o liderado por China. El desequilibrio que eso implicaría, por no usar la obvia palabra dependencia, es una de las tantas cosas gravísimas que están en juego en la ruleta donde hoy se canta Rien ne va plus.

 

La música que escuché mientras escribía

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