La segunda de la UOM

Masiva movilización en San Nicolás

 

El jueves se llevó adelante una masiva movilización de trabajadores metalúrgicos en la ciudad de San Nicolás. La marcha fue la segunda de las tres anunciadas por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Partió desde la portería de Ternium —planta del grupo Techint, ubicada en Ramallo— hasta la plaza Mitre de San Nicolás y congregó a más de 7.000 trabajadores.

El secretario general de la UOM, Abel Furlán, comenzó enunciando: “Si alguno tenía dudas de que la Unión Obrera Metalúrgica no era capaz de recoger su historia, salir a defender los intereses de las y los trabajadores metalúrgicos, se han equivocado. Porque todos ustedes están demostrando voluntad de lucha, la voluntad de pelea, la voluntad de defender la dignidad que nos corresponde a cada uno de nosotros”.

Además agradeció a otras centrales sindicales que acompañaron la marcha y que “están transitando por situaciones no deseadas”. Y compartió ese dolor al expresar: “Nosotros sabemos lo que significa que un telegrama de despido cruce la puerta de nuestros hogares y lleve angustia y zozobra a nuestras familias, porque lo hemos padecido muchas veces y ante eso nos solidarizamos con todos los compañeros trabajadores y trabajadoras del Estado nacional que hoy están sufriendo el despido y el atropello del gobierno”.

También pidió disculpas a la comunidad nicoleña por las molestias ocasionadas y dijo que venía a contar el motivo de la lucha: “No es solamente la lucha de los trabajadores y trabajadoras metalúrgicas —en definitiva—, es la lucha de todo el pueblo argentino. Porque quienes piensen que solamente está puesto de manifiesto desde el gobierno nacional y de las multinacionales que hoy nos gobiernan, el sometimiento a que perdamos nuestro salario solamente los trabajadores metalúrgicos, se equivocan”, subrayó.

En ese sentido, Furlán añadió que la estrategia de licuar salarios es algo que “lo quieren hacer con todo el pueblo trabajador y como consecuencia de ello también van a sufrir los comerciantes”, y explicó: “Cada uno de nosotros gastamos nuestro dinero en nuestras ciudades, potenciamos el círculo virtuoso de las economías regionales, con lo cual venimos a pedirle la solidaridad también del pueblo nicoleño para nuestro justo reclamo, que no es más ni menos que entienda el grupo Techint que no puede pisotear la dignidad de las y los trabajadores”.

El secretario general de la UOM apuntó nuevamente contra el grupo que comanda Paolo Rocca al expresar: “Tiene la suma del poder público, porque hoy este grupo es parte del gobierno nacional, tiene más funcionarios que la propia fuerza política que ganó las elecciones. Y no ha ido en busca de esos puestos o lugares, por mera condición”, remarcó. Dijo que “saben perfectamente de qué se trata quedarse con YPF. Pero fundamentalmente saben de qué se trata quedarse con el Ministerio de Trabajo, porque desde ahí pretenden disciplinar a todo el movimiento obrero”. Y agregó entre bombos y aplausos: “Contra eso los trabajadores y las trabajadoras metalúrgicas vamos a presentar rebeldía, porque no nacimos para claudicar en defensa de los derechos que representamos. Tenemos dignidad y la vamos a defender, cueste lo que cueste”.

 

 

“Está muy mal que el grupo Techint pretenda que los trabajadores perdamos salario en un contexto donde la Argentina está siendo gobernada por ellos, que han diseñado en sus estudios jurídicos un modelo económico y político para hacernos creer que estamos en crisis. Eso no es cierto”, apuntó Furlán. Ante esa versión oficial hegemónica instalada, que pretende la mansedumbre de la clase trabajadora, que debe ajustarse porque “no hay plata”, indicó: “A nosotros no nos van a convencer de que existe una crisis. Esta crisis fue ideada, fue pensada y diseñada en los estudios jurídicos de las multinacionales para que el pueblo en general sufra”. Describió que la idea del gobierno nacional es que se “termine naturalizando” esa versión. Y que el pueblo tenga que “resignar derechos”. Furlán negó que fuera cierta esa narrativa y recordó: “Hace cuatro meses los argentinos no estábamos en esta situación. Hace cuatro meses veníamos discutiendo salarios y poniéndonos de acuerdo con todas las cámaras (…).  Cuando ganó la fuerza política que ganó, se empezaron a dar cuenta que era una oportunidad de llevar a cabo el saqueo que desde hace más de 40 años vienen pensando: atropellar a las organizaciones sindicales y al movimiento obrero en general para sacarles los derechos que han costado sangre”.

Quien lo antecedió en su discurso fue el secretario adjunto de la UOM, el nicoleño y dirigente histórico Naldo Brunelli, quien advirtió de la situación sin precedentes a la que está llevando la Cámara Argentina del Acero, con el peso preponderante de Techint y Acindar, generando, por “primera vez en 50 años, que la UOM tenga desde el mes de noviembre los salarios congelados”.

La empresa ex Siderar, a la que desde 2017 Paolo Rocca bautizó Ternium —en ese juego de cambios de nombres de sus empresas, conducta similar a la del grupo Macri—, antes de la multitudinaria marcha, el miércoles 27 de marzo, les envió a los trabajadores por correo una misiva intentando mostrarse protectores del salario perdido. Creen que, como en tiempos de La Forestal, es el patrón el que debe dar lo que le dé ganas, no lo que se puede acordar en una mesa de iguales en paritarias. En ese deseo de aparecer bondadosa, Ternium mostraba su “buena voluntad”. “Estas son las paritarias de Rocca, te pago lo que se me canta las pelotas”, dijo un dirigente de la CGT de la zona a este cronista.

 

Ternium y su buena voluntad de “te doy lo que quiero”.

 

El país que la pareja de hermanos gobernantes desea, al igual que Paolo Rocca, es el de la resignación de las y los trabajadores. Solamente pueden pensar que no existirá resistencia por su ignorancia de la historia. Cuando existió proscripción y persecución del peronismo, la CGT lanzó en 1964 un plan de lucha que consistió en una nueva metodología de ocupación de fábricas que pasó de 300 a más de 4.000 tomas de empresas con la participación de trabajadores. Se puede decir que el país es otro, que a esa historia le siguió luego el terrorismo de Estado del golpe del 24 de marzo de 1976, que se ocupó de secuestrar y desaparecer en mayor parte a la clase trabajadora. Pero esa resistencia sindical existe, está en las calles peleando dignamente.

El Presidente cree que todo lo que hace tendrá su respaldo en las futuras elecciones, en las que su fuerza libertaria cosechará más votos. Cree que la política destructiva que está ejecutando, pretendiendo que la sociedad acepte que es el camino indicado, porque estábamos en “crisis” y no había otra opción que “motosierra y licuadora”, le permitirá triunfos electorales. Es el caso de la gallina que contaba Perón. Decía que se puede tomar una gallina, desplumarla, matarla, asarla y comerla. Pero lo que no puede hacerse es que ponga un huevo a la fuerza. A estos aprendices de políticos les está pasando lo mismo. Se verá si después de lo que están haciendo con la sociedad —a la que están tratando como la gallina—, esta le sigue poniendo el voto.

 

 

 

 

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