LAS GUERNICAS

Ante el motín de los odiadores, la única salida es acumular fuerzas para derrotarlo

 

Los “anticuarentena” no son fenómenos psiquiátricos aislados. Constituyen la parte visible de un fenómeno mucho más profundo. Son la superficie de una arriesgada apuesta que se está tramando desde el núcleo más profundo del poder real. Representan con sus salidas un comportamiento político articulado en varios frentes simultáneos.

En el Parlamento, una oposición cerrada y obstruccionista que trata de impedir el tratamiento de las leyes que afectan al poder económico; en lo judicial, la defensa cerrada del esquema armado por el gobierno de Macri convierte en escándalo político cualquier intento de modificar ese entramado. En lo público, un estado de agitación permanente contra las medidas sanitarias que impone la pandemia. En lo comunicacional, crecimiento de las falsas noticias, un ataque permanente en las redes sociales a las figuras del gobierno, en particular a Cristina Fernández, los dirigentes políticos sociales y sindicales que referencian al gobierno, y en la calle, niveles crecientes de expresiones de odio y de violencia rayanas en el crimen político.

Ridiculizarlos es suicida, rogarles cordura es cercano a la estupidez, invitarlos a debatir, una solución equivocada. Cuando la política adquiere ribetes de motín, la única salida es la acumulación de fuerzas para derrotarlo. Masificar el sentido común, impedir que frenen la acción de gobierno, proteger a nuestras organizaciones de sus provocaciones, no subestimar las proclamas mesiánicas de los jefes de las fuerzas armadas y de seguridad que proponen erigirse en custodios del orden que boicotean sistemáticamente cada día y actuar en consecuencia.

A Alfonsín le costó cara la tardía reacción contra los conatos golpistas. El contexto internacional que marcha con decisión en ese sentido puede animarlos a profundizar la estrategia. La colonización de la UCR por parte de la derecha convierte la institucionalidad democrática en un escenario incierto. Alfonsín tuvo el apoyo del peronismo para sortear la crisis, De la Rúa acabó su gobierno por obra de su propia incapacidad, pero el Parlamento como institución supo readecuar el rumbo de la nave. Hoy el panorama es diferente en boca de los referentes de la derecha opositora. Subestimarlos es suicida.

 

 

Ladrones de ligas mayores

Vicentin continúa jugando en el ajedrez planetario de la fuga de capitales, los guaridas fiscales, las estafas a la banca pública y privada, a la banca internacional, en particular la Corporación Financiera Internacional (CFI) brazo financiero del Banco Mundial, y esta semana perpetró una nueva burla. El día 21 debía presentar, con excesivo retardo, el balance del año 2019. Emplazados por el juez Lorenzini, los representantes de la firma llegaron al juzgado y lo encontraron cerrado. Dieron por cumplido el trámite y nadie ha visto el balance por ningún lado.

El magistrado se declaró en estado de stress, los miembros del directorio renunciaron en masa y el 15 de octubre, en asamblea de accionistas, se elegirá una nueva conducción de la empresa. Los comentarios más firmes revelan que la decisión es formar un fideicomiso, no como proponía el gobernador Omar Perotti con representantes de los acreedores locales, sino con representantes de la banca internacional acreedora de la firma. El hecho consumado que dejará el tendal de productores, al Banco Nación y a los bancos nacionales desahuciados mientras la última firma nacional de exportación de granos se extranjeriza.

 

 

Fuga y jueces venales. Queda un tendal de acreedores tras la estafa de los Vicentin.

 

Mientras tanto, se conoció que los resultados económicos de la firma del año 2018 y 2019 superaron holgadamente los 500 millones de dólares cada año. Con ese resultado más los 300 millones del Banco Nación, prolijamente fugados en 20 días, la familia parte raudamente a jugar en las ligas mayores del capitalismo planetario, guaridas fiscales mediante, dejando en el país una murga de terraplanistas y anticuarentenas que los defienden envueltos en la celeste y blanca. Los pequeños productores y los trabajadores, con los algodoneros al frente, bien, gracias.

 

 

Garrote a los enfermeros

Día de la Primavera, día de los estudiantes y día de los trabajadores de la salud. El 21 de setiembre permitió una convocatoria diversa en las plazas y en la legislatura de CABA. Mientras los jóvenes disfrutaban el aire libre, un centenar de enfermeras, enfermeros y auxiliares se congregaron en la puerta de la Legislatura porteña portando un petitorio para entregar a las autoridades. Encontraron la puerta cerrada y comenzaron a gritar para que saliera alguno de los legisladores. Los recibió a garrotazos la guardia de infantería. El reclamo fue elaborado por fuera de los sindicatos, aunque entre ellos hay afiliados de ATE, Municipales de Sutecba y otros gremios, el pliego hace referencia a la exclusión que sufrieron de la carrera sanitaria en la salud pública y su pase compulsivo a categorías administrativas. Una significativa pérdida salarial y un bloqueo a su desarrollo profesional.

La injustificada violencia policial contra los concentrados, en su mayoría compañeras, es una muestra más del desprecio de un sector del poder político a los que están enfrentando la pandemia en primera línea, a riesgo de su salud y su vida. Los más esenciales de los esenciales, sin quienes los cementerios estarían desbordados, son tratados de esta manera. ¿Qué le espera al resto de los trabajadores para la nueva normalidad que el poder concentrado quiere imponer? No son héroes que pidan monumentos, no son víctimas que pidan reparaciones, son laburantes que exigen lo que les corresponde.

El ministro de Seguridad porteño y vicejefe de la ciudad, Diego Santilli, no brindó declaraciones por lo sucedido. Irónicamente, participó luego de un acto con el secretario de Justicia y Seguridad, Marcelo D'Alessandro, y con el jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Berard, en el que reconocieron a agentes de la policía porteña “por el gran trabajo que hacen día a día para ayudarnos a cuidar a cada vecino y vecina”.

 

 

Minutos antes de la represión. Una manifestación pacífica de enfermeros.

 

 

Los gobernadores de la derecha, oficialistas u opositores como Gerardo Morales, Juan Schiaretti, Horacio Rodríguez Larreta, Rodolfo Suárez, han mostrado su destrato, todos con la misma actitud autoritaria hacia el personal de salud. Condiciones de trabajo extremas, exigencias típicas de estados de calamidad y predisposición a usar la fuerza contra ellos.

En la provincia de Chubut la protesta por el pago de los meses de julio, agosto y aguinaldo se vuelve incontenible. Los trabajadores de la salud anuncian 48 horas de paro según declaraciones de Carlos Sepúlveda, secretario general del sindicato que los nuclea, ante la falta de respuesta a todos los reclamos. Santiago Goldman, secretario general de Atech, seguirá la medida de los estatales, que anuncian paros por tiempo indefinido.

Horacio Rodríguez Larreta continúa en CABA con su cruzada educativa forzando a unos pocos miles de alumnos de familias más pobres a que entreguen a sus hijos para exhibirlos en un esquema educativo presencial al aire libre. Rechazó la provisión de computadoras de parte de Nación e insiste en transformar a los chicos más pobres en conejitos de Indias para probar su sistema de vuelta a clases.

 

 

Negacionistas de lo evidente

Dice Lilian Capone, médica sanitarista especializada en salud laboral, directora de Salud Laboral de la CTA de los Trabajadores: “Estamos atravesando en el mundo una de las peores pandemias de la historia, que pone sobre el tapete el historial reivindicativo de la clase trabajadora. Hoy un virus demuestra la injusticia, inequidad y exclusión de millones de personas en general y trabajadores formales e informales en particular. Si hay un colectivo de trabajadores, hoy más castigados que nunca, son los trabajadores de la salud, pues están en la primera línea de pelea no solo contra un germen que no se ve, ni se toca… sino que además son ninguneados y maltratados por una parte de la sociedad que niega la crítica situación de pandemia. Este negacionismo sistemático anula las estrategias de prevención y promueve la libre circulación con el impacto sanitario secundario. Ejemplo concreto son los Comités Mixtos de Salud y Seguridad en el Trabajo, que siguen siendo una deuda histórica con la clase trabajadora y que es una herramienta indispensable para trabajar colectivamente las estrategias preventivas ante esta terrible pandemia".

"Contrataciones de trabajo paupérrimas, con bajos salarios, hacen que haya pluriempleo, que permite acumular salarios pero conlleva peores condiciones de trabajo. Ese pluriempleo es responsable del aumento de contagios entre el personal de salud, junto con la falta de personal que durante años no fue contratado por razones diversas. Ahí tenemos el panorama completo”.

En declaraciones a Radio Provincia, representantes del gremio que nuclea a las y los profesionales bonaerenses de la salud, destacaron el anuncio del gobierno de Axel Kicillof que dispuso la incorporación a planta de un total de 1.137 residentes al sistema de salud público a partir del 1º de octubre, uno de los acuerdos paritarios más importantes de los últimos años. “Una demanda histórica de nuestro sindicato. Vamos a seguir insistiendo en la necesidad de jerarquizar los salarios para evitar la fuga de profesionales que tenemos y combatir el pluriempleo con un esquema de cargos de dedicación exclusiva”.

 

 

Sin palos para los sin techo

Guernica es un famoso cuadro de Pablo Picasso, que alude al bombardeo de esa localidad por la aviación alemana durante la guerra civil española. La pintura atrajo la atención del público hacia la causa republicana, tanto como el peligro de represión violenta por parte de ahora meritorios policías bonaerenses convoca a la opinión pública de la Argentina. La toma de un predio desierto de cien hectáreas en Guernica tiene como protagonistas a personas sin techo que carecen de trabajo y vivienda. Son el emergente del déficit habitacional que afecta a más de un millón de familias bonaerenses. Unos dueños flojos de papeles reclaman en sede judicial el desalojo, que tiene una prórroga precaria en la búsqueda de una solución democrática lejos de los palos que derechistas trastornados imaginan para miles de desesperados excluidos del sistema que pasan frío, hambre enfermedades y no tienen trabajo ni posibilidades de obtenerlo.

 

 

 

 

En la vereda de enfrente, la policía (la misma de los reclamos con olor a golpe) acumula múltiples denuncias por robo, maltratos e insultos. Los dueños de uno de los countries linderos levantaron un alambrado y pidieron la instalación de una garita de la Bonaerense. La sociedad espera expectante la solución para los ocupantes del predio.

El campo es equivalente a un centenar de canchas de fútbol y aseguran los vecinos que “muchos no se quieren censar porque después te arman una causa por usurpación.” Ya se formaron los barrios La Unión, 20 de Julio, San Martín y La Lucha. Lotearon los terrenos con medidas de 10 x 25 y los baños son pozos rodeados por una loneta, compartidos entre dos o tres familias. Hay delegados y subdelegados que deciden los pasos a seguir en asambleas interbarriales y frenan intentos de especuladores. Una decena de organizaciones sociales junto a los delegados de los cuatro barrios formaron la Coordinación de Delegados y Organizaciones de la Recuperación de Tierras de Guernica.

De acuerdo a lo publicado por Página 12, Rubén Pascolini, subsecretario de Hábitat de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, manifestó: “La provincia está pensando, a partir de todo lo que ha sucedido en los barrios populares, atravesados por la pandemia y con deudas estructurales, que esta situación de toma de tierras tiene que dar lugar a un plan integral de hábitat, y en eso estamos”. Pascolini habló de tiempos más largos para el desalojo que la fecha prevista del 1º de octubre y mencionó que la provincia quiere “un desalojo acordado”, que implique la firma de actas de compromiso entre el Estado y quienes reclaman un lote donde vivir.

El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, se reunió con la intendenta de Presidenta Perón, Blanca Cantero, que viene manteniendo posturas muy cerradas a una negociación. El gobierno bonaerense busca acuerdos con los intendentes de esa y otras tomas para ir despejando de dudas represivas la situación de miles de ocupantes, a los que la pandemia y otros problemas estructurales como la violencia de género empujaron hacia esos terrenos. Los negociados detrás de la propiedad de la tierra son una historia de larga data que empieza a buscar una salida institucional en la provincia.

 

 

Resistencia y contraofensiva

El motín de los jueces Bruglia Bertuzzi y Castelli, su ausencia a la audiencia en el Senado y el per saltum consentido por el presidente del superior tribunal se convierte en un tembladeral del Poder Judicial. Sea cual fuere el resultado, la majestuosa Corte queda en ropa interior ante la sociedad y su maltrecho poder simbólico herido de muerte. La resistencia activa de unos y otros al aporte “solidario” de multimillonarios y la ofensiva cotidiana de los empresarios más poderosos del país sobre el empleo y el salario de los trabajadores es la tercera pata de la crisis planificada.

Los últimos datos del INDEC acusan una caída interanual del producto en línea con las principales economías del mundo. El desempleo formal creció. Según el informe de Cifra: “La tasa de desocupación pasó del 10,4% al 13,1% de la PEA. La tasa de empleo cayó del 42,2% al 33,4%, un nivel comparable al de 2002. La tasa de actividad, a su vez, cayó de 47,1% a 38,4%. Esto implica que si la tasa de desocupación no dio más alta es porque la gente no buscó empleo, y no buscó por el contexto de cuarentena”. Alerta roja.

La convocatoria a la gran movilización del 17 de octubre en la que hablaría Alberto Fernández puede convertirse en una fuerte respuesta política al asedio cotidiano de los restauradores del viejo régimen. La convocatoria al homenaje a Nestor Kirchner el 27 de octubre que nació en la regional Oeste de la CGT y fue tomada por la mesa nacional marca la definición muy clara de reconocer a un segundo líder histórico en la liturgia nacida hace tres cuartos de siglo y que sigue hegemonizando el pensamiento laborista argentino.

Pese a corto tiempo que lleva Alberto Fernández al frente del Ejecutivo, el calibre de los problemas acumulados perfila una crisis de magnitud. O el gobierno toma definiciones más drásticas para forzar una salida favorable, o las fuerzas restauradoras de lo peor ganarán el centro de la escena política.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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