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Axel Kicillof asumió su segundo mandato y trazó lineamientos para sus próximos cuatro años

 

Ante la Asamblea Legislativa bonaerense, el lunes 11 de diciembre por la tarde, el gobernador Axel Kicillof asumió su segundo mandato. En su elocución evaluó el voto que le permitió ser reelecto: “Se valoró lo que realizamos en condiciones muy complejas, pero sobre todo se volvió a elegir a este gobierno sabiendo que al votarnos no se vota una continuidad mecánica, sino que se vota para proseguir con la transformación”. A su vez, invitó a todos los partidos que conforman el ámbito legislativo a recuperar los recursos que le fueron quitados a la provincia.

Comenzó su discurso con agradecimientos. Especialmente lo hizo para Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. También destacó la presencia de Cristina Fernández de Kirchner, que estaba en uno de los palcos y fue aplaudida y ovacionada: “Una persona a la que admiro demasiado, dos veces Presidenta y hasta anteayer Vicepresidenta de la Nación: gracias Cristina por venir, gracias por estar”. Kicillof expresó que fue gracias al respaldo de los votantes que de los 135 distritos que componen la provincia, que 84 quedaron en manos del peronismo. Se recuperaron 16 municipios en las elecciones del 22 de octubre: Azul, Bahía Blanca, Lanús, Olavarría, Patagones, Salliqueló, Brandsen, Coronel Rosales, Bragado, Ramallo, Suipacha, Dolores, Chacabuco, Rivadavia, Tres Arroyos y La Plata.

 

Kicillof junto a Madres y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

 

“Tomo esta reelección con emoción, pero sin exitismo”, razonó e interpretó que esa decisión del electorado fue porque “los bonaerenses evaluaron que lo que falta en materia de vivienda, de educación, de salud, de infraestructura no se consigue ni con motosierra ni con ajuste”. Y que ese respaldo para gobernar la provincia una vez más (2023-2027) fue porque, con su voto, los bonaerenses “dijeron que no sobran derechos, que no sobra Estado; exactamente es al revés: hacen falta más derechos, hace falta más y mejor Estado”.

 

 

Recursos

Se detuvo en un punto central para una provincia que concentra la mayor cantidad de habitantes, que genera riqueza, pero que no tiene los recursos suficientes para llegar a todos los bonaerenses. En ese sentido, respaldado en datos, dijo que la provincia de Buenos Aires es “la que menos recursos gastó por habitante el año pasado”. Kicillof no lo destacó como logro, como “orgullo”: “[lo digo] como un reclamo en nombre de los bonaerenses que representamos y defendemos. Nuestra provincia es además la segunda que menos trabajadores estatales tiene cada 1.000 habitantes, que es la forma en que debe medirse este indicador”. Y señaló que la provincia de Buenos Aires “es la que menos recursos recibe de la coparticipación”.

No olvidó destacar el compromiso solidario de la provincia con las demás, pero remarcando a su vez la injusticia que hay en la coparticipación e indicó: “Aportamos casi el 40 % de la coparticipación y recibimos poco más del 20 %”. A esos números les puso palabras para explicar la injusticia de que siendo la provincia “que más aporta al producto y al valor agregado nacional”, es al mismo tiempo “la que recibió y recibe la mayor parte de las corrientes migratorias, la que tiene enormes deudas sociales, habitacionales, de infraestructura, que hay que reconocer y reparar”.

Y es por eso —manifestó Kicillof— que suele decirse y enumerarse todo lo que hace falta en la provincia, como rutas, escuelas, hospitales, y agregó: “Pero no se habla que lo que sin duda falta en la provincia son buena parte de los recursos que produce y aporta al sistema de coparticipación. Con semejante desproporción entre lo que producimos y aportamos y lo que recibimos, es imposible dar respuestas adecuadas”. Invitó a todos los partidos que conforman la legislatura bonaerense a la recuperación de esos recursos.

 

 

Razón del resultado

El gobernador Kicillof en su discurso realizó un análisis del cuadro político actual, provincial y nacional, luego del resultado electoral. “No tenemos que gobernar solo para una fuerza provincial, ni soy el gobernador de una isla, soy gobernador de casi el 40 % de los argentinos cuya calidad de vida depende en mucho de lo que haga o deje de hacer el gobierno nacional”. Y en su opinión, que Unión por la Patria haya perdido la elección nacional fue porque “faltó más rebeldía, faltó más justicia social, faltó más distribución de la riqueza, faltó más igualdad”.

Analizó que luego del “fracaso estrepitoso del gobierno de Macri, aplastados por el inmenso y ruinoso endeudamiento que tomó y condicionados también por la vuelta del FMI” fue que “se votó al Frente de Todos para recuperar el salario, el trabajo, la producción y para reducir una inflación muy alta que había dejado Macri”. Y aunque “se pudo hacer mucho en materia de actividad, producción y trabajo, se ampliaron derechos civiles”. No obstante, manifestó que “cuatro años después la inflación siguió creciendo y alcanzó niveles angustiantes; los ingresos no se recuperaron, y esto impide condiciones para una vida cotidiana tranquila, sin tanta incertidumbre”. “Aun en situaciones muy excepcionales y desfavorables como la pandemia, la guerra o la sequía, sin dudas no pudimos dar respuesta como fuerza política a estas necesidades y esa es indudablemente una de las causas del resultado electoral”, manifestó el gobernador electo.

Argumentó la falta de rebeldía del gobierno de Alberto Fernández apelando a la memoria de quienes sí la tuvieron. “La voluntad popular no es un misterio ni un enigma, es siempre una voluntad de progreso, de bienestar y de dignidad”, y por “no haber hecho posible esa aspiración, no se pudo conseguir la reelección en el gobierno nacional”, que sí consiguieron para su espacio político Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner “por gobernar de manera audaz implementando políticas que le mejoraron sustancialmente la calidad de vida al pueblo”. Lo destacó no para caer en la “nostalgia” o “melancolía”, sino para que aquellos “doce años maravillosos”, sean “convertidos en un manual sobre cómo gobernar con coraje y amor a la patria en favor de las mayorías”.

 

 

Contra la corriente del ajuste

Kicillof dijo que le tocará convivir con un gobierno nacional cuyas prioridades no comparte, pero cuya legitimidad popular respeta. Así, agregó: “La propuesta del partido que ganó está en las antípodas de nuestra manera de ver la vida, el mundo, de entender la política y la economía nacional”. Remarcó que respetaba “profundamente la voluntad popular de los argentinos” y pidió que de la misma manera “se respete la voluntad de la mayoría de los bonaerenses que respaldaron masivamente un proyecto de desarrollo, inclusión, defensa de derechos”, que es el que llevarán adelante. “Aceptar una derrota exige obviamente revisar lo que se hizo, pero de ninguna manera exige renunciar a los principios que guían a nuestro gobierno”, enfatizó.

“Quiero reiterar nuestra convicción de que la justicia social no es una aberración, de que la educación y la salud públicas son derechos que no se tocan, de que las Malvinas son innegociablemente argentinas, de que genocidio nunca más”, señaló como máximas políticas Kicillof. Asegurando a las y los bonaerenses que “el proyecto de provincia que eligieron sigue en pie y seguirá avanzando sin claudicaciones”. Y citó a Juan Domingo Perón: ‘La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”.

Volviendo sobre el gobierno de Javier Milei, refirió que “la sociedad no votó venganzas ni sacrificios, la sociedad aspira a un tiempo de recuperación que les tocará liderar”. El discurso del gobernador fue un día antes de que el ministro de Economía, Luis Caputo, anunciara la devaluación y la pérdida del poder adquisitivo del salario con un paquete de medidas que causan mayor sufrimiento al pueblo.

Kicillof recordó que en campaña Milei dijo “que el ajuste no iba a recaer en las espaldas del pueblo, es decir, de los trabajadores, de los maestros, de los jóvenes, de las pymes, de los pequeños productores, de los científicos, de los artistas, de los más humildes y necesitados”, y que esperaba “que el nuevo oficialismo nacional no tome su legítimo triunfo electoral como un respaldo a ese tipo de medidas”. Asimismo, explicó: “Pese a todo el esfuerzo protector que pongamos, el mayor o menor bienestar socioeconómico que experimenten los argentinos será en gran medida responsabilidad del gobierno nacional”.

 

 

Es el Estado, ¡estúpido!

El trabajo de los primeros cuatro años de su gobierno, dijo Axel Kicillof, estuvo en que “el Estado no desplazó al mercado, sino que se hizo responsable de aquellas necesidades que, sin Estado, no tienen, no encuentran, ninguna respuesta”. “Nuestro gobierno inauguró 206 escuelas y entregó 170.000 computadoras con el Conectar Igualdad bonaerense para los estudiantes secundarios. (…) Estos pibes no podían comprarlas, entonces ¿no tenían derecho a esa herramienta esencial para su futuro? ¿Si nosotros no les dábamos esas computadoras, se las iban a dar empresas como Apple, Google o Microsoft?”, azuzó.

Brindó el ejemplo del jardín inaugurado en Barrio Lindo, del partido Almirante Brown, donde los que asisten “no tienen recursos para pagar un privado, que ni siquiera existe en el barrio. Si el Estado no lo hace, no lo hace nadie” Y como doctor en Economía, Kicillof se dirigió “a los fanáticos del cálculo de costo y beneficio”, a quienes les preguntó: “¿Cuánto cuesta un chico que no accede a la escuela?”. Expresó que si vivieran Sarmiento o Roca les explicarían “que no es una cuestión de cálculo, sino que la escuela pública, obligatoria y gratuita, es una herramienta para que nuestro país tenga futuro”.

 

Axel Kicillof y su discurso ante la Asamblea Legislativa.

 

Volviendo a lo realizado en su gobierno, reivindicando el rol del Estado, brindó otro ejemplo, como lo fue “que 300.000 pibes y pibas disfrutaran de su viaje de fin de curso”. Y describió el marco en el que ese programa fue llevado adelante para que se entienda que la libertad del mercado es para pocos: “No podían pagarlo. Entonces, ¿no tenían derecho a disfrutar? ¿Se lo tenían que contar sus amigos o tenían que ver por las redes cómo sólo uno de cada cuatro podía hacerlo? ¿Es un regalo? ¿O es un reconocimiento por el esfuerzo de terminar los estudios? ¿Algunos lo merecen y otros no, según el grosor de su billetera? Libertad para hacerlo tenían todos, pero sólo unos pocos tenían los recursos. A mí me parece muy claro: sin igualdad de oportunidades, la famosa libertad es una estafa”, definió.

Continuó ejemplificando con lo que fue la presencia del Estado, sobre todo en pandemia, “donde en los vacunatorios se aplicaron más de 45 millones de vacunas contra el COVID”, indicó y se preguntó: “¿Quién las hubiera aplicado sin un Estado presente? ¿O acaso Pfizer, los productores de vacunas, hacen plata regalándolas?” También recordó que en la provincia se abrieron 156 centros de atención primaria en barrios y pueblos, y se entregaron 301 nuevas ambulancias de última tecnología que se sumaron al sistema público de salud. “En nuestra provincia nadie le prohíbe al sector privado vender servicios de salud, el tema es que no todos pueden pagarlos y así como no hay rentabilidad en buena parte de la provincia, en casi 100 de 135 municipios el único prestador es el Estado. De nuevo, no van no porque esté prohibido”, explicó el gobernador.

En esa línea de ejemplos para graficar la importancia del Estado bonaerense presente, habló del programa bonaerense MESA, módulo de seguridad alimentaria en las escuelas, que llega a dos millones de familias; o los 4.500 patrulleros y las 16 nuevas bases policiales que, si no está el Estado, al mercado no le interesa brindar, porque no le es rentable, y quedarían sin protección millones de bonaerenses que no podrían ni alimentarse ni tener seguridad; o el Banco Provincia, que otorgó créditos subsidiados a un millón de personas; como también los ocho millones que tienen cuenta DNI, y que han podido obtener notables descuentos, que a los bancos privados no les interesa otorgar porque privilegian otros negocios más rentables. 

 

 

Mandato

Hay recursos indirectos que la provincia de Buenos Aires percibe en compensación a una coparticipación escasa. Kicillof expresó en este sentido: “[la provincia] tiene el Estado más pequeño con relación a su tamaño entre todas las demás, tanto en términos de trabajadores como de gastos. Es cierto, también, que tenemos necesidades de todo tipo. A la luz de algunas advertencias expresadas en campaña, me pregunto: ¿Cuál es la idea? ¿Ahogar a la provincia de Buenos Aires sacándole los recursos que recibe, que ya son insuficientes? Ni a esta ni a las demás provincias: sin federalismo, no hay patria”.

Por ese motivo, señaló que esperaba que algunas de las ideas esbozadas en materia de distribución de recursos sean revisadas. “Tampoco queremos que la provincia de Buenos Aires reciba el proporcional a lo que produce. Somos una provincia solidaria. Lo fuimos siempre, lo seguiremos siendo. Lo que no queremos es quedarnos sin los recursos que nos corresponden”, manifestó. Y recordó: “Somos la cuna y el hogar de las pymes, de los productores agropecuarios y de la industria nacional. Necesitamos más y mejor salud, más y mejor educación pública, más y mejor infraestructura, necesitamos seguir protegiendo todas nuestras actividades productivas, que dan trabajo y desarrollo”.

Las y los bonaerenses que lo votaron —a su entender— le otorgaron “el mandato” de “defender lo que se consiguió y seguir trabajando por lo que falta”. “No esperamos que el gobierno nacional comparta plenamente estas prioridades, pero sí que las respete y que las acompañe”, apuntó Kicillof.

Para finalizar, resaltó las convicciones de su fuerza política, destacando, entre algunas de las más profundas, que “la dignidad no es un negocio. Los derechos no se miden por las ganancias económicas. La solidaridad no es ni cálculo ni transacción. La libertad sólo es posible si hay igualdad. La vida no es un mercado y la patria… la patria no se vende”. Y culminó su discurso expresando lo que en 2019 manifestaban en campaña: “Lo importante no es llegar, sino cómo llegás y para qué llegás. Ahora que ya demostramos para qué llegamos, diría que lo importante no es seguir, sino para qué seguir. Entonces… ¿para qué seguir? Para seguir transformando. Para seguir adelante, para seguir trabajando por el derecho al futuro de todos y todas las bonaerenses”.

 

La vicegobernadora Verónica Magario junto al gobernador Axel Kicillof.

 

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