Mercado Libre, Constitución derogada

 

Recientemente se suscribió un acuerdo entre Mercado Libre y la Unión de Trabajadores de Carga y Descarga. Digo acuerdo y no Convenio Colectivo de Trabajo, como lo denominaron las partes, porque de ninguna manera la ley 14.250 de Convenciones Colectivas de Trabajo admite pactos que perforen el piso de derechos que establece la legislación laboral.

Este convenio lleva el Nº 1591/2019 y fue increíblemente –o no – homologado por la Secretaría de Trabajo. Cito seguidamente cláusulas flexibilizadoras ilegales suscriptas:

- Establece que todos los trabajadores están obligados a realizar cualquier tarea, que todos los empleados son polivalentes.

- Termina con el pago de las horas extras, estableciendo un sistema de banco de horas.

- Faculta a la empresa a utilizar el sistema de banco de horas para que los trabajadores “devuelvan” las horas no trabajadas o decidir por la suspensión con el pago del 50 por ciento de la remuneración. Traslada el riesgo empresario hacia los asalariados. Además, a partir de estos derechos patronales, el trabajador no sabrá cuál es su horario de manera que pueda administrar su vida no laboral, o sea que no podrá tener horarios fijos para otra ocupación sea laboral, familiar, cultural, etcétera. De este modo, la empresa puede modificar horarios y cantidad de horas, por ejemplo.

- Queda desdibujada la jornada laboral, siendo los únicos límites la pausa de doce horas entre jornada y el descanso semanal sin día fijo.

- Faculta a la empresa también a otorgar las vacaciones en cualquier momento del año y fragmentada en períodos de siete días corridos como mínimo, según necesidad empresaria.

No es la primera vez que desde Mercado Libre se adoptan prácticas anti-sindicales. Recuerdo que, en el año 2011, ante la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados de la Nación, comisión que presidía en ese entonces, se presentó una nota pidiendo que se recibiera los trabajadores despedidos de esa empresa que eran delegados sindicales y se citara a los representantes de la empresa ante las irregularidades en dichos despidos.

Venimos escuchando declaraciones, como fue la de Julio Crivelli, de la Cámara Argentina de la Construcción, pidiendo que se avance con la reforma laboral y así poder “despedir sin causa y sin pagar indemnización”. Por suerte, no todos los empresarios coinciden con esas afirmaciones, ya que son conscientes de que sin trabajadores bien pagos no hay consumo y, si baja el consumo -- como viene sucediendo--, los empresarios también pierden.

La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, afirmó que “el desempleo creció porque creció la población” (sic). Le recuerdo a la gobernadora que la medición del desempleo se realiza sobre el porcentaje de la población total, de modo que el número no incide, y que pasamos del 5,9 por ciento a casi duplicarlo según el propio INDEC.

Como muy bien explicó hace pocos días Emmanuel Álvarez Agis, en los momentos en los que se redujeron los costos laborales, al contrario de lo que sostienen desde el gobierno de Mauricio Macri y algunos empresarios, el desempleo también creció.

Históricamente, en la Argentina, algunos sectores afirman que flexibilizando las leyes laborales el empleo crece. Sin embargo, las estadísticas del INDEC lo desmienten. En octubre de 1990, antes de la flexibilización laboral, la desocupación era del 6%. En mayo de 1995, en plena flexibilización laboral, el desempleo subió al 18%. Asimismo, la informalidad laboral creció del 32 al 40%. El salario real industrial no sólo no creció, sino que se redujo en un 1% entre 1990 y 2001. Las cargas sociales se redujeron y pasaron a representar el 49% del salario bruto en 1990 al 37% en 2001. Cabe aclarar que casi toda la reducción fue hecha en la porción de contribuciones del empleador.

En consecuencia, no vengan con cuentos chinos: la única verdad es la realidad. La flexibilización laboral de ninguna manera crea empleo. Como dijo Bill Clinton: “Es la economía…”.

 

 

 

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