No hay Libertad sin igualdad

Las mujeres salen al cruce de la contraofensiva conservadora

 

La marea está subiendo y Nelly Minyersky usa su bastón como timón. Ronda el metro cuarenta de estatura y lleva un tapado de cuero negro que contrasta con su cabello platinado. Sus labios pintados de fucsia rabioso le surcan el rostro de lado a lado. De su cuello cuelgan una bandolera, los anteojos, una cadenita con un triángulo de plata con piedras verdes y un gran pañuelo del mismo color en el que se lee: “Legal, seguro y gratuito. Ley 27.610”. A su paso, las mujeres y disidencias quiebran las rodillas para pedirle una foto. Tiene 94 años y más de medio siglo luchando por los derechos de las mujeres. Forma parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito desde 2005, cuando fue fundada, hace ya 18 años.

“Lo que pedimos es más derechos y ni una menos, o sea, estamos hablando de derechos fundamentales”, resumió con voz vibrante Minyersky, quien fue la primera mujer en presidir la Asociación de Abogados de Buenos Aires. La jurista consideró que este 28 de septiembre, Día de Acción Global por el Derecho al Aborto, se movilizó en contra de discursos que violan la Constitución nacional: “La perspectiva de género está en la Convención Internacional contra todo tipo de discriminación que la Argentina firmó y que cualquier gobierno que asuma tiene que respetar”.

La sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en 2020 fue, para Minyersky, mover “la piedra basal del patriarcado”. Luego de aquella “eclosión”, como la definió, cada una volvió a luchar en su lugar de trabajo o de estudio. “Yo he seguido trabajando y creamos el movimiento Reforma Judicial Feminista”, puntualizó. La siguiente parada es lograr que sea ley el Sistema Integral de Políticas de Cuidados: “¿Por qué tardaron tanto estos derechos? Porque los dos simbolizan el lugar en el que nos han puesto de reproductoras, de conservar la familia monolítica, con un jefe”.

Frente a quienes envilecen la palabra libertad, Minyersky ratificó que la movilización feminista es un verdadero “canto de libertad, porque la libertad sin igualdad no existe”.

 

28S: Nelly Minyersky en la movilización frente al Congreso nacional.

 

 

Feminismo es liberación

“La libertad es nuestra” fue la consigna central con la que se convocó a las calles en todo el país. “Libertad es que la educación sea un derecho de todes y no un privilegio de los ricos que la pueden pagar”, indicaba uno de los afiches. “Libertad es que el 80 % de las infancias que sufrieron abusos, pudieron contarlo gracias a la ESI”, señalaba otro. En su conjunto, constituyen una respuesta a las amenazas de Javier Milei de cercenar el acceso libre y gratuito a servicios de salud sexual y reproductiva y a la información sobre métodos anticonceptivos y sexualidad.

 

 

El candidato libertario incluyó en su plataforma la eliminación de la Educación Sexual Integral en todos los niveles de enseñanza y declaró que su implementación era parte de una “agenda del post-marxismo” y del “ecologismo” para “eliminar a los seres humanos”. Esta orientación fue ratificada por su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, en un debate en un canal de televisión: “Tiene que estar basada en contenidos biológicos”, aseveró, a contramarcha del tratamiento integral que supone la Ley 26.150, que incluye aspectos psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Estas son las dimensiones que los libertarios tildan de “adoctrinamiento de la ideología de género”.

Milei también adelantó que, en caso de ser electo Presidente, convocará a un plebiscito para derogar el aborto. Sin embargo, para el constitucionalista Andrés Gil Domínguez, “en materia penal no es posible sustituir la intervención del Congreso mediante el uso de la consulta popular”. Aunque el sistema democrático argentino inhiba tal mecanismo, para la militante del Frente de Mujeres e Igualdad de Géneros de La Cámpora, Victoria Tesoriero, el mero planteo significa un retroceso en lo discursivo “frente a uno de los logros que tuvo el movimiento feminista en los últimos años, que posicionó a la Argentina a la vanguardia a nivel regional e internacional”.

Tesoriero, quien también es socióloga y se integró al activismo feminista a través de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, calificó a la coyuntura actual como una “contraofensiva de sectores conservadores”, que se acopla a la crisis provocada por “la deuda que tomó Mauricio Macri”. Días atrás, participó de una actividad en el local de Ni Una Menos para leer y discutir colectivamente el memorando firmado con el Fondo Monetario Internacional: “Es uno de los temas de agenda del feminismo hoy; el feminismo tiene una agenda de justicia social”, constató. Luego, criticó a “una parte de la dirigencia” que describe al feminismo como un sector “pianta votos” y que “subestiman nuestra capacidad de generar una articulación política alrededor de una agenda de derechos”.

 

“Milei es facho y liberal, es un machista de la casta patriarcal”, fue el hit del 28S.

 

Otro octubre

“Obvio que es urticante lo que trae el feminismo, porque venimos a romper el statu quo, venimos a cuestionar las jerarquizaciones”, exclamó Ruth Zurbriggen, integrante de la colectiva feminista La Revuelta en Neuquén y de la red de Socorristas (SenRed), que acompaña a personas en procesos de aborto. Desde su punto de vista, no hay que pensar el feminismo sólo desde las acciones callejeras, sino desde su capilaridad instalada: “Hemos creado conciencia porque incidimos en la mesa familiar, no para que toda la familia coincida, sino para que toda la familia discuta de temas que los feminismos traemos”. Ahora, “hay que volver a hablar con todas las personas como hicimos en 2018, que hablábamos del aborto con el verdulero, con la taxista o con la que nos atendía en el centro de salud”.

“Somos el movimiento más vivo y vibrante de las últimas décadas”, observó Zurbriggen. En tal sentido, consideró que, si bien existe una diáspora provisoria de las agendas, lo que muestra es que “los feminismos podemos pensar sobre todo y generar programas para ese todo”. Aunque se posicionó en contra de la exigencia de “homogenización”, valoró que “hay que seguir pensando acciones colectivas que posicionen al feminismo como un movimiento al que hay que prestarle especial atención desde los gobiernos y los Estados”.

La novedad es que, a nivel global, las derechas ya no sólo expresan su misoginia a través de agresiones en las redes sociales, sino que han armado un programa político que sitúa al feminismo como el enemigo a combatir. Para la activista neuquina, el principal desafío para el feminismo es “generar promesas de otros destinos, promesas ancladas en esta revolución que vamos provocando”.

 

28S en Neuquén: Ruth Zurbriggen al megáfono.

 

 

Ni un paso atrás

Rosana Fanjul se sumó a la organización feminista empujada por el hartazgo que le provocó la inacción policial y judicial frente a la violencia de género. Un tipo intentó matarla más de una vez y, aunque radicó veinte denuncias en CABA y quince en provincia de Buenos Aires, la Fiscal esperó seis meses para actuar. El espacio para construir soluciones lo encontró en el ámbito en el que militaba su abuela, Dora Coledesky, una de las pioneras en la lucha por el aborto legal en la Argentina. Hoy, como parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, integra la comisión “Libres las queremos” que trabaja por la libertad de las mujeres criminalizadas por eventos obstétricos. La activista alertó que, frente a las declaraciones de Milei, “muchas mujeres se tienen que sentir amenazadas, porque tiene un discurso de odio e intolerancia muy peligroso”.

Para Fanjul, aunque la lucha feminista se ha caracterizado por ser transversal y multipartidaria, no está aislada de los procesos de fragmentación y de desorden existentes en el ámbito político, porque “estamos activas en distintos partidos políticos y no somos ajenas a la realidad del país”. También, indicó que los retrocesos respecto a la interrupción del embarazo en Estados Unidos son una señal de alarma. En junio de 2022, la Corte Suprema de ese país revocó la sentencia que lo había legalizado en 1973 y dejó la decisión librada a cada estado. Desde esa fecha, 14 estados prohibieron el procedimiento.

 

28S: Rosana Fanjul junto a Victoria Tesoriero.

 

 

Autonomía

Para la fundadora del Observatorio “Ahora que sí nos ven”, Raquel Vivanco, el norte que hoy organiza al feminismo es la agenda de cuidados “de la cual el gobierno se ha hecho parte enviando un proyecto que pone en discusión las brechas salariales, las brechas de empleabilidad y las brechas con relación al costo de lo que implica hacerse cargo de la crianza”. En esa línea, valoró la creación del Índice de Crianza, que está siendo aplicado por el INDEC para calcular el costo mensual del cuidado de infantes, niñas, niños y adolescentes. El indicador incluye tanto los bienes y servicios (alimentación, vestimenta, educación, vivienda y traslados) como la valorización del tiempo requerido para realizar la actividad. Por caso, en agosto la Canasta Crianza fue de $154.729 para los infantes de entre uno y tres años.

Vivanco criticó la “falsa libertad” que propugna Milei: “Esa autonomía de los cuerpos para decidir vender un órgano no existe en la autonomía de las mujeres para poder decidir sobre su salud y sus proyectos de vida”. Por el contrario, razonó que hablar de autonomía es “discutir la división sexual del trabajo que hace que las mujeres sigamos sobrecargadas, que tengamos dos o tres jornadas laborales en nuestros cuerpos”. Y subrayó: “Discutiendo la agenda de cuidados, estamos discutiendo una agenda de libertad plena, porque ahí se juega la posibilidad de insertarnos en el mercado laboral en igualdad de condiciones”, en fin, de “tener un futuro en donde las mujeres sean protagonistas de su vida”.

 

28S: Raquel Vivanco participó de la marcha “por el aborto, por la ESI y por vidas dignas” y “en contra las derechas, el ajuste y el FMI”.

 

 

Individualismo o sensibilidad

“Es un descaro que tengamos que aguantar la acusación de feminazis y punitivistas, cuando en el Comité de Expertas en Violencia de la OEA (Organización de los Estados Americanos) tenemos estadísticas de algunos países que nos dicen que la violencia sexual tiene un índice de impunidad de más de un 98 % de los casos”, protestó Susana Chiarotti, que integra dicho espacio en representación de la Argentina. “Yo he recibido consultas de organizaciones grandes que querían indicaciones acerca de qué se puede decir, porque les parecía que habíamos ‘avanzado demasiado’. Entonces, no están mirando los números, no están mirando la realidad”, añadió.

Chiarotti, que también es parte del Consejo Consultivo del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM), evaluó que Milei inventa una ideología donde hay un análisis teórico, porque “el género es una herramienta metodológica para analizar la realidad de cómo están divididos los roles y los poderes entre varones y mujeres”. Asimismo, admitió que las ideas del libertario le rememoraban a cuando se derribó el muro de Berlín y se le decía a los de Berlín Oriental que tenían la libertad para comprar todo lo que quisieran en Berlín Occidental: “se paraban delante de las vidrieras a mirar algo que no podían comprar porque no tenían los medios”.

Para Sandra Torlucci, rectora de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y coordinadora de la Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y contra las Violencias (RUGE), “en el discurso de derecha se habla de la libertad del deseo personal o del goce individual y no se habla de la libertad social: de que cuando elegís algo, la sociedad no te margine, no te segregue ni te imponga otra cosa”. Hay una relación directa entre la deshistorización y la tergiversación de estos conceptos: “Un individuo no puede vivir por fuera de la sociedad, la configuración de la subjetividad se da, desde el principio, en relación con el otro”.

Frente a la masculinización de los votantes de los partidos de derecha, la docente universitaria precisó que es necesario hablar con los varones para decirles que “nadie va en contra de sus derechos, al contrario, vamos por los derechos de todas las personas”. Finalmente, destacó que la salida no se limita a argumentar, sino que “hay que mostrar” y, para ello, hay que recuperar los saberes de “la epistemología feminista, que incorpora la experiencia sensible”.

 

28S: la rectora coordinadora de la red RUGE fue parte de la marea verde.

 

Para Antonio Gramsci, poder o no poder hacer una cosa es fundamental para valorar lo que realmente se hace: “Que existan las posibilidades de no morir de hambre, y que se muera de hambre, tiene importancia” [1]. Para él, los sujetos somos “libertad concreta”, esto es, aplicación efectiva del querer abstracto “en los medios concretos que realizan tal voluntad”. Para correr el velo del ensueño liberal, es urgente ampliar las libertades concretas.

 

 

 

 

[1] Gramsci, Antonio (1999). Introducción a la filosofía de la praxis. México: Fontamara.

 

 

 

 

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