NOMBRAR ES CREAR

Una disputa simbólica: las escuelas discuten sus nombres

 

A la 17 de Colegiales (Distrito Escolar 14) durante la dictadura de Juan Onganía, en 1967, el antiguo Consejo Nacional de Educación la denominó Monseñor Gustavo Franceschi, el nombre de quien veía ‘(…) a los judíos, como explotadores de los países en los que vivían; al pueblo hebreo, como el disolvente social por antonomasia, y al espíritu judaico (como), amenaza para nuestra nacionalidad, familia y tradiciones’.

En contra de mantener su nombre, en una asamblea de hace tres semanas se pronunciaron 70 personas contra 59, aunque con 19 indecisos que podrán definirse en una segunda consulta este mes luego de recabar más información histórica, mientras se suman al repudio los vecinos, la DAIA y La Casa Ana Frank.

 

La escuela de Parque Avellaneda y la convocatoria al festival para insistir en el reconocimiento al nombre que votó la comunidad educativa.

 

Cualquier nueva denominación deberá salir de una terna elevada al Ministerio de Educación y votada por la Legislatura, donde Lía Rueda (PRO), integrante de las Comisiones de Cultura y de Educación, ya “cajoneó el proyecto” de la Mesa de Consenso y Trabajo del Parque Avellaneda que había nominado Che Guevara a la Media 2 (D.E. 13), según confiaron a El Cohete padres de esa comunidad de zona sur.

Allí, en cada aniversario del asesinato del guerrillero se reivindica la decisión. Lo harán por undécima vez este viernes 19 desde las 19 (si lloviese se postergará al 26), con la inauguración de dos obras artísticas junto al hermano del Che, Juan Martín Guevara, en una convocatoria para las familias a beneficio de la Pro-Cooperadora y en reclamo de que se instituya el nombre votado para la escuela que funciona en el antiguo Natatorio del Parque Avellaneda y que, en sus once años, ni siquiera fue pintada.

 

Detalle del cartel colgado a la entrada donde señalan a la diputada de PRO.

 

 

En la provincia de Buenos Aires

Con el nombre de Guevara había hecho punta la flamante Media 7 de Berazategui, dirigida por Osvaldo Pagnutti, que también debió insistir desde 1995 hasta su nominación oficial el 8 de octubre de 2009. Siempre activa, este sábado 20 de octubre organizará la 14ª Carrera de Miguel Sánchez, el único atleta federado desaparecido en Argentina.

 

La Che Guevara de Berazategui, convocante a la Carrera de Miguel.

 

Ya en marzo de aquel 2009 la Técnica 2 de Varela había trocado la denominación del fusilador Pedro Aramburu por el del denunciante de su masacre, Rodolfo Walsh.

Se adelantaron así al gobernador Daniel Scioli, que en noviembre del año siguiente habilitó a las comunidades educativas a cambiar los nombres tras la consternación por el fallecimiento de Néstor Kirchner.

Desde entonces las escuelas Julio Roca comenzaron a renegar del comandante del genocidio del siglo XIX. La última bonaerense en hacerlo fue la Primaria 7 de Tandil, que desde 2015 se llama Pueblos Originarios. El influjo llegó a La Pampa donde el Normal de Santa Rosa trocó Roca por Clemente Andrada, su primer director.

El genocidio del siglo XX también es revisado.

En Ezpeleta, quien fuera la histórica directora de la Media 5, Lilyan Fernández, consiguió que le dieran el nombre de su marido, Martín Rico, asesinado en 1975 cuando era coronel del Ejército.

En cambio, el recuerdo para el ex alumno desaparecido Manuel Coley Robles es una baldosa en la vereda de su escuela 19 (Ortiz de Ocampo casi Avenida Mitre, Quilmes) que será restaurada este sábado 27 de octubre a las 15.30 por los familiares que se impusieron al desinterés de las autoridades.

 

Luis Farinello abraza a la viuda del desaparecido homenajeado con una baldosa en su escuela.

 

Tampoco hay mucha decisión en el colegio Nuestra Señora, de Ranelagh, donde el Encuentro por Memoria, Verdad y Justicia pidió en reiteradas oportunidades que el nombre de la ex alumna desaparecida Irene Gavaldá figurase en alguna dependencia del enorme edificio.

Mayor aval recibió la Media 14 de Berazategui en su 50º aniversario, por parte del intendente Patricio Mussi, quien apoyó el pedido expresado por el director Orlando Saracho de cambiar el nombre de Tristán Achával Rodríguez –impuesto durante la dictadura en homenaje a quien se opuso a la educación laica y a la ley de Registro Civil– por el de Elbio Araujo, un ex alumno que murió en Malvinas.

Otra discusión es nominar a contemporáneos del siglo XXI.

En Laferrere, el 16 de septiembre de 2016, en la Secundaria 158 eligieron el nombre del pintor local Alfredo Zapata (71% de los votos) antes que el del otro ternado, Antonio Berni (24%). Esperaron un año hasta que la Dirección General de Educación respondió que no podían optar por alguien vivo. Insistieron: ¿Y por qué la de Formación Laboral 7, para chicos con discapacidades en Mendoza, se llama León Gieco?

El Cohete verificó que la normativa de la provincia cuyana no objeta personas vivas (http://www.saij.gob.ar/6404-local-mendoza-reglamentacion-para-cambio-nombres-establecimientos-educativos-provincia-lpm0006404-1996-06-11/123456789-0abc-defg-404-6000mvorpyel).

La CABA, en cambio, comparte el criterio de su provincia limítrofe, lo que no obsta a que la comunidad elija entre víctimas o victimarios, como perdura en la Escuela 7 (D.E. 1), Presidente Roca, frente al Palacio donde debería impartirse Justicia.

 

 

  • La foto principal muestra la fachada de la escuela 17 de Colegiales, que aún lleva el nombre de un antisemita.

 

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