Para esto nos votaron

La ministra Marcela Losardo explica la reforma judicial del gobierno

 

El Presidente Alberto Fernández presentó el miércoles pasado su tan esperado proyecto de reforma judicial. Lo hizo escoltado por once juristas que analizarán cuestiones claves como el funcionamiento de la Corte, el Consejo de la Magistratura y el Ministerio Público. Marcela Losardo, la ministra de Justicia, estaba sentada a su izquierda durante el anuncio. Ella fue una de las funcionarias que trabajó en la propuesta que ya fue girada a la Cámara Alta para iniciar su tratamiento.

Losardo dialogó con El Cohete sobre el proyecto para reformar la justicia federal y de la creación del Consejo Consultivo para el Fortalecimiento del Poder Judicial y del Ministerio Público, que entrará en funciones el próximo 18 de agosto.

—¿Cómo puede beneficiar al sistema de justicia la reforma que ya está en el Senado?

Tiene un fundamento que es mejorar la administración de justicia federal, porque debemos atender a las necesidades que se presentan y en todos los ámbitos de la justicia. El objetivo específico es que los ciudadanos reciban un servicio que funcione bien y sea cercano, y que la respuesta al conflicto que tiene el ciudadano sea en un plazo razonable. Por eso es necesario ampliar estructuras frente a las necesidades actuales

—¿Por qué hay que ampliar?

Tenemos una alta litigiosidad y una complejidad de delitos muy importante. Pensemos que hace muchos años, antes de los '90, eran seis juzgados que se transformaron en doce, y realmente la cantidad de conflictos creció así como se fueron complejizando los delitos. Hace un tiempo se pidió una auditoría en los tribunales. Lo hizo el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires para ver cómo estaban las causas, cómo funcionaban y ésta arrojó que había un gran atraso en los juzgados federales. La reforma busca que tengamos un Poder Judicial independiente, un Poder judicial que no responda a los poderes políticos y a los poderes fácticos. Un Poder Judicial que se dedique a investigar los hechos sin mirar el color del gobierno de turno. Así como digo esto, también me gusta aclarar que esto no pasa siempre: que sucede en algunas oportunidades y es una minoría.

—¿Es justo decir que la reforma va a licuar el poder de Comodoro Py?

Bueno, no. Esta reforma integral viene a homogeneizar justamente la justicia federal y viene de la mano del acusatorio. La idea es crear más juzgados para tener mayor posibilidad de que las causas sean más rápidas y que los jueces sean más eficientes.

 

 

El acusatorio

—¿Se puede avanzar con una reforma que viene con el acusatorio sin que se nombre a un procurador titular?

Yo creo que es posible. Las cosas tienen que empezar. El gobierno envió el pliego del Dr. Rafecas. Yo pienso que prontamente esto va a ser tratado y esperemos que pueda ser el procurador propuesto. Me parece que todo corre por cuerda separada. O sea, tenemos que iniciar esta reforma e iremos comenzando por etapas. Obviamente hay cuestiones que a los 30 días ya pueden ser iniciadas, como por ejemplo la fusión de los juzgados. Ese es un punto que realmente no demora nada y no se crean cargos.

—¿Qué opina de la actuación del procurador interino Eduardo Casal?

Es un tema que se está planteando en la Bicameral. Es un tema del cual no puedo opinar porque desconozco.

 

 

En el ojo público

—Hay quienes critican que éste sea el momento de la reforma…

Sí, claro que es el momento. Nos ocurrió la pandemia, que es la agenda de este gobierno y de todos los gobiernos del mundo. Ahora realmente con un Congreso funcionando, nos parece adecuado tratarla. La justicia no puede estar después. La justicia está primero, porque esto también opera para mejorar los recursos. Cuando tenemos expedientes un montón de años, la gente está esperando. A veces está en preventiva, a veces sin condena. Eso también significa una erogación en cuanto a lo económico. Si pensamos que combatir el crimen organizado y los delitos transnacionales no tiene que ver con la economía, no tiene que ver también con la seguridad de un país, yo no lo comparto. Por lo tanto, me parece que es una prioridad. La ciudadanía pide justicia y que las cuestiones se resuelvan.

—¿Qué expectativas tiene con la reforma teniendo en cuenta el rechazo de la oposición?

Me parece que en el Poder Legislativo hay que acordar un montón de cosas y crear consensos. Si hay cuestiones para enriquecer, obviamente se tomarán, para algo va al Congreso.

—¿Van a estar abiertos al debate?

Sí, a mí me parece que va a ser muy bueno el debate y que va a enriquecer. Obviamente van a estar invitados seguramente las asociaciones de magistrados, las asociaciones de fiscales, los gremios judiciales, académicos y todo el arco político. Si de algo estoy convencida es de esta reforma. Lo reitero porque, conociéndolo al presidente desde hace muchos años, sé que lo que está haciendo es cumplir con algo por lo cual los ciudadanos lo votaron.  Nos votaron por una mejor justicia, por una justicia independiente. Él lo dijo cuando asumió: que la justicia debe terminar con las operaciones y con las mesas judiciales, con todas las cuestiones oscuras.

—¿Qué opina del rol de los servicios en los últimos años, según lo que está surgiendo en las causas judiciales?

Las investigaciones que aparecieron en los últimos tiempos dan cuenta de que hubo un uso ilegítimo o ilegal de los servicios de inteligencia. El gobierno modificó rápidamente la posibilidad de que los servicios intervengan en investigaciones penales y transparentó los fondos reservados. Se intervino la AFI y Cristina Caamaño está trabajando fuertemente en esto. Me parece que esto es parte de la reforma. Sin esta pata no funciona.

 

 

Consejo de la Magistratura

—Usted conoce el Consejo de la Magistratura por dentro, ¿qué habría que modificar a priori?

A mí me parece que las instituciones están bien creadas. Lo que hay que hacer es ver si podemos mejorarlas. Me parece que tal vez haya un atraso importante en la selección de los jueces y en los expedientes disciplinarios. Esto va a ser motivo de análisis de esta comisión de once juristas que el Presidente con mucha humildad armó.

—Es importante también que los expedientes disciplinarios no funcionen como una espada de Damocles.

Sí, tampoco es justo que haya una denuncia sobre un juez, por ejemplo, y que esté en el Consejo de la Magistratura eternamente. Es lo mismo que tener una denuncia en un expediente judicial eternamente. Hay que transparentar. Justamente esta reforma también plantea la apertura en los exámenes para los magistrados. Hay que terminar con los exámenes cerrados que nadie ve.

—En la semana se dijo que el Gobierno quería remover jueces en lugares claves…

La verdad es que nosotros queremos que se cumplan las normas y los procesos. Nos parece que los traslados deben tener obviamente un acuerdo del Senado y deben hacerse mediante los procesos que hay que cumplir. No tenemos intención de sacar jueces ni poner jueces. Cuando se habla de la reforma para la impunidad, esta reforma nada tiene con mover jueces para lograr impunidad. La reforma dice claramente que las causas siguen con su juez natural.

 

La Corte

—¿Cómo toman las ausencias de los ministros de la Corte a la presentación?

Invitamos a los ministros. La realidad es que uno estaba en Rafaela, otro en Santa Fe, algunos con agenda. Nos acompañó la vicepresidenta de la Corte, la Dra. Highton.

—Hay quienes especularon con que la presencia de Highton estuvo relacionada con que superó los 75 años y ya no debería estar en el cargo.

Los argentinos tenemos de una vez para siempre dejar las especulaciones que lo único que hacen es oscurecer las cuestiones positivas.

—¿Comparte el diagnóstico del Presidente de que la Corte no funciona bien?

El Presidente ya tiene su opinión y la expresa. Me parece que no es un problema de número. Empezaron a hablar de números. Me parece que es un error, pero tampoco sé cuál es el diagnóstico. Esto ya lo van a estudiar los once juristas. Hay cuestiones que van a abordar como por ejemplo un recurso extraordinario, que fue regulado hace 150 años.

—Usted es la primera mujer en ser ministra de Justicia, ¿le parece que faltan mujeres en los lugares de mayor decisión del Poder Judicial?

Fijate cómo va a cambiando todo. Soy la primera mujer ministra de Justicia y hay un montón de mujeres en el Ministerio, elegidas por su capacidad. Justamente en esta reforma también lo que estamos planteando es que la cuestión de género esté incorporada en los procesos de selección. Antes se decía que las mujeres no se dedicaban al derecho penal. Si uno va viendo los concursos, están plagados de mujeres en cuestiones penales. Antes se decía que las mujeres iban al derecho civil o al derecho de familia. Básicamente eso fue cambiando porque las mujeres fuimos entrando.

—¿Le gustaría entonces una mujer penalista en la Corte?

Sí, puede ser una penalista o un penalista. De hecho, hoy tenemos una mujer en la Corte.

 

 

 

 

 

 

 

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