Notas (parte 1)

Mi aspiración es poder compartir con usted lo que yo voy / fui experimentando cada día de mi vida

 

Las que siguen son algunas notas que fui tomando en charlas, congresos, libros, cafeterías, bibliotecas, librerías… en fin, la vida. Algunas veces las escribí en papelitos que siempre tengo preparados en el bolsillo de mi camisa. (Y sí, antes que me lo pregunte, creo que no tengo ninguna camisa que no tenga un bolsillito sobre la izquierda… Allí pongo ese tipo de papelitos y mi infaltable birome, una Lamy alemana de las que compré dos hace muchos años en el aeropuerto de Frankfurt.) Pero además de ellos, utilicé algunas aplicaciones de mi teléfono celular, para anotar, o incluso para grabar, sacar fotos de algunos artículos que aparecieron en revistas y libros, y también para capturar algunas escenas que me permitieron guardar algunos videos.

Por supuesto, no están ordenados cronológicamente ni mucho menos. Son simplemente apuntes de frases o ideas que me llamaron la atención. Los fui acumulando en forma anárquica por lo que sería estéril buscar patrones, porque no los hay, o quizás sí, pero en este momento son irrelevantes.

Acá van… Así como me fueron saliendo. Habrá más. En todo caso, mi aspiración es poder compartir con usted lo que yo voy / fui experimentando cada día de mi vida. Sí, cada día de mi vida, yo estoy siempre atento y expectante de encontrar algo nuevo, algo que me haga pensar, algo que me haga dar cuenta de que no sé bien lo que pienso, algo que me haga dudar, algo que me ofrezca una idea que no tenía, o algo que me haga cambiar de opinión. Es obviamente una aspiración imposible de conseguir, pero… ¿por qué no intentarlo de todas formas? En principio entonces, le propongo que caminemos juntos sin intentar llegar a ningún lugar en particular. Si en el trayecto encontramos algo que nos interese, paramos para espiar y/o averiguar un poco más y ver si vale la pena detenerse. Si no, seguimos, sin obligaciones, sin estructuras… Libres.

Una última observación (por ahora): si sigue leyendo verá que aparecerán muchas citas de varios autores/autoras. He tratado de respetarlas tanto como pude de manera de dejar constancia del crédito que le corresponde a cada una/uno, pero en el caso de que me hubiera equivocado, piense que lo hice de buena fe: no me apropiaría de algo que no me pertenece.

Empiezo con estas:

 

 

1) Teoría de Juegos

El pensamiento estratégico es —esencialmente— el análisis de cómo interactúa usted con los demás, teniendo en cuenta que la otra persona está pensando en el mismo momento que usted sobre la misma situación. Por ejemplo: si usted estuviera corriendo un maratón, puede que sus rivales intenten frustrarlo para que no pueda liderar la competencia, o al revés, dejarlo que usted vaya primero durante un cierto período porque les conviene de acuerdo a los objetivos que ellos tienen. Obviamente, así como usted analiza lo que puede estar pensando su oponente, ese mismo oponente está pensando sobre la estrategia que usted podría utilizar.

La Teoría de Juegos es el análisis (o la ciencia, si usted prefiere) que estudia esa interacción.

Pongámoslo en estos términos: “Cuando uno piensa cuidadosamente antes de actuar, cuando toma conciencia de sus objetivos y preferencias, pero al mismo tiempo contempla sus restricciones o limitaciones, y recién allí elige qué hacer en forma calculada de acuerdo con su criterio — en ese caso vamos a decir que usted se comporta racionalmente.

“La Teoría de Juegos es la ciencia del comportamiento racional en situaciones interactivas”.

No pretendo decir que la Teoría de Juegos enseñe los secretos del juego perfecto, ni que garantice que uno nunca va a perder. De hecho, usted y su oponente podrían estar leyendo el mismo libro y es obvio que los dos no pueden ganar al mismo tiempo. Pero más importante aún, es que hay muchos juegos que son complejos y sutiles.  La mayoría de las situaciones de la vida real incluyen múltiples elementos que dependen del azar o de la idiosincrasia de los participantes. Es por eso que la Teoría de Juegos no puede englobarlas a todas y mucho menos ofrecer recetas infalibles. En todo caso, lo que hace es proporcionar algunos principios generales que sirven para pensar sobre determinadas interacciones estratégicas.

De todas formas, lo que es seguro es que uno tiene que complementar estas ideas y métodos de cálculo con muchos detalles que solamente corresponden a la situación específica que está siendo analizada, y recién después de esta elaboración usted estará en condiciones de diseñar una estrategia exitosa para ese caso particular.

Los buenos estrategas mezclan la ciencia de la Teoría de Juegos con su propia experiencia. Se podría decir que el juego es tanto un arte como una ciencia. Usted tiene derecho a pensar que ya ha adquirido el arte a partir de su experiencia o si usted prefiere, de su instinto, pero verá que el estudio de la ciencia le resultará muy útil.

La ciencia sistematiza muchos principios generales que son comunes a varios contextos o aplicaciones. Sin principios generales, usted tendría que descubrir desde cero cada nueva situación que requiera un pensamiento estratégico. Eso sería especialmente difícil de hacer cuando aparecen nuevas áreas de aplicación. Los principios generales de la Teoría de Juegos proporcionan un punto de referencia que ya está listo. Con esta base, uno puede proceder mucho más rápido y con la confianza necesaria para adquirir y agregar las características o elementos específicos del arte, a su pensamiento y acción [1].

 

 

 

 

2) Construcciones colectivas

Durante el transcurso del año 2020, el doctor Jorge Daniele [2], una persona que valoro enormemente, me envió un correo electrónico recordando los dichos de un ex presidente del Instituto Leloir. No puedo darle el crédito porque él no me dijo quién fue, pero de todas formas quiero agregar aquí lo que me dijo Jorge:

"Perdón... pero por lo que sé, lo único que se construye desde arriba es un pozo”.

 

 

 

 

3) Matemática 1

“Uno no puede aprender a andar en bicicleta o en patineta sin rasparse las rodillas y los codos. De la misma forma, uno no puede aprender matemática (y otras múltiples destrezas) sin ‘rasparse’ el ‘ego’ [3].

 

 

4) Matemática 2

“La matemática importa, mucho más de lo que la gente cree. Uno tiene que tomar decisiones de vida o muerte basándose en lo que dicen los números. No podemos negarnos a usar las ideas que provee la matemática simplemente porque las odiábamos en el colegio secundario, de la misma forma que no podemos negarnos a usar computadoras. La matemática es un conocimiento esencial no periférico”[4].

Un comentario extra: cuando anoté estas frases, aún no habíamos vivido esta pesadilla de la pandemia. Piense cuál ha sido el aporte de la matemática durante el año 2020 en todo el mundo, para aportar modelos, proyecciones, que sirvieron para diseñar estrategias que salvaran la vida de la mayor cantidad posible de seres humanos.

 

 

5)    Matemática 3

“Puede que para muchos, la matemática sea vista como un país extranjero, pero es el tipo de lugar que cualquier viajero que sea un aventurero y de mente abierta se “moriría” por visitar” [5].

 

 

6)    Historia

“Puede que la historia no se repita, pero, si no se repite… (entonces) rima”. La frase se le atribuye a Mark Twain, pero yo no estoy seguro. Por las dudas, su versión inglesa:

“History never repeats itself, but, if it doesn’t repeat… it rhymes”.

 

 

7) Inteligencia 

Sobre este tema ya podría escribir varios libros y de hecho, quizás en algún momento lo haga, pero por ahora quiero reproducir acá lo que Jerry Kaplan escribió en su libro Artificial Intelligence (Inteligencia Artificial):

“Esta es mi visión personal del significado de la AI [6] (inteligencia artificial). La esencia de la AI, o si usted prefiere, la esencia de la inteligencia es la capacidad de hacer generalizaciones apropiadas de manera oportuna basada en datos limitados. Cuanto más amplio sea el dominio de la aplicación, se podrán sacar conclusiones más rápidas con una mínima cantidad de información y por lo tanto, más inteligente será el comportamiento".

Si el mismo programa que aprende a jugar al Ta-Te-Ti pudiera aprender cómo se juega cualquier juego de mesa, mucho mejor. Si pudiera también aprender a reconocer rostros, diagnosticar enfermedades y componer música al estilo de Bach, creo que estaríamos de acuerdo en que ese programa sería artificialmente inteligente. Lo que sí hay hoy son programas individuales que realizan cada una de esas tareas en forma aceptable. Parece irrelevante si lo hace de la misma forma que lo hace la gente y si parece ser consciente de sí mismo.

 

 

8)  Abandonar

“Es crucial entender que tan pronto como uno deja de aprender cosas nuevas, tu carrera habrá terminado. La manera más fácil de seguir aprendiendo cosas nuevas es colaborando, especialmente con las personas más jóvenes. Me parece que en algún momento del camino, se hace más fácil dejar que el agua te lleve que a seguir navegando. Eso sí: si lo aceptás así, es porque estás dispuesto a decir que ese es el final: lo que sabés ahora es todo lo que vas a saberEso es muy difícil de hacer”. Este texto (ligeramente adaptado) le pertenece al matemático Howard Wainer [7], otro coloso de este siglo, no solo por lo que produce como matemático profesional, sino por su ideología.

 

 

9) Jardín

“Desde Galileo hasta Alan Turing, estudiar lo que sucede con las apuestas ha sido el jardín donde florecen las ideas: los juegos de dados en los bares del siglo XVI dieron lugar a la Teoría de Probabilidades y el Póker, a la Teoría de Juegos”. Esta frase se la escuché a Adam Kucharski, un matemático inglés que es además epidemiólogo (nada menos, en estos momentos de pandemia).

 

 

10) Trabajo

“Uno de mis mentores, John Turkey, me dijo un día que si yo quería tener éxito en mi carrera, tenia que trabajar más duro que mis competidores, pero no necesariamente ‘mucho más duro’. Alcanza con que trabajes un 10 por ciento más que ellos. Si lo hacés, en siete años vas a saber el doble de lo que saben ellos”. (Howard Wainer) Puesto en estos términos, si una persona invierte ocho horas de su día a su trabajo específico, ese 10% de más se traduce en 48 minutos más por día. ¿No estaría dispuesto usted a hacerlo si el resultado implica que puede duplicar los conocimientos de quienes están a su alrededor en solamente siete años? Yo lo haría… [8]

 

 

11) Humanos vs Computadoras

“Una forma de determinar que una tarea nos resulta muy difícil (a los humanos) es cuán duro tenemos que trabajar para resolverla. Pero esta idea puede estar equivocada si uno la quiere trasladar a las computadoras. Por ejemplo, para un humano parece muchísimo más difícil multiplicar 317.479 por 937.878 que reconocer la foto de un amigo. Para las computadoras es exactamente al revés. De hecho, mientras una computadora puede hacer esa multiplicación ‘casi’ en forma instantánea, poder reconocer una imagen se hizo posible muy recientemente. El hecho de que tareas sensorio-motoras de bajo nivel parecen fáciles a pesar de requerir enormes recursos computacionales, se conoce como la paradoja de Moravec y se explica por el hecho de que nuestro cerebro hace que esas tareas sean más fáciles al dedicarles grandes cantidades de ‘hardware personalizado’, más de “una cuarta parte de nuestros cerebros” (Max Tegamark, de su libro Life 3.0”, Vida 3.0).

 

 

12) Campamento

“Si usted observa las actitudes de una persona frente al riesgo, puede descubrir cómo la acechan las tensiones más profundas. Elija uno de los dos lados: arte contra cienciasentimiento contra razónpalabras contra númerospercepción contra objetividad, historias contra estadísticas, instintos contra análisis, lo particular contra lo abstracto, romanticismo contra clasicismo… y así podría seguir. En resumen, la fila eterna entre versiones fundamentalmente diferentes de la verdad y la experiencia. Es fácil elegir uno de los dos campamentos nunca más mirar hacia fuera" (Howard Wainer).

 

 

 

 

 

 

13) Argumentos

 “Las viejos argumentos nunca mueren. En todo caso, mueren las personas que los defendieron” (Albert Einstein).

 

 

14) Fe

 “¿En qué momento termina la razón y aparece la necesidad de invocar a la fe?” (anónimo).

 

 

15) La última vez

 “El hombre vive fascinado con recordar: ‘mi primer auto’, ‘mi primera casa’, ‘mi primer día de clase’, ‘mi primer amor’, ‘mi primera relación sexual’, etc… ¿y qué tal si pensáramos en ‘mi ultima/o’? La ‘última vez que hablé con mi madre’, ‘el último día que fui al colegio’, ‘la última vez que jugué con una muñeca’, ‘la última vez que me cambié para jugar un partido de fútbol’, ‘la última vez que fui en los hombros de mi padre’, ‘la última vez que visité la casa en donde nací’…. Y así podría continuar. Lo que sucede es que hablar y/o recordar ‘el último’ o ‘la última’, trae aparejada una sensación de pérdida, remordimiento, angustia. No parece posible que un ser humano quiera ‘recordar’ con entusiasmo la ‘ultima vez de nada”. (Otra vez Howard Wainer.)

 

 

16) Seres racionales

“Los humanos, ¿planificamos lo que hacemos? ¿Somos verdaderamente racionales? ¿O será que les recomendamos a otros que hagan lo que nosotros no hacemos? ¿Elaboramos estrategias? ¿O sólo hablamos de ellas? (AP).

 

 

17) Inferencias (Parte 1)

“A los científicos se nos presentan observaciones y se nos pide que construyamos teorías: ¿qué fue lo que ‘entró en la “caja” y como resultado produjo el mundo que vemos? Hacer inferencias es algo extremadamente complicado, posiblemente la tarea más compleja que enfrenta un científico. Por ejemplo, de la ‘forma’ que toman las nubes y de la forma en la que se mueven deberíamos poder ‘ir hacia atrás’ y ver de qué ‘estado’ provienen, o cuál es el sistema que las produjo” (Jordan Ellenberg).

 

 

18) Arte vs Ciencia

“De esta forma, el arte, la literatura y aún el entretenimiento no eran diferentes de cualquier otro producto. En el sueño de los utopistas de la época, el atractivo masivo significaba que el mundo se alejaría del concepto elitista de ‘arte’, hacia su hermano mayor, la ‘ingenierización’. Los automóviles, aviones e incluso casas enteras se podrían producir ‘en masa’ y saldrían de la ‘cinta transportadora’ de una fábrica, y de esa forma señalarían el fin de una existencia en donde la desigualdad era común. ¿Cómo podría ser, cuando todos conducían el mismo modelo de auto, un Ford T y vivían en las mismas casas? El arte era elitista, irracional y superficial; la ‘ingeniería’ era colectivista, funcional e hiper-racional. Es mejor servir a la objetividad democratizada de las masas que a la subjetividad snob de unos pocos” (Luke Dormehl).

 

 

19) Inferencias (parte 2)

“Los humanos queremos creer que todo efecto tiene una causa: basta con mirar detenidamente. De acuerdo. Pero eso requiere de hacer algunos esfuerzos y eso requiere tiempo también. Por ejemplo, muy a menudo los padres les dicen a sus hijos que se resfriaron porque salieron a la intemperie sin guantes ni bufandas, cuando hacía frío. Sin embargo, ¡no existe ningún vínculo causal directo entre abrigarse y engriparse! Si uno visita un restaurant y luego se enferma, intuitivamente culpa a la comida que comió allí (y tal vez evite visitar ese restaurant en el futuro), aunque puede que la comida no tenga nada que ver con la enfermedad. Muy a menudo también nuestro cerebro es demasiado vago para pensar lenta y metódicamente. En cambio, dejamos que la forma rápida de pensar ‘tome el control’. Como consecuencia, ‘vemos’ las causalidades imaginarias y por lo tanto, en esencia, mailinterpretamos el mundo”. (Viktor Mayer-Schonberger).

Al llegar a este punto, me voy a detener, al menos por ahoraComo usted habrá advertido son muy personales, me afectan/afectaron a mí, me ‘tocaron’ a mí. Quizás sería un buen ejercicio que usted lo pusiera en práctica también. Vaya recolectando situaciones/ideas/frases que fue o va viviendo, quédese con las más relevantes y es posible que pueda encontrar patrones que uno no advierte o detecta en el momento. Es solo una idea…

 

 

 

[1] Este texto es un breve extracto (que además edité para poder incluirlo acá) del maravilloso libro Games of Strategy (Juegos de Estrategia), que escribieron Avinash Dixit, Susan Skeath y David Reiley. Si usted está interesado en estos temas, le recomiendo muy fuertemente que lo lea.

[2] Director de Asuntos Legales e Institucionales de la Fundación/Instituto Leloir.

[3] Esta frase le pertenece a Keith Devlin, y la leí en un artículo que escribió en octubre del año 2019 aquí: https://www.mathvalues.org/masterblog/student-teaching-evaluations-are-effective-but-not-in-the-way-you-think.

Carlos D’Andrea me sugiere que agregue otra analogía, y tal como sucede al andar en bicicleta, para aprender matemática hay que tener paciencia suficiente como para ir a los tumbos al principio, encontrarse con paredes y aceptar que uno no llega —inmediatamente— al lugar al que quería arribar…

[4] Frase de K.C. Cole, en el libro The Universe and the Teacup (El Universo y la Taza de Té).

[5] El autor de la frase es Brian Hayes, uno de los mejores escritores de matemática que yo conozco. La leí en el libro Foolproof, que como no está en castellano voy a traducir por mi cuenta: A prueba de tontos.

[6] AI = Artificial Intelligence. En inglés se usan (mucho) las iniciales AI. Acá hice la adaptación al español: IA.

[7] Harold Wainer es un matemático norteamericano nacido en Brooklyn, New York, el 26 de octubre del año 1943. Sus trabajos científicos y su manera de poner en contexto sus aportes, lo transformaron en un matemático que ‘hizo escuela’. Más sobre su biografía: https://en.wikipedia.org/wiki/Howard_Wainer

[8] Naturalmente, todo esto no es absoluto, depende del contexto. Si uno estuviera en Harvard o en el MIT (por poner dos ejemplos) quizás esas diferencias no se notarían, aunque —como sostiene D’Andrea— es muy posible que uno esté en esos lugares porque fue uno de los que puso en práctica esas ideas que le permitieron acceder a esos lugares de excelencia…

 

 

 

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