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Por primera vez en la Argentina hubo una huelga de trabajadores de plataforma.

Hace unos meses la ciudad de Buenos Aires se coloreó de naranja. Cientos de motos y bicicletas con trabajadores cargados de mochilas, camperas y gorras fluorescentes comenzaron a recorrer las calles porteñas. La empresa que ofrece el servicio de delivery se llama Rappi y los trabajadores de esta plataforma se autodenominan “rappitenderos”. Ayer los mensajeros realizaron la primer huelga ante las oficinas de la empresa. Los repartidores protestan por los permanentes cambios en las condiciones de trabajo. Reclaman percibir un salario fijo: "Pedaleamos más y ganamos menos", afirman. Un informe publicado por La Cartelera de Trabajo (@carteleralct) sostiene que los trabajadores se organizaron en tiempo récord, designaron sus voceros y solicitaron una instancia de diálogo con la empresa.

Las empresas de la economía colaborativa (como Rappi y Uber) son internacionalmente cuestionadas por vulnerar derechos laborales y evadir impuestos. El lema de Rappi consiste en “sé tu propio jefe”. Simón Borrero, el CEO de la empresa, asegura que “no hay vinculación laboral, ellos son contratistas independientes y Rappi es una plataforma”. La Cartelera de Trabajo conversó con algunos de los trabajadores que dijeron que "si nos consideran como independientes que no nos controlen, si nos controlan que nos paguen como trabajadores dependientes". Los trabajadores rápidamente señalan el control que la empresa ejerce sobre ellos. Si no realizan pedidos, están descansado, se demoran por el tráfico o hicieron mal algún click, tienen sanciones: les bloquean la aplicación, les bajan el ranking (el cual depende de la tasa de pedidos tomados y de la calificación de los clientes), les suspenden las solicitudes de pedidos y hasta pueden ser dados dar de baja (como forma de despido) en la aplicación. “Y cuando rechazás un pedido, porque estás comiendo o descansando, te bloquean y te dejan hasta una hora sin recibir pedidos. Estás ahí esperando chupando frío. Y mientras estás bloqueado te empiezan a llegar un montón de pedidos que no podés tomar porque estás bloqueado. Estoy seguro que son pedidos fantasmas, no son reales. Lo hacen para que te sientas mal y no lo vuelvas a hacer” agregó un mensajero.

El domingo a la noche en distintos puntos de la ciudad, los trabajadores convocaron a reuniones para poner en común sus disconformidades y planificar un plan de acción. Mantener activa la aplicación y no aceptar pedidos fue la primer medida de fuerza. ¿Cuál fue la reacción de la empresa? Aumentar los pagos a repartidores de $35 a $60 por viaje para desactivar la protesta. “Por el motivo de la huelga subieron el porcentaje de envío a cincuenta pesos, pero esta tarde nos empezaron a mandar mensajes diciéndonos que el envío iba a estar a sesenta pesos, están pagando mejor porque se enteraron que nosotros íbamos a hacer esto” manifestó un rappitendero luego de intuir la presencia de algún infiltrado de la empresa en los grupos de whatsapp de los trabajadores. “Suele pasar que cuando en la empresa se enteran que hablamos de nuestros derechos, nos bloquean la cuenta. Porque dicen que estamos haciendo sindicalismo y ellos no quieren eso” agregó otro trabajador.

En el día de ayer la cita tuvo lugar en la calle Castillo, donde se ubican las oficinas de Rappi Argentina. Mientras que en la calle esperaban aproximadamente ochenta trabajadores, adentro se encontraban los voceros designados para hablar con la empresa. La protesta tiene de trasfondo la intención de Rappi de alterar los términos de prestación del servicio imponiendo a los más experimentados peores viajes y pagos menores, y por el contrario intentar seducir a nuevos repartidores con más privilegios. Hubo dos reuniones, la primera duró dos horas. Los trabajadores expresaron su disconformidad y la empresa pidió tiempo hasta el viernes para resolver los problemas. Pero los mensajeros no aceptaron y pidieron que mejoren las propuestas. “Nos trataron como animales”, manifestaron los rappitenderos con apoyo del gremio de motociclistas, mensajeros y servicios, que se encontraba presente en el lugar. A los treinta minutos, la empresa volvió a citarlos. El desenlace fue negativo. Rappi propuso modificar detalles muy alejados de las expectativas de los manifestantes.

Frecuentemente, los rappitenderos sufren robos, accidentes e inconvenientes de diversa índole. Aunque todo parece demostrar que estamos frente a un caso de trabajadores en relación de dependencia precarizados, la empresa utiliza el argumento del cuentapropismo para no responsabilizarse en ningún caso. “Hace poco fui a la oficina y justo había un chico que tenía tres puntos en el cachete y una herida en el ojo por una caída en la bici. Él fue a pedir que de los cuatro días que estuvo inmovilizado aunque sea le paguen dos. Y en la empresa dijeron que no tenían por qué pagarle porque el rappitendero trabaja por su cuenta y eso lo tiene que manejar él” comentó un mensajero. Los trabajadores exigen ser registrados como trabajadores en relación de dependencia y afiliarse al gremio de motoqueros (ASiMM) parecería ser el primer paso hacia el objetivo.

 

* Integrante de La Cartelera de Trabajo (@carteleralct).

 

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